PARECE QUE, ¡POR FIN!, LA AFICIÓN DESPIERTA.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Nos llena de alegría la noticia escrita por David Guillen sobre que “los miembros de la Juventud Taurina, organizaron a través de redes sociales de Internet una quedada para torear de salón en el llamado Templo de Debod de Madrid”.

Eligieron un lugar emblemático y céntrico. Emblemático por sus 2.200 años de antigüedad y céntrico porque, tras ser traído a España regalado por Egipto, se le ubicó en el antiguo Cuartel de la Montaña situado en el Parque del Oeste al comienzo del Paseo de Rosales muy cerca de la Plaza de España.
¡El centro neurálgico de Madrid!
Se empezó su reconstrucción (con una duración de dos años) sobre una base de piedra construida de antemano utilizando la técnica denominada anastylosis (colocando en su lugar los elementos originales hallados y añadiendo las partes de reconstrucción con una piedra de diferente color –traída de Villamayor (Salamanca)- que reconociera los elementos antiguos y originales de los nuevos). Fue inaugurado el 20 de julio de 1972 y declarado “Bien de Interés Cultural” en el 2008.
¿Se trata quizá de una reivindicación ante esos movimientos anti taurinos que desde un tiempo a esta parte, y consecuentes con las propuestas del grupo político catalán Esquerra Republicana de Cataluña, en un despropósito más, se están llevando a efecto por algunas plaza de toros?
De cualquier manera, es una reivindicación importante de la Fiesta más Nacional, para que una vez mostrada a quienes no la han visto nunca de cerca, se interesen o no por ella, pero al menos la conozcan y así, tras ver a personas que manejan (con más o menos habilidad y arte) un capote o una muleta, ésta visión se convierta en algo habitual y con ello cualquiera pueda practicar en las diferentes comunidades, ciudades, pueblos o lugares abiertos, su entrenamiento con estos trebejos en “amor y compaña” con otros practicantes que lo hacen con una bicicleta, patín, raqueta, balón de fútbol o baloncesto, o las bolas de la petanca.
De siempre ha habido en todas las ciudades lugares emblemáticos de entrenamiento de toreros.

En Madrid el lugar elegido era la Casa de Campo en los pinares más próximos a la Puerta del Rey que es la que, nada más pasar el puente sobre el río Manzanares, comunica con los jardines del Palacio Real y la Estación del Norte.
Allí había una especie de redondel de arena circundado por pinos donde se podía ver diariamente a toreros consagrados, que buscaban reconocimiento y toro humano para sus entrenamientos, al lado de toreros principiantes que buscaban enseñanzas de los maestros.
En Salamanca se podía ver a los toreros charros en la explanada delante de la plaza de toros de la Glorieta o en las riberas del río Tormes entre los dos puentes de entrada a la ciudad por las carreteras de Madrid o Andalucía.
Valladolid tenía su lugar de entrenamiento taurino en el Pinar de Antequera, en un clarito que los pinos habían dejado justo detrás de las instalaciones deportivas de FASA Renault.

Y aquí en Tarifa en la plaza de toros cuando, la escuela Taurina (hoy desaparecida) estaba vigente y en funcionamiento.
Hoy los toreros, a pesar de tener valor más que reconocido por demostrado, han de tener cuidado ante estos grupos anti taurinos belicosos que pueden aparecer en manada de manera imprevista y crear dificultades a pesar de considerarse como amantes de los animales.
Si bien, en los momentos actuales, los toreros consagrados gozan de la oportunidad de entrenarse ante cornúpetas en los tentaderos a los que son invitados por los ganaderos de los hierros punteros y los aspirantes a toreros gozan de total seguridad en las Escuelas Taurinas, al tiempo que tienen la oportunidad de enfrentarse directamente a los cornúpetas, en los bolsines taurinos que se celebran en cada vez más ciudades españolas.

Los jóvenes madrileños han tomado la iniciativa en una labor necesaria para la reivindicación de nuestra fiesta y para traer sabia nueva en su reconocimiento y persistencia. Han dado un ¡toque de atención! a los políticos empecinados en acabar; la Fiesta del 12 de octubre; en tratar de exigir actos de desagravio de España ante Cataluña y su partido político, con homenajes a ciertos personajes del pasado y ahora, en una sin razón más, en acabar con la Fiesta de los toros.
Esperemos que estos dirigentes de pequeñas masas, encaramados al poder por conveniencias políticas, se den por aludidos y tengan en consideración que significarse en acabar con una tradición de muchos siglos puede dar con sus huesos en el paro y eso… hay que padecerlo para ver sus consecuencias.
De momento el sondeo realizado por la agencia EFE sobre la ley antitaurina de Cataluña nos resulta desfavorable a los taurinos, puesto que “la mayoría de los diputados del Parlament están dispuestos a tramitarla”.
Estamos en un 17 a 33 en contra, pero ojo que entre los días 15 y 18 de este mes, en que tendrá lugar la votación, puede haber sorpresas derivadas de que los políticos catalanes estarán sometidos a tensión máxima pendientes de la suerte que correrá en el T.C su Estatut y naturalmente sus puestos de privilegio hasta ahora.
¡Que Dios reparta suerte! como decimos los taurinos.