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martes, 8 de noviembre de 2011

LUTO EN LA FAMILIA TAURINA DE TARIFA.

LUTO EN LA FAMILIA TAURINA DE TARIFA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

En el día de ayer, falleció consecuencia de una grave y penosa enfermedad uno de los taurinos representativo de la sociedad tarifeña.
Se trata del amigo Antonio .Delgado Moya que durante muchos años desempeño las funciones de asesor artístico en la Presidencia de las corridas celebradas en nuestra bicentenaria plaza de toros.
Por la capilla ardiente instalada en el Tanatorio de Tarifa desfiló prácticamente toda la ciudad y por completo los integrantes de la Campiña tarifeña a la que Antonio pertenecía y con quienes mantenía relaciones desde su nacimiento.
Deja siete hijos. Cuatro varones (Curro, Aurelio, Antonio y Manolo) y tres hembras (Antonia, Carmen y Luz María). Los mismos que hermanos componían la descendencia de sus padres.
Antonio tenía 76 años y según su cuñado, Manuel Lara Ríos, cuando le pregunté por el trabajo de Antonio me refirió lo que contaba un maestro, respecto a su vida, que había sido quien les educó de pequeños:
“Cuando fuiste almadrabero,
muy poco tú, prosperaste;
luego una instancia echaste,
para ser carabinero,
consumista, segador, comerciante de habichuelas
y ahora maestro escuela,
mi vida es una canción”.
Cuando empezó a pretender a quien se convertiría en su mujer, María de la Luz Lara Ríos, vivía en casa de sus padres Francisco y Antonia. Su padre Francisco Delgado Pelayo tenía un huerto en renta en "Los Majales", (pequeño poblado del término), que era propiedad de Alfonso Delgado a quien con el paso del tiempo, llegó a comprar.  También poseía seis fanegas de tierra en lo que hoy es el "Mastral", antes llamado "Cerro del Rey" donde Luis Escribano, carnicero y aficionado a los toros había comenzado a hacer un cortijo y trató de incorporar las tierras de Francisco a sus posesiones. No lo consiguió al principio pero sí al final, para vender todo lo suyo y otras tierras limítrofes de manera mancomunada a Gregorio Quesada Márquez "Canito". Un Luis Escribano que hizo sus pinitos en el empresariado taurino llevando al torero Pepe Osuna y luego a su sobrino Luis Escribano en asociación con su hermano Manuel,  Secretario del Ayuntamiento de  Pozo Lorente (Albacete), padre del torero y abuelo del titular de nuestra Peña Taurina Manuel Escribano
Ya de novio de Maria de la Luz trabajó y vivió en casa del suegro, Manuel Lara Petisme, ayudando a éste en las funciones del trabajo del que vivía, para sacar adelante a sus diez hijos. Manuel Lara era el que rentaba al Ayuntamiento los pastos y montanera de las fincas de su propiedad: La Peña, Caheruela, Puertollano, Longanilla, Los Zorrillos, la Ahumada, el Bujeo, Betis, y Tierra Plata que se denominaban los Baldíos. Posteriormente arrendaba a todos  aquellos que llevaban sus ganados equinos, bovinos, caprinos, ovinos y de cerda a alimentarse de los pastos y bellotas de estos montes municipales.
Una vez casado, Antonio ha arado con tractores, con yunta de mulos y de caballos. Ha segado, ha trillado, aventado el trigo. Ha hecho carbón. Boniatos ha puesto lo que no está en los escritos y cargas de naranjas ha traído a Tarifa (ayudado por su hermano Chan) todas las del mundo. Fue conductor de una camión de reparto que, en la ladrillera- almacén de al lado del cementerio de Algeciras poseía D. Luis Cervera Abreu con quien también trabajaba su hermano Chan como encargado de la finca “El Jaramillo”
Trabajó, por lo menos diez años, en la gasolinera del barrio de fuera, Zafer, siempre en el turno de noche para aprovechar el día trabajando de sol a sol. Pero como de siempre trató de trabajar para el mismo, intentó comprar la gasolinera.
También tuvo una tienda en Tarifa cuyos productos los distribuía por la campiña con un automóvil con el que transportaba a los camperos a la ciudad. Posteriormente compró un Land Rover apto para transportar desde el campo, a sus vecinos sin que los taxistas, con coches más modernos no aptos para estos difíciles caminos, consideraran competencia desleal.
Un gran trabajador y una gran persona.
Su afición a los toros le viene de herencia puesto que tanto su padre como su suegro, que eran vecinos en “Los Majales” le llevaban a ver corridas de toros cuando era un niño. Afición que se vio reforzada a consecuencia del trato con ganado palurdo de la zona, poseedor de algo de sangre brava en sus venas.
Participó en herraderos y en las capeas que seguían a tales faenas camperas y así, su afición fue “in crescendo”, hasta convertirse en veedor de la Escuela Taurina de Tarifa cuando ésta fue creada por iniciativa del que fuera teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Tarifa con el gobierno del TAIF, el militar cordobés Antonio Casado. Proporcionó becerros a la Escuela para prácticas de alumnos, (procedentes de unas vacas que su consuegro Mateo Silva tenía procedentes de Los Derramaderos), al ser parte interesada (puesto que uno de sus hijos, Antonio hoy Policía Municipal en el Ayuntamiento, estaba en la misma y llegó incluso a actuar con traje de luces en varias novilladas y como subalterno a las órdenes de los compañeros de la Escuela, "Gallito” y “El Monaguillo”)...
En los comienzos de la creación de la Escuela Taurina y, concretamente en los años 1996, 97 y 98, todos los viernes de los meses de junio y julio se celebraban a las 22,00 unas becerradas con actuación vestidos de luces de novilleros de la escuela de Tarifa a la que invitaban a otros becerristas de las escuelas taurinas del Campo de Gibraltar.
Tuve la ocasión de asistir a alguna de las celebradas en el mes de julio que coincidían con mis vacaciones en Tarifa. Se lidiaban erales de las ganaderías de la zona mediante convenio verbal con el creador de la Escuela Taurina. La entrada era gratuita y naturalmente la plaza se llenaba hasta la bandera por familias enteras que con su prole acudían a pasar parte de esas noches espectaculares de clima en Tarifa. La presidencia era ocupada en su asesoría artística por Antonio Delgado que fue ganando aprendizaje y méritos para escalar la cima de asesorar en los festejos serios que se dieran en Tarifa. Conocedor de mis actividades taurinas, en una de estas becerradas de promociòn me invitó a compartir palco presidencial.
Con el gobierno socialista en Tarifa, durante dos legislaturas, la presidencia fue ocupada por Antonio Escribano asesorada en materia artística por su cuñado que no era otro de Antonio Delgado con la aprobación del público asistente a la gestión desarrollada.
Antonio Delgado era asiduo, como abonado, a las ferias taurinas de Algeciras, La Línea, San Roque, Los Barrios, El Puerto y Sevilla. También asistía a las corridas de su interés en Málaga y en cualquier ciudad que se le pusiera en el entrecejo.
Nunca tenía pereza para coger su coche, siempre de alta gama, y desplazarse a cualquier acontecimiento taurino de interés. Aún tengo en la memoría la felicidad que experimentó cuando en uno de nuestros viajes a ver una corrida de toros en Sanlúcar, tras sacar nuestra entrada y enterarme de que el empresario era mi buen amigo el ganadero Manuel  Ángel Millares García le invité a que compartiera burladero de callejón dado que en aquella corrida actuaba nuestro común amigo el picador "El Cali".
Antonio seguro que en el cielo, ganado tras los enormes sufrimientos que le ha deparado su enfermedad, estará tratando de convencer a San Pedro para que organice una corrida de toros y le ponga de asesor artístico.
Amigo Antonio. ¡Descansa en Paz!