CUANDO LA
FUERZA DE VOLUNTAD Y SUPERACIÓN ESTA AHÍ.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
En el día de ayer, estuve visitando al matador de toros de
Gerena, Manuel Escribano Nogales que se encuentra en el dique seco desde el 25
de junio del presente año, a raíz de la gravísima cornada sufrida al realizar
la suerte suprema a Madroño su segundo toro de Adolfo Martín en la reciente feria de “Las Hogueras” de Alicante.
El parte médico rezaba así:
“Herida por asta de
toro en el Triángulo de Scarpa de 12-14 centímetros de profundidad que produce arrancamiento
completo de vena femoral y safena interna. Evisceración de testículo izquierdo
con pérdida de superficie escrotal. Cuadro hemorrágico severo con shock
hipovolémico. Lesiones de pronóstico muy grave”.
Lo firma el doctor José María Reyes.
Las heridas están prácticamente curadas si bien quedan las
secuelas que les narro a continuación:
De los cuatro músculos que comprenden la región anterior de
la pierna es decir: tibial anterior, extensor común de los dedos, extensor
propio del dedo gordo y peróneo anterior, a Manuel le está dando la lata, en su
rehabilitación, el músculo extensor propio del dedo gordo por tener pinzado, a
causa de la inflamación, el nervio tibial anterior y tener trastocadas sus funciones
que no son otras que: extender el dedo gordo del pie, flexionar, aducir y rotar el pie hacia dentro.
Da gusto verle realizar flexiones y nadar en incontables
largos en la piscina de su chalet de Gerena.
Me llama la atención la enorme fuerza de voluntad de este
torero que no descuida un solo momento su puesta a punto. Una fuerza de
voluntad que cómo alguien definió consiste en: “posponer la gratificación y resistir tentaciones a corto plazo para
satisfacer metas a largo plazo” pero que en el caso de los toreros, en su afán de cumplir los compromisos
contraídos de antemano, parecen demostrar una falsa escasa capacidad de
autocontrol.
Manuel está luchando en vencer a ese piloto automático que
le impulsa a querer reaparecer cuanto antes, con la mesura en la rehabilitación
total como le aconsejaba el empresario de Béziers y ganadero francés Robert
Magé con el que coincidimos en casa del padre de Manuel.
Escribano en su dura etapa de torero me atrevo a asegurar
que casi ha derrumbado la teoría del
psicólogo de la Florida State
University, Roy F. Baumeister según la cual: el autocontrol es un recurso limitado y se gasta”
El rubio torero de Gerena es una persona tranquila,
sosegada, pausada como debe ser el toreo. Está llevando con calma y resignación
su inactividad torera y cómo por otro lado es un ser dotado de mucha testosterona,
cuando vuelva a ceñirse, en ese cuerpo más que trabajado físicamente,
esculpido, el traje de torear, quienes alternen con él han de apretarse muy
bien los machos, porque no será fácil de doblegar en sus deseos de triunfo.
¡Animo Manuel! que pude comprobar que tu puesta a punto está
muy próxima cómo deduje de la petición que le hiciste a Robert de una vaca
fuerte para probarte.