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martes, 31 de mayo de 2011

LA CORRIDA DEL DÍA 29 DE MAYO DEL 2011 EN ANTEQUERA.

LA CORRIDA DEL DIA 29 DE MAYO DEL 2011 EN ANTEQUERA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Con diez y ocho minutos de retraso sobre el horario previsto aparecen en la arena de la plaza de Antequera unos alguacilillos que, debido a la igualdad de género impuesta por decreto ley, componían un caballero montado sobre un enorme caballo de capa negra y una fémina que montaba uno más recortado de capa perla Isabela. La conjunción entre ambos en su función de despejo de plaza, brilla por su ausencia.
Les siguen los matadores encargados de liquidar una corrida del hierro de la A coronada perteneciente al hierro de Victorino Martín.
A la izquierda el “Fundi” que viste un terno rosa y oro con los cabos negros, a la derecha Manuel Escribano (verde penicilina y oro) y en el centro Salvador Cortes con el torero traje de grana y oro.
Y tras cumplimentar a Presidencia comienza ese toreo al miedo con la finalidad de desentumecer músculos al tiempo que quitan los pliegues de los capotes de brega.
Los alguaciles permanecen demasiado tiempo en la plaza, posiblemente cumpliendo las órdenes dimanadas de la empresa con la finalidad de dar tiempo a que se anime la gente que circunda la plaza y entre a presenciar la corrida. Pero este fenómeno finalmente no se produce pues "los tiempos no están para bollos" y el precio de las localidades se nos antojan excesivamente caras.
Por todo esto y por camuflar a la venta entradas en taquilla en su afán de colocar las de más precio, no se cubrió ni media plaza, pues el sol debido a que calentaba de manera insoportable estaba prácticamente vacío solamente ocupado por los clarines y timbales y pequeños grupitos de valientes. ¿Por qué siempre están agotadas las localidades de los jubilados?
La Fiesta más nacional de España tiene el cáncer metido en los mismos taurinos y así va a ser imposible sacarla adelante a pesar de unos cuantos románticos que sin escatimar aportación económica al comprar nuestras entradas y gastar sin compensación económica alguna nuestro tiempo, colgamos nuestras crónicas pormenorizadas en nuestros blogs que jamás cuentan, NI LO PRETENDEMOS, con el agradecimiento de los taurinos que en cambio se desviven con aquellos medios de repercusión mediática que les ignoran a la hora de la información taurina.
Finalmente la señorita amazona está a punto de ser desmontada cuando su cabalgadura no es dominada y se pasa de la puerta de salida ante la hilaridad del público asistente que no cubre ni la mitad del aforo.
También se demora en exceso la salida del primer toro de la tarde y cuando lo hace aparece por la puerta de chiqueros un toraco enorme  que rebasaría los 600 kilos. Luce el número 74 y su capa es cárdena oscura. Un toro astigordo que remata en los burladeros al ser llamado por los peones de “El Fundi” hasta que su matador le recibe con una verónica en la que flexiona las piernas tratando de recoger a un astado que finalmente sale suelto y, tras rematar en un burladero, se va a los terrenos de nadie.
El Fundi se va en busca del astado y le administra una serie de cuatro verónicas de “pata atrás”, carentes de ajuste en las que, tras ganarle terreno, remata con una media muy despegada sobre el pitón izquierdo del toro. Recibe una ovación.
Tras ser fijado en el burladero de suertes para que los picadores ocupen los lugares reglamentarios, es llevado por El Fundi al caballo de picar. El toro se arranca con alegría y con cuatro capotazos realizados por la cara sin cruzar que son rematados con un recorte, le deja en la jurisdicción del piquero.
El toro muy remiso en la arrancada hace trabajar al piquero. Cuando embiste al caballo lo hace con un topetazo y seguidamente aprieta sin cabecear pero con la cara a media altura. Su enorme fuerza, saca al caballo hasta los medios de la plaza en medio de las protestas del público que no entiende que a los toros hay que picarles. Luego… la vara resulta demasiado larga porque el toro se encela con el peto y los banderilleros son incapaces de sacarlo.
Es el Fundi quien finalmente lo saca y se lo lleva, con lances por delante sin cruzar, al centro de ruedo, donde se destoca en solicitud del cambio de tercio que el Presidente concede.
En banderillas el público solicita al matador que tome los palos pero éste no accede por lo que afloran en los tendidos la música de viento.
Un tercio realizado sin brillantez por parte de quien lidia, a quien finalmente Salvador Cortés echa un cable para medio colocar al toro en suerte de banderillas, dejando el toro en el capote de El Fundi quien es el que finalmente lo coloca en suerte.
El primer banderillero tras pasar en falso, en la segunda entrada y al sobaquillo, deja los palos arriba. El tercero de la cuadrilla entrando al relance y al sobaquillo,coloca su par caído. Cierra tercio el primero quien deja una sola banderilla arriba.
El Fundi no brinda.
El toro fijado en un burladero enfrente de toriles y hasta allí va el matador con la muleta portada en la mano derecha. Un pase contrario por arriba. Se dobla sobre el pitón derecho del toro para sacarlo fuera de las rayas de picar. Nuevo pase por arriba y en el centro del platillo el toro clava los pitones en la arena y se cae.
Debido a su enorme corpulencia, no puede levantarse ni con la ayuda de los banderilleros que lo colean mientras “El Fundi” le ayuda a levantar la cabeza sujetándole por el cuerno izquierdo.
Cuando por fin se levanta, su matador le da tiempo para seguir con un pase contrario con la muleta portada en la mano izquierda.
¡”El Fundi” toma muchas precauciones ante un toro que demuestra nobleza en la embestida y que no ha dado un derrote!
Cierto que es muy abierto de pitones y esto a los toreros les descompone al no ver la manera de meter esas astas en la mulet con la comodidad de las cabezas de los bureles  que actualmente se lidian.
Muleta sobre la zurda. Dos naturales ayudados del simulado, muy despegado del toro. Remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda demasiado despegado.
Da distancia al toro. Con la muleta en la derecha se va acercando al toro. Un redondo muy despegado. Sigue por redondos toreando con el pico de la muleta lo que hace que casi sean redondos dados por e-mail. Sigue por redondos despegados, dados de uno en uno, en los que se ha servido de la voz para animarle a embestir.
Una serie de tres redondos despegados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha carente de ajuste.
Deja que el toro se oxigene. Un pase contrario para cambiarle de terreno. La muleta en la diestra. Se va acercando. Le anima con la voz pero no le adelanta la muleta.
Serie de redondos sin ajuste, que remata con un pase de pecho sobre la derecha despegado del todo.
¡Comienza a sonar la música!
Muleta en la zurda. Tres naturales. El toro se para. Toma distancia.
Dos naturales. Se cambia de mano la muleta sobre el natural, un redondo y remate con el de pecho despegado.
Sigue sobre la izquierda. Un natural suelto. ¡El torero no se confía! ¡No encuentra la distancia adecuada! Un  natural enganchado en el remate.
Muleta en la derecha. Un redondo despegado del que el toro sale suelto y se va a refugiar a las tablas.
Tras tomar el estoque de matar, en la suerte contraria y al filo de las tablas, pinchazo arriba que encuentra hueso y el toro escupe. Palmas de consolación por parte de un público dadivoso.
En la suerte contraria nuevo pinchazo que el toro vuelve a escupir.
Capoteo de los banderilleros tratando de que el toro doble. No lo hace porque no está matado sino mínimamente herido.
“El Fundi” antirreglamentariamente, por no tener la espada clavada, trata de descabellar y consigue atronar al toro en el segundo intento. El toro es pitado en el arrastre.
El segundo toro de la tarde tarda en salir al igual que el primero. ¿Qué pasa en chiqueros?
Luce el número 67. Es un cárdeno algo más claro que el primero. Está en el tipo de la ganadería de Victorino. Es un toro largo, bajo, gachito de pitones en cornamenta desigual de implantación.
Remata en el burladero al ser llamado por uno de los banderilleros. Remata dos veces más pegando un porrazo enorme en el pivote del último burladero.
Manuel Escribano lo recibe con dos capotazos muy cerrado en tablas. Como el toro le aprieta hacia los adentros, el torero con buen criterio se sale con capotazos por la cara andándole para atrás y, en el centro del ruedo tras dos verónicas, remata con una media.
Cuando los piqueros están en su lugares reglamentarios. Manuel desde el centro lo llama. El toro acude y con lances por delante sin cruzar lo lleva al caballo de picar. El picador se agarra arriba. El banderillero lo saca. El toro se revuelve y nuevamente ataca al caballo para que el picador vuelva a agarrarse arriba. Escribano le conmina a que levante la vara y el piquero obedece.
Manuel se queda con el toro. Lo prueba con un lance. El toro sale suelto y se va en busca del picador que guarda puerta, pero el matador con un lance lo corta y solicita el cambio de tercio que presidencia concede. ¡Deja al toro crudito para lucirse en banderillas!
En banderillas es el matador quien va a ejecutar la suerte.
Toma un par de banderillas con los papelillos de colores verde y blanco y brinda el par al público quien le tributa una calurosa ovación. Comienza a sonar la música.
El toro entre las dos rayas. El matador en el centro del ruedo. Provoca a un toro que está fijo en él. Se va a por el toro lo gana la cara y deja un excelente par en lo alto. Ovación.
El segundo par lo arranca subido en el estribo. Un par de dentro a fuera. Le gana la cara a un toro con muchos pies y picante dejando un magnífico par en lo alto a pesar de que el toro pierde las manos en el embroque debido a sus enormes ansias de coger la torero. Gran Ovación.
En el tercer par, Manuel pide que le cierren al toro en el burladero de suertes. Manuel se sienta en el estribo a escasos metros de donde está el toro. Lo cita. El toro remiso en arrancarse. Se acerca al toro. Se sienta nuevamente en el estribo. Le insiste. El toro se arranca y con enorme exposición coloca un par de rodillas, al quiebro y por dentro del que milagrosamente sale indemne. Recibe una larga y acalorada ovación por parte del público que se ha levantado de los asientos con los pelos erizados del susto sufrido
El toro se ha quedado en ese terreno y Manuel tras recorrer toda la plaza toma muleta y estoque simulado y tras pedir permiso al Presidente brinda al público de Antequera. Deposita la montera con mimo sobre el albero siendo correspondido con la ovación pertinente.
Con mucha tranquilidad, tras montar la muleta sobre la mano derecha se va en busca del toro.
Un pase contrario. Se dobla sobre ambos pitones.
Tira del toro con pases por delante hasta llevarlo al centro del ruedo.
Da distancia al toro. Con la muleta en la derecha se la adelanta. Un redondo bueno. El viento comienza a molestar por lo que Escribano lo cambia de terreno.
Lo lleva al centro del ruedo. Muleta en la mano derecha. Dos redondos. El toro se para.




Nueva distancia. Muleta en la derecha. Serie de tres redondos en medio de los sones de la música que, tras cambio de muleta por la espalda remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Se distancia del toro y “torea sin torear” con la muleta plegada sobre el antebrazo izquierdo con la finalidad de porporcionar oxígeno al toro.
Con la muleta en la zurda se va acercando lentamente a un toro que tiene mucha fijeza. Le adelanta la muleta en el momento en que el toro comienza a escarbar. Dos naturales mandando largo al toro en el remate,  al final de los cuales el toro repone. Los pitones en las zapatillas al final del pase, pero Manuel muy valiente sigue por naturales. Serie de tres naturales que remata con el de pecho sobre la izquierda al que sigue un pase del desprecio.
Nueva distancia y nuevamente a "torear sin torear" con la muleta plegada sobre el antebrazo izquierdo.
Se acerca al toro muy toreramente con la muleta arrastrando por el albero. Un molinete para quedar colocado para el toreo al redondo. Serie de tres redondos lentísimos sobre todo el segundo.  El último excepcional lo vacía por arriba y remata con el pase de pecho sobre la mano derecha saliendo muy torero de la cara del toro.
¡Extraordinario Manuel Escribano!
Nuevamente se distancia del toro. El toro con enorme fijeza está en el centro del ruedo. Manuel se va a por él andándole despaciosa y artísticamente.
Muleta en la mano derecha.  Cuando se acerca al toro escarba. Serie de cinco redondos que remata con un pase de pecho en dos fases de los denominados de “pitón a rabo” sobre la mano derecha que dobla con el de pecho sobre la izquierda. Un  desplante torero  en medio de una polvareda que nos impide ver a ambos contendientes.
Se acerca al toro muy toreramente como lo suele hacer Javier Conde cuando entra en éxtasis. Un excelente redondo donde se cambia la muleta de mano durante la ejecución, un natural. El toro comienza a gazapear por lo que Manuel vuelve a tomar distancia.
Muleta en la zurda. Un natural que remata dando largura al pase. Una serie de naturales de excelente remate logrados de uno en uno tras perder tres pasos entre muletazos. Dos excelentes naturales de ejecución y remate que tras vaciar el último por arriba remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Tira del toro para llevarlo de los terrenos de sol a los de sombra.¡También los que pagaron entradas carísimas tienen derecho a ver de cerca el extraordinario toreo de Manuel Escribano!
Muleta en la zurda. Dos buenos naturales. En el tercero el toro se le cierne. Tres naturales más que remata con una trinchera sobre el pitón derecho del toro y finaliza con un pase del desprecio.
Se va a por el estoque de matar. A la vuelta se acerca despaciosamente al toro. Cuatro manoletinas ajustadas que son jaleadas por el público. Un redondo, abaniqueo por la cara y desplante torero.



En la suerte contraria y en terrenos fuera de las rayas estocada hasta las péndolas que resulta ligeramente tendida.




Se piden las orejas de manera mayoritaria. El presidente concede la 1ª, pero no concede la segunda y recibe una gran bronca cuando Manuel recoge la oreja.

Sale el tercero. Es un Victorino más terciado. No está en saltillo. Su capa es negra. El toro remata en el primer burladero al ser llamado por un banderillero.
Salvador Cortés trata de fijar la embestida con dos capotazos. Sigue toreándole por delante sin cruzar.
Equivocadamente le está cortando la embestida al toro y de seguir así el toro se quedará muy corto en lances sucesivos.
Con dos lances por delante lo lleva al caballo de picar y lo mete materialmente debajo del caballo. El picador se agarra muy trasero. Trata de rectificar y marra.
Salvador lo prueba con dos capotazos y nuevamente lo lleva a la segunda entrada al caballo de picar. Lo deja fuera de las rayas y a por el toro se va el picador moviendo bien el caballo. Cuando el toro, muy remiso, se arranca el piquero se agarra arriba, martillea ante las protestas del público y seguidamente levanta la potencia del brazo pero sin retirar la puya de la herida.
En banderillas el primer banderillero las tira pero las deja arriba. El tercero de la cuadrilla hace bien la suerte, cuadrando en la cara del toro pero tiene la mala suerte que el arpón de una de las banderillas choca contra el palo de otra clavada por lo que solo deja un palitroque arriba. El primero ha de pasar en falso porque el toro no estaba colocado correctamente. En la segunda entrada trata de poner una que también se cae.
¡El Presidente cambia antirreglamentariamente el tercio, con tres palos arriba!
Salvador comienza doblandose por ambos pitones.
En la muleta de Cortés el toro aprieta por ambos pitones debido a que el astado no fue lidiado convenientemente de capote.



Salvador Cortés está pasando apurillos en los primeros compases de su faena de muleta.




Muleta en la izquierda. Un natural suelto. Le pierde dos pasos. Un natural a media altura. Natural en el que le baja la mano. El toro que humilla mucho y bien.

Los naturales están ejecutados de uno en uno porque Salvador no quiere ligar al perder más pasos entre pases de los que ha de realizar.


Sigue con la muleta sobre la zurda. Naturales aislados de uno en uno que inicia bien porque se coloca bien pero que luego no remata porque no se ha acoplado a la embestida del toro. Finalmente remata con un pase de pecho muy despegado.
Muleta en la izquierda. Un natural toreando al filo del pitón. Sigue con naturales sueltos realizados sobre el pico de la muleta que  remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Sigue con la muleta en la zurda. Serie de tres naturales aislados realizados sobre el pico de la muleta que remata con un pase de pecho sobre la zurda muy despegado.
Muleta en la derecha. El toro ha cambiado de comportamiento y ahora va mejor por este pitón. Dos buenos redondos. Pérdida de dos pasos entre pases.
Sigue con la muleta en la derecha. Serie de tres redondos dados de uno en uno. Uno muy bueno de ejecución y remate. Dos más, estupendos que remata con un pase de pecho despegado sobre la mano derecha.
Da tiempo al toro mientras lo anda por delante en vuelta completa. Tres redondos aislados. Hace el péndulo delante de la cara del toro. Aplausos.
Un redondo que, tras martinete, remata con el de pecho sobre la derecha muy despegado del toro.




En la suerte natural, pinchazo arriba que encuentra hueso y el toro escupe.





Nueva entrada y estocada. El toro se va a las tablas y cuando dobla, Salvador Cortés recibe aplausos.


Viene la hora de regar la plaza. Se utiliza un coche de bomberos antiguo que es una reliquia de museo y  lo hace de manera efectiva y perfecta.

Había mucho polvo en el albero de la plaza de Antequera de ahí que mediada la corrida se regara el ruedo.
Salió el coche de bomberos antiguo que es toda una reliquia  y que con precisión y efectividad regó la plaza.
Sale el cuarto de la tarde. Es un toro agalgado. Está en el tipo de la casa Victorino. Luce el número 11. Más pobre de cabeza que sus hermanos anteriores.
El Fundi se estira por verónicas de pata atrás al filo de las tablas. El toro le aprieta por lo que se sale con él con lances por la cara sin cruzar hasta el centro del ruedo. Allí lo deja en el capote de un banderillero que es quien lo lleva, con la ayuda de sus compañeros de cuadrilla hasta el burladero de suertes.
Desde allí El Fundi con lances por delante que resultan enganchados en el remate lo lleva al caballo de picar. El toro mete muy bien la cabeza y humilla.
El piquero se agarra arriba a un toro que entra por los pechos del caballo. Lo saca un banderillero que lo deja en el capote de El Fundi. Éste lo prueba con dos capotazos y lo deja en capote de su banderillero para que lo lleve al segundo picotazo.
Cuando el toro se arranca el picador se agarra arriba y El Fundi solicita el cambio de tercio que el presidente concede.
El público vuelve a solicitar que ponga banderillas el matador pero El Fundi no accede.
En banderillas el primero las deja ligeramente caídas. El tercero con un par con los colores de la bandera nacional al sobaquillo prende una arriba. Cierra tercio el primero con u par cuadrando en la misma cara que no es cogido porque el toro no hizo nada por coger.


El Fundi brinda a un señor que esta en tendido de sombra.





La faena la comienza doblándose por ambos pitones al tiempo que lo gana terreno hasta llevarlo al centro del ruedo donde remata con un pase de pecho dado con la mano derecha y sirviéndose del pico de la muleta.
Con un pase contrario cambia al toro de terreno. Con la muleta en la diestra le administra dos buenos redondos a un toro que tiene una embestida noble y sostenida.

Una serie de tres redondos abusando del pico de la muleta que remata con el pase de pecho sobre la derecha demasiado despegado.
Se distancia del toro. Muleta en la mano derecha. Un molinete que lo deja colocado para seguir con el torero al redondo.
Serie de cuatro redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha demasiado despegado.
Tras un  pase por alto sobre la mano derecha, se cambia la muleta de mano y con la izquierda en la raya de fuera de picadores le administra dos naturales.

Se distancia del toro. Muleta en la derecha. Un molinete. Un pase de pecho sobre la mano derecha. Realiza el péndulo ante la cara del toro. Un buen redondo. Se cruza y ganándole un pase sigue por redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de pecho sobre la izquierda. Termina con un adorno torero dejando el estoque simulado sobre el testuz del toro.
Deja reposar al toro.

Muleta en la izquierda. Un natural suelto. Toma distancia. Se cruza con el toro. Remata con un molinete tras haberlo intentado con un pase de pecho sobre la izquierda que el toro no quiso tomar.
Muleta en la mano izquierda. Serie de tres naturales. En el último el toro se le queda corto. Un natural más para finalmente rematar con el pase de pecho sobre la mano izquierda de los denominados de pitón a rabo.
Dos redondos. Un martinete y remate con el de pecho sobre la mano derecha.
Tras tomar el estoque de matar se acerca al toro y le enjareta tres trincherazos en cadena que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.






En la suerte contraria estoconazo. Cuando el toro dobla se pide la oreja que el presidente concede.
Sale el quinto de la tarde. Es un toro muy en el tipo de Victorino de capa cárdena oscura.
De salida comienza a escarbar.  Es un toro terciado que no remata en los burladeros al ser llamado por los banderilleros.

Manuel Escribano muy cerrado en tablas se estira por verónicas al tiempo que le va ganado terreno hasta sacarlo el centro del ruedo en medio de ¡Olés! del público. Remata con una media verónica de rodillas en el mismo centro del ruedo. Gran ovación.
¡El toro escarba en exceso y se arranca a arreones no embistiendo con fluidez!
Cuando el toro entra al caballo el picador se agarra muy trasero. El toro aprieta pero sin humillar. El banderillero que lo saca del caballo se la juega porque el toro se va a por él.
Manuel Escribano solicita el cambio de tercio.
En banderillas Manuel comienza con un par con los papelillos blancos y la bandera nacional en el centro se va a por el toro.
En el mismo centro del ruedo el toro se le arranca con velocidad y como le corta el viaje Manuel ha de pasar en falso. En la segunda entrada Manuel deja un solo palo arriba porque es muy difícil medir la embestida de un toro que carece de fijeza y embiste a arreones.
En el segundo par Manuel trata de que el toro se fije en él. Se va a por él y deja un par de desigual colocación.
El tercer par pretende ponerlo al violín pero como el toro entra descompuesta en el embroque ha de quebrarlo antes de clavar al violín.
¡No resultó un tercio brillante aunque sí arriesgado!
Tras brindar a un amigo y lanzar la montera casi a la altura de presidencia, comienza la faena con un pase de pecho sobre la mano derecha. Sigue un redondo. Repite lo mismo para distanciarse del toro.
Con la muleta en la derecha. Tres excelentes redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. Comienza sonar la música.
Se distancia del toro. Con la muleta en la derecha. Un redondo en el que le despide en el remate muy largo al toro. Busca la distancia correcta.
Muleta en la mano izquierda. Serie de cuatro excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Da tiempo al toro. Muy tranquilo. Se recrea.
Muleta en la mano izquierda. Se va acercando al toro. Le adelanta mucho la muleta., El toro comienza a escarbar.
Dos buenos naturales. En el segundo el toro se le cierne. El toro sabe lo que se deja detrás del pitón izquierdo.




Manuel se lleva la muleta a la mano derecha. Dos excelentes redondos.
Busca la distancia nuevamente. Series cortas de buenos redondos que remata con sendos pases de pecho.
Nueva serie de tres redondos que remata con un pase de pecho de los denominados de pitón a rabo. Gran ovación.
Se distancia del toro. Le da tiempo. El toro ha ganado en fijeza.
Lo cambia de terreno. Manolo con la muleta en la mano derecha lo está toreando en contra de querencia al haber visto que el toro aprieta a favor de chiqueros.


Serie de cuatro excelentes redondos. En el último se cambia la muleta de mano sobre el mismo pase. Un natural y remate con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Vuelve a cambiar al toro de terreno. Se lleva la muleta a la mano izquierda. Asienta las zapatillas en la arena.
Un buen natural. El toro a favor de chiqueros aprieta lo suyo. Dos naturales más que remata con una trinchera sobre el pitón derecho del toro y un desplante delante de la cara.


Con la muleta en la mano derecha y gustándose un trincherazo.
Tras tomar el estoque de matar se va andando muy despaciosamente al toro.





En la suerte contraria y entre las dos rayas estocada hasta la bola. El toro está sin puntilla.





Se piden las dos orejas que el presidente concede.





Sale el sexto.  De salida hace unas cosas muy raras. Muy abanto el principio.
Salvador Cortés lo torea muy bien de capote por verónicas ganándole terreno.
Lo lleva con capotazos sin cruzar donde han dudado toro y torero al caballo de picar. Un picotazo por parte del varilarguero donde no le ha metido las cuerdas. Salvador Cortés pide le cambio de tercio que el presidente concede.
En banderillas el primero las deja arriba. El tercero dando un salto ante el embroque las deja arriba.
Salvador Cortés solicita el cambio de tercio y el presidente accede.
El matador brinda al público tirando la montera por la espalda y esta cae boca arriba.
Se acerca al toro y está buscando de encontrar algo que no desciframos que es.
Un pase por alto. Se lleva la muleta a la izquierda. Un natural que remata muy largo. En el segundo el toro mete los pitones en la arena y está a punto de dar la voltereta. El toro se quebranta.

Muleta en la zurda. Un buen natural. En el segundo el toro se le cierne por lo que ha de tomar distancia nuevamente.
Muleta en la mano derecha. Cuatro buenos redondos que tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Se retira del toro. A la vuelta se lleva la muleta a la mano derecha. Dos buenos redondos en los que el toro repone. ¡Anda listo Cortés para retirarse de la cara del toro!
Un redondo. El toro se para.  Cortes le prueba en distintos terrenos pero el toro sin afectividad de embestida.
Sigue Cortes a base de redondos sueltos dados de uno en uno y así es difícil que remonte la faena.
Con la muleta en la mano izquierda ha logrado tres naturales. El cuarto el toro duda y remate final con el de pecho sobre la mano izquierda.
¡No se cansa Salvador Cortés a pesar de las dificultades tratando de no irse de vacío de Antequera!
Muleta en la zurda. Se va a cercando al toro. Brinda al público esta serie al natural. Un natural que lo remata lejos. Le deja la muleta puesta en la cara pero ya el toro ya no quiere embestir.
Disgusta el torero se va a por el estoque de matar.
Esta resultando tediosa la preparación de la suerte suprema en este toro pues no hay forma de que iguale.
En la suerte contraria logra una estocada caída pero que tiene mucha muerte. Los banderilleros logran que el toro se caiga. Se levanta nuevamente para caer de manera definitiva.
Escasos pañuelos de petición de oreja.
Manuel Escribano sale a hombros de Antequera con el bagaje de tres orejas.
Unas féminas de Alora aplauden a rabiar al torero de Gerena, venían acompañando a los integrantes de la banda de música que amenizó el espectáculo.
Al final de la corrida charlamos un momento con los ganaderos Victorino padre e hijo y les felicitamos por el comportamiento de la corrida que tuvo nobleza y humillación y que no fueron las alimañas que en otros tiempos dieron fama a la ganadería procedente de los hermanos Escudero.
Podían estar contentos de su debut como ganaderos en la pequeña Maestranza de Antequera.
La Peña Taurina Manuel Escribano de Tarifa se desplazó en un autobús para ver a su torero. Visitaron la Feria Ganadera de Antequera y finalmente se congratularon del triunfo de su toreo al que fueron a saludar tras la finalización de la corrida al Hotel Antequera Golf donde estaba alojado.
Rebasadas las 2,00 de la madrugada llegamos sin novedad a Tarifa tras haber cenado en un Restaurante de carretera a la altura de Benalmádena.