MANUEL ESCRIBANO
PUEDE CREERSE TORERO.
Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
¡Siempre
confiamos en él! Pues reunía una serie de valores toreros muy dignos de tener
en cuenta para poder triunfar en este oficio.
Tiene valor: De siempre tuvo valor
hasta rayar en la heroicidad. Un valor seco, como nos demostró a sus seguidores
de la Peña Taurina de Tarifa cuando de novillero sufrió una cornada en la plaza
de toros de Málaga al entrar a matar equivocando los terrenos y, en la
enfermería, ni se inmutó durante la exploración de la herida que presenciamos por
deferencia del cirujano quien nos consideró de la profesión sanitaria. Manolo
solamente se quejó cuando la herida le impidió salir a matar su segundo
novillo.
Valor
que los taurinos han podido comprobar, cuando tras ser cogido y, aún siendo
consciente que la culpa no había sido suya, se ha levantado sin recriminar nada
a nadie y sin aspavientos cara a la galería, se ha ido directo al toro para
demostrarle que pese a sus dificultades le exponía, si cabe aún más, con la
finalidad de ganarle la batalla.
Tiene tranquilidad: a raudales como nos
demostró también en Málaga cuando en otra ocasión que actuó de novillero fuimos
a verle al hotel una hora antes del comienzo de la novillada y estaba roncando
plácidamente como si ya hubiera realizado su trabajo. Nos lo ratificó en la entrevista que le realizamos hace unos días, cuando nos dijo que: "aunque la procesión va por dentro,no lo pasaba mal antes de las corridas"
tesonero entrenamiento tanto en
el gimnasio de su casa como en el campo y en tentaderos continuos con lidia y muerte de toros a puerta cerrada.
Tiene oficio y arte: adquirido
asimilando las enseñanzas recibidas durante su formación taurina en la Escuela
de Tauromaquia de Sevilla. Torea primorosamente tanto de capote como de muleta
en toreo fácil y artístico que llega con facilidad al público por la variedad
que imprime a su tauromaquia.
Es un excelente estoqueador: con
estocadas certeras a base de entrar con agallas y en rectitud.
Tiene vergüenza torera: pues da todo lo
que taurinamente posee en cualquier plaza y ante cualquier tipo de toros.
Por
todo ello la plaza de toros de Sotillo de la Adrada lleno el aforo de sus 3.500
localidades, cuando el número de habitantes es de 4.845, para ver al torero emergente de Gerena del
que se hablaba maravillas por su quehacer ante los toros. Y fue allí en este
pueblo del valle del Tietar donde la guadaña del toreo segó de golpe la marcha
triunfal del sevillano que gracias a la intercesión de San Pedro Regalado, que
medió en la toma de decisión justa por parte de sus mentores y puso en
velocidad casi supersónica la ambulancia UVI móvil para recorrer los 96,3 Km
que separaban la plaza de toros de Sotillo del Hospital Universitario Móstoles
donde le esperaba esa cirujana vascular encargada de restañar la vena estallada
materialmente por el golpazo sufrido por el testuz del toro contra el burladero
interponiendo el cuerpo de Manuel Escribano. La sirena de la Unidad Móvil rugía
en el aire, anunciando gravedad en el torero transportado a su paso por las
localidades de San Martín de Valdeiglesias, Chapinería, Brunete y Móstoles.
Momentos de dramatismo máximo que se sucederán más veces (aunque esperemos no le toque a él) ante la verdad, el
peligro, la grandeza, el misterio y la magia que es la verdadera esencia del
denominado arte de Cúchares.

Tras
las declaraciones realizadas a la revista taurina Aplausos, todos los que le
queremos como persona y como torero, estamos más tranquilos.
Por
todo esto y por lo demostrado en toda su vida torera y no solo en la temporada del 2013, Manuel Escribano Nogales
puede creerse torero como Viera en su artículo dijo.