torostarifa.blogspot.com

lunes, 28 de febrero de 2011

FESTIVAL A BENEFICIO DE LA VIRGEN DE LA LUZ EN TARIFA.

ÉXITO ARTÍSTICO DEL FESTIVAL DE TARIFA CON 16 OREJAS Y UN RABO.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Todos los diestros actuantes desorejaron a sus novillos y Curro Díaz llegó a más al cortar el rabo de su oponente, apéndice que fue concedido en dos tiempos por Presidencia tras petición reiterada del público.
Cuando hicieron el corto y liado paseíllo el ruedo se llenó de toreros, no en balde los siete matadores aportaban tres subalternos por barba que unidos a las mulillas y demás personal de desfile casi colapsan el pequeño ruedo de la más que doble centenaria, coqueta y particular plaza de Tarifa.
Una plaza que cuenta con un aforo de 2800 localidades que aparecieron como llenas en un primer vistazo, pero que luego, al analizar detenidamente lo holgados que los espectadores estaban en sus localidades, estimamos, siendo generosos en el recuento, en unas 1800 localidades de pago.
La Virgen de la Luz quiso aportar su granito de colaboración en su benéfico Festival y lo hizo en tres momentos puntuales; proporcionando un día espléndido, soleado y calmo de viento, y luego echando su manto protector al veterano picador Ignacio Duarte cuando tras ser derribado su jaco quedó a merced del novillo de Núñez del Cuvillo y, continuó protegiendo, en el siguiente astado al banderillero de Padilla, Francisco Javier Rodríguez cuando el toraco de Fuente Ymbro (a pesar de lucir el reglamentario guarismo 8) se le cernió por dos veces y la ausencia de callejón le puso en serios apuros.
Los lectores han de tener en cuenta que quien esta crónica realiza no es crítico taurino sino un simple comentarista que se limita a narrar lo que ve en el desarrollo del festejo. Luego… el que unos de los actuantes salgan bien parados (sin duda por sus merecimientos) y otros no tanto (por sus errores) es cuestión de ellos mismos o de los imponderables que rodean a este singular mundo de los toros.
He de señalar que los socios de la Peña Taurina Manuel Escribano no asistieron al festejo, dolidos por la no inclusión de su torero en el evento y me consta que rebasan los setenta socios puntuales que multiplicado por la familia podían haber aportado al Festival una importante inyección económica.
Demasiados pases de favor para un Festival Benéfico donde todos deberíamos colaborar con nuestra aportación en taquilla. ¿Por qué todo el mundo se encuentra con derecho a asistir gratis a los eventos taurinos?
Padilla se retrasó en exceso y el público se impacientó haciendo sonar las palmas de tango a los veinte minutos de rebasada la hora de comienzo.
Presidió el Concejal de Montes, Antonio Escribano auxiliado en materia artística por su cuñado Antonio Delgado y en materia veterinaria por una fémina. En general estuvo acertado en la concesión de trofeos, pues complació las peticiones de un público entusiasta.
En los tendidos vimos a varios matadores de toros, tales como Octavio Chacón o Vicente Ruíz “El Soro”, así como a muchos profesionales subalternos del campo de Gibraltar
Y vamos con la narración del Festival.
Al deshacerse el paseíllo que fue encabezado por un niño montando un caballo tras hacer el simulado despejo de plaza, el organizador del Festival Francisco Ruíz Miguel recibió una cariñosa y cálida ovación que agradeció desde el tercio.
El primer novillo de la tarde lucía el número 329 en el costillar y pertenecía a la vacada de Núñez del Cuvillo. Novillo bien presentado con pitones cubetos, cornigachos y acaramelados que derrota con fuerza en los burladeros cuando es llamado por Daniel Duarte y seguidamente por el diestro Rivera Ordóñez.
 Ruíz Miguel se va a pararlo en terrenos opuestos a chiqueros, estirándose a la tercera verónica al tiempo que observa que el novillo se cierne por el pitón derecho. Ganándole terreno lo lleva al centro del ruedo donde remata con una media por el pitón izquierdo que repite por el pitón derecho. Es ovacionado.
 Llevado por Daniel Duarte al caballo que monta otro Duarte (Ignacio) el toro ataca al caballo,se mete materialmente debajo del mismo y tras levantarlo, lo derriba. Resulta laborioso el levantar al jaco, por lo que el novillo es fijado en el doble burladero situado a la derecha de chiqueros, mientras en terrenos frente a Presidencia hay un cónclave con intervención de Ruíz Miguel, Padilla Y Rivera Ordóñez.
 Nueva entrada del novillo al caballo y ahora Ignacio se agarra perfectamente arriba castigando en lo necesario al poderoso cornúpeta de “El Grullo”.
Ruíz Miguel mientras el novillo se está picado y sin que el banderillero de turno, en este caso Daniel Duarte, hubiera ocupado su lugar, solicita a Presidencia ante todo el público que le cambien el tercio con un solo par de banderillas. ¡No era el momento de hacerlo!
Ruíz Miguel brinda su faena al público, quien corresponde con una ovación.
 La faena la comienza con un redondo al que sigue un pase contrario. Da distancia al novillo y nuevamente le ataca con un contrario al que sigue un redondo, ambos realizados a media altura y auxiliándose del pico de la muleta, para finalmente rematar con el doble pase de pecho comenzando con el efectuado sobre la mano derecha.
Un contrario es el inicio de una nueva serie de redondos. Dos nuevos redondos.
Un invertido logrado, que repite y vuelve a lograr.
El novillo ha corregido su pitón derecho.
Muleta en la zurda. Una buena serie de naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. El novillo se raja tal vez aburrido del tiempo que hubo de soportar esperando la incorporación del caballo que derribó y allí en ese terreno es donde buscó la querencia.
Y en ese terreno es donde su lidiador le administra unas trincherillas que finaliza con un abaniqueo por la cara continuando, al filo de la barrera, con una serie de pases por alto.
 Francisco Ruíz Miguel, finaliza su labor con unas manoletinas normales y otras invertidas que en su día se denominaron arruzinas. Su subalerno Nieto se acerca para ofrecerle el estoque de matar que Ruiz Miguel desdeña tirándole una patadita que produce las risas del respetable.        



Tras tomar el estoque de matar y entablar un diálogo con Presidencia, busca la igualada, sin conseguirla, en distintos terrenos hasta que finalmente en el centro del ruedo propina un pinchazo arriba sin soltar. En la suerte contraria estocada entera en la yema de la que el toro rueda de forma espectacular.
Afluencia masiva de pañuelos en los tendidos y Presidencia otorga los 2 orejas que Ruíz Miguel en vuelta al ruedo lenta y hablando con el público celebra hasta que en terreno de enfrente de Presidencia caza una bota arrojada desde el tendido de sol y medio la vacía en trago prolongado que produce la hilaridad del público. ¡Las cosas de Ruíz Miguel!
Continúa la vuelta al ruedo firmando autografos a lops espectadores de barrera e incluso el reverso de un capote de brega.,

El segundo de la tarde es un toro en el amplio sentido de la palabra. Cierto que luce el guarismo 8, pero es un ejemplar enmorrilado y bien armado que luce en su costillar el número174. Pertenece al hierro de Fuente Ymbro. El toro hace cosas como de estar avisado. ¡Ojo que no lo aseguro!
En una de sus fortísimas y descontroladas arrancadas casi se lleva por delante al banderillero de Padilla, Francisco Javier Rodríguez que ha de colgarse de la maroma de protección de la barrera para librarse de un percance serio siendo ayudado por uin espectador de barrera.. El morlaco repite acción en la siguiente embestida al mismo banderillero y nuevamente las pasa moradas el buen peón. ¡La Virgen de la Luz debió agradecerle así con ese quite, su colaboración en el Festival en su beneficio!
Padilla se hace cargo de parar al marrajo y éste se las hace pasar moradas a todo un torero experimentado en la lidia de ganado complicado. ¡El pitón izquierdo tiene Usía!
Hay un momento en que Padilla está a punto de seer cogido.
El toro entra andando a la suerte de varas por ello el picador haciendo la suerte de la aceituna se agarra arriba. El toro aprieta y sufre una vara de ejecución larga.
Nueva entrada y nueva varacon recargo y con percusión, necesaria para domeñar a semejante fiera. Un castigo que debió parecer excesivo al público porque conminó al piquero para que levantara la vara, pero que luego se pudo constatar que no fue castigo suficiente para ahormar a semejante alimaña.
No ve Padilla probabilidades de lucimiento en banderillas por lo que deja la suerte en manos de sus banderilleros a pesar de que el público solicitó de manera insistente que lo hiciera el matador. Opinamos que Padilla que es un torero honrado acertó en su decisión.
Los banderilleros actuantes no estuvieron acertados y hubieron de clavar las banderillas de una en una en entradas comprometidas al cortar el toro en exceso.
La faena de muleta la comienza doblándose por ambos pitones en serie de ocho muletazos en los que el toro demuestra fuerzas excesivas, codicia y sentido. Ovación cerrada cuando el toro deja respirar al “ciclón de Jerez” quien se zafa de semejante morlaco despidiéndole con un molinete aprovechando el viaje del toro para seguidamente andar al morlaco con torería.
Tanda de redondos  sin ajuste que, tras martinete, remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
El cornúpeta no se viene abajo por lo que nuevamente Padilla se dobla con el de la G y le anda con torería después de que en varias ocasiones está a punto de echarle mano por el pintón derecho que ahora también tiene Usía. ¡El picante de los domecq de Ricardo Gallardo!
Un toraco que casi ha logrado sacarle el aire a Padilla cosa que es harto difícil en un torero atleta que no obstante hizo ejercicios de estiramiento delante del doble burladero que ocupó, antes de comenzar la lidia de este marrajo, lo que demuestra que sigue con la rehabilitación , que en su día nos confesó, de su machacada y castigada espalda.
A la hora de matar, el toraco se puso imposible por lo que Padilla, sin confiarse, hubo de doblarse con él en distintos terrenos tratando de buscar la igualada. Tras labor trabajada de aliño,  entra a matar desde muy largo logrando una estocada desprendida de efecto fulminante que tira al toro sin puntilla.
Se le conceden las dos orejas, ganadas a ley que, Padilla tras recogerlas del alguacilillo se las entrega a su hijo que es quien las porta durante la  vuelta triunfal al anillo.



El tercero de la tarde luce el hierro de  Iruela propiedad del ganadero Carlos Núñez. Es un toro muy en tipo Núñez con el que Rivera no estuvo en principio inspirado con el capote en los lances de recibo. ¡Aún no había calentado motores!
En el caballo, el piquero, largando mucha vara, se agarra ligeramente caído.
Francisco Rivera toma las banderillas con los papelillos de la bandera nacional. Los dos primeros pares van arriba tras ganar la cara del novillo en el centro del ruedo. Tras pedir, a uno de sus subalternos, que le cierren al novillo justo debajo de presidencia, coloca el par de la moviola.
Tras dos vueltas al ruedo en las que es perseguido por el codicioso carlino, logra pararlo , al estilo de su amigo "Fandi", ante el delirio del público que le tributa una gran ovación.
La faena el madrileño la brinda  al público, y comienza con unos doblones a los que sigue un trincherazo para rematar con el doble pase de pecho comenzando con el efectuado sobre la mano derecha.
Muleta en la derecha. Serie de cuatro redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. Sigue con dos redondos más, en el último de los cuales el novillo le rompe el estaquillador.
Tras cambiar de muleta se la lleva a la mano izquierda para instrumentar una serie al natural que remata con un pase de pecho mirando al tendido.
Una serie de pases de rodillas saliendo de la cara del novillo con un adorno muy torero.
La faena la finaliza con pases de rodilla flexionada por ambos pitones que resultan estéticos y que el público aplaude.
En la suerte contraria logra un arriba sin soltar que produce el Oh de decepción del público. En la misma suerte  una gran estocada en la yema de la que el toro dobla. El puntillero lo levanta y el burel tras barbear las tablas tambaleándose, dobla definitivamente.

Se le conceden las dos orejas que pasea en triunfo en la vuelta al ruedo.
Un magnífico toro que hizo honor a su emblemático encaste.
Las mulillas de los hermanos Alonso de la Línea de la Concepción "dan el cante"  retrasando el espectáculo, al no permitir enganchar la cadena de arrastre del novillo

El cuarto de la tarde es un zapatito. Un novillo precioso, bajito y recortado. Luce el número 91 en el costillar y el hierro de “La Palmosilla”.Remata en los burladeros.
Curro Díaz comienza estirándose por verónicas de perfecta ejecución. Las mejores, a nuestro entender, las realizadas sobre el pitón derecho. Va ganado terreno al novillo hasta que en el centro del ruedo remata con una media excelente. Grandísima y merecidísima ovación.
Al relance entra al caballo de picar y el picador se agarra arriba. El toro no cabecea pero con la cara a media altura, tampoco aprieta. El piquero no rectifica el puyazo.
Las banderillas no resultan lucidas.El primer banderillero a pesar de la buena ejecución no clava ninguna arriba. En la nueva entrada coloca un excelente par con el que se cambia el tercio.
Curro Díaz tras brindar la faena al público, comienza con una serie de redondos de excelente factura, que remata, tras cambio de muleta por la espalda, con un pase de pecho de los denominados de pitón a rabo.
Sigue con otra buena serie de redondos ligados que remata con el doble pase de pecho comenzando con el realizado sobre la mano derecha.
Nueva serie de cinco redondos ligados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha al que sigue uno perfecto sobre la mano izquierda.
  
La muleta sobre la mano izquierda. Como este no es el pitón bueno del toro bajan en calidad los naturales administrados en serie de dos con colada en el último y remate con una trinchera sobre la zurda.  Como Curro quiere triunfar, inteligentemente vuelve a la mano derecha instrumentando una excelente serie de  redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. Grandísima ovación.
Cuatro trincherazos en cadena que abrocha con un pase de pecho al que sigue  como remate un pase del desprecio. Delirio en el público que aplaude a rabiar.


En la suerte contraria, entrando muy de largo, logra una casi entera de perfecta ejecución y colocación que hace doblar al novillo. El puntillero acierta a la primera.
Afloran masivamente los pañuelos y presidencia concede del tirón las dos orejas. Tras esconder los pañuelos, y ante la petición insistente del rabo por el público, el presidente saca nuevamente el pañuelo concediendo el máximo apéndice.


Sale el quinto de la tarde. Pertenece al hierro del El Torero.
Curro Escarcena que elegantemente vestido con  chaquetilla de ante negro y pantalón negro, comienza doblándose para tratar de fijar la embestida. de su oponente. El viento ha hecho su aparición y aunque no es fuerte, dificulta, al dejar al descubierto en ocasiones al torero, la labor capoteril del diestro linense. Finalmente remata con una revolera.
En la suerte de varas el picador se agarra trasero y caído, destrozando el cartílago de prolongación escapular propiciando la denominada “bravura disociada” que tanto perjudica en muchas ocasiones la labor del torero.
En banderillas el primer banderillero coloca un buen par si bien se cae un palo. El segundo prende uin excelente par. Se cambia el tercio.
Tras brindar al público ,comienza su faena por bajo doblándose con el novillo que clava por dos veces los pitones en el suelo en exceso de humillación, por lo que no quiere embestir en los cites siguientes.
Cuando Curro comienza a torearlo a media altura, logra unos buenos redondos que remata con el doble pase de pecho.
¡Elegancia en el diestro linense que finalmente acertó en la forma de torear al burel!
Se distancia del novillo y con la muleta portada en la mano derecha logra una buena serie de redondos, que remata, tras cambiarse la muleta de mano, con dos naturales.
Muleta en la mano zurda. No es el pitón bueno del astado por  el que se cierne en exceso y por ello Curro no logra su objetivo de torear con excelencia al natural. En el primer natural no logra templar la embestida. El segundo es un natural excelente y en tercero nuevamente no logra templarle por lo que al resultar enganchada la muleta el novillo protesta al tiempo que aprende.
Nueva serie de dos naturales siendo desarmado.
Muleta en la mano derfecha para lograr una serie de cuiatrfo redondos ligados que remata con el doble pase de pecho recibiendo una gran ovación.
Al intentar el circular invertido, el novillo que ya sabe lo que se deja atrás, hecha mano a Curro afortunadamente sin consecuencias, pero embadurnando de sangre mezclada con tierra el bonito terno.

Muy cerca nueva serie de tres redondos y sin mover los pies continúa continúa con dos invertidos que remata c on el pase de pecho sobre la zurda.
Dos redondos más que remata con un ayudado por alto. 
En la suerte natural logra una estocada entera, tendida y trasera que ,como consecuencia de que estaba centrada, pensamos que hubiera tocado la aorta abdominal y tiraría al cornúpeta. ¡Nos equivocamos!
El novillo muy herido se amorcilla y ya no obedece a los engaños por lo que Curro Escarcena con el descabello ante un novillo que no humilla, pasa un verdadero quinario. Presidencia no tiene en cuenta el tiempo.
Tras numerosos intentos el novillo aburrido dobla y es apuntillado al cuarto intento por el banderillero.
Presidencia concede las dos orejas.

El sexto novillo de la tarde es del  hierro de Salvador Domecq. Luce el número 28 en el costillar.
¡La noche se ha venido encima y la iluminación de la plaza es encendida!
Su lidia corresponde al matador de toros Salvador Vega que comienza estirándose en unas excelentes verónicas al tiempo que gana terreno hasta llevar al astado al centro del ruedo  donde, en medio de los jaleos del público, remata con una perfecta media verónica. Recibe una grandísima ovación.
¡Perfecto toreo de capote del diestro de Málaga!
En el caballo, el piquero se agarra arriba y como el novillo ensarta con el pitón la correa de sujeción del estribo no puede salir  al ser capoteado por los banderilleros, siendo castigado en exceso.
A la salida del caballo, Salvador Vega realiza el quite en base a dos chicuelinas de perfecta ejecución que remata con una excelente media. Ovación del público.
En banderillas el primero deja un par caido,  Isaac Galvín  prende un excelente par.
Salvador tras mojar la muleta se va al centro del ruedo para brindar al público quien corresponde con una ovación.
Comienza su faena con dos pases por alto a los que siguen los  redondos molestados por el viento que ha comenzado a soplar con algo más de fuerza en el momento en que el sol ha desaparecido, y ganándole terreno lo lleva al centro del ruedo.
El novillo le ha marcado que ha de perder dos pasos entre muletazos. Salvador a veces lo consigue pero en otras ocasiones no lo logra porque el novillo posee una embestida irregular.
Es difícil rematar los pases de ahí que la lidia no sea fácil y como el novillo engancha las telas va aprendiendo en demasía y se está poniendo peligroso y difícil.
Salvador Vega, se lleva la muleta a la zurda y ayudándose con el simulado no logra acompasar la embestida a un novillo que no obedece en el remate de los pases.
Hay un momento en que logra unos buenos naturales, pero la faena no remonta porque al no rematar los muletazos el novillo sabía lo que se dejaba atras.
Como el viento arrecia Salvador decepcionado por el cambio de comportamiento del novillo, busca la igualada para recetar una buena estocada de la que el novillo dobla. El puntillero acierta al primer intento.

Se le conceden las dos orejas que pasea triunfalmente por el ruedo.






Sale el séptimo astado. Es el novillo de la ganadería de Hermanos Mateo, que luce el número 4. Un bonito ejemplar con los tres años recién cumplidos y que luce una fina estampa y mucha movilidad.
La lidia corresponde al novillero David Galván.
El neófito novillero, sin haber fijado la embestida del novillo, comienza, llevado por sus ansias de triunfo, toreando por chicuelinas ajustadas que ha tratado de rematar con una media verónica que como el viento le descubre, no resulta lo artística que el de San Fernando hubiera deseado.
En la primera entrada al caballo el piquero se agarra arriba.
Nueva entrada. El picador vuelve a acertar para levantar la vara de inmediato midiendo el castigo del novillo que tan bien conoce pues no en balde es el picador de “la Doctora”
En banderillas, los rehileteros las clavan como se hacen, dejando solamente un palo arriba en cada entrada.
David cuando se dispone a brindar  al público, el novillo se le arranca y descompone el brindis.

La faena la comienza con un pase contrario, un redondo y continúa doblándose por ambos pitones.
El novillo duda por el pitón derecho. Finalmente lo vacía con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Con la muleta en la zurda ante un novillo con mucho motor , dos buenos naturales que remata con un pase de pecho sobre la mano derecha en el que el novillo le aprieta y el novillero se descompone.
David está toreando bien al natural aunque con mucha precipitación. Unas veces se ayuda del simulado, otras duda en como hacerlo. Se nota que no tiene clara la faena a realizar. ¡Es un novillero al que la responsabilidad le ha rebasado!
Ha cimentando la faena fundamentalmente sobre la mano izquierda en naturales de equivocado remate pues debería hacerlo por debajo en vez de hacerlo por arriba ya que el novillo protesta las alturas y engancha la muleta.
Tras un desplante sigue al natural, pero como no ha logrado dominar al novillo de entrada, el astado ha aprendido y ahora le crea dificultades. David debería tener "in mente"  por conocerlo de sobra, que lo de Miguelín tiene mucha casta.
Continúa sobre la izquierda. Dos naturales. En el tercero es desarmado.
¡David ha intentado todo, consiguiéndolo en ocasiones!
Ha estado en novillero y no hemos de olvidar que se está formando y actuaba al lado de matadores consagrados.
Al doblar el novillo, tras una buena estocada, la presidencia le concede las dos orejas.
En plena noche Padilla solicita a presidencia autorización para matar el sobrero. Le es concedida y sale un novillo terciado del hierro de la Palmosilla.
Padilla se va en busca del novillo y en terrenos de enfrente de Presidencia, lo que en su momento fueron de sol, le administra dos largas cambiadas de rodillas a las que siguen unas verónicas en medio de las cuales intercala unas chicuelinas y finalmente remata con un recorte. Gran ovación.
Tras ser picado el novillo perfectamente, Padilla lo prueba de capote con unos lances sin demasiado ajuste.

El jerezano toma tres pares de banderillas que ofrece a Rivera Ordóñez, a  Salvador Vega, y el suyo se lo ofrece a Ruíz Miguel, (en plan de guasa) y el cabeza de cartel huye como alma que lleva el diablo, en medio de las risas de los espectadores y la hilaridad de Rivera y Slavador Vega.
¡Padilla y Ruíz Miguel toreros alegres y guasones han dado la nota de humor del Festival!
En banderillas, con lidia de Francisco Javier Rodríguez, va por delante Rivera que coloca el par al violín. Salvador Vega coloca su par al quiebro y remata tercio Padilla con un par al violín. Jugueteo con el toro por parte de los tres matadores que son muy aplaudidos.


Padilla brinda a Vicente Ruíz “El Soro” que está en lo más alto de la plaza encima de Presidencia.
Es noche cerrada y la iluminación de la plaza no es precisamente la de la Maestranza sevillana por lo que las cámaras de fotografiar, a pesar de la alta tecnología con la que cuentan, no pueden hacer milagros.
Padilla comienza su faena de hinojos persiguiendo de esta guisa al toro que huye ante la hilaridad del público.
Ya de pie, una buena serie de redondos que remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Muleta en la zurda y, ayudándose del simulado, ejecuta una nueva serie al natural que remata con una trincherilla.
Pase de todas marcas bajo los sones del pasodoble Manolete coreado por la concurrencia con palmas.
Entra a matar logrando una estocada de la que el novillo rueda y se le conceden las dos orejas.
A la salida constatamos que el público salió contento si bien en el sexto toro las personas mayores abandonaron la plaza porque la humedad calaba los huesos.
Como era natural y racional, nosotros si adquirimos nuestra entrada para colaborar en la Coronación Canónica de La Virgen de la Luz que es nuestra patrona. Lucía el número 1712 y fue adquirida el día antes del Festival al mediodía y es un dato para los amantes de las estadisticas.