PERSONAJES DE TARIFA: HOY, JOSÉ “FOLLONES”.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Cuando la temporada taurina ha echado el telón con la última feria taurina de Jaén, los que escribimos de toros hemos de contactar con nuestros lectores de una forma distinta a contarles como se han desarrollado las corridas que hemos presenciado. Ahora, en vez de narrarles de manera pormenorizada todo lo ocurrido en el festejo, vamos a tratar de llevarles a ustedes la “vida y milagros” de personajes de esta bella ciudad, la más meridional de Europa, TARIFA.
Son personas que de una manera u otra están vinculados al mundo del toro. Unos de ellos es José Díaz Rojas que dicho así, posiblemente no sea conocido por el 90 % de los tarifeños que lean estas líneas, pero al que si le añadimos el apodo de “Follones” (heredado de su padre que al parecer era algo conflictivo) será conocido no solo por todos los tarifeños sino por gran parte de los habitantes de las ciudades limítrofes.
Nace José en Tarifa, un día 19 de marzo del año 1938. No ha sabido decirme si su nombre se debe a que le pusieran el santo del día de su nacimiento. Lo cierto es que es portador no solo del nombre del padre de Nuestro Creador, sino que atesora muchos de valores que el esposo de la virgen María, poseía.
Su oficio: Peluquero y barbero de caballeros. Con el ejercicio del mismo se ha ganado la vida y se la sigue ganando como ayuda a su paga de jubilado.
Fue durante muchos años peluquero de los soldados que moraban en la isla de Las Palomas y de los suboficiales y oficiales que, como mandos, ocupaban los puestos de responsabilidad en el Regimiento de Infantería Álava 22, cuando estaba ubicado en la muy noble y heroica ciudad de Tarifa. Era incentivado por pelar gratis a la tropa y tenía un precio fijo por el pelado de los militares profesionales. Aún hoy sigue “arraigado al caqui” desempeñando su función de peluquero en “El Bujeo”, única instalación con militares en la zona, asistiendo los martes en la mañana.
Fue durante muchos años peluquero de los soldados que moraban en la isla de Las Palomas y de los suboficiales y oficiales que, como mandos, ocupaban los puestos de responsabilidad en el Regimiento de Infantería Álava 22, cuando estaba ubicado en la muy noble y heroica ciudad de Tarifa. Era incentivado por pelar gratis a la tropa y tenía un precio fijo por el pelado de los militares profesionales. Aún hoy sigue “arraigado al caqui” desempeñando su función de peluquero en “El Bujeo”, única instalación con militares en la zona, asistiendo los martes en la mañana.
Su primera peluquería la instaló, nada más cumplir el servicio militar, en la calle Batalla del Salado justamente en el local que, con posterioridad fue una churrería desaparecida por óbito del titular, y que, en la actualidad, es una casa particular. En ese lugar permaneció el bueno de José por espacio de 16 años, justamente desde al año 1960 hasta el mes de septiembre del año 1976, dándose la circunstancia de que José fue el único peluquero que no quiso formar parte del gremio de peluqueros capitaneado por Cristóbal Jiménez quien, tras pagar la contribución general, recababa de los gremiales (12 ó 13) la parte proporcional del tributo. José se estableció por su cuenta y dio de alta su negocio haciéndose cargo de todas las cargas económicas que el consistorio había establecido.
Cuando en el año 1976 se derrumbó la techumbre de su local, consecuencia de unas obras colindantes, hubo de sufrir el paro, subsanado por los dueños del local quienes, para que José no pleiteara, le compraron y regalaron un local de 9 metros cuadrados de superficie en la calle José Antonio 16 A (hoy calle de Jerez) que había sido una carpintería ocupada por Antonio Iglesias “Chaquetita” quien en esa fecha había trasladado su negocio al local grande y espacioso de la calle San Sebastián.
¿Cómo se fue haciendo de clientela? En principio, como él mismo nos relata, recogiendo con amabilidad a la clientela menuda (niños) que el resto de los peluqueros despreciaba por dedicarse más a pelar y afeitar a los adultos. En aquellos tiempos los mayores solían acudir a afeitarse, con navaja barbera naturalmente, los martes, jueves y sábados. “Follones” acogió a estos chiquillos que, con el paso del tiempo, se convirtieron en sus fieles clientes jóvenes y más tarde clientes de por vida. Máxima que narra con asiduidad a su sobrino Víctor Manuel que actúa de aprendiz con él y que en la actualidad es un experto peluquero de look moderno en jóvenes de ambos sexos y que está que pierde el seso por las olas fuertes del Atlántico y los coches de alto caballaje.
En este pequeño local con dos sillones de peluquería antiguos y tres sillas de asiento como mobiliario, han pasado muchos tarifeños y otros que no somos de aquí pero que nos encontramos bien tratados y pelados por un hombre conocedor del oficio y amable en grado sumo que es amante y comparte aficiones con su numerosa clientela sobre el futbol y los toros.
Simpatizante del Sevilla C. F., por eso iba a los trofeos Carranza únicamente cuando jugaba el club de sus amores, pero que le permitió ver a equipos como el Botafogo, Santos o Benfica.
En cuanto a sus preferencias taurinas le gustan los toreros artistas como Ordóñez, Morante o José Tomás y cuando actúan por los alrededores como pueden ser las plazas de El Puerto, Jerez, San Fernando, Los Barrios, Algeciras o La Línea de la Concepción se va a verlos. Se vio todos los festivales de Ordóñez en Tarifa salvo el primero, llegando incluso a vender entradas en su peluquería como taquilla extraoficial colaboradora y en la misma plaza bajo las órdenes de un funcionario del Ayuntamiento que era el Jefe de taquillas de nombre Pepe Saez.
Desde la llegada del padre Agustín por aquello de no dejarle solo en las funciones de culto en los entierros, se hizo monacillo (monaguillo) pues lo jovencitos no solían asistir en horario escolar y así con el tiempo se convirtió en titular de ayudar a misa solamente.
Desde que se jubiló hace sus "viajitos" (como él dice). Conoce, Tenerife, Asturias, Cantabria, Galicia (Santiago, Vigo, la Coruña Rías Bajas) e incluso ha ido a Roma. De sus viajes por Galicia nos cuenta que la lluvia siempre le ha chafado las visitas turísticas y “el azúcar” las mariscadas, limitándose a comer unos mejillones en la Feria del marisco.
Padre de seis hijos, 9 nietos y 5 nietos adoptivos que me recalca quiere ponga dentro de su semblanza.
Se feliz José. Te lo deseo de todo corazón.