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domingo, 20 de abril de 2008

COMENTANDO CIERTAS COSAS.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

He de poner por delante que el MÉTODO CIENTÍFICO de investigación, se basa en el Diseño de GALILEO.
Diseño que comprende esta serie de secuencias:
Hipótesis-Experimento-Análisis de los resultados-Conclusión.
Después para publicar un artículo científico ha de haber cumplido todos y cada uno de los apartados siguientes:
Introducción y propósito-Material-Pacientes y Métodos-Resultados-Discusión y conclusiones-Bibliografía.
Y desgranando estos apartados cabe decir que:
Materiales y métodos:
Es en lo que el trabajo científico cimenta su credibilidad.
Materiales, técnicas utilizadas, aparatos, reactivos etc.
Procedimientos del sistema:
Definir claramente el diseño del estudio, punto de partida, modo de recogida de muestras, selección de la población, etapas del procesamiento analítico, ramas de los protocolos clínicos etc.
Es uno de los pilares que dan veracidad y credibilidad a los resultados del estudio.
Control de documentación y de datos:
Tomar datos de forma fehaciente e indeleble y mantenerlos para poder analizarlos posteriormente.
Trazabilidad:
Saber en todo momento donde está una muestra.
Estado de inspección y ensayo:
Mantenimiento de los aparatos, su calibración etc.
Control del registro de calidad:
Resultados analíticos y medios técnicos implicados.
Y no dudo que todo esto se habrá cumplido para que el Director de un Departamento de una Facultad diga “a bombo y platillo”, motivando la atención de todos los medios de comunicación casi mundiales, que:
“EL TORO NO SIENTE DOLOR EN LA FIESTA”, “puesto que debido a la segregación de hormonas el toro siente menos estrés y menos dolor durante la lidia de lo que siempre se ha creído”.
“El toro tiene una respuesta hormonal distinta a la de cualquier otro animal”
“Los niveles de estrés -medidos a través del cortisol y las catecolaminas- son tres veces mayores durante el traslado que en el ruedo”.
“Durante la lidia el toro libera 10 veces más de beta endorfinas (hormonas del placer )que un ser humano y 7 veces más que durante el transporte”
Tras un estudio basado en la respuesta hormonal de 180 toros y 120 novillos a los que se les ha medido en sangre la actividad hormonal de todos los animales que se devolvían a corrales antes y después de ser picados o incluso después de ser sometidos a banderillas.
Naturalmente consideramos de vital importancia hacer constar la causa de la devolución, pues es indudable que si eran devueltos sería por algo importantísimo.
Lo que por el momento conocemos del dolor es lo que sigue:
DOLOR: es un mecanismo de protección orgánica regulada por el cerebro una vez que llega a él la sensación dolorosa desde las terminaciones nerviosas libres, para que éste ponga en marcha potentes mecanismos encaminados a reaccionar. ¿Cómo? Mediante: huída, retirada, evitación o búsqueda de ayuda para aliviarlo.
El dolor se produce por al estimulación de neuronas receptoras.
Nociceptores: son las neuronas sensitivas. Hay cuatro clases pero en el caso de la lidia del toro nos interesan solamente los nociceptores mecánicos que son los que responden a cortes y golpes de la piel y que generalmente son de respuesta rápida. Y los nociceptores silenciosos que responden cuando hay inflamación alrededor de ellos. Si bien estos últimos pueden en ocasiones no tener importancia puesto que la duración de un toro en el ruedo después de la devolución no suele prolongarse más allá de cinco minutos (salvo casos puntuales que todos los taurinos conocemos) e imaginamos que la toma de muestras se hará de inmediato, bien mediante la entrada en el mueco o bien nada más ser apuntillado, si bien los resultados analíticos no serían los mismos.
En el caso del toro de lidia se trata de un dolor clasificado como agudo por tener las características de: tener duración de menos de 6 meses, percibirse en 0,1 segundo y viajar por fibras de conducción tipo Ad a velocidades de 6-30 m/s . Al tiempo que el mecanismo generador es unifactorial (agresiones inciso punzantes) derivadas de la implantación de la divisa y las agresiones de puya, banderillas y estocada. Si bien en el caso que nos ocupa la estocada no llegó a efectuarse en ningún caso.
¿Cuál es la secuencia que sigue? Los nociceptores son activados en presencia de daño tisular. Se produce un aumento en la concentración intracelular de AMPc que a su vez fosforila a proteincinasas.
El daño celular libera sustancias que actúan sobre los receptores y que en definitiva excitan la neurona y mueven el potencial de membrana para llevar el umbral de disparo hacia el potencial de acción.
Puesto que cuando hay un daño importante en el tejido, en ese área se liberan sustancias químicas que producen la denominada “sopa inflamatoria” que sensibiliza y estimula a nociceptores por la llamada hiperalgesia.
Estas sustancias son: Prostaglandinas y potasio (liberadas por células dañadas), serotonina y bradiquinina (liberadas por el suero y plaquetas sanguíneas), e histamina (liberadas por los mastocitos a través de la “sustancia P” liberada por los nociceptores.
Estos impulsos nerviosos van a la médula espinal y allí se liberan neurotransmisores excitadores los cuales por las distintas vías llegan al S.N.C donde también se liberan sustancias neurotransmisoras y neuromoduladoras que son enviadas al tálamo y de él a los diferentes lugares de la corteza, las cuales son activadas en respuesta al dolor.
Hemos de tener en cuenta que tanto en el cerebro como en la médula espinal hay sustancias químicas llamadas opiáceos (encefalina, endorfina y dinorfina) que al ser liberadas en la sinapsis disminuyen los niveles de dolor transmitido (hipoalgesia).
Desde el sitio del daño y la percepción de ese daño se producen los eventos fisiológicos denominados NOCICEPCIÓN que comprende los cuatro procesos siguientes:
Trasducción: conversión de estímulos nocivos en potencial de acción.
Transmisión: propagación del potencial de acción a través del sistema nervioso periférico al S.N.C (Sistema Nervioso Central).
Modulación: proceso de atenuación de transmisión en distintos niveles.
Percepción: proceso final en el que los tres anteriores interactúan con la psicología del paciente para crear la experiencia emocional que se percibe como dolor.
TRASDUCCIÓN: Tiene lugar en el nociceptor que es quien distingue entre un estímulo inocuo y otro dañino. El nociceptor puede ser:
Ad= con fibras mielínicas de conducción rápida. Localizado en la piel y tejidos somáticos profundos.
C= con fibras amielínicas de conducción más lenta. Localizadas en las vísceras.
También hay receptores silentes o dormidos que se vuelven activos durante la inflamación despolarizándose ante estímulos que normalmente no ocasionan dolor como es el caso de mover una articulación.
Hay dos tipos de trasducción:
Activa: que es la que produce el potencial de acción.
Modificativa: con la facultad de modificar la sensibilidad haciéndola mayor o menor, merced a los mediadores químicos, uno de los cuales la aumentan (prostaglandinas, bradicininas e histamina) mientras que otros la disminuyen (oxido nitroso).
En las astas dorsales de la médula espinal actúan ciertas sustancias afines a la morfina como puntos de analgesia derivados del opiáceo natural y de las tres grandes moléculas: propiomelanocorticona, proencefalina y prodinorfina.
Hay una docena de estas sustancias, pero las más importantes son:
B-endorfina.- Dinorfina.- Met-encefalina.- Leuencefalina.
“la activación del sistema de analgesia, suprime por completo muchos de los impulsos de dolor que llegan al sistema nervioso”.
La vía de transmisión del dolor hacia el SNC se hace por la doble inervación:
Vía de dolor agudo: fibras del tipo A beta que se transmiten a velocidad entre 6-30 m/s.
Vía de dolor lento: fibras de tipo C que se transmiten a velocidad entre 0,5-2 m/s.
Hay en el individuo agredido una sensación dolorosa doble: un dolor rápido y agudo (de advertencia) seguido al cabo de un segundo de otro dolor quemante y lento (que cada vez se hace más intenso.
Estas fibras al entrar en la médula espinal se encuentran con el haz de Lissauer que es donde se procesan las señales de dolor. Las rápidas terminan en las laminas I y V donde tras excitar neuronas de 2º orden envían fibras largas en dirección al cerebro. Las lentas terminan en las láminas II y III de la sustancia gelatinosa y de allí caminando juntas con las rápidas van en fibras largas hasta el cerebro.
El tálamo es el encargado de percibir el dolor, mientras que la corteza se encarga de interpretar la calidad del dolor.

Y ahora nosotros vamos a entrar en hipótesis:

A.- Supongamos que fueran devueltos antes de sufrir la suerte de varas.

A, 1.-Por causa de defectos de visión:
¿Por qué no ve?
Se hace necesaria la comprobación en sangre de la existencia de algún fármaco (con corticoides, antiinflamatorios y analgésicos) que pudiera haberse inyectado para paliar o enmascarar una cojera incipiente observada durante el embarque, desencajonamiento o en corrales, antes del reconocimiento veterinario. Naturalmente en este caso la composición bioquímica de la sangre no es normal.
Puesto que hay fármacos que tras su aplicación parenteral, producen defectos de acomodación e incluso ceguera temporal.

A, 2.-Por causa de rotura de un cuerno al derrotar de salida de chiqueros:
Lógicamente el toro sufrirá un gran dolor y ello conlleva la liberación de hormonas.

A, 3.-Por rotura de ligamentos en la región del menudillo:
También habrá dolor, manifestado palpablemente al caminar, y la correspondiente liberación hormonal.

A, 4.-Por falta de trapío:
Esta es la situación perfecta para hacer estudio hematológico final.

B.-Devueltos tras sufrir la agresión de la suerte de varas.
En este caso hemos de tener en cuenta:
- Número de puyazos y colocación.
- Valorar la duración y profundidad de los mismos.
- Valorar la cantidad de sangre perdida.
- Valorar el dolor y sus consecuencias.

C.-Devueltos tras el tercio de banderillas:
En este caso a los de caso anterior hay que añadir:
- Número de banderillas prendidas.
- Lugar de colocación.
- Número de arrancadas durante la suerte.
- Desgaste energético durante el tercio.

Hemos de tener en cuenta que todos los exámenes hematológicos será finales, es decir sin análisis previos, por lo que carecemos de referencia sanguínea previa. Lo cual es premisa ABSOLUTAMENTE NECESARIA para la comparación de resultados.

Seguimos con las hipótesis:
No se ha determinado el umbral de dolor y estimo que por ahí se debería haber empezado.
Cierto que en el toro bravo es difícil determinarlo pero para llegar a emitir teorías no se puede dejar ningún cabo suelto y menos al principio.
DIVISA: al clavarla primero incidirá sobre la piel, que está dotada de múltiples terminaciones nerviosas libres y que naturalmente acusarán el castigo. Luego, cuando el arpón penetre más, incidirá sobre los músculos superficiales que no están inervados extensamente con terminaciones de dolor.
En estos lugares los receptores de dolor serán del tipo mecano sensibles, si bien también detectarán los de tipo termo sensibles o quimiosensibles.
A este dolor inciso punzante hay que añadir el producido por los extractos de tejidos lesionados debajo de la piel (bradicinina, histamina, prostaglandinas, exceso de iones potasio, serotonina y enzimas proteolíticas) encargadas de excitar las terminaciones nerviosas del dolor e incluso algunas (enzimas proteolíticas) dañarlas directamente. Todas ellas disminuyen el umbral de estimulación de los receptores de dolor mecano sensibles.
Y hay una circunstancia digna de tener en cuenta, cual es que estos receptores no se adaptan al dolor si no más bien al contrario cada vez el umbral de excitación de fibras del dolor es menor a medida que el estímulo doloroso continúa es la hiperalgesia.
BANDERILLAS: al clavarlas apliquen lo anterior y añadan el desgaste energético y estresante del esfuerzo realizado al acudir al cite.
Y ahí, les dejo estas pinceladas fisiológicas sobre el dolor para que ustedes mismos juzguen sobre lo que siente el toro de lidia.