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martes, 22 de abril de 2014

LO QUE NO P'UE SÉ, NO P'UE SÉ Y ADEMÁS ES IMPOSIBLE



LO QUE NO P’UE SÉ, NO P’UE SÉ Y ADEMÁS ES IMPOSIBLE.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Encabezo la crónica de esta corrida con la frase lapidaria de un genio del toreo, que a lo largo de los años me ha confirmado que lleva toda la razón.

Los hombres del tiempo habían pronosticado fuertes lluvias acompañadas de aparato eléctrico durante la jornada del domingo de Resurrección y desgraciadamente no se equivocaron.

Claro que a río revuelto…ganancia de…empresa Pagés + Simón Casas.

Cincuenta componentes de la Peña Taurina Manuel Escribano de Tarifa llenamos un autocar que salió de la ciudad de los vientos en medio de un aguacero descomunal a las 14,00 horas para realizar el recorrido Tarifa-Algeciras-Los Barrios-Jerez-Sevilla con la finalidad de ver la corrida del mano a mano entre los dos matadores de Gerena con los míticos (en otros tiempos) toros de MIURA aquellos toros que en su hierro lucen la A con asas y que ahora cualquier torero es capaz de torear para mantener en pie las escasas fuerzas y afectividad de embestida.

Era una verdadera utopía pensar en un triunfo sonado de estos dos animosos matadores de toros, pues el encaste de Miura lleva años que van de fracaso en fracaso si bien el año pasado uno de los toros que formaba parte de la corrida a lidiar por “El Juli”, lo aprovechó Manuel Escribano para llegar a lo más alto de la fama al “cuajarlo” (fea palabra taurina muy en boga) en una faena vibrante con corte de dos orejas.

Pero como los taurinos somos un espécimen de otra galaxia, siempre creemos en el milagro antes de (una vez más y van…) volver a casa, tras el festejo, con la paliza de los inconvenientes del viaje, menos euros en el bolsillo y la decepción por bandera en el cuerpo.

Lluvia pertinaz e incluso agresiva durante el trayecto del viaje a Sevilla y por si esto fuera poco al entrar en la Avenida del Paseo Colón que nos llevaba directamente a los aledaños de la Maestranza, los agentes de la policía municipal cortan el tráfico y nos desvían por el puente de los Remedios para tener que dar una vuelta enorme por el barrio de Triana hasta tomar el otro puente que ya nos dejaba cerca de la torre del Oro próxima a la plaza. Pero ele ahí que cuando nuevamente desembocamos, después de mil peripecias, a la avenida principal, dos nuevos agentes que no nos permiten girar hacia la izquierda cuando desde el autocar contemplábamos la puerta del príncipe de la Maestranza sevillana a través de la enorme cortina de agua que caían con toda la mala leche del mundo tratando de apoyar a la treintena de antitaurinos que vociferaban delante de la puerta de entrada a la plaza de toros al otro lado de la calzada y que eran, según la información de los agentes, los causantes de la desviación del tráfico que desde nuestro punto de vista no interrumpieron en ningún momento. Total: que el autocar nos dejó nuevamente cerca del campo de El Betis y desde allí en medio de una lluvia casi torrencial los cincuenta tarifeños bajo los paraguas que, no podían cumplir la función porque el viento y la tromba los desbordaba, a toda carrera nos dirigimos a las taquillas de la plaza para retirar las entradas reservadas con una hora de adelanto sobre el comienzo de la corrida.

La antesala de las taquillas atiborradas de gente que se refugiaba de la lluvia. No se podía entrar. Momentos de angustia viendo que no podíamos hacernos con la entrada. Por fin la recogimos sin pega alguna por parte del taquillero que nos tocó en turno, quien se limitó a pedirnos el carne de identidad para confirmar nuestra reserva y el número de la misma. Devolución de trastos (euros-entrada) y en busca de nuestro sitio en el tendido.

Y vamos con el relato de lo que pudimos ver de la corrida, puesto que cuando llovía los paraguas de los que teníamos delante de nosotros nos impedían ver el ruedo. Menos mal que el elemento líquido respetó la primera mitad del festejo que es lo que les vamos a relatar e incluso con aportación de información gráfica.

Con un cuarto de hora de retraso sobre el horario previsto (18,30 horas) bajo la presidencia de D. Gabriel Fernández Rey asesorado en materia artística `por D. Alfonso Ordónez Araujo y en la veterinaria por D. Miguel Criado Garrido abren paseíllo los dos alguacilillos que montan dos caballos castaños que no son precisamente en dechado de belleza en esta tierra donde abundan los équidos m´s que excelentes. Tras el despejo recogen a los dos matadores del mano a mano: Manuel Escribano (Azul marino y oro) y Daniel Luque (Blanco y oro) seguidos  por el sobresaliente Fernández Pineda (azul oscuro y oro). La plaza casi llena pues únicamente vimos unos escasos claros en tendidos de sol y sombra.

Tras romper el paseíllo Escribano torea al miedo en esa misión de desplegar el capote, para seguidamente dirigirse hacia el burladero de matadores. Los aplausos del público sacan a Manuel Escribano a saludar en su vuelta a la Maestranza tras el triunfo del año pasado y su recuperación, y éste invita a su compañero de cartel Daniel Luque a salir al tercio, terreno desde el que ambos matadores agradecen el cariñoso recibimiento. Se funden en un abrazo que rompe muchos dimes y diretes de estos dos gereneros famosos, quienes demostraron su afinidad durante varias fases de la lidia aunque solo fuera por aquello de tener el mismo apoderamiento y tener que convivir en muchos momentos de su vida profesional.

Los nubarrones encima de la Maestranza momento en que Manuel Escribano se va a portagayola para recibir al primero de la tarde. Es el nº 73 Zamarrito. Negro bragado. 555 kilos del 01/10 de Miura. Silencio sepulcral en la plaza de la Maestranza. El toro sale andando de chiqueros y, sin fijarse en el torero, se encamina hacia el burladero del lado derecho de su salida pero no remata en el mismo. Manuel aguanta que el toro se fije en él para finalmente darle la larga cambiada que es aplaudida. Ya en pie se estira a la verónica en una serie de tres que remata con una media en medio de las molestias del viento que han deslucido los lances. Lo deja en el capote de sus banderilleros para que lo fijen en el burladero suertes en espera de que se posicionen los picadores.

Escribano con lances por delante sin cruzar lo lleva al terreno del picador. Lo deja en la raya de fuera. El toro se arranca y el piquero, creemos se trataba de su primo José M. Quinta, se agarra muy trasero  Rectifica. Lo tapa la salida a un toro que no se ha empleado en el caballo. Sale suelto y casi se lleva por delante a uno de los banderilleros que se interpuso en su huída.

Escribano trata de realizar su quite por chicuelinas. Una chicuelina sin ajuste. El toro se va a las tablas. Escribano lo saca de ese terreno con capotazo por delante de la cara sin cruzar, para continuar con su quite en base a tres chicuelinas, ahora con más ajuste, rematadas con una revolera. Ovación.

El toro se arranca de largo al piquero que ahora se agarra arriba.

Daniel Luque hace su quite por delantales en serie de tres que remata con una revolera. Aplausos.

El picador es aplaudido cuando abandona el ruedo. ???. ¡Había mucha gente de Gerena en la Maestranza!

Escribano toma las banderillas vestidas con los papelillos blancos y la bandera nacional en el centro del palillo. Brinda el primer par al público y recibe la ovación pertinente.El primer par se desarrolla así: toro cerrado en el burladero de suertes. Escribano en el centro del ruedo. El toro se le arranca con muchos pies. Escribano no mide bien la velocidad del toro y por ello el par, a toro pasado, queda colocado arriba aunque de manera desigual.  El segundo par: toro cerrado en el burladero de suertes y Escribano se sube al estribo De dentro afuera prende un par ajustadísimo, tanto que ha estado a punto de echárselo el toro a los lomos. Gran ovación. El tercer par es el par que tanta fama le ha dado. Sentado en el estribo un par al quiebro y por dentro. Como el toro no se arranca desiste, ¡momento en que respiramos! y finalmente pone un par al quiebro muy expuesto en que el toro hace hilo con él sin que ninguno de los banderilleros preste un capote para realizar el quite. ¡Falta de atención en la cuadrilla!

Escribano brinda al público y recibe la ovación pertinente. Desposita la montera con mimo sobre el albero de la Maestranza. Plaza que tanta responsabilidad le ha deparado en esta edición de la Feria 2014!

Casi en el centro de la plaza con la muleta portada en la mano derecha cita el toro que está fijado en el burladero de suertes casi debajo de Presidencia. Cambiado por la espalda tan ajustado que el toro lo desarma. Toma nueva muleta y comienza a torear por redondos. Dos buenos redondos en los que el toro da un cabezazo al final del muletazo. Se posiciona nuevamente el de Gerena. Dos buenos redondos que, tras cambio de muleta de mano por la espalda, remata con un excelente pase de pecho sobre la izquierda. Ovación fuerte.

Deja reposar al toro para acercarse lentamente con la muleta portada en la mano derecha. Dos excelentes redondos. En el tercero el toro ya se ha orientado y sabe lo que se deja atrás. Nuevo posicionamiento de Manuel. Un buen redondo que vacía por arriba. Remate con el pase de pecho bueno sobre la mano derecha. Ovación.

Tras dejar reposar al toro se lleva la muleta en la mano izquierda. Un natural en la que el toro en la salida echa la cara arriba. Serie de naturales a media altura ya que el toro no humilla en absoluto. Dos buenos naturales Nuevos naturales en los que el toro ya tiene solamente media arrancada,  rematados con un pase de pecho sobre la mano izquierda. Tibias palmas en los tendidos.

El viento arrecia. Tres buenos redondos jaleados por el público. El último lo vacía por arriba y remate final con el pase de pecho sobre al derecha al que sigue un desplante muy cerca del toro. Un molinete sin ajuste lo deja posicionado para el toreo al redondo. Manuel Escribano entre los pitones Un excelente redondo bien iniciado y bien rematado. Un segundo de las mismas características. ¡Muy cerca y muy valiente Manuel! Nuevo buen redondo. Otro más, enganchado en el remate. Le anda muy bien el toro por la cara Remate final con el de pecho sobre la derecha al que sigue un desplante torero.

Intenta el toreo por ayudados pero como el toro no embiste, ¡se ha venido abajo de manera larmante! se lleva la muleta a la izquierda. Le sorprende el toro con arrancada imprevista. Un toro que no dice nada, que no transmite y que ahora se orienta. Nuevamente se arranca de improviso. Manuel lo esquiva. ¡Huy! en el público. Un medio natural porque el toro no pasa. Derrotes en el remate de los pases. El público aplaude a Manuel para que abrevie la faena al ver que no remonta. Tras un pase de pecho sobre la izquierda se va por el estoque de matar en medio de los aplausos del público.

Finaliza su faena con manoletinas de poco ajuste.

En la suerte contraria media estocada traserilla y muy tendida. Capoteo de los banderilleros, pero el toro no está matado. Manuel toma el descabello mientras el toro deambula en busca de chiqueros. Suena un aviso  Manuel que quiere finiquitar pronto al toro y se precipita en el descabello ya que no es el terreno apropiado. Posiblemente de haber tenido paciencia el toro hubiera llegado a terrenos buscados de chiqueros y allí hubiera doblado. Falla por seis veces con el verduguillo Aparecen los primeros pitos. Finalmente acierta y un sector del público le aplaude ya que todo llo realizado fue meritorio

Sale el segundo. Nº 35 Macareno. Un flor de gamón de capa, con 559 kilos. Nacido el 02/10. De salida demuestra escasez de fuerzas.

Daniel Luque no ha podido lucirse de capote, limitándose a enseñarle a embestir y remata con una media por bajo ????. Al toro en mi entender hay que aliviarlo más que castigarlo pues no tiene fuerza alguna.

El toro desde el burladero de suertes se va en busca de Luque quien le torea por delante de la cara sin cruzar dándole distancia al darse cuenta que no tiene fuerzas. Con un recorte trata de dejarlo en suerte de varas pero el toro sigue el capote de Luque sin afectividad alguna y de manera mecánica. Lo deja muy largo tras capoteo insulso. El toro gazapeando y al relance entra al caballo de picar y el piquero Pedro Geniz se agarra arriba. El toro no aprieta. Sale suelto y se cae. Ahora Luque trata de levantarle la cabeza cuando en los primeros capotazos se equivocó al torearle por bajo.

Luque realiza su quite en base a dos verónicas buenas que remata con una media. Ha de llevarle nuevamente al caballo para cumplir el reglamento en plazas de 1ª. El piquero se agarra arriba para levantar la vara de inmediato. Lo saca el banderillero y lo deja en el capote de Escribano que realiza un quite artístico por afarolados seguidos de crinolinas a un toro que no tiene motor para este tipo de quites. Luque replica a Escribano en base a dos buenas verónicas rematadas con una larga a una mano. Ovación.

En banderillas los banderilleros han estado extraordinarios de ahí que uno de ellos creo que fue Curro Robles, es conminado a que salude pero no lo hace.

Luque brinda al público en medio de una gran ovación. La montera arrojada por detrás del hombro cae boca arriba y la vuelve con la punta del simulado.¿Superstición?

El toro se arranca desde el burladero de matadores, Luque lo aguanta para administrarle un redondo. Sigue por redondos jaleados por el público, se cambia la muleta por la espalda y remata con el pase de pecho despegado sobre la mano izquierda.Ovación.

Muleta en la diestra. Un redondo que vacía por arriba. Nuevos redondos que sigue vaciando por arriba. Un redondo de mano baja en el remate del cual el toro pierde las manos. 

Le da tiempo al toro. Con la muleta en la derecha lo cita. El toro duda, para seguidamente arrancarse de manera imprevisible. Luque sin molestar a un toro carente de fuerzas le está dando mantazos.

Tras dejarle reposar, se lleva la muleta a la izquierda para administrar una trinchera que le deja posicionado para el toreo al natural  Naturales que remata con un molinete muy despegado seguido del pase de pecho sobre la mano izquierda. ¡Luque muy por encima del toro!

El toro hace dos amagos de irse a tablas. Luque tras, martinete, remata con un  pase de pecho sobre la mano derecha.

En la suerte contraria, con el toro entre las dos rayas, enorme estocada hasta los gavilanes. El toro dobla sobre el montón de arena húmeda de delante del burladero. El puntillero que "viene corriendo desde Huelva" para apuntillar al toro atravesando todo el ruedo pues estaba debajo de presidencia. ¡Que falta de atención a la lidia! Falla por dos veces.

Escribano se va nuevamente a portagayola. Sale el tercero de la tarde. Es el nº 3. Lesnero. Cárdeno. 609 kilos. Salta por encima del torero y lo derriba. Le busca en el suelo, pero gracias a Dios no le encuentra. Escribano se duele de una mano.¡Momentos de angustia! El toro ha salido sin fijeza y sin velocidad  y a la distancia que Escribano se ha hincado de rodillas frente a este callejón tan amplio, lo más probable es que salga por los aires.¡Escribano trata de justificar su presencia en cuatro corridas en Sevilla y es demasiada responsabilidad! No se puede atropellar la razón.

Escribano ya en pie, se estira a la verónica en una serie de cuatro jaleadas por el público que reconoce el enorme valor de este torero. Remata con una media buena sobre el pitón derecho del miura. Gran ovación.

Lleva al toro al caballo por chicuelinas al paso o galleando, muy elegantes y remata con un recorte "made in Fandi" que fue su testigo de alternativa en Aranjuez. Recibe una grandísima ovación por la precisión con que ha dejado al toro en el caballo. El piquero Domingo García “Jabato” se agarra en buen sitio para dejar la puya sobre la herida. Lo saca Antonio Manuel Punta. Nuevamente el toro entra a la segunda entrada y el piquero se agarra contrario. Nuevamente sale suelto. Lo vuelve a sacar Punta quien lo deja en el capote de Luque para que este quite por chicuelinas muy poco ajustadas, tras capotazo vaciado por arriba.

Escribano brinda su primer par de banderillas al público y recibe una gran ovación. Manuel se va en busca del toro. Le gana la cara y prende el par reunido aunque ligeramente trasero. Se enciende el alumbrado de la Maestranza y nos dejan ver con más claridad a un toro que está con las extremidades abiertas en su afán para aumentar la base de sustentación y paliar la falta alarmante de fuerzas. En el segundo par de banderillas, Escribano ha aguantado la embestida del toro, le ha ganado la cara y ha prendido arriba. Ovación. El tercer par lo prende al violín y al quiebro por dentro. Seguidamente juguetea con el toro hasta lograr pararlo.

Mientras Escribano está en barreras tomando la muleta y el simulado.  Salta un espontáneo que se va en busca del toro que está fijado en el burladero de justo enfrente de presidencia. Los banderilleros se van en busca de él para salvarle la vida. El espontáneo se descara con los toreros que le llevan hasta barrera para que le detengan las fuerzas del orden con las que también se descara. Finalmente lo sacan de la plaza  ante el abucheo del público con el que también se descara este ineducado ejemplar de pelos largos y descuidados que ha quedado descamisado tras su forcejeo con los toreros y agentes de la autoridad.

Manuel tras brindar a su amigo Padilla que ocupa burladero de callejón, comienza la faena por redondos en serie de cuatro pases en los que el toro calamochea en exceso debido a la falta de fuerzas. El toro finalmente se cae. Otro Miura que no vale. Hasta ahora media corrida y media corrida pocha pero no carente de peligro.

Escribano lo deja reposar y se va acercando lentamente a él con la muleta portada  en la mano derecha. Dos redondos. En el segundo le bajó la mano y el toro perdió los cuartos traseros. Manolo sigue intentándolo sobre la diestra a base de redondos sueltos porque ha de dejar que el toro se recupere tras el pase administrado. Remata con un pase de pecho muy despegado sobre la mano derecha. Hace el péndulo ante la cara del toro. Sale toreramente de la cara del toro

Se lleva la muleta a la izquierda más para justificarse ya que el toro no puede con su alma. Dos medios naturales sueltos porque el toro tiene media arrancada.

Ha de entrar a matar por tres veces hasta lograr una menos de media estocada en el sitio de la que el toro dobla.

Y hasta aquí lo que pudimos ver pues a partir de este momento empezó a caer agua de tal manera que los paraguas de los que estaban delante nuestro nos impidieron ver el ruedo completamente, mientras nos mojaban completamente al resbalar el agua de sus paraguas sobre nuestro paraguas y mojarnos completamente.

El aguacero era tal que como estábamos cerca de las localidades cubiertas, saltamos la baranda con la aquiescencia del público que se compadeció de los naufragos y nos fuimos a refugiar en los vomitorios que es donde no nos mojábamos mientras permitíamos que los espectadores de localidades cubiertas siguieran viendo, a través de la enorme cortina de agua, la corrida.

De vez en cuando asomábamos la cabeza para poder ver, mejor dicho no ver nada de toreo, pues los toros de Miura siguieron por los mismos derroteros. Si escuchamos comentarios en contra de la Empresa Pagés por parte de aficionados que: “echaban la culpa del juego dado por los miuras  a que Canorea había pedido a los ganaderos de Zahariche un lote de los toros más baratos”. ¿Exageraciones?

Si vimos a Manuel ir nuevamente a portagayola en su tercer toro y una gran estocada de Luque en su segundo. También como se destocaba Abraham Neiro que puso sobre todo un segundo par expuesto y ajustadísimo. Y nuevamente a Escribano en su último donde nos puso los congojos en el cuello en ese par de banderillas sentando en el estribo por dentro y al quiebro. Pero los toros pochos de Miura deslucieron el espectáculo más incluso que esa lluvia pertinaz y torrencial que nos amargó la tarde en la Maestranza y seguidamente el viaje de vuelta hasta Tarifa  Y es que “lo que no p’ue sé, no p’ue sé y además es imposible”

Reportaje gráfico de lo realizado por Manuel Escribano.





















































































































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Reportaje gráfico de lo realizado por Daniel Luque.


















































































































































Otras fotos de la corrida de Miura.