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sábado, 22 de marzo de 2008

CESAR MANRIQUE SENTÓ CÁTEDRA EN ANDALUCÍA.
Una crónica nuestra del año 2006.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Nos encontrábamos veraneando en Benalmadena y al ver el cartel anunciador de la novillada dominical que, a lo largo del año y sin interrupción, se celebran en esta plaza, llamamos a nuestro amigo César para anunciarle que presenciaríamos su actuación.
Quedamos en el hotel donde se hospedaba y allí permanecimos en su compañía –reforzada con la su tío (el matador de toros Jorge Manrique, el único que mata con la mano izquierda), otro taurino salmantino y su mozo de espadas, hasta la hora de salir para la plaza.
Y nos sentimos preocupados porque el novillero estaba afecto de una gastroenteritis padecida desde antes de su salida de Medina en la madrugada ese mismo día. Hicimos de "médico" para aconsejarle una sulfamida y dieta a base de suero que tomó de inmediato.
¡Que duro es este oficio! Cuando ni aún enfermo se puede cancelar una oportunidad.
La coqueta plaza de toros de Benalmádena que regenta la empresa EXPOKENDAL.S.L el pasado domingo 16 de mayo ofreció un espectáculo mixto a base de tres toreros, más que cuajados, uno de ellos a caballo.
El cartel anunciador decía:
A las 7 de la tarde
GRAN CORRIDA DEL ARTE DEL REJONEO Y GRAN CORRIDA DE NOVILLOS-TOROS..
1 TORO DE CAMPO AMOR para el Rejoneador JOAO PEDRO CEREJO
y
4 NOVILLOS (2 DE HDOS DE JUAN TASSARA y 2 DE HNOS SEGURA )
para el mano a mano entre
CESAR MANRIQUE y JOSELITO ORTEGA.
Sobresaliente: Luis Cortes “BOMBITA”
Y con estos “mimbres” se iba a confeccionar una “cesta” que al final resultó portadora de triunfos, pues los tres actuantes pasearon trofeos por el anillo.
En tercer lugar actuó el rejoneador portugués que, ataviado a la federica, hizo todo bien a un toro con complicaciones al que finalmente desorejó.
En lidia ordinaria fue por delante abriendo cartel, el diestro madrileño pero afincado en la llamada “Ciudad de los Almirantes” (léase Medina de Rioseco), CESAR MANRIQUE quien, a pesar de tener que lidiar a los dos peores novillos de cada hierro, entusiasmó a los escasos aficionados que suelen acudir las tardes de festejo, a pesar de los elevados precios (cuarenta y cinco euros el tendido general de sol), para ver a los novilleros actuantes.
Por esta plaza suelen pasar todos los del escalafón, a lo largo de todos los “domingos y fiestas de guardar”, puesto que esta plaza está abierta y activa durante todo el año merced a la bondad del clima y a los viajes concertados con turistas que "han de ver obligatoriamente" una corrida de toros. Y estos aficionados, vecinos de Benalmadena y alrededores, “entienden de toros” porque son muchos los festejos que ven en su vida.
En su primero, de hermanos Segura, un torazo ”reviejío”, le saludó con unas verónicas serias, largas, mandonas y perfectamente instrumentadas que arrancaron los primeros olés de la tarde en la voz de los aficionados, que como por simpatía hicieron aplaudir a los tendidos repletos de japoneses ávidos de ver nuestra Fiesta más nacional como alguien definió.
Pero de inmediato, el novillo con el guarismo 1, “aprendió demasiado” al hacerse laboriosa la suerte de varas por su tendencia a la huída, y a pesar de ello, Cesar lo lidió (lo único que se podía hacer) aguantando impávido los pitones en el cuello una y otra vez de este manso solemne. Y estos detalles hicieron que los aficionados lo jalearan.
Entró tres veces a matar, pinchando siempre arriba, y a pesar de ello fue obligado a saludar desde el tercio.
En su segundo, un novillo muy bien hecho de Herederos de D. Juan Tassara, le toreó primorosamente por verónicas, que por aquí es lo que se saborea al considerar como el lance rey, y remató con tres medias seguidas que fueron jaleadas por los aficionados y profesionales que ocupaban el callejón.
Cómo el novillo quedó “crudito” tras ser mal picado, comenzó la faena de muleta con unos doblones por bajo, con la pierna contraria estirada que suscitó olés de admiración y una vez “domeñada la fiera”, tres tandas de redondos: largos… de arriba abajo y… rematados a la cadera que hicieron llegar a nuestros oídos comentarios tales como: ¿Dónde estaba metido este novillero? Dos perfectas series de naturales a la que siguió otra en la que el sentido del burel descompuso la estética al enganchar la muleta en el remate.
Cesar, encorajinado, volvió a la derecha y propinó otras dos tandas de redondos rematados precisa y preciosamente. Y los aplausos del público llevaron a Cesar a que en plena “borrachera triunfal”, volviera a la izquierda y tras un serie buenísima se confió y fue “rebañado” en un muslo y lanzado al vació.
Cayó de mala manera sufriendo una lesión en las costillas falsas del lado izquierdo que aunque le hizo “quedarse sin aire”, tomó el estoque y le propinó una estocada en todo lo alto que por estar demasiado perpendicular retrasó la caída del novillo y al tener que descabellar, después de que el novillo recorriera completamente el anillo del ruedo, enfrió los ánimos , vino el aviso y a pesar de ello le fue concedida una oreja, ante la unánime petición que los buenos aficionados inculcaron a esa masa entusiasmada, por la plasticidad de la faena.

También Joselito Ortega, novillero de la tierra, triunfó al cortar un total de 2 orejas a los dos mejores novillos de los lotes sorteados. Trofeos merecidos para Joselito, que naturalmente salió por la Puerta Grande de esta pequeña plaza de toros, aunque para el recuerdo de los aficionados quedaron esas verónicas majestuosas por su lentitud y esos redondos y naturales que un torero de Castilla, con “hechuras de matador de toros” (al decir de los aficionados presentes) llevó en toda su sobriedad (como si del más puro “toreo rondeño” se tratare) a las alegres tierras malagueñas.
A la salida de la cuidada plaza de toros de Benalmadena se comentaba que estos dos novilleros son unos verdaderos matadores de toros.