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viernes, 26 de febrero de 2010

¿LEVANTANDO EL VUELO NUEVAMENTE?

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

El titular de la única Peña Taurina con que cuenta nuestra ciudad, Tarifa, está pasando por dificultades en el desarrollo de su carrera taurina.
Se ha quedado fuera de la Feria de Valencia como era de prever. Tampoco ha entrado en los carteles de la Feria de Sevilla donde como sevillano –y contando con algún apoyo- debería haber estado. La confirmación en Madrid, pendiente de cumplir las previsiones de un mínimo de seis corridas toreadas en plazas de entidad.
Cierto que en las dos oportunidades que la empresa de la Maestranza le dio, como matador de toros, en las corridas con ganado del Conde de la Maza y Celestino Cuadri, no triunfó pero estuvo a la altura de sus compañeros de cartel e incluso “se la jugó” con más exposición que ellos donde alguno, con corte de una oreja dadivosa, se subió al carro de los triunfadores, pero de eso a “haberle borrado del mapa de toreros para Sevilla” creo que va un abismo. Hoy el único torero que llena plazas es José Tomás, los demás figurones del escalafón han de reunirse como mínimo de tres en tres y hasta seis, para que los espectadores llenen tres cuartos de plaza, luego.. ¿por qué no un cartel con tres figurones y un "necesitado de pelea" para que todos se motiven? ¡Podía ser una solucción de oportunidad para toreros preparados pero olvidados!
¿Se equivocó Manuel Escribano a la hora de elegir apoderado, cuando tenía tantos novios? Eso nunca se sabrá, lo cierto es que ha entrado en ese círculo vicioso de: “no torear-no triunfar-no torear” y así no hay manera de levantar el vuelo en la plaza, para poder entrar en el juego de los despachos de contratación.
Ahí va una muestra del reportaje que en su día realicé de la corrida en la Maestranza con toros del Conde de la Maza. ¡Toros que tuvieron guasa! pues no humillaron y buscaron en exceso.


Los socios de la Peña Taurina Manuel Escribano de Tarifa, nos hemos congratulado de la noticia que nos llega allende nuestros mares enviada por Rubén Darío Villafraz. Al menos allí se acuerdan y añoran a nuestro torero titular de la Peña. Vean:

Dos corridas de toros y una novillada
FERIA DE SAN JOSÉ TOMA COLOR PARA MEDIADOS DEL VENIDERO MES

Maracay, plaza de difícil manejo, por precisamente el cuestionado manejo que se le ha dado en los últimos años, donde la afición que una vez se le llamo “Cantera Taurina de Venezuela” ha agarrado la mala costumbre de esperar puerta libre, e incluso ni eso en la mayoría de su programación de carteles, ya no cuenta con su mayor benefactor en las ultimas temporadas como lo fue el Alcalde de la ciudad, Humberto Prieto, hombre a quien se le debe el mantener, contra todo pronostico el palpitar de un recinto taurino de rancia solera e historia como lo es la denominada Maestranza “César Girón”.
Por ello, que hombres como Miguel Eduardo Dao, Rogelio Castillo, Paco Dorado y Miguel López el que asuman la responsabilidad de tomar las riendas de una plaza que por los días de marzo se viste de gala en el marco de su feria, en honor al patrono de la ciudad, San José.
Los carteles que se anuncian para los domingos 14, 21 y 28 de marzo son variados de nombres, con la austeridad que implica una plaza subvencionada y escaso aforo para atreverse en estos momentos presentar en ella toreros y ganaderías de mayor “caché”.
El domingo 14, los toros son de Campolargo, para una terna de toreros joven, veterana y con hambre de triunfo. Ellos son el sevillano Manuel Escribano y el catalán Serafín Marin, junto al local Leonardo García, quien se anuncia como “Leonardo de Maracay”. Dan fundamento a este cartel el regreso de un Escribano, torero de grandes triunfos en plaza como Mérida, Tovar o este mismo ruedo, donde incuestionable ha sido su paso, que se cuenta por triunfos. Es Manuel, uno de esos toreros injustamente tratados por el actual sistema del toreo, donde si tu no tienes un padrino que lleve unas plazas o tenga un nombre que te respalde, poco o nada valen los esfuerzos en la tierra del toro bravo. De allí que sean estas calendas la mejor vitrina para romper cuestionado “sistema”.

jueves, 25 de febrero de 2010

SEGUNDA CORRIDA A PIE, DE LA FERIA DE INVIERNO VISTA ALEGRE MADRID 2010.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Los tres matadores desmonterados:
Rubén Pinar (grosella y oro), Miguel Tendero (azul pavo y oro) y Javier Cortés (blanco y oro) que toma la alternativa.
Un tercio de plaza. Preside don Julio Martínez Moreno quien forma parte de los Equipos de Presidentes de la Monumental de Las Ventas.
Toros de Zalduendo, con el trapío justo por la falta de agresividad en sus cabezas.

Sale el primer toro de la tarde. Número 215. “Nazarito” es su nombre y pesa 556 kilos. Muy pobre de pitones.
Javier Cortés se estira con el toro por verónicas y remata con la media que es aplaudida a la que sigue una larga a una mano.
El encargado de picar es José Antonio Fernández que se agarra muy caído para rectificar de inmediato en medio de los pitos del público.
Javier hace su quite por chicuelinas que remata con una tafallera. Los aplausos premian su labor capotera.
En banderillas José Manuel Infante va por delante y deja un par no sin ciertos apuros. Juan Tomás Felipe “Niño de Santa Rita” coloca un excelente par arriba y cierra tercio Infante con un par asomándose al balcón merecedor de aplausos por parte del público.
Ceremonia de alternativa donde actúa de padrino Rubén Pinar y de testigo Miguel Tendero. Ceremonia que cuenta con los aplausos del público.
El nuevo matador de toros, tras pedir permiso a presidencia, brinda a su padre que se muestra emocionado como no podía ser de otra manera.
La faena la comienza con unos ayudados por alto que remata con una trinchera a la que sigue, tras sacar al toro fuera de las dos rayas, con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta en la diestra, tres redondos corriendo bien la mano, en el último de los cuales el toro mide el suelo. Javier tras tomar distancia le administra dos excelentes redondos que, tras cambio por la espalda, remata con el paso de pecho sobre la mano izquierda, recibiendo la primera ovación de la tarde.
Serie de cuatro excelentes redondos donde ha bajado bien la mano y los ha ligado, abrochándolos con el pase de pecho sobre la mano derecha recibiendo una gran ovación.
Una excelente serie de naturales que el toro sigue con codicia y fijeza que remata con un extraordinario pase de pecho al que sigue un desplante muy torero.
Una trinchera que lo deja colocado para seguir toreando por redondos de mano muy baja que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha, quedándose muy quieto delante de la cara del toro para cambiar la muleta de mano y rematar con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Tras cambiar de espada en la barrera se acerca al toro para propinarle un pase muy bonito.
En la suerte contraria pincha muy adelante aunque arriba y el toro escupe el estoque de inmediato. Cuatro pinchazos más en la misma suerte hasta que al cabo de seis entradas, por causa de no acompasar las manos en la realización de la cruz, logra una media estocada en el sitio y mientras le están dando capote los subalternos suena el aviso. Toma el estoque de descabellar y tras siete fallos logra atronar al toro, tirando por tierra un triunfo que tenía en la mano.

Su segundo corresponde con el sexto de la tarde al haber tomado la alternativa. Antes de la salida del último toro de la tarde, el recién alternativado se va a portagayola.
Y al 225, con 533 kilos, “Fiscal” de nombre, lo aguanta en la larga cambiada, para seguidamente seguir por verónicas en las que pretendió ganar terreno al toro, pero como el toro tropezaba demasiado pasó apuros para hacerse con la embestida. Es un toro muy hondo.
Hace una buena pelea en varas, donde el piquero se agarra arriba. Con una sola vara se cambia el tercio ante la petición de Javier.
Con lidia de José Manuel Infante, Fernando Téllez le gana la cara y deja un par ligeramente trasero. “El Niño de Santa Rita” deja un par desigual de colocación. Cierra Téllez con un excelente par que le hace ganar el desmonterado.
Javier brinda al público.
Comienza con unos buenos redondos que ha rematado con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Muleta sobre la izquierda. Tras el primer natural el toro se va a las tablas. Lo saca de ellas y nuevamente fuera de las dos rayas le roba dos naturales para irse nuevamente a tablas.
En terrenos del tercio y con la muleta sobre la mano izquierda logra unos extraordinarios naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta sobre la diestra logra unos excelentes redondos de mano baja.
Una faena vibrante la protagonizada por este nuevo matador de toros que ha logrado que la plaza se entusiasme con su toreo.
Unos naturales extraordinarios, rematados con una trinchera sensacional y un perfecto pase de pecho sobre la mano derecha.
En la suerte contraria estocada arriba ligeramente contraria por lo que el toro tarda en doblar.
Toma el descabello para fallar hasta en doce intentos.
Una lástima pero ha de aprender a matar.


Sale el segundo toro de la tarde. En un bizco del cuerno izquierdo que se llama “Jaleo” luce el número 142 y 538 kilos, negro, bragado y meano.
Rubén Pinar le ofrece el capote en dos lances que el toro desdeña, lo mismo que en tres verónicas que ha tratado de dar su matador en las que el toro ha perdido las manos, por lo que desiste de seguir toreándolo.
Agustín Moreno un piquero joven es el encargado de picar, quien se agarra arriba ante un toro que romanea en el encuentro.
Rubén Pinar se destoca solicitando el cambio de tercio que el presidente concede.
Pinar no hace su quite por lo que se pasa directamente al tercio de banderillas donde con lidia de Manuel Montoya, Juan Rivera coloca un excelente par a pesar de que el toro le ha cortado el viaje, ganándole perfectamente la cara. El tercero Miguel Ángel García quien con habilidad gana la cara del astado dejando los dos palos arriba. Cierra Rivera haciendo muy bien la suerte en un toro que entra rebrincado.
Devolución de trastos de la ceremonia de alternativa donde ahora quein habla es el nuevo matador de toros.
Rubén Pinar brinda al público depositando con mimo la montera sobre la arena del ruedo para seguidamente comenzar su faena por alto sobre ambos pitones. El toro se para. Continúa Pinar con otros dos pases por alto que llevan al toro fuera de las dos rayas hasta el centro del ruedo.
Muleta en la mano derecha para instrumentar una serie de cuatro redondos aislados en los que intenta limar el defecto del cabeceo del toro, y remata con el pase de pecho instrumentado sobre la mano derecha.
Con la muleta en la zurda, un natural. Otro más ayudado con el estoque simulado. Busca la distancia para lograr un natural de buena ejecución. Otro más en el que el toro pierde las manos. Dos nuevos que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Naturales buenos que han sido protestados en el remate por el toro.
Una serie de buenos redondos que ha rematado con un pase de pecho sobre la mano derecha a la salida de el cual, el toro se cae.
En la suerte contraria, tras cambiar varias veces al toro de terreno, logra una media estocada en la yema que tumba al toro sin puntilla tras sufrir un palotazo en el brazo izquierdo.
Un toro que a raíz de introducir el pitón en la arena, debió padecer una lesión en columna vertebral que le dejo con secuelas de incoordinación.

Su segundo, por cuestión de alternativa, corresponde al cuarto de la tarde. Sale el cuarto. Número 26. “Deambulador”. 572 kilos.
Pinar lo recibe con verónicas ganándole terreno. El toro demuestra defecto de visión por el ojo derecho y escasez de fuerzas.
En la entrada al caballo el piquero se agarra perfectamente arriba y con un puyazo se cambia el tercio, en medio de las protestas del público que pedían su devolución más por la falta de fuerzas que por el defecto de visión.
Con lidia de Juan Rivera parean, Manuel Montoya que clava un par en todo lo alto y Miguel Ángel García que con facilidad deja los palos arriba. Cierra Montoya con un excelente par.
Rubén Pinar comienza la faena con pases por alto al tiempo que le gana terreno hasta sacarlo fuera de las dos rayas. Al cuarto muletazo el toro pierde las manos.
Con la muleta sobre la mano derecha logra una serie de tres muletazos redondos ligados, para seguidamente dar distancia al toro y lograr otros tres más que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la izquierda.
Nueva tanda de cuatro buenos redondos que ha rematado con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Finaliza su faena con otra serie de cuatro redondos en la que al final el toro se para. Tras tomar distancia y no quitándole la muleta de la cara, logra unos buenos muletazos.
Se lleva la muleta a la mano izquierda y logra dos buenos naturales a media altura sin molestar al astado que demuestra nobleza pero que está falto de emoción.
Cuatro redondos ligados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Un molinete, para seguir toreando sobre la mano derecha en una serie de unos buenos redondos de mano baja que son rematados, tras martinete con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Un invertido completo que remata con el doble pase de pecho comenzando con el realizado sobre la mano derecha.
Tres manoletinas que son rematadas con un pase de pecho sobre la mano derecha.
En la suerte contraria pinchazo arriba sin soltar. Nuevo fallo en la misma suerte. En la suerte natural sartenazo de espada caída. Suena un aviso en el momento en que el toro dobla. El puntillero acierta a la primera.
Rubén Pinar saluda desde el tercio.


Sale el tercero de la tarde. Número 148,”Malaje” de nombre y una romana de 536 kilos, que presenta una capa castaña y ligeramente aleonado.
Miguel Tendero lo saluda con unas excelentes verónicas que son rematadas con una media.
El toro cuando siente el hierro de la puya sale huido. Ángel Ríos en la segunda entrada se agarra perfectamente arriba. Cuando un subalterno lo saca le da un tirón y el toro pierde las manos. Tendero se queda con él para desmonterarse en petición del cambio de tercio.
El toro da una voltereta impresionante.
En banderillas con lidia de Gimeno Mora, Rafael García coloca un buen par ganando con habilidad la cara al toro. Alberto Molina deja un solo par arriba.
Tendero brinda al público tirando la montera que cae boca arriba y el torero se encarga de darle la vuelta con la punta del estoque simulado montado sobre la muleta.
La faena la comienza por alto para continuar con unos pases del desprecio muy toreros. Da distancia al toro y le anima en ese “torear sin torear” como dice el amigo Andrés Vázquez.
Con la muleta montada sobre la mano derecha logra unos buenos redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Dos redondos en los que el toro se queda corto. Otros dos más que remata con el pase de pecho sobre derecha.
Con la muleta sobre la zurda logra dos buenos naturales si bien el toro no acaba de rematar el pase con lo cual desluce la labor del torero. Remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva serie sobre la izquierda en la que el toro ya se niega a embestir.
Con la muleta nuevamente en la mano derecha, le roba una serie de redondos descolocados y fuera de cacho, porque el toro lo descoloca .
Tendero está valiente pero la faena no remonta.
En la suerte contraria logra casi media estocada en el sitio. Los capotazos de los subalternos profundizan el estoque.
Tendero toma el descabello fallando al primer intento y acertando al segundo.
Es premiado con aplausos.

Su segundo corresponde al quinto de la tarde. Sale el quinto que lo hace andando. Es el 219. “Recreativo” que luce una tablilla con 532 kilos.
Tendero lo torea sin quietud más pendiente de fijar su embestida.
Pica Agustín Collado, quien se agarra muy trasero.
En banderillas con lidia de Rafael García, Gimeno Mora deja una arriba. El tercero, Alberto Molina, las coloca muy desiguales arriba y cierra Gimeno Mora, con un buen par que es aplaudido.
Tendero con la muleta en la mano izquierda se va por el toro, logrando una tanda de tres buenos naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva serie de tres naturales que resultan enganchados en el remate.
Insiste Tendero ante un toro que no tiene gran motivación.
Con la muleta sobre la mano derecha logra una buena tanda de redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. El toro rajado se va a las tablas.
En la suerte contraria logra una estocada entera que tira al toro sin puntilla.
Aparecen unos escasos pañuelos en los tendidos en petición de la oreja que naturalmente no es concedida.