COGIDA GRAVE DE MANUEL
ESCRIBANO EN SOTILLO DE LA ADRADA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ.
Veterinario y escritor.
Todo era muy bonito desde
que sustituyó a “El Juli” por cogida en la corrida de Miura en la feria
abrileña de Sevilla. Manuel tuvo su oportunidad, la aprovechó y comenzaron a
llover los contratos. El rubio torero de Gerena exponía al máximo día a día.
Recibía a todos sus enemigos a portagayola y luego en banderillas todas las
tardes exponía en sus toros con ese par al quiebro, al violín y por dentro porque
como él nos dijo: “no podía defraudar a sus partidarios”.
El par de banderillas al
quiebro, al violín y por dentro muy cerrado en tablas supone un riesgo casi
insalvable que Manuel Escribano iba superando día tras día y con ello ascendía
puestos en el escalafón taurino. Últimamente había logrado encadenar
actuaciones diariamente con saltos desde Pamplona a Tarifa y desde Antequera a
Arlés. Viajes larguísimos e ininterrumpidos solamente soportados, sin sufrir
detrimento físico, por un atleta excepcional como lo es éste matador de toros que
diariamente entrena allá donde vaya a actuar y que incluso tiene en su chalet
de Gerena una gimnasio profesional.
Un torero siempre está
expuesto a cogida y por ello llegó el fatídico día de la corrida concurso de
ganaderías de Sotillo de la Adrada ese pueblo abulense donde el culto al
toro-toro se ha dado de siempre, al formar parte este pueblo serrano de la
Sierra de Gredos del denominado taurinamente “valle del terror” donde tantos
toreros han visto truncadas sus ilusiones de gloria.
He podido ver la cogida a
través del video que subió a Internetel portal taurino burladero.com y a la vista del mismo saco
la siguiente conclusión: Manuel no había encontrado facilidades en su primer
oponente y, acostumbrado a triunfar todos
los días, no podía conformarse con irse de vacío de la coqueta y llena plaza de
Sotillo.
Hace quince días en la
entrevista que le hice antes de la corrida de Tarifa en la que actuó formando
terna con "El Cordobés" y "El Fandi", se sinceró diciéndome que: " trataba de
superarse como banderillero, pues todavía tenía mucho
que aprender".
En el primer par de
rehiletes, el toro le apretó en exceso, pero gracias a sus portentosas
facultades físicas fue capaz de superar la velocidad del toro en la embestida,
ganarle la cara y clavar en lo alto. ¡No
era un toro fácil de banderillear! En el
segundo par, los banderilleros trataron de cerrar al toro en uno de los
burladeros, pero Manuel les ordenó que lo dejaran en el terreno que estaba. Lo
citó. El toro dudó en embestir, por lo que uno de los banderilleros le tocó con
el capote justo en el momento en que Manuel lo citaba con la voz y moviendo las
banderillas. El toro no se fijó en Manuel y sí en el capote del subalterno, al
tiempo que se arrancaba hacia el matador. Era una arrancada sin fijeza y por
eso no obedeció al quiebro llevándose por delante al atlético torero de Gerena estampanándole
materialmente contra uno de los burladeros.
El brutal impacto le había
reventado la vena ilíaca izquierda sin que nadie pudiera darse cuenta, al no
haber cornada externa, que se trataba de una lesión gravísima que por
hemorragia interna podía desembocar en un choque hipovolémico (también llamado
shock hemorrágico) de consecuencias irreparables.
El shock hemorrágico se
define como: “síndrome complejo que se desarrolla cuando el volumen sanguíneo
circulante baja a tal punto ( 20 % del volumen normal) que el corazón se vuelve incapaz de bombear suficiente
sangre al cuerpo y esta sangre puede estar acumulada fuera del continente
sanguíneo, como en este caso, en la cavidad abdominal”
La rapidez del diagnóstico e
intervención, salvaron a Manuel ya que el depósito de sangre en la cavidad
abdominal era de 4000 cc que vienen a representar el 80 % del total de sangre
que Manuel con sus 70 Kg
de peso representaban y que se cifran en unos 5000 cc. ¡El shock hemorrágico estaba ahí! Shock hemorrágico que
estaba agravado por el shock neurogénico
causado por el dolor que inhibió el centro vasomotor.
Nada más conocer la noticia, desde Tenerife en donde nos encontramos,
llamamos al teléfono móvil del torero que no se encontraba operativo. Le
pusimos un mensaje. También llamamos al teléfono de su padre que no nos atendió
a la llamada al encontrarse posiblemente saturado. Finalmente por Facebook
contactamos con un hermano de Manuel quien nos dijo que se encontraba estable
dentro de la gravedad y que su vida no corría peligro.

Según su mozo de espadas
David Gerena, Manuel se encuentra de momento apagado anímicamente por haberse
interrumpido, que no apagadas, las extraordinarias perspectivas de fin de
temporada. Perderá una serie de actuaciones, pero lo más importante es que el
torero está ahí y recuperar el camino es cuestión de tiempo que en estos
colosos suele ser muy corto.¡Ánimo Manuel! y hasta muy pronto en que de nuevo
estarás dando guerra.