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sábado, 2 de mayo de 2020

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA . Entrega 1.

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA por capítulos
Hace un par de años que, con toda la ilusión del mundo, inicié la escritura de una obra taurina para ofrecérsela a la ciudad que me acogió con todo cariño desde que arribé a ella para realizar mis prácticas de milicia como Alférez de Infantería en el ya lejano año de 1967.
Me casé con una mujer tarifeña y de este matrimonio nacieron tres hijos uno de los cuales vio la luz en el Hospital de las Monjas de nuestra histórica ciudad.
Por estas circunstancias me considero un tarifeño más y, ahora con mi jubilación, me he venido a vivir a un piso que adquirí en la Avenida de la Constitución en plena Alameda.
Una vez finalizada esta Historia de los Toros en Tarifa desde el año 1600 hasta nuestros días,  se lo ofrecí a la Concejalía de Cultura quien no aceptó su edición por falta de recursos económicos (1.600 euros).
Se lo ofrecí posteriormente a la Delegación de Cultura de Cádiz quien me comunicó que no tenían in mente editar nada de tema taurino
Cómo no me mueve ningún interés crematístico y con la finalidad de que una obra de este calibre (más de 700 páginas y más de 600 imágenes) no se quede en baúl de los recuerdos, he decido subirla a mi blog taurino para que cuantos estén interesados puedan leerla en abierto.
Poco a poco irán teniendo noticias de ellas. Espero les interese.


 
 HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA.









Luis Alonso Hernández.  
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DEDICATORIA.
A mi familia por el tiempo que la he hurtado para la gestión y conclusión de este trabajo.
Al amigo Juan Navarro Cortecejo quien con la aportación de datos me motivó para escribir esta Historia.
A todos aquellos taurinos de Tarifa que, sin darse cuenta, han ofrecido vivencias para con ellas configurar estudio cronológico de la Historia de los Toros en Tarifa.
A la muy noble Ciudad de Tarifa quien con sus encantos ha logrado que me considere un tarifeño más y la aporte este libro que enriquecerá su Historia.

 

PREFACIO.

Siempre tuve in mente, escribir la Historia de las Ganaderías bravas que se asientan sobre tierras tarifeñas. Mantuve contacto con distintos ganaderos propietarios de las mismas, pero por distintos motivos que sería prolijo enumerar, no lo pude llevar a efecto.

Una vez asentado en esta ciudad para, posiblemente acabar mis días en ella, he asistido a todas las Jornadas celebradas sobre Historia de Tarifa y me remordía la conciencia de no haber aportado alguna comunicación al respecto cuando me he pasado parte de mis años de estancia en Valladolid escrutando legajos en el Archivo Histórico de Simancas conducentes a llevarlos a mis dos libros escritos y publicados sobre tema taurino. Un Archivo donde hay todo lo que cualquier historiador puede soñar sobre la historia de cualquier ciudad española y Tarifa no era ajena a ello.

En las últimas Jornadas celebradas sobre Historia de Tarifa del año 2018, al término de una de las sesiones Juan Navarro Cortecejo me saludó y me ofreció sus recortes taurinos de muchos años para que los plasmara en un libro a  lo que accedí consciente de la dificultad que esta labor suponía pues en una Historia Taurina hay que poner en orden la evolución histórica de la misma, los festejos taurinos y para-taurinos celebrados en la ciudad, así como la evolución cronológica de los festejos de las distintas ciudades de España y Francia  donde se hayan lidiado reses pertenecientes a las ganaderías asentadas en nuestro término municipal y las que son propiedad de ganaderos tarifeños.

Ganaderías que van desde aquellas del siglo XIX tales como José Prado o Beatriz de Orta, hasta la última fundada en 1996 de D. José Javier Núñez Cervera, pasando por las emblemáticas del siglo XX, entre las que ocupa lugar preminente la de D. Carlos Núñez Manso y sus herederos e incluso aquellas que pertenecen a la Asociación de Reses Bravas tales como la de D. Joaquín Núñez del Cuvillo o las de José de Martí de Facinas, hijos de Mariano Núñez de Tarifa o de Carlos Núñez de Polavieja.

Con todos estos ingredientes, prepararemos un coctel y, tras servirlo, iremos colocando las distintas copas en los lugares adecuados con la finalidad que resulte una Historia de los Toros en Tarifa desde sus orígenes, ordenada, de lectura fácil y a ser posible…atractiva.

 

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA.

En España desde hace siglos, el TORO ha sido elemento consustancial a las Fiestas.
Y en Tarifa no podía ser de otra manera. Por ello en nuestra milenaria ciudad, se han celebrado, como costumbre desde los siglos XI o XII, toros por las calles (desde el toro gallumbo o toro de la cuerda, pasando por el toro encordado y el toro del aguardiente) hasta llegar a las novilladas y corridas de toros siempre con motivo de alguna celebración festiva, relacionadas con la realeza (nacimiento, cumpleaños, bodas tanto de príncipes como de Reyes, coronaciones), Ferias, fiestas religiosas y visitas ilustres a la ciudad.
Y he a            quí que, en el Primer Cabildo Municipal que conocemos de nuestra ciudad que data del 6 de agosto de 1592 se trató de que esta villa fue ganada a los moros  el día del SEÑOR SAN MATEO a cuya advocación es la Iglesia Mayor que ha en esta villa  y aunque en los años pasados no se hayan formalizado Fiestas solemnes el dicho día ni por excepción como había obligación se hiciese  en conmemoración del bienaventurado Santo y ahora de parte de este Consejo acordó que para el dicho día de SAN MATEO haya fiestas y se haga una procesión solemne y se diga sermón en la dicha iglesia Mayor y que a la dicha procesión se hallen todos los clérigos que tuviera la villa, a los cuales se les de a cada uno de ellos una vela  de cera blanca de la cantidad y peso que acordasen los del Consejo y que para que la dicha procesión se haga y tenga efecto se obtenga la correspondiente licencia del Obispo de Cádiz  para que se haga el dicho día  y se trate con Álvaro de Piña vicario de esta villa para dar asiento a lo susodicho  y que así el mismo día de la procesión se saque el GUIÓN que ésta villa tiene  y lo lleve la persona  que por las ordenanzas de su gobierno esté mandado y sea Alcalde Corregidor que fuera de ésta villa. Y así mismo HAGAN FIESTAS Y SE LIDIEN UNOS TOROS Y JUEGEN CAÑAS Y OTRAS FIESTAS como al Consejo pareciere y se acordó sea a costa del Consejo las dichas Fiestas  que hicieran y situaron PARA SIEMPRE JAMÁS y se comete y nombraron los diputados a Juan Andrés de Morales y Juan de Sierra Yáñez, Regidores y para ello se les dio poder y comisión en la presente forma y para traer los toros al vecino de Moguer, Sebastián Muñoz Salado.
Jurado, Dr. Jorge Morejón, Baltasar Campuzano, Secretario del Cabildo y Escribano Público…””

En 1601 se hacen fiestas porque la Reina Nuestra Señora parió a los 22 días de septiembre una hija y naturalmente, hubo toros.
Idem. Libro I (1592-1604). Sesión 1 de septiembre 1597.”
En éste Cabildo se acordó que las fiestas que en cada un año se hacen por ciudad el día del señor San Mateo están juradas se acuerda y manda se hagan este presente año y se haga procesión el día y sermón y se dé cera y asimismo se lidien toros  y hayan dos de garrochas y juegos de cañas  y las demás fiestas  que parecieren a los diputados  que se nombraron todo a costa del concejo y se comete y nombraron  por diputados a Juan Andrés de Morales y Juan Sierra Yáñez  regidores  y para ello se le dio poder y comisión en la forma y para hacer traer los toros a Alonso Martín de Moguer y se haga fiesta y procesión del día de San Mateo como es costumbre y se traiga cera blanca y se comete a los señores alcaide Luis de Carvajal y don Francisco de Piña regidores..” Sesión 13 de septiembre1599 “En este cabildo se acordó que porque en las fiestas que se suelen hacer el día de San Mateo están juradas por la ciudad y porque el día de San Mateo viene muy presto acordaron y mandaron se hagan fiestas de toros y juegos de cañas  y haya vísperas y misas procesión el día de San Mateo ..””
Idem. Libro II (1611-1614). Sesión 17 de septiembre 1612.

1601
Compareció en este Cabildo Andrés Núñez  comisionado que fue a Valladolid y entregó los Privilegios de la ciudad confirmados por su Majestad y los cuales dispuso el Cabildo que se guardaren en el archivo. También se leyó una cédula del Rey Nuestro Señor  firmada de su Real nombre y que la trajo un “propio” a nuestra Ciudad por la cual daba aviso al Consejo que como la Reina nuestra Señora parió a los 22 días de septiembre una hija y manda que éste Cabildo  por ello hagan fiestas y regocijos que el caso requiere  y que esto sea con moderación como en la dicha Real Cedula consta y habiéndolo visto  y tratado y conferido sobre ello que se hagan fiestas  tan justificadas  se acordó y mandó  se hicieran fiestas de toros por las noches con hachones encendidos en el recinto de la ciudad y una encamisada o mascarada y que en estas fiestas entren la Junta, el Regimiento y Hacendados  y toda la gente de la ciudad que quisieren y se pregonen las dichas fiestas para el domingo próximo  y que todos los Hacendados  y ricos así como el Cabildo no falten  a la dicha “encamisada” sopena de mil maravedíes a cada uno por los gastos  de dichas fiestas y que las demás gentes se animen y salgan  a la calle  pues éste es servicio del Rey  nuestro Señor  y se comete en las dichas fiestas a todo este Concejo y Oficiales de él y así que cada uno por su parte acuda en lo que fuere menester.
La Dehesa de El Valle además de ser alquilada se destinaba igualmente como pasto para los novillos, en concreto en octubre de 1597 se acordó la entrada de veinte novillos o diez vacas de Pedro Díaz y diez novillos o seis vacas de Antón González.
Sin embargo, parte de sus rentas y tierras estaban enajenadas. Para recuperarlas el concejo decidió cobrar una renta al ganado que andaba por la dehesa, acordando además, que si no bastara se acogiesen novillos y se alquilase la hierba su hierba. En mayo de 1611 se acogen cien vacas, que junto con los novillos recibidos  en otras dehesas debían servir para pagar los gastos de la fiesta del Corpus, extremo que se repite al año siguiente  en julio de 1612, cuando se acuerda sacar a pregón, según facultad real  la acogida de cie
cuando se acuerda sacar a pregón, según facultad real  la acogida de cien vacas en la dehesa de El Valle, que estaba consignada entonces para la paga de guardas. En fechas posteriores se aprobó que el arrendatario de las cien vacas pagase de forma anticipada trescientos reales.
Por las informaciones recogidas en el mismo sabemos que en la Dehesa de la Zarzuela, el día 3 de enero del año 1600 se prendieron doce novillos y treinta y una vacas, la lista de infractores proporciona algunos nombres o apellidos ya conocidos, como Juan Cantero de Morales , Antón Martín de Lias, Pedro Martínez del Páramo y otros tantos , un total de dieciséis personas , entre las que se incluía el propio boyero que debía imponer orden Diego Hernández, a quien se le tomaron cuatro novillos y quince vacas, pero mientras al boyero se le impuso una sanción de seis reales  por cabeza, al resto se le incrementó la cuantía por lo que debían pagar por cada animal, una multa de ocho reales.-
El 14 de diciembre del 1612 se manda arrendar la Dehesa del Valle de Arriba  para pagar las deudas contraídas por el consejo, más de 2.500 ducados , por lo que se solicitó el correspondiente permiso de la monarquía para poderla alquilar por tiempo de seis años, alquiler  al que se añadían  el monte y la bellota  que le pertenecían, aunque se permitía a los labradores traer a la misma  los bueyes de labor  y las bestias de servicio  durante el tiempo de la sementera y de la trilla, las yeguas que realizaban la faena.
En junio de 1813  se aprobó acoger cien vacas  en la dehesa cuyos beneficios irían destinados a la paga de los guardas, al tiempo que se advertía que se impondría una multa de seis reales por cabeza a las reses que estuvieran  sin autorización en El Valle y que la misma pena tendrían  cualquiera de las cien vacas acogidas si atravesaban los límites de la dehesa y penetraban  en la de Facinas. Unas condiciones de arrendamiento  que volvían a repetirse  el 15 de julio de 1613, aunque el día 23, aún, no se encontraba arrendada por carecer de la correspondiente licencia real. Días antes se había despejado la dehesa, echando el ganado allí acogido.
Todavía  en diciembre de 1613 se encontraba sin alquilar, toda vez que en el cabildo vuelve a tratarse en cabildo su arrendamiento, lo que comportaba lógicamente, la salida del ganado que pacía en su interior, medida que se comunicó al vecindario  mediante un pregón público en el que se dio de tiempo  ocho días, exceptuando  los bueyes de los labradores que cultivaban en ciertas partes de la dehesa, a los cuales se les permitía estar una semana más  disfrutando de sus pastos, mientras que los ganados acogidos podían ser conducidos a cualquiera de las dos dehesas boyales, la Zarzuela y La Peña.
Igualmente se dio aviso de que en fechas posteriores se abriría un nuevo acogimiento. Por último el Concejo acordó imponer una serie de penas a los infractores: cuatro reales por cada res vacuna, seiscientos maravedíes  por ganado menor de lana y cerda, y por último en el caso de las manadas de  carneros  una pena de  mil doscientos maravedíes.
Días más tarde, el 12 de diciembre, se comenta  en el cabildo que aunque se había ordenado “…descargar la dehesa  del Valle de Arriba  y guardarla para hacerla novillero para acoger en ella los ganados y procedido para desempeño de las muchas  deudas que este concejo tiene…”el guarda de la dehesa informaba que las piaras de cerdo que comían la bellota en sus montes salían de los lugares señalados.
El Ayuntamiento tarifeño participaba en las principales fiestas religiosas, tales como El Corpus Christi y la Candelaria 484 que eran las más importantes. A estas se unía la Festividad de San Mateo, uno de sus santos patronos que transcendía  el aspecto meramente religioso al presentar la vertiente civil  de la celebración de la toma cristiana de la población. Fiesta en la que se hacía participar al vecindario.
“…la ciudad acordó y mando  que se hagan las fiestas  del bienaventurado señor San mateo  de esta ciudad y para ello se comete para la procesión y fiesta de él  al capitán  Juan Andrés de morales  y a Alonso de Torres  de mendoza si estuviere desocupado y para las fiestas  de toros  que el sábado siguiente  han de hacer  a Alonso Gatón conejo  jurado de este concejo…y para ello se busquen dineros  prestados  de donde se hallaren y se presenten públicamente que todos los vecinos  de esta ciudad en replicar la campana del castillo pongan cada uno en su pertenencia luces luminarias  y candelas  en señal de regocijo y se dispare la artillería pequeña del castillo y pena de trescientos maravedíes  a todos los vecinos que incumplan lo susodicho…”  486
Idem. Sesión  16 de enero de 1613”…
La ciudad dice que ha entendido  que en todos los lugares de la comarca el día de Nuestra Señora de La Candelaria se reparten velas  a los caballero y jurados …pero que…los dichos concejos  y cabildos civiles y eclesiásticos  vayan con ellas encendidas  en las procesiones  que se hicieren  los tales días sirviendo a Dios nuestro Señor y acompañando las imágenes  y porque esto conviene imitar esta buena y loable costumbre que entre este  cabildo el señor vicario y la demás clerecía haya toda conformidad se acordase le hable al dicho vicario  para que por su persona  o escribiendo al señor provisor  de este Obispado  se le pida y mande que la fábrica de esta ciudad se den a este cabildo los días de Nuestra Señora de la Candelaria perpetuamente las velas  que fueren necesarias  que este concejo ofrece hacer lo mismo el día de San Mateo dando las tales velas  al dicho vicario y clerecía  y esta misma conformidad se le escriba por el concejo al señor provisor…”
Idem. Sesión 30 de enero de 1618.
Idem. Sesión no `puede leerse la fecha del cabildo. “…
Otra gran celebración era la fiesta del Corpus, en la que se conjugaban la celebración religiosa y fiesta de los toros 489
La ciudad nombró por diputados comisarios  de la fiesta del Corpus episte de este presente año a Juan López Moriano  y luis Gutiérrez Solís  regidores para como tales comisarios de esta ciudad acudan a la solicitud de la fiesta del santísimo sacramento  de dicho día  como se acostumbra. Y a Sebastián díaz conde  regidor de este concejo se nombró asimismo para comisario para que pueda hacer lo tocante a las fiestas de los toros    que le pareciere que para ello…”. “…que se haga las fiestas de toros  y las demás del santísimo sacramento  como se acostumbra  y se comete a tomás Gutiérrez  de ayllón y…”
En las celebraciones del Corpus tenía un especial protagonismo la Hermandad del Santísimo Sacramento, que solicitaba a la ciudad los pendones que poseía  para engalanar la procesión. Pendones que también se dejaban a la Iglesia  para adornar el monumento  de jueves santo en las celebraciones se Semana Santa.
Junto a los toros durante la fiesta del Corpus las danzas tenían una singular importancia, así al menos se nos comenta  en actas capitulares al señalarnos que los diputados tenían concertadas”…dos danzas en treinta y dos ducados…” 492
Hacia 1617 comenzó a celebrarse con gran alarde  e importancia la fiesta de la Inmaculada Concepción, así en octubre de aquel año se acordó por un lado celebrar un novenario  en honor de la Virgen, en rogativa por una buena climatología y por otro escribir al señor obispo de la Diócesis  para que según los dictados papales, autorizase la celebración  del día de la Purísima  y hacer fiesta  y procesión por las calles tarifeñas 493
En fechas posteriores las capitulares recogen una precisa descripción de cómo debía celebrarse la fiesta:
“…la ciudad dijo que en otro cabildo antes de este tiene acordado que por cuanto su Santidad mando… publíquese y guarde  la opinión de la limpieza de la virgen de nuestra señora concebida sin mancha de pecado original y por el mando …tiene acordado se haga por ciudad todas las fiestas que fueren posibles el día de su fiesta y se traigan toros y jueguen cañas en la calle de san francisco donde está la imagen de nuestra señora y que esta noche se hagan luminarias y se pregonen por todos en sus puertas se enciendan lumbres y se hagan todos los regocijos que fueren posibles…” 494
En febrero de 1618 ya se había producido un cambio en el arrendatario que para entonces era doña Ana de Niebla, arrendamiento que terminaba a la llegada del verano toda vez que la dehesa fue puesta de nuevo en alquiler para San Juan en el cabildo de 15 de junio de 1618, por lo que el Ayuntamiento acordó la salida del ganado que estaba dentro y poner un guarda que la vigilara  hasta su remate. En octubre se nos comenta que mientras la bellota de Guadalmesí se había arrendado, no se había podido hacer lo mismo con la Dehesa de Las Joyas, por lo que se acordó poner una guarda  hasta la fecha de su remate. Finalmente el 22 de enero de 1619, se comentaba  que la Dehesa de Las Joyas, situada para el salario del corregidor, estaba arrendada a Fernando Martin Príncipe Doncel.
Por último nos ocuparemos de las llamadas Dehesas Boyales: La Zarzuela y La Peña que estaban designadas pastos de los bueyes de arada de los vecinos  y al acogimiento de novillos para hacer frente  a diversos gastos. El primer testimonio de acogimiento de novillos lo tenemos en el año 1592, cuando con el arriendo de Facinas, Cotos  de la Mar, Moraleja y Tabla no se había podido afrontar el pago del impuesto  de Millones, hecho que llevó al cabildo a decidir  el recibimiento de novillos y vacas  en las dehesas concejiles. En 1601 tenemos el primer testimonio de un acogimiento de novillos efectuado en la dehesa de La Peña, que se estableció en un número de doce reses cada año, y cuyos beneficios irían destinados  a los gastos de reparación del llamado puente de la laguna.
La acogida de ganado se repitió el 25 de julio de 1602 cuando se acordó pedir licencia al Rey  para poder acoger cincuenta novillos en la dehesa de La Peña y otros cincuenta en el Valle  y en la Zarzuela, a razón de doce y catorce reales  por cada cabeza de ganado, a los que habían que sumar el coste de la guarda del boyero, dos reales por cada res, que estarían destinados para cubrir los gastos generados por la peste.
Un nuevo proceso de acogida se verificó el 29 de mayo de 1611 cuando se aprobó la entrada, tras un pregón público, de cien vacas en El Valle  y cuarenta novillos en las restante dehesas, cuyos beneficios al pago de las fiestas  del Corpus, cifra que se rebajaba, en el cabildo siguiente, a veinte novillos  en la dehesa de La Peña y a diez en la Zarzuela. Medidas que se repiten al año siguiente, cuando para el pago de las fiestas del Corpus se acogen cien vacas en El Valle  de Arriba y cuarenta novillos en las restantes dehesas, veinte en la dehesa de La peña, diez en El Valle y diez en La Zarzuela.
El tema de las dehesas boyales fue de nuevo objeto de debate en el cabildo de 5 de junio de 1611, al hacerse mención a los daños causados  en las gavillas y rastrojos de los sembrados  por los ganados que entraban en ellas, lo que originaba que los dueños de los sembrados  no podían aprovecharlos para sus propios rebaños. Daños que llevaron al concejo a prohibir la entrada de ganados ajenos bajo pena de mil maravedíes, una sanción en la que cada animal y ocasión estaban detallados, las bestias caballares atadas incurrían en la pena de mil maravedíes mientras que si estaban sueltas
 
CONFIRMACIÓN DE LOS PRIVILEGIOS POR FELIPE III Y OTROS ASUNTOS.

Tal como veíamos en la introducción al Cabildo anterior sobre los Corregidores, S.M Felipe III nombra aquí un interino y se da cuenta de la afección pestilente que afectaba a ciudades próximas, no ya a Tarifa.
La tercera noticia es la designación de un Comisionado  o representante del Cabildo. Que había acudido a Valladolid (donde se expidió la Cédula o documento  real de concesión anterior) con los privilegios es decir, el documento en el que constaban las gracias y prerrogativas  que la autoridad superior (el Rey en este caso) concedía a una corporación y que, por ello, tenía unos límites geográficos concretos.
Una noticia festiva es motivada por la cédula real enviada  por un “propio” (persona que expresamente se envía de un lugar a otro con una carta o recado) desde la Corte. Se trata del nacimiento de una infanta de España, Ana de Austria, que en 1615 contraería matrimonio  con Luis XIII en Francia, a cuyo fallecimiento ostentaría la regencia en nombre de su hijo Luis XIV.
La buena nueva se celebró con fiestas de toros por las noches, que vivían con los Austrias  sus mejores momentos, tras conseguir Felipe II levantar las penas de excomunión que sobre ellas existían: y una “encamisada”, mascarada o mojiganga. Consistía esta última en un festejo nocturno con iluminación de hachas  y en la que sus participantes se disfrazaban de formas  carnavalescas, predominando las formas de animales.
Dado el carácter oficial de las mismas  se pregonaron y se exigió la participación de los miembros del Cabildo. Estamos pues ante los orígenes de la institucionalización de dos fiestas  muy arraigadas en nuestra ciudad y toda la provincia: los Toros y los Carnavales.
El tema de dejar limpia de ganados la dehesa de El Valle continuó, toda vez que pasado varios días los vecinos ganaderos volvieron a llevar a pacer sus ganados, por lo que de nuevo se acordó dejarla “…limpia y descargada…”, echando fuera a las reses e imponiendo las mismas penas que se han señalado anteriormente, un acuerdo que se pregonó durante todo el día  para que los vecinos pudiesen sacar los ganados  sin sanción. En junio de 1615 la dehesa volvía a estar arrendada para el pago de diversas deudas.
El 4 de julio de 1616 se comentó que tanto El Valle  como Facinas  estaban arrendadas por cuatro años, hasta San Juan de 1618, por el precio de un millón seiscientos ocho mil treinta y dos maravedíes, con ellos se debía satisfacer una deuda  que ascendía a novecientos ochenta y cuatro mil seiscientos cincuenta y ocho maravedíes. El día 18 se solicita a los arrendatarios de Facinas  y “El Valle” mil ducados destinados  al pago de la deuda con los Herederos de Salvador Vázquez Palomino, el convento de San Norberto de Madrid. En la sesión del 16 de agosto se nos informaba que el arrendatario  de la dehesa de El Valle  era Fernando Martín Príncipe  a quien se le cobrarían cien reales que se destinarían  a pagar el censo de la capellanía de Montesdeoca tenía sobre las casas del cabildo municipal.
En febrero de 1618 se acuerda arrendar de nuevo la dehesa dejando una parte para los bueyes de labor, los beneficios del arrendamiento irían destinados a la paga del impuesto de Millones. En fechas posteriores se aprobó cobrar parte de sus rentas  junto con la de Facinas para hacer frente al pago del préstamo contraído para realizar el pago del impuesto de Millones. Por último en agosto de 1619 nos da cuenta como su arrendatario era Juan de Arcos Robles.
Otra dehesa de gran protagonismo fue La Moraleja, ya en 1592 estaba arrendada al igual que Facinas, Los Cotos de la Mar,  y la Tabla para pagar el impuesto de Millones. Nuevas noticias proceden del cabildo de 26 de abril de 1599 cuando se acuerda arrendar la dehesa de La Moraleja  para redimir un censo de mil quinientos ducados  y en el caso de no poder hacerlo acoger novillos en las dehesas concejiles.
En junio del año 1600 fue puesta, de nuevo, en alquiler por tiempo de un año, pues el alquiler vigente terminaba en San Juan, un arrendamiento  que se destinaría al pago del censo, sin embargo, a comienzos de julio, aún, no había podido arrendarse por no haberse alcanzado la cantidad de dinero que había recibido el concejo en otras ocasiones, unos doscientos treinta reales  anuales 13. Su arrendamiento tendría que esperar  a abril de 1601 en que se alquiló por tiempo de dos años, destinándose para satisfacer el censo ya citado, que se había tomado para el pago anticipado del impuesto de Millones.
La cercanía entre La Moraleja y La Peña hacía que los ganados pasasen de la una a la otra sin el correspondiente control concejil, por ello en el cabildo del 11 de octubre de 1601 se pidió al arrendador de La Moraleja, Juan García Castillo, un personaje que ocupará el oficio de regidor perpetuo a partir de 1612, un cuantioso dueño de ganados, que vigilara sus ganados y evitase su entrada con advertencia de ser castigado con severidad; el ayuntamiento encargó al boyero, al cuidado de los bueyes que pacían en La Peña, la vigilancia  del acuerdo y en caso de infracción que informase al concejo.
Tal como se ha señalado anteriormente, el tema de los bueyes y de las dehesas donde pacían era de gran importancia  para el concejo, por ello no es de extrañar que el 28 de diciembre de 1611 el cabildo mostrara su preocupación por “…cuanto las dehesas concejiles que esta ciudad tiene para remedio  y conservación de los bueyes  de labor van en disminución…”y por ello  y para que  “…los dichos bueyes…”fueran “… en aumento..”, se proponía “…limpiar y descargar las tales dehesas de los ganados que no puedan andar en ellas como son vacas y otras reses…”, debido a la “…necesidad que las dichas dehesas tienen de descargar ganados para la conservación y beneficio de dichos bueyes …”. De esta forma, las autoridades municipales  ordenaron a los ganaderos que tenían reses acogidas en las dehesas que sacasen las vacas y dejasen solo a los novillos en plazo de ocho días, además se prohibió la entrada  de nuevas reses pena de lo ya estipulado para las cabezas de ganado que andaban sin permiso en las dehesas. Un hecho también se aplicaba al obligado de la Carnicería, al que solo se autorizaba tener en las dehesas el ganado, bueyes o novillos destinados para el abasto de la población.
La protección de las dehesas concejiles destinadas como pasto a los bueyes se manifestaba de nuevo  en el año 1617 cuando el consistorio municipal prohibió  la edificación de corrales  en la dehesa de La Zarzuela  o en otra cualquiera dehesa  concejil bajo pena de dos mil maravedíes  y el derribo del corral. . Es más, las dehesas de La Peña  y la Zarzuela, eran objeto de una constante vigilancia  por parte del concejo, para que en ellas  no pastaran más que los ganados que no estuviesen acogidos, de la inspección y multas  que se impusieron en las visitas o inspecciones, que se giraron por orden del corregidor Licenciado Manuel de Sampayo hay un magnífica descripción.
Ya nos remontamos  al año 1665 con motivo de sacar a la Virgen del Sol en procesión y hacerle novenario. Se hicieron fiestas, con toros incluidos…
La Virgen del Sol era la Patrona de los Tratantes de las Aguas del Mar que tenía su ermita en el Paseo de la Alameda (antes Huerto del Sol)
También recogemos que hubo festejos con juegos de cañas, suelta de toros y soldados a caballo con motivo del día del Corpus de 1669.
Allá por el año 1700 había un diputado de “vacas y novillos” de la Dehesa de La Peña.
En estos mismos años hay corridas de toros a beneficio de la Hermandad de Nuestra Señora de la Luz.
Y hablando de 1700, dice Andrés Sarria en su libro “Tarifa a comienzos del siglo XVIII:
“Al parecer el único festejo no religioso  que se celebraba en Tarifa  era el de las corridas de toros que por otro lado no eran muy frecuentes ya que únicamente hemos recogido cinco ocasiones  en que se organizó esta fiesta.  Las corridas  siempre tuvieron lugar para celebrar algún acontecimiento importante en la vida del país: nunca con AFAN LUCRATIVO  o por simple y espontáneo divertimento de los vecinos.
Al igual que para las fiestas del Corpus y San Mateo, para la fiesta de toros también se nombraba a un regidor como diputado para su organización quien debería rendir cuentas de los gastos efectuados.
La corrida de septiembre de 1707 se dio para congratularse del feliz parto de la Reina.
La del año 1708 para festejar el primer cumpleaños del Príncipe. En la corrida del año 1708 el picador y sorteador cobraron  300 reales, los mismos que costaba el caballo del picador. Hemos de hacer constar el elevado gasto  en trigo y cebada que se requería  para alimentar a los animales que tomaban parte en la organización y puesta en escena del festejo
En julio de 1709 también hubo una corrida de toros  para celebrar el segundo parto de la Reina.
El día de San Luis de 1710 también se hicieron fiestas  por el cumpleaños del Príncipe, acordando los regidores que, para la víspera de dicho día se hagan fuegos y luminarias y se traiga novillo, y para dicho día se traigan toros. (Actas Capitulares, Vol núm 18, Fol 128).
La quinta oportunidad que hubo para celebrar fiestas de toros fue con motivo de la importante victoria borbónica de Brihuega  en la que a partir de ella se enviaron cartas a los pueblos y ciudades dando cuenta  sobre los felices sucesos que las armas de Su Majestad  lograron. Tarifa se sumó a la celebración con gran alegría, acordando el Cabildo que para mayor demostración de afecto  con que esta ciudad ha celebrado estas noticias, se corran fiestas de toros en la plaza cerrada que, parece ser, se trataba de la plaza de Santa María  para lo que se debían cerrar las puertas con  tablones y trincos de madera que se quitaban una vez finalizada la función.
Se toreaba con picador  y sorteador y como nota curiosa hemos de señalar  que se empleaba un estafermo o muñeco suponemos que para distraer  o engañar al toro.
En 1717 también hubo Fiesta con toros con motivo de la Festividad del Misterio de la Concepción de Santa María, organizada por la Hermandad de San Pedo
El varilarguero tarifeño Gallardo marcha a Lima.
En el año 1720  del libro de Guillermo Boto sacamos que:
Miguel Ramírez picador nacido en Tarifa, hijo y nieto de vaqueros, por lo que desde muy joven  aprendió a moverse  entre los toros  manejando garrochas.
En el día 15 de agosto del año 1722, se celebra una corrida de toros  a beneficio de la Hermandad de Nuestra Madre y Señora de la Luz. Se obtuvieron 2090 reales  líquidos.
Las cuentas fueron las siguientes:
Recaudación bruta.- 3.417 reales.
Gastos:
Por traer los toros desde el campo y gratificaciones  a los aficionados Jesús Guzmán e Híscio Cherino:……………………………………………...188 reales.

Por muerte de dos caballos: ……………………………..  480 reales.

Otros gastos sin especificar: …………………………….   659 reales

                                                                         -------------------------------

Total de gastos: …………………………………………  1.327  reales.

Recaudación……………………………………………… 3.417

Gastos: …………………………………………………….1.327

Beneficio: …………………………………………………2.090

En el año 1746 tenemos dos acontecimientos con Fiestas  y Toros:
La proclamación del Rey Fernando VI y la Festividad del Corpus de ese año.

SOBRE LA PROCLAMACIÓN  DE FERNANDO VI.
“Nuestro rey Don Phelipe V, que Dios goza murió el Sábado día 9 de Julio de 1746 vide libre.
Nuestro Catholico Rey Don Fernando VI que Dios guarde, fue jurado rey en Madrid día onze de Agosto de 1746, y en esta ciudad de Tarifa, se juró el Domingo en la tarde dia 28 de dicho mes y año día de San Agustín, y en la Plaza de Santa María. En esta funsión, hizo las veces de Don Thomaas de Sierra y Chirinos Alferez Mayor en propiedad, y Regidor de esta ciudad por estar ausente de la villa de Vexer, y achacoso, Don Carlos Moreno y Prados , Regidor de Preeminencias de esta ciudad, y a la finsión asitieron  en el tablado, Don Francisco Muñoz escribano del Cabildo, Don Fernando Jiménez  y Tivera, jurado y los Regidores Don Juan Gatón y Doncel, Don Lorenzo de Parra, Don Pedro Moriano y Lara, Don Pascual de Rivera y Moreno, Don Diego Tovar y Galves, Don Híscio de Piedrabuena, Don Domingo Serrano y Espinosa y el dicho Dom Carlos Moreno  con el Estandarte  a la derecha dr Don Miguel de Aragón y Serrano Alcalde Mayor  de esta ciudad  y estando todos en la forma de Ciudad en el tablado dijo uno de los maseros  en alta voz tres veces silencio y el otro masero repitió por otras tres veces Oíd y después el que tenía el Estandarte salió a la frente del tablado en medio de todos , y dijo por tres veces en alto vos las palabras siguientes: Castilla, Castilla, Castilla, por nuestro rey Don Fernando Sexto que Dios Guarde.
Y para dar principio a esta funsión salieron de las Casas Capitulares  y montando todos en caballo, menos el Alcalde Mayor  y Don Carlos fueron en forma de Ciudad a la Casa de este y lo trajeron a las Casas del Cabildo  y entrando en su Sala Capitular  le entregó el dicho Alcalde  el Pendón a Don Carlos Moreno, volvieron a montar y anduvieron las calles regulares de estación, y por la Plaza Nueva  y Aljaranda llegaron a dicha plaza  y concluida la funsión  en la Plaza volvieron a dicha casa Capitulares dejando el Pendón y fueron a caballo al Refresco General y los dos días siguientes hubo fiestas de toros y tres de Luminarias y repiques generales”
Firmado: Luis Bermudes de Mendoza. LIBRO VIII DE MATRIMONIOS. Folios 89 vto y 90. ARCHIVO PARROQUIAL DE SAN MATEO.
“El jueves día 9 de Junio de 1746, en que se celebró la fiesta de Corpus Christi, no la celebró esta Ciudad ni su Ayuntamiento, pero la celebró el clero, y en su nombre el señor Bachiller Don Antonio Velasco y Brizuela Vicario de estas Iglesias, salieron en dicha fiesta y también en su día octavo los Santos siguientes: San Sebastián, San Roque, Santa Catalina, San Francisco Javier, Señor San Mateo y de mancomunidad de orden tercero, con la cofradía de Nuestra Señora del Sol, llevando delante a San Antonio, después San Francisco de Asís y después la Virgen del Sol, todos ricamente aderesados con muchas joyas y piedras preciosas, y se celebró con dos días de fiestas de toros, y con mucha más solemnidad que la ordinaria , aviendo sido diputados de esta fiesta Don Francisco Gaton  Robles y Mendoza, y Don Diego Chirinos y Escalante Presbítero y Don Gaspar Moriano y Lara Presbítero quien quasi la costeo y por si se obligó a pagar los toros  a su sueños y los fuegos balieron 240 reales y los dio por fuerza Moya”
A.P. San Mateo. Libro VIII de Matrimonios. Folio 85.
El 11 de agosto de este año con motivo de la proclamación  de Fernando VI, hubo fiestas de toros y tres de luminarias y repique general

Año 1749.
A partir de este año el picador tarifeño Miguel Ramírez picó con gran éxito en Cádiz y en Jerez y que el nombre que alcanzó en estas corridas hizo que se interesaran por él los Maestrantes sevillanos  que lo contrataron por primera vez en el año1752.

 Año 1755.
 Llega Marcos Núñez Temblador a  Tarifa

Año 1758.
En este año el día 25 de junio se presentó  en la tercera corrida madrileña, formando la primera tanda de la mañana con Cristóbal Ravisco, el picador tarifeño Miguel Ramírez.

Año 1765.- Nos encontramos con que otro tarifeño, el picador José Berdejo actúa en la corrida madrileña del 8 de agosto.

Años 1766- Nace el primer Núñez tarifeño.
Decía Carlos Posac Mon en un excelente trabajo en la Revista campogibraltareña, Almoraima sobre las relaciones comerciales entre Tánger Y Tarifa que el comerciante tarifeño Marcos Núñez Temblador traía para la Península ganado de Marruecos con la finalidad del consumo local, así que es posible que la actual cabaña vacuna de las poblaciones  fundadas en tiempos de Carlos III tiene, en gran parte un origen marroquí.

Año 1767. Ramón Gallardo varilarguero gaditano nacido en Tarifa embarca en Cádiz camino de Lima donde culminó su vida taurina. Cossío lo reseña como peruano

Año 1773.
El día 27 de julio se celebran toros  en el Santuario de la Virgen de la Luz a beneficio de la Hermandad y aquel año produjo un beneficio de 2876 reales.

Año 1774.
El día 16 de agosto. Se celebra una corrida en el patio del Matadero de Algeciras, también a beneficio de la Virgen de la Luz. La recaudación ascendió a 3392 reales y 20 maravedíes que al final arrojó un beneficio de 2088 reales.

Año 1776.
Según se desprende  de antiguas cuentas de la Hermandad, en este año ya existía loa ganadería de la Virgen. Contaba por aquel entonces con 40 reses  las cuales aumentaron a 41 en el año 1778.

Año 1780.- Cuando María Luisa de Parma, llevaba otra vez nueve meses de gestación, se recibe orden sobre rogativa, nace un Infante el 5 de marzo y el Rey manda una carta al municipio para que se ahorren los festejos por el nacimiento de su hijo y se dediquen esos recursos a “dotar pobres  y doncellas” de lo que posteriormente deberían darle cuenta.
Cabildo 24.2-1780. Folio 197.
Según consta el en libro de Ángel J. Saez Rodríguez “Tarifa llave y guarda de toda España”

Año 1781.
Se vendieron 4 reses  por un total de 930 reales. Hay que hacer constar que todos los beneficios de la ganadería  se destinaban en aquel tiempo para arreglos delo Santuario, gracias a lo cual pudieron hacerse  notables reformas durante los siglos XVIII y XIX. Así, no nos debe extrañar que en más de una ocasión se dejara de tener ganadería para poder  acometer obras en el Santuario.

Año 1792.-  El día 16 de agosto, nos aparece una corrida de toros celebrada en el patio del Matadero de Algeciras  cuyos beneficios fueron de 2.357 reales  y a beneficio de la Hermandad. La recaudación bruta fue de 3.746 reales.
Los gastos fueron:

Por juntar y llevar los toros desde Tarifa y gratificación a los aficionados... 399 reales.

Por la muerte de un caballo……………………………………………………… 250 reales.

Por compra de un capote…………………………………………….                  140 reales.
Otros gastos sin especificar...……………………………………………            600 reales
                                                                                                                ______________

Total de gastos……………………………………………………………           1.389 reales.

Año 1793. Nos encontramos con Marcos Núñez Temblador al parecer el primer Núñez Ganadero de toros bravos en Tarifa. Es el año de su debut como ganadero en Madrid.

Año 1795.- El día 18 de diciembre hace doscientos años, tiene lugar la toma de posesión del nuevo Corregidor de la ciudad de Tarifa Pedro Lobo y Arjona, que viene a sustituir a Alberto Albrecht.
El acto tiene lugar en el Ayuntamiento con la debida solemnidad. En primer lugar se lee el decreto de nombramiento emitido por Carlos IV y que entre otras cosas dice:
“Saved que entendiendo que así conviene a mi servicio y na la ejecución de mi Justicia, paz y sosiego de esta Plaza, mi voluntad es que el Teniente Coronel Don Pedro Lobo y Arjona, Ingeniero ordinario de mi Exercito, Plaza y Frontera tenga el oficio de Corregidor de capa y espada de esa referida Plaza y su Partido con los de Justicia y Jurisdicción Civil y Criminal y Algualzinazgo por espacio de seis años”.
A continuación el Corregidor saliente entregó al entrante el bastón de mando, por vara de Justicia, todo ello en señal de posesión.
En el decreto de nombramiento también se estipula el salario del Corregidor, que debía de pagar el Ayuntamiento del caudal de Propios, y que se elevaba a 6.600 maravedíes anuales.
En el mismo decreto se establece que concluido su mandato tendría la obligación de entregar relación de obras públicas, de calzada, puentes, caminos, empedrados, plantío y otras que hubiese hecho, concluidas o comenzadas en su tiempo y el estado en que se hallase lo demás que fuera necesaria o conveniente. También estaba obligado a informar sobre el estado de la Agricultura, ganadería, industria y comercio, de los estorbos o causa de atrazo del vecindario, decadencia o perjuicios que padezcan.
Pedro Lobo y Arjona conservó su cargo de Corregidor de Tarifa hasta el 11 de julio de 1807.
(Datos tomados del Archivo Municipal de Tarifa).
Es también el año en que muere Marcos Núñez Temblador
 Imagen  1.El rey Carlos IV nombró hace 200 añosal n uevo Corregidor en Tarifa

Año 1798.

Decía María Cortés Melgar en su libro “Tarifa en los albores de la contemporaneidad”: “una parte muy importante del peso vivo existente en el término era ganado de renta o granjería, cuya crianza estaba destinada a la venta en los mercados, entre la que destaca el ganado vacuno y especialmente los Toros de Lidia cuya producción era rentable. Entre los hierros  del término destacaron en el siglo XIX los de D. José Núñez, D. José Brotons, D. Marcos Núñez, los Hermanos Pazos, D. Juan Guerrero Santander, D. Manuel Derqui, D. Ignacio Delgado Trujillo, D. Miguel Delgado Gil, D. Bartolomé López, D. Miguel Ortega Prieto, D. Antonio Silva Pérez, D. Juan Pérez Acuña, D. Juan Guerrero Gil, D. José Rodríguez Guerrero y D. Cristóbal Herrero.
En el ganado caballar  destacaba igualmente la ganadería de D. Marcos Núñez y la de D. Joaquín Abreu”.Entrega