torostarifa.blogspot.com

viernes, 19 de agosto de 2016

¿SE IMPONE LA NECESIDAD DE CAMBIAR LA UBICACIÓNDE LOS PALCOS PRESIDENCIALES?

¿SE IMPONE LA NECESIDAD DE CAMBIAR LA UBICACIÓN DE LOS PALCOS PRESIDENCIALES?
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
En esta temporada venimos observando, no sin cierta preocupación como los presidentes-as de las corridas de toros encuentran muchas dificultades para cuantificar si el número de pañuelos exhibidos para la petición de trofeos es mayoritario.
¿Acaso desde esa atalaya de privilegio no se ve toda la plaza?
Creemos, por haberlo comprobado en varias plazas importantes y concretamente en algunas donde se produce esta demora en el recuento, que es el miedo escénico o el afán de protagonismo  por parte de esos presidentes-as en funciones, el causante de esa dificultad matemática de apreciación y no el que desde ese lugar no se pueda ver una amplia y completa visión de todas las localidades de la plaza.
Con  el REGLAMENTO TAURINO DE ANDALUCÍA delante de mí, le abro y aparece la primera página donde reza:
DECRETO 68/2006 DE 21 DE MARZO, POR EL QUE SE APRUEBA EL REGLAMENTO TAURINO DE ANDALUCÍA.
(BOJA núm. 63, de 3 de abril del 2006)
JUNTA DE ANDALUCÍA debajo del logo de esta entidad.
Y en reverso de esta página:
EDITA: CONSEJERÍA DE GOBERNACIÓN.
DIRECCIÓN GENERAL DE ESPACTÁCULOS PÚBLICOS Y JUEGO.
Maquetación: R. Ruiz-D. Pérez.
Imprime: Coria Gráfica , S.L.
D.L: SE-1718-06.
Y he recurrido a él, una vez más, porque me tiene preocupado el tema de los presidentes-as en lo referente a la concesión de trofeos a los diestros, ya que estos señores-as demoran en exceso la concesión del primer trofeo cuando es pedido de manera mayoritaria clara por el público asistente al festejo, posiblemente para blindarse ante la concesión del segundo (potestativo de ellos-as) y que temen en exceso concederlo porque luego la prensa les va a “sacar en los papeles” como un presidente de plaza de 2ª nos respondió a los asesores que en ese momento le auxiliábamos en su función, y abogamos por la concesión de los máximos trofeos a un diestro natural de esa ciudad. Temen en demasía a la prensa quien, a pesar de valorarla en exceso, en muchas ocasiones, tampoco está preparada para criticar en cuestiones taurinas a los encargados de regir el desarrollo de una corrida desde el puesto de privilegio del palco presidencial.
Los presidentes de una corrida de toros son los únicos presidentes en funciones de todos cuantos aparecen en los distintos estamentos de la sociedad en la que vivimos, lo que quiere decir que tienen autoridad para tomar decisiones al momento y para llevarla a cumplimiento cuentan con la valiosa ayuda de su delegado de autoridad.
De conocer perfectamente el Reglamento Taurino, lo que es absolutamente necesario para desempeñar su función, tomará la decisión a cumplir de concesión del primer trofeo, de inmediato y sin dilaciones y luego, si hay que tomar la segunda sobre la concesión del segundo trofeo, lo hará con toda celeridad sin tener que temer a nada ni a nadie.
Deben leer con todo detalle el Artículo 19 y, concretamente para el tema que analizamos,
el apartado d) del Punto 1 que reza conceder los correspondientes premios y trofeos.
Y para cumplimentar este artículo no tendrá más remedio que haberse grabado en el disco duro de su cerebro el Artículo 59, que reza como: Los premios y trofeos y que voy a permitir transcribir literalmente.
1.- Los premios o trofeos para los espadas  consistirán, de menor a mayor relevancia, en el saludo desde el tercio, la vuelta al ruedo, la concesión de una o dos orejas del toro que haya lidiado y la salida a hombros de la plaza. Únicamente, de un modo excepcional, a juicio de la Presidencia, podrá ésta conceder como trofeo al espada el rabo de la res.
Los banderilleros también podrán saludar desde el tercio, así como los picadores en su recorrido de salida del ruedo.
2.- Los premios o trofeos serán concedidos de la siguiente forma:
a). Los saludos y la vuelta al ruedo los realizará el espada, el banderillero o el picador atendiendo a los deseos del público que así lo manifieste con aplausos.
b). La concesión de la primera oreja se realizará por la Presidencia, a petición mayoritaria del público mediante la tradicional exhibición de pañuelos blancos  o elementos similares.
c). La segunda oreja de una misma res y, excepcionalmente, la concesión del rabo de ésta, quedará a criterio del Presidente o Presidenta del espectáculo, que deberá tener en cuenta, a tal fin, la petición mayoritaria del público de igual forma que en el subapartado anterior, las condiciones de la res, la buena dirección de la lidia en todos sus tercios, la faena realizada tanto con el capote como con la muleta y, fundamentalmente, la estocada.
El corte de apéndices se llevará a efecto en presencia de un alguacilillo que será, a su vez, el encargado de entregarlos al espada. Los mulilleros evitará la espera injustificada en la retirada de la res, pudiendo ser sancionados por su comportamiento intencionado.
La salida a hombros por la puerta grande o principal de la plaza solo se permitirá cuando el espada o rejoneador haya obtenido al menos dos orejas, salvo que la costumbre de la plaza tenga impuestos mayores requisitos. No obstante lo anterior, en las plazas de primera categoría deberán cortarse dos orejasen un mismo toro para permitir la salida a hombros por la puerta grande o principal del espada o rejoneador.
Si se lidiaran tres reses, se permitirá la salida a hombros cuando se hayan obtenido al menos tres apéndices, y en caso de lidiarse seis, será requisito mínimo para salir a hombros la obtención de cuatro apéndices.
3. El Presidente o Presidenta del espectáculo, a petición mayoritaria del público, podrá otorgar como trofeo a la ganadería, mediante exhibición del pañuelo azul, la vuelta al ruedo de la res que por su excepcional bravura durante la lidia sea merecedora de ello.
En este supuesto, el ganadero o el mayoral podrán, según criterio, saludar o dar la vuelta al ruedo, cuando el público lo reclame mayoritariamente.
Así que ojo al dato:
Si se sancionan a los mulilleros que demoran su trabajo de retirada de res ¿que habría que hacer con esos presidentes-as que demoran el punto de su trabajo de concesión de trofeos?
Enervan al público que no se ve correspondido con su petición de trofeos y ello da origen a un inmediato altercado de orden público que es, lo que él ha de evitar a toda costa al ser función primordial de su cometido.