Es mi deseo rendir con este artículo
un homenaje a mi padre Félix Alonso Torres, veterinario
militar en principio y finalmente veterinario titular porque siempre
fue partidario del matador de toros JOSÉ LUIS VÁZQUEZ GARCÉS conocido como “Pepe Luis Vázquez”
torero sevillano nacido en el Barrio de San Bernardo el día 21
de diciembre del año 1921 y
que fallece también en Sevilla el día 19
de mayo del año 2012
a los 91
años.Hijo del matrimonio formado por José
Vázquez Roldán y Concepción Garcés García. Debutó como novillero en la
Maestranza de Sevilla el día 5 de junio de 1938 a la edad
de 17 años y tomó la alternativa también en Sevilla con 19
años en corrida donde fue padrino Pepe Bienvenida y
padrino Gitanillo de Triana.La Confirmación de alternativa en
Madrid fue en 1949 actuando como padrino Marcial Lalanda y
como testigo Rafael Ortega “Gallito”.Este matador de toros tuvo dos
escuelas según ha referido alguien: la escolar de gramática
y números donde el maestro fue D. Carlos Alonso Chaparro y la
taurina donde el maestro fue su abuelo D. Rafael Garcés
sargento de la Guerra de Cuba que estaba colocado como portero del
Matadero sevillano.Ocupo el primer puesto del escalafón
taurino en los años 1941 y 42 cuando estaba activo
Manolete y al único que temía el IV Califa
cuatro años más viejo qu él. Fue uno de los 10 toreros más
relevantes del siglo XX donde compartió podio con figuras tales
Manolete, Antonio Bienvenida, Gitanillo de Triana,
Cagancho, Chicuelo Juan Belmonte, Rafael El Gallo y
Marcial Lalanda.El matador de toros que conserva en el
recibidor de su noble casa sevillana colgada la cabeza de un toro al
que le falta la oreja que Pepe Luis le corto en la corrida del día
17 de mayo de 1951 en la Maestranza al toro que saltó varias
veces al callejón perteneciente a la corrida del hierro de Castillo
de Hijares que tiene una placa donde figura grabado el nombre de
Gaspacho que no corresponde con su verdadero nombre ya que
cuando llevaron la cabeza para que el taxidermista la disecara, y
éste a falta de referencia se quedó el dicho de que Pepe Luis le
había liado un “buen gaspacho”.Pepe
Luis es el
Sócrates del barrio de San Bernardo. Un
torero de elegancia
inalcanzable. Un prodigio que no se ha vuelto a repetir
en los ruedos. Torero dotado
de intuición
extraordinaria para saber descifrar el morse indescifrable
de los toros qué,
aprendió toreando las vacas en los corrales de matadero sevillano
donde su padre era capataz de matarifes.Debutó vestido de luces en Algeciras
en el año 1937.Se retiró en el año 1953 para
reaparecer en el año 1957 y retirarse definitivamente dos
años después en 1959 tras la grave cogida en
Santander donde estuvo a punto de perder un ojo. No obstante siguió toreando en
tentaderos en la finca de Miura hasta los 70 años. Mi padre se hizo partidario a raíz de
las referencias que le llegaron cuando tomó la alternativa en
Sevilla y, ya se hizo fan incondicional cuando pudo verle “en
vivo y en directo” en la Monumental de Las Ventas el día de su
confirmación de alternativa.Pepe Luis fue
un torero muy particular pues, no
cree en las escuelas taurinas, ni en estilos comunes ya
que para
él, el toreo es individualidad
y misterio.No le convencen las etiquetas pues
según él, o se torea bien o mal.Con el toro hay que estar como es
y no como marque la estética ya que el arte no se puede
imitar.Piensa que haya que torear con
naturalidad, sin adornos y con mucha técnica.Nada de gestos de lucimiento
delante del toro que no dicen nada.
Opina que para ser figura hay
que tener inteligencia aguda junto con intuición y
cálculo.Dice que hoy todos los toros son
iguales mientras que los aficionados en general carecen de
conocimientos taurinos.Fue
un torero de “pellizco”,
de toreo fastuoso de
toreo de quietud. Un
extraordinario torero que
manejaba con elegancia el capote y
que, en Pamplona cortó a un
novillo las dos orejas el rabo y las dos patas.El día de su confirmación de
alternativa en Madrid el 19 de octubre de 1940 cuatro días
antes del encuentro de Franco e Hitler en Hendaya.El cartel lo componían Marcial
Lalanda. Gallito y Pepe Luis que realizó
una gran faena a su primero antes de que la corrida se suspendiera
tras la lidia del tercer toro por la luvia.Según me ha referido mi padre en
varias ocasiones, dado que asistió a la corrida, en ese día el
palco estaba ocupado por el Generalísimo Franco
y por su invitado que era Heinrich Himmler jefe de las SS
alemanas y, cuando los toreros matadores subieron a cumplimentar a
tan ilustres espectadores le preguntaron al alemán si le había
gustado el festejo y, éste que estaba mareado haciendo acopio de un
vaso de agua les contestó que no, que aquello era una crueldad
porque la visión de la sangre en los toros le había mareado. No obstante regaló a la terna unas
pitilleras de plata firmadas por él. Pepe Luis está muy agradecido
a su oficio de torero, al reconocer que gracias a él ha conocido a
personas importantes como, a los artistas con los que se juntaba en
el Café Lyón de Madrid: Eugenio d´Ors, Gerardo Diego, José
María Cossío, Joaquín Rodrigo e incluso a veces con Juan Belmonte
y donde no hablaba limitándose a contestar cuando era preguntado en
aquellos tiempos en que, siendo un chaval, había relación entre
intelectuales y toreros en aquellas tertulias donde escuchándoles,
aprendía en rasgo de inteligencia.¡Va por ti, Papá!
Opina que para ser figura hay que tener inteligencia aguda junto con intuición y cálculo.
