CONDICIONES A REUNIR POR EL TORO DE LIDIA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
De siempre he entendido que las condiciones que debe reunir un toro de lidia para ser lidiado con posibilidades de éxito por parte del espada de turno son: casta, edad, peso, salud y virginidad tanto en el sentido sexual como en el del toreo.

Edad: la comprendida entre los cinco y los siete años es la mejor, por gozar de fuerza, viveza y coraje, pero reglamentariamente, en la actualidad, está fijada entre los cuatro y seis años para que pesen menos, aprendan con más dificultad las cosas malas realizadas durante su lidia, tengan menos malicia en la suerte suprema, y finalmente en caso de coger al torero, no se ceben con él sin atender a capotes en los quites.
Peso: ¡El justo! El que su caja soporte. Pues un toro flaco no tiene la fuerza y energía necesaria para soportar el maratón de los veinte minutos de lidia, ni la arrogancia e intrepidez para vencer a su enemigo.
¡El peso justo! Pues los excesivamente gordos (acochinados, pasados de romana) no son adecuados para lidiarse con posibilidades de triunfo porque no soportan dos carreras y se aploman en exceso.
Salud: el toro de lidia ha de ser un animal sano. Para ello se le ha incluido dentro de las campañas de saneamiento de las administraciones autonómicas como una raza bovina más.
Ha de estar libre de enfermedades parasitarias tanto internas (tricostrongilidosis, dictiocaulosis, fasciolosis, criptoporidiosis, coccidiosis) como externas (sarnas, pediculosis, miasis, tábanos, garrapatas, tiñas) infecciosas (fiebre aftosa, brucelosis, carbunco sintomático, carbunco bacteridiano, DVB-DM, IBR-VPI, colibacilosis, salmonelosis).
Las administraciones autonómicas organizan campañas de saneamiento periódicas (tuberculosis, leucosis, perineumonía).


Los toros que son probados para sementales no se les da capote ni muleta, sino que se les prueba a base de ramos de olivo con las cuales y siempre por delante, para ver su forma de embestir. Solo en caso de que supere la prueba se le somete a la suerte de varas y a la de toreo tanto de capote como de muleta.