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viernes, 30 de agosto de 2013

CONCESIÓN DE TROFEOS EN LAS CORRIDAS DE TOROS.



CONCESIÓN DE TROFEOS EN LAS CORRIDAS DE TOROS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Después de lo ocurrido en el Palco de la plaza de toros de Bilbao en la feria pasada, donde se ha puesto en tela de juicio la actuación del siempre prepotente Matías, se me ha ocurrido el artículo siguiente.
¿Cuál son los máximos trofeos que se pueden obtener en la lidia de un toro en plaza permanente y de primera categoría?
Habiendo pasado al baúl de los recuerdos el trofeo de las patas cortadas allá por los años 50-60, ahora son las dos orejas y el rabo.
¿Que hay que hacer para obtenerlas?
En mi opinión de aficionado, realizar todo bien en los tres tercios de la lidia, pero con matizaciones porque, los tercios de la corrida son:
Tercio de varas. Tercio de banderillas y Tercio de muerte.
Analizando pormenorizadamente cada uno de ellos resulta que:
Tercio de varas: En este tercio quien se lleva los honores es el picador acorde con la forma de tirar la puya, colocarla en el sitio exacto y finalmente medir el castigo en cada entrada, puesto que el matador en este tercio se limita a llevar el toro al caballo con más o menos torería y dejarlo a la distancia adecuada acorde con su afectividad de embestida.
Tercio de banderillas: Se llevará el matador los honores cuando sea quien banderillee al toro y exponga en la entrada, cuadre en la cara, clave en lo alto y salga del toro artísticamente y con torería.
Tercio de muerte: Este tercio comprende dos actos: el de la faena de muleta en la que el torero muestra su dominio sobre el toro con pases de todas las marcas. Los más valorados los naturales sin ayuda, rematados con el obligado de pecho. El resto de los pases: redondos, ayudados, molinetes, trincheras, manoletinas, bernardinas, pases de las flores, cambiados por la espalda, invertidos etc. etc. no dejan de ser pases secundarios. Y el  segundo acto es el de la muerte materializada por la estocada, donde se valora, la forma de perfilarse, la forma de entrar, la colocación de la espada y la salida de vaciar la suerte.
Bien, con todos los datos sacados de estos tercios a los que habrá que sumar el saludo con el capote al toro por parte del matador, el Presidente de la corrida a la vista de las características del toro, baremará. Y este baremo le servirá para calibrar la concesión de trofeos.
Concesión de trofeos que está supeditada a dos factores contemplados en Reglamento: el primero que la primera oreja la pide el público y concede el presidente y la segunda que es potestativa del presidente en la concesión, aunque la haya pedido el público. Lo del rabo ya es cuestión de faena súper-extraordinaria donde el público pide y el presidente concede
Además de todo esto, ¡Los presidentes son humanos! Y naturalmente tienen sus días de mayor o menor lucidez dependiendo de factores tales como: el nivel de alerta ante lo acontecido en el ruedo; la lucidez que depende de múltiples factores (descanso nocturno, comida copiosa o frugal, empatía con compañeros de palco); memoria, pues aunque los acontecimientos a juzgar son casi inmediatos, a veces ???? y capacidad de asimilación de innovaciones para poderlas juzgar meritoriamente..
Como ven ser Presidente justo de Corrida de toros no es NADA FÁCIL, por mucho que se den bofetadas por subirse al palco. Ah! Se me olvidaba lo fundamental que no es otra cosa que: conocer el Reglamento Taurino al dedillo para poder interpretarlo, según las circunstancias con  sentido comun.

domingo, 25 de agosto de 2013

CORRIDA DE FUENTE YMBRO EN LA FERIA DE BILBAO 2013.



CORRIDA DE FUENTE YMBRO EN LA FERIA DE BILBAO 2013.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Se trataba de un mano a mano entre dos toreros en plena forma. Un extremeño, Miguel Ángel Perera y un vasco, Iván Fandiño. Ambos matadores están pletóricos con actuaciones sobresalientes en esta temporada.
Habían elegido para esta ocasión los toros de un ganadero amigo, Ricardo Gallardo que con vacas y sementales de Jandilla logró toros encastados y vibrantes que trajeron seriedad a la Fiesta fuera de los encastes míticos.
Toros a los que los figurones del escalafón les hacían ascos  porque apretaban y duraban demasiado. Yo recuerdo aquella novillada que soltó en Madrid, cuando la presentación en La Monumental del hoy triunfante Manuel Escribano en tarde huracanada y lluviosa, que dio bocados; que fueron broncos, furiosos y repetitivos; que acabaron con las ilusiones de dos de los novilleros de la terna y llevó, al hasta entonces novillero triunfante Escribano, al dique seco a pesar de recibir a los dos novillos a portagayola y pelearse valientemente con ellos.
Ahora los figuras les eligen. ¿Por qué? ¿Acaso porque han perdido casta, poderío y fiereza? Cualquiera sabe la razón.
Lo cierto es que desde el año 2011 aquellos toros encestados y vibrantes de pronto se convierten en verdadera piltrafa y dan la nota negativa en la feria de abril de Sevilla. Y desde entonces, siguen el camino cuesta abajo en la actual temporada en ferias como Pamplona Bayona y Bilbao.
Tal vez pensando que se había lidiado lo peor y quedaba lo bueno en la Finca “Fuente Ymbro- Los Romerales” de San José del Valle (Cádiz), estos dos grandes toreros eligieron los toros del amigo, pero estos  habían involucionado del lado de la cobardía, la invalidez, la huida y en definitiva de la MANSEDUMBRE que el ganadero sufría con demasiados aspavientos teatrales desde el burladero del callejón de la plaza de toros de Bilbao para achacar finalmente la causa a un problema alimenticio que uno, como veterinario bromatólogo, no encuentra explicación.
El resultado final de dos toreros en forma que torean con pureza y valor en su confrontación morbosa solo duró dos minutos los necesarios para realizar ese quite, en el primero de la tarde por gaoneras ajustadas de Fandiño con réplica de Perera que refrendó el banderillero Juan Sierra con un excelente par de banderillas. Demasiado corto bagaje para tanta expectación que tampoco se vio refrendada en taquilla.
Y a pesar de tener notas pormenorizadas de toda la corrida, me van a permitir que me ciña a la faena de Miguel Ángel Perera en el toro donde el presidente Matías, con el asesoramiento artístico de Gonzalo Gómez Guadalupe y veterinario de Iñaki Arrazola, le concedió una oreja por aquello de: “ser vos quien sois” tras haber negado trofeos merecidos a otros toreros de menos fuste. Matías que no acierta a introducir la llave en el sombrero de Begoña la alguacililla, tampoco está muy acertado en sus decisiónes.
El paseíllo le hacen ataviados de la siguiente guisa: Miguel Ángel Perera de verde hoja y oro e Iván Fandiño de carmesí y oro.
Sale el quinto de la tarde. Nº 64. Haragano. 530 kilos. Negro listón del 11/08. Con el hierro de la G de Fuente Ymbro. Un toro más fino que los anteriores y más en el tipo de lo Domecq.
Miguel Ángel se hace con el toro al primer capotazo. El toro con las manos por delante en las embestidas en clara demostración de escasez de fuerzas.  Perera se ha dado cuenta que el pitón bueno del toro es el izquierdo y lo está lanceando por él. Finalmente el toro aburrido sale suelto del capote de su matador y se va en busca de los terrenos de nadie. Un banderillero lo lleva al burladero de suertes para que se posicionen los picadores.
Pica Guillermo Marín que lleva una chaquetilla con tafetán canario. Cuando Perera trata de llevar el toro al caballo, sale suelto del primer capotazo y se va directamente al peto. Guillermo  se agarra ligeramente caído al toro que aprieta con la cabeza muy alta, mientras el piquero mantiene la puya en la herida.
En la segunda entrada Guillermo Marín se agarra arriba para, tras levantar de inmediato la vara, el toro sale suelto.
Perera realiza su quite en base a chicuelitas que pretende empalmar con tafalleras. El toro al salir de chicuelina se va largo por lo que remata con una media que es aplaudida.
En banderillas Joselito Gutiérrez prende un par arriba. Barbero con facilidad clava un par trasero. Cierra tercio Joselito Gutiérrez con un solo palo arriba
Miguel Ángel Perera brinda  al público y recibe la ovación pertinente. Se coloca en la boca de riego de la plaza con la muleta portada en la mano derecha. El toro cerrado en el burladero del tendido 5. Un cambiado por la espalda. Pase por alto. Cambiado por la espalda. Un natural y cierra con el de pecho sobre la mano izquierda.
Un pase contrario y se retira del toro hasta irse al centro del ruedo. El toro en el tercio. Con la muleta portada en la mano derecha se dispone al toreo al redondo. Serie de cuatro excelentes redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el de pecho sobre la izquierda, recibiendo una gran ovación.
Da distancia al toro y sigue con la muleta en la derecha. Se acerca al toro. Cuatro buenos redondos, en el último se cambia la muleta por la espalda, un natural y remate final con el de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Nuevo distanciamiento del toro y acercamiento con la muleta portada en la mano izquierda. Dos naturales en el tercero el toro se le ciñe en exceso lo que hace que el torero tenga que posicionarse nuevamente. Continúa dando buenos naturales que remata con una trincherilla a la que sigue el pase de pecho sobre la izquierda. Ovación. Insiste con la muleta en la mano izquierda para que el toro se arranque. Serie de buenos naturales de mano baja en medio de los sones de la música. Serie, tras mucha insistencia porque el toro se niega a embestir, de cuatro buenos naturales que ha rematado con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Tras dar aire al toro se acerca con la muleta portada en la mano derecha. Un pase de pecho lo deja posicionado para el toreo al redondo. Un redondo. El toro se para. Nuevo posicionamiento. Serie de tres excelentes redondos en los que incluso el diestro codillea. El toro se para. Posiciona al toro mediante la realización del péndulo con la muleta. Excelente redondo. Perera se queda muy quieto. Invertido por la espalda seguido de desplante. Nuevo invertido. Un redondos. Se cambia la muleta de mano y remate con el pase de pecho sobre la mano izquierda que liga con otro sobre la misma mano.
Se retira del toro. Un pase de pecho sobre la mano derecha lo deja colocado para entrar a matar. Con el toro entre las dos rayas y en la suerte contraria logra una estocada trasera y suelta. El toro se va a las tablas donde se amorcilla. Perera toma el descabello. Saca el estoque y suena un aviso en el momento en que acierta con el verduguillo.
Aparecen algunos pañuelos en los tendidos aunque no de manera mayoritaria y Matías, tras simulacro de contabilización, concede la oreja.
Reportaje gráfico de lo realizado por Miguel Ángel Perera.








 

















































































Reportaje gráfico de lo realizado por Iván Fandiño.





































































Otras fotos de la corrida de Fuente Ymbro.