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jueves, 12 de marzo de 2009

ANTE LA INMINENTE FERIA TAURINA DE ABRIL SEVILLANA 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

De momento por aquello de que la recesión económica también afecta al bolsillo de los jubilados, -debido a que el poder adquisitivo de sus pagas cada vez es más reducido consecuencia del aumento enorme de los precios en todos los artículos de necesidad perentoria (pan, leche, huevos, legumbres, pescados etc) así como en los artículos de primera necesidad (vestidos, calzados, jabones y detergentes etc) y en los pagos fijos (luz, agua, contribución, basuras, teléfono etc)- este año no vamos a poder ver más de tres corridas, que hemos elegido ya, de las componentes del ciclo de Sevilla.
Pretendemos. si Dios lo quiere, ver los festejos de los días: sábado 26 de abril en que se enfrentarán a Toros de Zalduendo: Morante de la Puebla, Manuel Jesús “El Cid” y José María Manzanares, por aquello de ver como dos estilistas con toros adecuados, se enfrentan a la mejor y más poderosa izquierda del panorama taurino nacional.
Por descontado que no queremos perdernos por nada del mundo, el festejo del jueves 23 de abril porque esta corrida marcará un antes y un después en el devenir de un torero, Morante de la Puebla con los toros de Victorino Martín que esperemos hagan honor a su encaste tanto en trapío como en poderío y aprendizaje.
Y finalmente como somos toristas de pro, iremos a ver la de Miura que ha dejado en nuestro fuero interno la gran sensación del festejo de la temporada anterior en la Maestranza.
Esta es nuestra elección y esperemos que podamos verla cumplida con la aquiescencia del tiempo y las posibilidades de desplazarnos a Sevilla sin que haya impedimento alguno.








El resto, las veremos a través de la “caja tonta”, previo pago a Canal + de la cuota correspondiente y así poder “aprender” de las frases con las que los comentaristas taurinos definen, a veces, a toreros de sus preferencias y complacencias, sus actuaciones en el momento de sus faenas y después de ejecutar los lances o muletazos pertinentes.





Es un vocabulario “enriquecedor del todo” no solo por la cantidad de figuras retóricas que introducen en el lenguaje hablado sino porque obliga al análisis pormenorizado de lo oído. Infinidad de paradojas e hipérboles que, junto a sinestesias y metonimias exageradas, producen variaciones de gradaciones ascendentes.
Vean lo que se pudo oír en los comentarios de una corrida de Morante de la Puebla en la Feria de Sevilla 2008:
-El viento le molesta, pero nos queda el regusto de estos capotazos precisos y largos, los suficientes.
-Torero con mucha torería y personalidad.
-Toreo antiguo bueno. Diferente.
-Un sello muy personal.
Un silencio de espera para ver las cosas de Morante.
-El toro ha echado la persiana muy pronto.
-¡Bueno!…ese muletazo…un gusto especial. Esto es caviar. Unas cosas son los huevos de Lucio y otra el caviar.
- Es un sentimiento. Una cosa que alimenta.
-¿Esto que es? La plaza se vuelve loca.
-¡Es diferente! Otra vez volvemos a la tauromaquia antigua. Es otro argumento. Otra forma de entender la vida.
-Esa muletita que pesa poco. Que mueve el vientecillo de la tarde sevillana.
-¡Que muletazo ha pegado por bajo! ¡Dios mío!
-No puso el cartel de no hay billetes en la plaza porque faltaban las musas que acaban de llegar.
-¡Mucha torería! ¡Mucho gusto! Una faena que no te llena el estómago, pero te llena el corazón, los ojos. ¡Te llena de alegría! ¡No empacha!
-¡Este tipo de torero, tiene alas! ¡Tiene cosas de “El Gallo”, de Belmonte…¡De los toreros buenos! ¡De los dioses del Olimpo! Se ha ido al Olimpo, donde están “Cúchares”, Pedro Romero…todos tocando las palmas.
-¡Ha roto la barrera del tiempo con fuentes muy frescas.
Hubo un simposio sobre el tema “El lenguaje es el pórtico de la ciencia” donde escuchamos reflexiones tan sustanciosas como:
“El lenguaje es la llave de la vida social en general y por ello hay que cuidar la reflexión lingüística para el desarrollo de cualquier tarea humana” ¡Que gran contenido el que encierra esta frase!
Nos dice que la reflexión lingüística hay que cuidarla aun más, cuando se trata de tareas informativas para un gran público (en el que hay de todo desde el punto de vista intelectual) puesto que no cuidar la reflexión. “será el lenguaje quien hable a los hombres” y no, como debe ser “los hombres al lenguaje” con lo que se puede caer en decir lo no conveniente e injusto.
Cuando confundimos lenguaje con palabrería, caemos demasiado en la metonimia, haciéndonos “parlanchines” y no retóricos.
Pues como otro comunicador decía de manera repetitiva en exceso: ¡Ojo al dato!