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domingo, 3 de mayo de 2020

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA. Entrega 3.


Año 1852.
La plaza de toros de Algeciras estrenada el año anterior era regida por dos empresarios: D. Salvador Calvente de Algeciras y José Reinoso de Tarifa.
La plaza se levantó sobre un antiguo cementerio, cerca de donde posteriormente fue construida la llamada Perseverancia.
Ambos empresarios contrataron para esa plaza el día 23 de abril ante el notario de Cádiz don José María Noble, al torero Salamanquino y a su cuadrilla, formada por un segundo espada, seis banderilleros, cinco picadores, para torear dos corridas de toros los días 30 y 31 de mayo por la cantidad de 32.000 reales de vellón.
En la plaza de Cádiz la ganadería de D. José María de Prado aparece con 4 corridas lidiadas y 17 toros. La de D .Bartolomé Núñez  figura con una corrida y 2 toros lidiados.
También figura una corrida con toros de Jerónima Núñez de Prado.
Figuran toros de Tarifa para la corrida auspiciada por el V Marqués de Ureña, don Manuel de Molina y Medina, comandante de un Batallón de la milicia Ciudadana para poder comprar el numeroso y caro equipamiento, desde los uniformes a las cornetas y tambores  del batallón, los oficiales y los jefes idearon organizar una corrida de becerros, lidiados por ellos mismos.
Año 1853.
José Reinoso fue el empresario tarifeño de la inauguración de la actual plaza de toros de San Roque el día 20 de agosto y, quien tuvo el honor de contratar para aquellas dos primeras corridas, al espada más importante del escalafón que era Cayetano Sanz y Pozas, el torero de la “suprema elegancia”.  Contrato que se llevó a efecto, el día 20 de agosto, junto con un segundo espada, su cuadrilla, cuatro picadores y un puntillero para torear dos corridas de toros  los días 20 y 21 de agosto por la cantidad total de 30.000 reales de vellón.
También en este año y con fecha 4 de diciembre debuta en Madrid el ganadero tarifeño Antonio Villalba.
Año 1854.
En un acontecimiento de Homenaje a Isabel II se corren cuatro novillos por las calles de Tarifa.
Año 1865.
Con motivo de concedérsele al Ayuntamiento de Tarifa el título de Excelentísimo, para solemnizar tan fausto acontecimiento se acordó entre otros acuerdos  que se corrieran toros, novillos al estilo del país…
Cabildo de 26 de junio de 1865.  Libro 1863/1866. Fol.114. Título de Excelentísimo al Ayuntamiento de Tarifa.
“En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Tarifa a veintiséis de junio de mil ochocientos  sesenta y cinco, bajo la presidencia del alcalde constitucional don José María Morales Gutiérrez , se conoce la siguiente comunicación:
Gobierno Civil de la Provincia – Subsecretaría.-El Excelentísimo Sr. Ministro de la Gobernación por Real Decreto de 16 del actual me dice lo siguiente:
La Reina (Q:D:G) se ha dignado expedir el Real Decreto siguiente: En vista de las razones  expuestas por  el Ministro de la Gobernación, de acuerdo con el parecer de mi Consejo de Ministros, vengo en   conceder  el tratamiento de Excelentísimo al Ayuntamiento de Tarifa = Dado en Palacio a catorce  de junio de mil ochocientos sesenta y cinco.- Está rubricado de real mano.- El Ministro de la Gobernación, Luis González Bravo.- De Real Orden lo comunico a V:S para los efectos correspondientes..=
Lo que traslado a V:S para su conocimiento, el de esa Excma. Corporación y demás efectos oportunos.- Dios guarde a V.S muchos años..- Cádiz 23 de junio de 1865. Firmado Francisco Belmonte.- Sr. Alcalde de Tarifa”.
El Ayuntamiento que presidía el Sr. Morales Gutiérrez, acordó que el oficio original se custodiase  con todo esmero dentro del libro de los antiguos Privilegios de la Ciudad.
Y para solemnizar tan fausto acontecimiento se tomaron estos otros acuerdos:
1º que ondease el pabellón Nacional en la Casa Capitular  y edificios públicos.
2º Exposición del retrato de la Reina en el salón principal del Ayuntamiento.
3º Se corran novillos al estilo del País.
4º Invitar al vecindario a poner colgaduras en los balcones.
5º Reparto de pan a los pobres.
6º Actuación de la banda de música  en los paseos públicos.
7º Reconocimiento a don Manuel Ruiz Tagle,, senador del Reino y diputado a Cortes, al de distrito don Enrique Heredia, así como a don Manuel José Derqui, representante del Partido de la Diputación.
Así mismo  para dar mayor importancia a la reciente concesión, el alcalde don José María Morales lanzó una proclamación con el siguiente texto:
“TARIFEÑOS, la Reina nuestra señora, queriendo mantener viva la memoria de hechos gloriosos que justifican el renombre de esta Población, se ha dignado conceder el tratamiento a la Corporación que la representa por acuerdo del Real decreto que sigue:
En vista de las razones expuesta, etc.etc, González Bravo.
Al hacer público el acto digno y elevado con que nuestra magnífica soberana enaltece a esta Ciudad, no encuentro frases bastante elocuentes  para encarecer la satisfacción que experimento dirigiéndoos mi más cordial felicitación. Tarifa, 26 de junio de 1865. El Alcalde, José María Morales”.
Año 1867.
Para que veamos la importancia de la ganadería tarifeña y la del toro de lidia en particular, vemos como en la relación ordenada de los mayores contribuyentes de la provincia por riqueza rural  y pecuaria están los ganaderos tarifeños, don Carlos Núñez Abreu en el número 28 y don Carlos Núñez Lardizabal en el número treinta.
Dice Miñano en uno de sus escritos:
“La producción pecuaria era ya muy destacada a finales del siglo XVIII Estaba representada por una singular crianza de vacas, toros de lidia, caballos, bueyes, ovejas, cerdos y cabras…”
Ildefonso Núñez de Prado tiene propiedades   en Tarifa y contribuye al Estado con 128,25 pesetas. Es arrendatario de la familia Medinaceli.
En este año  el toro Tirabuzón de la ganadería de Núñez de Prados recibió en una corrida 30 varas.
Año 1868.
En pleno proceso de desamortización, Tarifa celebra gracias a la intervención del diputado provincial Ramón García Grinda, hijo adoptivo de la ciudad, el que no se desamortice ni se venda suelo público. Por ello el Ayuntamiento acordó dar las gracias  al diputado por su gestión y al Ingeniero de Montes  D. Salvador Cerón por su cooperación para conseguir este dictamen. Acordó igualmente que:
“En celebridad de tan fausto acontecimiento, se corran dos toros al uso del país, fijándose la noticia  en los sitios públicos  de la ciudad y en los de la inmediata aldea de Facinas, a fin de que circule rápidamente en el vecindario “.
Año 1870.
En la misma relación  de la que hablamos  el año anterior aparecen don Joaquín Abreu Núñez, el Duque de Medinaceli, Ildefonso Núñez de Prado etc, etc.
Tenemos constancia de que las ventas producidas  contribuyeron a acelerar el proceso de concentración de la propiedad de Tarifa. La compra de las tierras desamortizadas constituye un aspecto a veces difícil de reconocer, por cuanto con frecuencia las adquisiciones de las tierras actúan a través de representantes. En nuestro caso volvemos a encontrar a los grandes arrendatarios de las tierras comunales  y señoriales  entre sus adquisidores. Es el caso de Carlos Núñez Lardizábal, que unió a sus propiedades  las tierras adquiridas en la dehesa de Facinas, así como la dehesa de Las Piñas, una vez que ésta fue declarada en quiebra en 1871
¿Logró la superficie exceptuada mantenerse intacta en los años venideros? Examinada la relación de los montes y terrenos forestales exceptuados de la desamortización por razones de utilidad pública. En este catálogo, considerado “sin duda el inventario más ajustado a la realidad de cuantos se habían realizado hasta la fecha”
Año 1872.
Muere en la plaza de toros de Lima el picador tarifeño José Ponce en una corrida a beneficio de los Bomberos.
Año 1873.
La ganadería tarifeña de Francisco Bernard lidia por primera vez en Madrid el día 28 del mes de septiembre.
Año 1874.
El día 4 de octubre en la plaza de Madrid, el toro Bolichero de Ildefonso Núñez de Prados infirió dos heridas graves en el muslo izquierdo al torero Juan Molina.
Y en esa misma corrida otro toro de la misma ganadería de nombre Perdigón recibió 15 varas, hirió dos veces a Juan Molina teniendo que ser estoqueado por Lagartijo.
En la plaza del Mesón  que no guarda una estructura geométrica  como suele ser habitual en las plazas, fue, durante siglos, donde cada Semana Santa se celebraba el Encuentro de la procesión  del Paso entre Jesús Nazareno y la Virgen. Una Virgen conocida por el ingenio popular  como la Banderillera, al tratarse de una Verónica que tenía unas articulaciones en los brazos móviles que trazaba unas líneas de  movimientos de arriba abajo simulando los aspavientos de un perfecto banderillero. Es esta una plaza con sabor andaluz, donde mientras los cacharros se llenan de agua, gracias a su fuente, las comadres cuchicheaban curiosas al paso del forastero. No cabe duda que viniendo del barrio viejo de Jesús, esta plaza significaba el comienzo del pueblo nuevo. Sin duda por ello, la plaza se llamó durante mucho tiempo la plaza Nueva.
Año 1876.
Con motivo del aniversario de la entrada del rey Alfonso XII en España, se acordó celebrar un amplio programa de actos que se recoge en acta de fecha 8 de enero.
Entre otras cosas quedó aprobado que:
“El día 9 ondeara la bandera en los edificios públicos; a las 11 horas, Te- Deum en la parroquia mayor San Mateo; a las 12 horas, reparto de 500 libras de pan a los pobres; por la tarde se correrá un novillo al estilo del país; por la noche iluminación en las fachadas de las casas de la población y música en el paseo de la Calzada.”
En términos similares se confeccionó el programa de festejos con motivo de la terminación de la guerra civil y así lo recoge el acta de fecha 4 de marzo de 1876, aunque en esta apunta que en la fachada de la Casa Capitular, que se decorará  de una manera conveniente, se expondrá el retrato del Rey con la ostentación posible.
El enlace de Su Majestad el Rey con la princesa doña Mercedes de Orleans y Borbón  fue acogido con gran entusiasmo  celebrándose tres días de festejos públicos, en los que no faltó el consabido “toro de cuerda” y reparto de pan y carne  a los pobres; se otorgaron doce lotes de 500 reales  a otras tantas viudas pobres vergonzantes. El fallecimiento de la Reina doña Mercedes  ocasionó vivos sentimientos  en la ciudad acordándose dar el pésame a su Majestad el rey y celebrar solemne funeral en sufragio.
Año 1878.
Aparece en el cuadro de ganaderías y divisas,  la ganadería tarifeña de José Pozo  si bien desconocemos si llegó a lidiar.
Año 1879.
El día 16 de mayo en Madrid, otro toro de Núñez de Prados llamado Mocito, recibió 16 varas. Lo mató Felipe García.
Año 1880.
El día 27 de septiembre un nuevo toro de Núñez  de Prados llegó a los picadores en  doce ocasiones. Derribó en seis entradas  y mató cuatro caballos. Conservó su bravura hasta el final de la pelea.
Año 1881.
Aparece una nueva ganadería tarifeña. Se trata de la de don Joaquín Abreu Núñez. Participó en la inauguración de la plaza de toros de Tarifa.
Lidió dos corridas de toros en San Fernando con fechas: 29 de mayo que fue buenísima y, otra, seis días después es decir el 4 de junio.
Año 1883.
“Cimboreto” fue el primer toro tarifeño que mató en Madrid, Diego Prieto “Cuatro dedos”…
 En la fecha del 20 de mayo hubo una corrida en la Caleta (Gibraltar) con dos “toros de muerte”. Los bueyes que suelen quedar encerrados en el matadero, parece ser  que anduvieron sueltos aquella noche y largaron su paseo hasta la Caleta trepando por aquellos cerros y peñascos. Uno de ellos Uno de ellos cayó por un precipicio de Espartalejo, y quedó muerto en el acto. Otro, deslizándose por las arenas, fue a caer al mar y murió  ahogado. El primero se distribuyó, por orden de su dueño, a las familias caleteñas y el segundo ha desaparecido con las gruesas olas de levante.
Año 1885.
A pesar del cólera  se volvieron a correr novillos por las calles de Tarifa. Fueron 4 novillos los corridos.
Año 1886.
Don Carlos Núñez Lardazabal  lidia en Jerez de la Frontera y en Loja (Granada).
Respecto a esta última corrida la prensa de Granada del año 1891 dijo:
“En la corrida de toros celebrada últimamente en la plaza de Loja se ha dado a conocer  una magnífica ganadería. Nos referimos a la de Reynoso Vda de Núñez, que ha acreditado ser una de las mejores de España, pues las reses tomaron por término medio  de 10 a 12 varas, habiendo aguantado los dos primeros toros  de los seis que se lidiaron, el uno quince y el otro diez y seis puyazos, sin volver la cara.
Toros finos bien puestos  y en un magnífico peso de carne , por lo que sería desear que la empresa que tiene a su cargo la plaza  de Granada en la actual temporada, diera a conocer  en una de sus corridas  a la ganadería, contratando al matador granadino y otro cualquiera de los que figure acreditado su nombre.
Año 1887.- Por las obras del arroyo que pasaba por la Calzada, y para dar una mayor repercusión al acto, durante tres días se organizaron una serie de festejos públicos  consistentes tanto en espectáculos taurinos  como en solemnes procesiones hasta el lugar donde habían de comenzar las obras.
El seis de julio de este año en sesión extraordinaria, a la que también asisten los vocales asociados y los mayores contribuyentes, acordaba inaugurar oficialmente las obras el día 16. Y para dar mayor realce, mayor repercusión al acto, durante tres días se organizaron una serie de festejos públicos consistentes  tanto en Espectáculos taurinos como en solemnes procesiones hasta el lugar donde habían de comenzar las obras en el arroyo “El Angorilla”.
En este año tuvo lugar la inauguración de la Plaza de Toros de Chiclana. Se lidiaron toros de Carlos Núñez por los matadores de toros “El Loco” y “El Poncho”. En la brega destacaron varios toreros entre ellos Potoco.
Hubo una corrida en San Fernando para ver la actuación de los gaditanos “El Marinero” y “El Loco” con toros de Carlos Núñez de Tarifa.
Año 1888.
Ya han empezado a circular los programas para la corrida que ha de celebrarse el próximo domingo en San Fernando. Los toros pertenecen  a la acreditada ganadería de D. Carlos Núñez  de Tarifa.
De la bravura de estas reses tenemos las mejores noticias. Los espadas son “El Loco”  y “Pepete”.
La entrada de sombra cuesta seis reales y tres la de sol.
En el día 22 de abril, el toro “Carasucia” de la ganadería de Núñez de Prados en Madrid recibió ocho puyazos, derribó cuatro veces y mató dos caballos.
Año 1889.
Es un año muy importante para la historia taurina tarifeña ya que tuvo lugar la inauguración de la Plaza de Toros actual.
Se trata de una plaza de Toros muy singular en el sentido de que se construyó en un hoyo. Normalmente en todas las plazas de toros, se entra por abajo para ir subiendo a los tendidos y andanadas en caso de que las hubiere. En la de Tarifa  se entra al recinto y hay que bajar a los tendidos.
Corría el mes de septiembre  del año 1889, cuando los tarifeños se preparaban para la inauguración de su recién hecha plaza de toros que había sido construida mediante acciones. Y el día 7 de septiembre, luciendo el sol y con viento de poniente flojo, a las 4 en punto de la tarde hacían el paseíllo las cuadrillas de los espadas que confeccionaban este primer cartel. Juan y José Villegas apodados “El Loco” y “El Potoco” respectivamente. Dentro de estas cuadrillas había nombres como los picadores: José Sánchez “El Chela” de Cádiz; Eduardo Blanco “El Terrible”, de San Fernando y los banderilleros: Gaspar Díaz “El Lavi”, de Cádiz; Domingo Almansa, de San Fernando  y José Espoleta también gaditano y apodado “El Pollo Rubio”
La corrida fue organizada por la empresa constructora de la Plaza  y el ganado adquirido a D. Joaquín Abreu Núñez, famoso ganadero de la localidad.
Tras el estreno de la plaza el día  7, al siguiente día, Festividad de la Virgen de la Luz  y con toros de doña Lorena Reinosa de Núñez, “El Loco” y “El Potoco” repetían su paseíllo en el coso tarifeño.. Los toros de ambas corridas lucían sus respectivas divisas, confeccionadas por señoritas  de la localidad, divisas éstas que fueron rifadas entre el público asistente, y sus beneficios fueron en socorro de los pobres.
Hay que hacer constar que como la plaza no estaba completamente terminada para esas dos corridas se `pusieron alrededor de la misma carros y carretas.
Se formó una sociedad compuesta por 31 señores  que en Agosto del año 1.888 pagan el primer recibo a nombre de la Sociedad  “La Constructora Urbana”, cuyo recibo dice:
“Como Tesorero interino de la Sociedad en proyecto he recibido de Don (…), la cantidad de cincuenta pesetas en concepto de primer dividendo por una acción que lleva  en dicha sociedad cuyo reglamento orgánico conoce y acepta”.
El último recibo que se paga  es el correspondiente al mes  de Junio de 1890, por un importe de 10,00 pesetas  del segundo dividendo. Presidente: Don Manuel Bua y Tesorero: Don Antonio de Nos.
La lista de señores socios es la siguiente:
D. Agustín Cantero, Don Ángel Llanos, D. Antonio Gutiérrez. D. Antonio Medina, D. Antonio Muñoz, D. Antonio Núñez, D. Antonio Nos, D. Domingo Castro, D. Domingo Pérez,  D. Fernando Ceballos, D. Fernando Gutiérrez, D. Francisco Triviño, D. Guillermo Labao, D. José Chamizo, D. José Chico, D. José Flores, D. José Izquierdo, D. José Jiménez Sánchez, D. José Morales, D. José Muñoz Cazalla, D. José Núñez Reinoso, D. José Román Contreras, D. Juan Pedro Gómez, D. Juan Toledo, D. Justo Pérez, D. Manuel Bua, D. Manuel Núñez, D. Marcos Núñez, D. Nicolás G Huete y D. Pedro Ramos.
El 22 de Noviembre de 1911 otorgó escritura D. Justo Pérez Guillén  a favor de 22 accionistas.
HAY UN CARTEL COLOR MARRÓN DE ESTA CORRIDA INAUGURAL Y DE LA DEL CENTENARIO EN EL REVERSO
José Villegas “Potoco” es un torero gaditano hermano de “El Loco” que no se arrugaba al matar tanto en España como en América toros de tremendas cornamentas  como los de la “La Privadilla”.
La historia del apodo: De niño una criada gallega se empeñaba en que no tocara el pito y el futuro torero porfiaba en dialecto gaditano: “¡PO toco!”
Este fue el último año en que se lidiaron toros por las calles en Tarifa ya que al año siguiente se inauguró la plaza de toros actual.
Una comparsa capitaneada por un tal Antonio Gurrea en los Carnavales de ese año cantaba a coro la copla que hizo furor y decía:
Tenemos una cuadrilla de aficionados
para la plaza de toros que está entre manos.
Pepe Sáenz es el espada porque le sobra valor,
Alfonso Lara, banderillero y Patanco picador.
Para el salto de la garrocha, el socio Antonio García,
Su hermano y también Alba son de la misma cuadrilla.
También tenemos a Heredia “El Mudo” ¡que barbián!
Gonzalo, Arias y Ginebra ¡Vaya tres cuerpos de habilidad!
Estrenada la plaza, como es natural, los toros por las calles fueron suspendidos. Y he aquí que los tarifeños apenas concurrían a las corridas celebradas en el nuevo coso, añorando aquellos toros por las calles con carreras y sustos.
 
El viernes 8 de septiembre de este año. Plaza de Toros de Tarifa. Corrida de 6 Toros 6 de muerte de la acreditada ganadería de D. Basilio y D. Joaquín Peñalver para los renombrados diestros:
José del Pozo “Pepillo” y
Antonio Fernández “Bocanegra” ambos de Sevilla y acompañados de sus cuadrillas de banderilleros y picadores.
La plaza se abrirá a 2 de la tarde y la corrida empezará a las 4 en punto.
Las entradas se podrán comprar en el Café de “Idueña” y en el de “3 de Febrero”.
El sábado 9 de septiembre segundo día de feria, en la plaza de Toros se celebra una corrida de Toros del hierro de Don José y Marcos Núñez Reinoso de Tarifa, para el diestro José Villegas “El Potoco” donde actúa de sobresaliente Julio de O, de Sevilla.
Banderilleros: Manuel Peña, José Primito y José Fernández “Barbi”, de Sevilla, Francisco Ortega “Cuco”, de Cádiz.
Picadores: José Gaspar “Gasparote”, de Sevilla, José Fernández “Arriero Chico”, de Cádiz  y Manuel Navarro “Santa Clara”, de Sevilla.
Puntillero: Alfonso Fernández, de Cádiz
Los precios más caros 30 pesetas 6 asientos  y los más baratos de sol, a 1,75 pesetas.
El día 4 de octubre en la plaza de toros de Tarifa, se celebró una novillada en que se lidiaron cuatro utreros, dos de muerte y otros dos de capea, siendo superior el de Don José Ortega y bueno el de Don José y Don Marcos Núñez Reinoso. No hubo suerte de varas.
El primer espada Juan Albas Campos (a) “Pelota” estuvo superior  en la muerte, que lo hizo de una estocada, mereciendo que le dieran la oreja y lo pasearan alrededor de la plaza.
El segundo lo mató Gonzalo Acuña (a) “Ginebra” de algunos pinchazos por haber sido arrollado en la primera estocada.
Los banderilleros José Chicano (a) “El Socio”, cumplieron su cometido superior a cualquier aficionado como ellos.
Hay una crónica que se titula: “Los toros por las calles que adjunto:
Cosas de Antaño.
LOS TOROS POR LAS CALLES.
En Tarifa hubo siempre gran afición a los toros. Y, sobre todo, hubo muchos y buenos aficionados. Y en su término municipal había muy buenas vacadas, que daban toros bastante bravos. Era gran zona ganadera, por lo que para vender y marcar, se imponía la feria de ganado. Por ello, sin duda, la feria tarifeña sería la que se mantuvo sola durante varios años en toda la comarca.
Naturalmente que número principal de los festejos que a la sombra de la Feria tenían lugar, era la lidia de toros por las calles. Los toros por las calles de Tarifa  era obligado para celebrar bien, aparte de la Feria, en el día de la Virgen de la Luz, en las fiestas en honor de San Mateo, cualquier otro acontecimiento : el nacimiento de un príncipe, en caso concreto, el casamiento de Isabel II, la terminación de la Guerra Civil, la proclamación de Alfonso XII…
Esto de los toros por las calles se remonta a siglos muy atrás. Era ya costumbre establecida  en el siglo XVI. Así en el año 1592, cuando el Consejo acuerda honrar a San Mateo, como patrono principal, con fiestas conmemorativas había de hacerse todos los años, como números principales de los festejos figuraban el que se lidiaran toros al estilo de país y se hicieran juegos de cañas.
Cerradas las puertas de la ciudad, los toros habían de correr por calles y callejuelas, sin que pudieran escapar. Previamente se habían encerrado cuatro o seis toros  de una vacada cualquiera, en un previsto corral, generalmente se hacía este encierro en la Puerta del Retiro. Y a la hora fijada, los toros eran echados a las calles, para ser lanceados por los aficionados que, en Tarifa, como se dice al principio, los había muy buenos.
El espectáculo pletórico  de tipismo y colorido, era de lo más emocionante: capotazos por acá, carreras por allá; alguno que quería poner banderillas, aquel queriendo pasar de muleta, y algún que otro que iba de cabeza al arroyo.
Las puertas de las casas no se cerraban, se entornaban únicamente para que pudieran servir de refugio en caso de apuros.  Burladeros improvisados eran las rejas y balcones, a donde los muchachos trepaban huyendo del toro. Rejas y balcones que a modo de palcos o barreras ocupaban las bellas tarifeñas. Y había gritos acusando el peligro, carreras y sustos. Y algunas veces, cuando alguien en las calle distraído no reparaba en el acercamiento de la res, desde esos mismos balcones, entre risas y maliciosas intenciones femeninas, había la costumbre de gritar:
-Quieto maestro sombrerero; quieto maestro sombrerero.
En verdad que no se sabe a qué venía eso de “maestro sombrerero”. Pudiera muy bien tener el origen en un aficionado que venía de Algeciras a participar  de estas lides y que formaba parte de  la cuadrilla que capitaneaba Pepe Román, que se llamaba Juan Ruiz, se motejaba “El Sombrerero”
Ya el oscurecer, eran dejados de ir los toros al campo que, tras el acoso sufrido en las calles, salían de estampida para unirse a la piara. Pero no paraba aquí la cosa. Vuelta a cerrarse las puertas, un toro quedaba  dentro del recinto de la población y vagaba por ella durante la noche.
La gente se descuidaba haciendo tertulias y el toro en la oscuridad de la noche recorría las calles con los consiguientes sobresaltos refugiándose a veces en los callejones sin salida: el Rincón de Yesca. El Rincón de Trigo o el Callejón Castillo.
Se cuenta, bueno se cuenta y se contaba la mar de cosas de esto de los toros por las calles. Pero en caso concreto cuenta Pepe Román en su Libro de los Toros de un individuo que harto de Jerez o de Chiclana al ver un bulto en la penumbra de la noche le preguntara:
-       Oiga compadre. ¿ha visto usted al toro?
Año 1890.
Se corre por primera vez el “Toro del Aguardiente”
En este año acabó su contrato en la cuadrilla de Francisco Montes Reina “Paquiro” el gran picador tarifeño Francisco Tapia que hizo, en esta cuadrilla, su presentación en Madrid  el 19 de mayo de 1834. Dicen de él que en su trabajo era: inteligente, duro y decidido.
Año 1891.
El lunes 9 de abril de este año. Plaza de Toros de Tarifa. Toros a beneficio de los pobres  y Hermanas de la Caridad.  Toros regalados por los ganaderos: Sra Viuda de Núñez Laddizabal,  D. Joaquín Abreu Núñez, D. Domingo Derqui Dalmau y D. José Manso Abreu para los diestros tarifeños:
Sr. Derqui, Sr. Lara y Alfonso.
Varilargueros: Lara y Campos.
Banderilleros: Pepe Sáenz
 
El día 30 de abril de este año, encontramos una nota en el periódico Defensor que reza así:
La pasada semana, se verificó en la dehesa “Navafría”, la tienta de reses bravas de la acreditada ganadería de la Sra. Viuda de Núñez Lardizabal, de 81 becerros, resultaron 32 de inmejorables condiciones  por su bravura  y buena estampa.
El día 3 del próximo mes de mayo, festividad de la Santa Cruz,  tendrá lugar en la plaza de toros de esta ciudad, una novillada de cuatro bichos, dos de ellos serán banderilleados y muertos y los otros dos de capeo. Los de muerte serán estoqueados por los aficionados tarifeños; Juan Alba  Campos (a) Pelota” y Rafael Fernández (a) “Barreño”.
Banderilleros: José Chicano “Panadero”, José Sáenz “Pajarito”, Francisco Gutiérrez “Ligero”, Antonio Romero “Cantito”, y Antonio García “El Socio”.
Puntillero: Francisco Pérez “El Sufragio”.
Las reses de Domingo Herrera  y D. Gaspar Moya.
 
El 6 de mayo de este año según telegrama recibido, en la corrida verificada en Algeciras el domingo, los toros pertenecientes a la ganadería de Dª Lorenza Reinoso Vda, de Núñez Lardizábal, fueron superiores. Bomba estuvo inmejorable, cumplió su cometido con dos estocadas de maestro y Zamudio con dos y media.
El mismo día 6 de mayo. Novillada del sábado de Gloria. Torearon: “Minuto”, Baltasar y “Morenito”.
 
El día 13 de mayo día de la Ascensión en la plaza de toros de Tarifa hubo una pequeña novillada.
Se corrió un novillo de tres años y se lidió uno de dos años. Este último lo mató el nuevo aficionado de este “Zampa” que solo cuenta 16 años de edad. Toda su cuadrilla se compone  de siete individuos que el que más tiene la edad del matador.
Lo hicieron sumamente bien, demostrando que tienen sangre torera. Esperamos se animen y no dejen de practicar en el arte de Pepe-Hillo.
 
El día 3 de junio en la plaza de toros de Tarifa los lidiadores fueron Pelota y Barreño.
El recorte de prensa decía así:
El 3 de junio de este año en la plaza de toros de Tarifa la corrida de Toros a las cinco en punto, aparecieron en el palco presidencial los señores Ortega, Campos y Labao.
La tarde estaba agradable. Escaso público aunque no faltaron en él buenas caras  y algunas “monas” de padre y muy señor mío.
Pidió la llave (como decía el cartel) un joven de 12 años  montado en un brioso caballo amaestrado a la alta escuela.
Hicieron el paseíllo los espadas “Pelota” y “Barreño” y los banderilleros  “Panadero”, “Pajarito”, Lara y Manuel Camacho (a) “l Rabiando”, natural de Facinas, éste último en sustitución del “Socio” que según nuestros informes, no pudo asistir porque se dedicó con demasiado fervor a la doctrina del Dios Baco (contra la costumbre ordinaria).
 
El día 25 de junio salió para Sevilla Don Enrique Campoy al objeto de contratar espadas para las próximas fiestas de Tarifa.
Lo han hecho ya los novilleros “Faico” y “Colorín” con sus correspondientes cuadrillas, los toros que se lidiarán  serán de la acreditada ganadería de Don Antonio Miura.
Este mismo día, miércoles de semana,  en la plaza de Tarifa tendrá lugar una novillada en la que actuarán:
Espada: Juan Sánchez “Bombita”, banderilleros: Francisco López “La Avispa”, Diego Rodas “Morenito”, Miguel Sabona “Muñequero”, y Eulogio Campos “Armillita”. Hubo un puntillero. Todos de Algeciras.
Los precios: sombra una peseta y sol 0,75 pesetas, preferencia 1,50 peseta, hay media entrada para niños y militares.
 
El día 1 de julio en la Plaza de Toros de Tarifa, Festividad de San Pedro. A la hora marcada se hizo la señal de salida, presidían los Sres. Capompy e Izquierdo.
De los cuatro becerros encerrados propiedad de Don Guillermo González, lidiados por el siguiente orden:
El primero “Jorgojito”, jozco, cornichapao. “Morenito” y “Avispa”  ejecutan varias suertes de capa que les valen palmas, sobresaliendo “Morenito”.
El segundo “Biscochero”,  jozco, y bien puesto.
Carecemos de más  información al respecto.
 
En la plaza de Tarifa,  el día 7 de septiembre se lidiaron toros de la Ilustrísima Sra. Dª Lorenza Reinoso, Vda de Núñez Lardizábal, por la cuadrilla de Niños Sevillanos.
Lunes día 7 de septiembre: “En las primeras horas de la mañana  una preciosa diana magistralmente interpretada por la banda municipal, una gran cantidad de personas  se dirigen al “Toro del Aguardiente” , el toro de prueba, fiesta nueva entre nosotros, estuvo muy animado y varios aficionados mostraron su habilidad
Pasan las horas y nos dirigimos por fin  a ver los Niños Sevillanos que tanto nos entusiasman.
 
Al día siguiente se lidian toros de del Excmo. Sr. D. Antonio Miura de Sevilla.
 
Día 9 de septiembre; “Hoy último día  de Mercado, asisten gran cantidad de personas.
Ya estamos esperando la hora de la corrida para ver al renombrado Bombita, asiste mayor concurrencia debido quizás a ser los precios más bajos que los anteriores , la corrida resultó entretenida  en los tres toros de muerte y muy aburrida en los tres de capeos. Bombita demostró una vez más  su valor temerario  y estuvo muy afortunado al herir en su primero y tercer toros, desgraciado en el segundo siendo ayudado por “Faico” que dio dos o tres capotazos  muy buenos, de los peones destacó  “Morenito
 
El día 10, hubo “Toro del Aguardiente”. El toro de prueba fiesta nueva entre nosotros, estuvo muy animada y varios aficionados mostraron habilidad ante el astado.
Mañana día 10 se marcha la banda militar.
La Virgen de la Luz se quedará este año en Tarifa y parte del próximo  hasta que se termine la obra del Santuario
Esto decía la prensa, relativo a los Toros  en la Feria de este año:
“Habrá también funciones de fuegos artificiales y diversos juegos de cucañas, carreras de cintas y otros no acordados todavía. Las corridas de toros prometen mayores ventajas que las verificadas en años anteriores, pues han de lidiarse reses  de acreditadas ganaderías  de Núñez Reinoso de esta ciudad y de Don Antonio Miura de Sevilla. Dos corridas en tomarán parte los renombrados Niños Sevillanos  y una novillada para la cual  han de contratarse afamados matadores. El mercado de ganado estará en el extenso llano  del “Molino de Viento” y en los campos y abrevaderos limítrofes  podrán pastar y pernoctar el ganado que a él concurra.
De esta forma transcurrió nuestra Feria hace ahora cien años.
La Empresa de Toros de Tarifa ha hecho grandes sacrificios por proporcionar al pueblo, corridas de toros dignas de esta población, muchos gastos se han hecho para ellos, grandes sacrificio le ha proporcionado, sin embargo, las entradas  en la plaza han sido poco numerosa, y la empresa ha tenido una pérdida considerable . ¿Cuál es la causa de ello? La misma empresa ha organizado otra nueva corrida en que tomarán parte los famosos Niños sevillanos.
Las condiciones de esta corrida son mucho más beneficiosas para el público, los Niños desean agradar, los toros son escogidos, y los precios mucho más bajo y esperamos que en la tarde del Sábado se vea la plaza de toros muy concurrida. ¿Se lograrán los deseos de la empresa?. Creemos que sí, porque el asunto se lo merece.

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA. Entrega 2


Año 1802.
Hay toros con motivo del casamiento del Príncipe de Asturias.
Así fue recogida la corrida  por la Revista de estudios tarifeños  “Aljaranda”:
Casamiento del Príncipe de Asturias.
“En la ciudad de Tarifa  a dieciséis del mes de octubre de mil ochocientos  dos, el Concejo Justicia y Regimiento  de ella se juntaron a Cabildo según uso y costumbre bajo la presidencia de don Juan Serrano de Lara y Muñoz, alférez militar perpetuo y gobernador interino de ella y se trató y acordó lo siguiente:
Se vio en este cabildo una carta de Su Majestad el Rey nuestro Señor que Dios guarde, firmada de su real mano y refrendada por su secretario el señor don Juan Ignacio de Ayertaran, fechada en Barcelona a 30 de septiembre próximo en la que da quenta  que habiéndose ajustado el casamiento del Serenísmo Príncipe de Asturias  don Fernando su muy caro y amado hijo con la Serenísma Princesa de Nápoles doña María Antonia hija de los Reyes doña María Antonia hija de los Reyes de las Dos Sicilias y firmándose el 6 de julio de este año el contrato matrimonial se había celebrado en Nápoles  el día 25 de Agosto próximo el desponsorio lo que había querido participarlo con la seguridad con que se hallaba de que el zelo y amor de esta ciudad a su servicio, concurriría a la celebridad de esta noticia  con la particularidad de que ha acostumbrado en semejantes ocasiones;  y la ciudad con tan plausible noticia  deseosa de manifestar el lleno de júbilo y alegría que le ha causado tan felix enlace acuerda se publique, haiga una iluminación general por tres días  que comiencen el Lunes próximo en la noche y al mismo tiempo el que se haga una corrida toros de novillos que dará la mayor complacencia al público por la grande inclinación que manifiesta tener de esta diversión, y para que no padezca extravío dicha carta se cosa al fin de este cabildo.
(Fuente: Archivo Municipal de Tarifa).
Nace en Tarifa un `picador Francisco Ponce que debió alcanzar  gran fama en las corridas  de Cádiz de principios del siglo XIX. Su primera actuación documentada  la indica un cartel de ese año del mes de junio que se encuentra en el Museo Histórico de Cádiz en el que alternaban Esteban Pérez “El Cerrajero” de El Puerto de Santa María y Jerónimo José Cándido de Chiclana matando 20 toros en dos tardes como era tradicional  en todos los carteles gaditanos de la época.
De media espada actuaba otro torero de la tierra que era José Gracia “El Platero”.
Entre los picadores el famoso Laureano Ortega que por aquel entonces ostentaba la vara de encerrador  mayor del ganado de la ciudad, cargo que solo tres años más tarde, a su muerte, heredaría Jerónimo José Cándido.
En esa corrida actuaba otro picador de la tierra, Francisco Rivilla de Jerez
Su hermano Domingo Ponce también picador  aparece en un cartel de Cádiz  al año siguiente.

Año 1.803.
Nace en Córdoba  el matador de toros Rafael Pérez de Guzmán descendiente del famoso Guzmán “El Bueno”.
Torero agradable en su trato, serio en los ruedos. Con la capa destacaba en las verónicas y con la espada prefería la suerte de recibir.
Entre sus amigos toreros cabe destacar a Montes “Paquiro”, Juan León y Roque Miranda.
En Sevilla, en 1.830 toma la decisión de hacerse torero. Ya traía de su Córdoba natal la afición a la monta de caballos  y al acoso y derribo de reses. Abandona el Ejército y cambia el sable por estoque de matar.
Muere asesinado en 1.838, cuando se trasladaba de Sevilla a Madrid  ajustado para alternar  con Montes y Roque Miranda (con los que ya había actuado en otras ocasiones.
Sánchez Naira así el trágico suceso:
“El bravo, el pundonoroso, el caballero Guzmán, cuya vida respetaron más de trescientos toros , murió en los llanos de la Mancha, inmediatos al pueblo de Guardia, partido de Lillo, en la provincia de Toledo, a manos de una partida de forajidos carlistas, el día 22 de abril de 1.828”.
Crescencio Torés escribió al respecto muchísimos años después una crónica titulada “Un Guzmán matador de toros” en la que decía:
Tarifa, con gran esplendor, está celebrando en su castillo fortaleza, levantada por el Califa árabe Abderramán III, recuperado y primorosamente conservado, la gesta conocida de aquel militar mercenario a las órdenes de  del Rey Sancho IV, el famoso don Alonso Pérez de Guzmán , que ante las dudas de su origen, castellano de León ó marroquí por otros historiadores, la verdad es que fue Tarifa el origen de esta historia  tras la ofrenda voluntaria  de la vida de su hijo mayor, Pedro Alfonso, hace ya más de setecientos años  ante las pretensiones  del infante don Juan por reconquistar la plaza, en la etapa conocida como la Guerra del Estrecho.
Estas celebraciones me han dejado en suerte para recordarles  someramente la historia  de un descendiente directo de este Guzmán el Bueno y que fue un excelente torero, primero y único noble que abrazó la lidia y muerte de toros en público.
Hijo de don Enrique Pérez de Guzmán y de doña Dolores Fernández de Córdoba, condes de Villamanrique  del Tajo. Nace en Córdoba un  16 de Noviembre de 1803, un niño llamado Rafael Pérez de Guzmán. Obligado por su cuna, abrazó la carrera militar llegando a ser guardia de Corps de Fernando VII; pero su tendencia a mezclarse con el pueblo llano y toreros pronto le hizo abandonar  sus estudios militares. Fue alumno de Pedro Romero y Jerónimo José Cándido en la Escuela Taurina de Sevilla.
Su amistad con los matadores Juan León y Antonio Ruíz “El Sombrerero”, el 28 de Mayo de 1831, le hizo ser matador de toros alternando como tercer espada con Roque Miranda “Rigores” y Francisco Montes “Paquiro”, en presencia de Fernando VII. “Paquiro” lo lleva a Madrid y torea el 13 de mayo de 1831 una corrida de Gavira.
Había muchas partidas de bandoleros por Castilla, la guerra carlista hacía que el ejército estuviese por el norte. Las partidas asaltaban las diligencias y correos cuando venían a Madrid, el 14 de abril de 1838, seis días antes de su corrida en la corte, defendiéndose  del ataque de una partida quedó gravemente herido y abandonado en el lugar llamado La Carrocaña, cerca de La Guardia, buscado después fue encontrado su cadáver desvalijado y medio desnudo, tenía 35 años. El Alcalde de La Guardia don Victoriano Tamarón, le honró con grandes exequias como correspondía a su rango.
Torero muy valiente, mujeriego y algo pendenciero, adquirió fama notoria por su forma de matar a los toros, sus amigos los grandes toreros citados lamentaron profundamente su muerte valerosa defendiendo a los viajeros con su espada.
En este año el día 22  de julio es llamado para actuar como picador en Madrid en las fiestas con motivo de la boda del Príncipe de Asturias  el picador tarifeño Francisco Ponce y repite actuación el 27 de julio segunda de las corridas de la boda principesca formando tanda con Cristóbal Ortiz.
Parece ser que también actúo en la cuarta corrida que se celebró a beneficio de los Niños de San Ildefonso.
En este año Domingo Ponce picador hermano de Francisco Ponce aparece en un cartel de Cádiz junto a su hermano aunque actuó de reserva.
Año1804.
Francisco Ponce sustituye en algunas corridas al también picador Simón Delgado posiblemente por algún percance.
También actuó en las cuatro corridas concedidas a la Sacramental de San Pedro para construir un pontón sobre el río Manzanares. 
Memorial sobre abastecimiento de carne.
En la ciudad de Tarifa en treinta días del mes de agosto de mil ochocientos quatro, el Consejo, Justicia y Regimiento de ella se juntaron a Cabildo según uso y costumbre bajo la presidencia del señor don Gerónimo Ramos de la Plata, Regidor Presidente, Alcalde mayor honorífico y Regente de la Real jurisdicción, y se vio un Memorial del abastecedor de carnes Miguel Gil que a letra dice así:
M. N. y L. Ayuntamiento, Miguel Gil vecino de esta ciudad, y obligado a proveer el abastecimiento público de carne de ganado vacuno, cabrío y carnero hasta
la Quaresma del año próximo venidero, a V.I.S. con el respeto debido digo: Que hace como un mes que se ha hecho costumbre casi diario, torear por la noche, por el pueblo, las reses que encierro para provisión en el matadero de esta Ciudad, habiendo llegado hasta el extremo de traer u novillo que tenía guardado en una huerta distante cerca de un quarto de legua con el fin de que no se torease, este hecho me ocasiona los graves perjuicios de quedar la piel agrietada por los muchos que sufre y de que la carne molida deja de venderse  y se pierde en menoscavo grande de mis intereses; de todo lo que he dado muchas veces las quejas al señor Regente de la Jurisdicción, don Gerónimo Ramos, Regidor de este Ayuntamiento y que me ha respondido no puede poner remedio, por lo que siendo el hecho notorio  y pudiendo certificar  e instruir de lo mismo los caballeros Regidores y Diputado del mes, no pudiendo yo consumir mis cortos intereses  y recurso judiciales al que no se me debe tampoco obligar: A V:I:S: Suplico se sirva exonerarme  de la obligación que tengo contraída  de abastecer  al público de carnes, y que los daños que se me han causado seme indemnice del Caudal de Carnicería, protestando en caso contrario en hacer acopio ni compra ninguna de reses como se acostumbra en este tiempo y yo haría para el invierno si se me huviere guardado las condiciones naturales y devidas de la contrata. Tarifa 21 de agosto de 1804. Miguel Gil.
La Ciudad en vista de dicho Memorial acordó que justificando Miguel Gil la perdida que dice, se le avone y que habiendo quien haga la obligación, se le exonere de ella.
(Fuente: Libro de Cabildos. Tomo 41. Folio 597 vto. Archivo Municipal de Tarifa. Trascripción de José Donda Cárdenas)
 
Año 1808.
Actos públicos por el nuevo soberano Fernando VII.
En la ciudad de Tarifa en doce días del mes de abril de este año, su Concejo, Justicia y Regimiento de ella, presidido por Don. Manuel Dabán y Urrutia, teniente coronel de los Reales Ejércitos y gobernador militar y político de Tarifa, se juntó en Cabildo según uso y costumbre. Y así juntos se trató y acordó entre otros asuntos el siguiente:
“El Sr. Gobernador hizo presente a la Ciudad le `parecía conveniente que ésta determinase hacer alguna función con motivo de la proclamación y exaltación al Trono de nuestro Augusto Soberano el Sr. Don. Fernando el 7º, mediante a que el Excmo. Sr. Comandante General del Campo de Gibraltar Don. Francisco Xavier de Castaños le ha manifestado, de resultas de las preguntas que Su Señoría le había hecho en esta materia , que en Algeciras se cantó en acción de gracias el Te Deum, acompañando algunos otros regocijos públicos, y deseosa la Ciudad [de Tarifa] de demostrar al Todopoderoso por su parte la grande alegría, acuerda se solemnice por medio de un Te Deum Laudamus que se cante en la Mayor Parroquial del sr. San Mateo con misa solemne, subsiguiendo tres noches de iluminaciones públicas y a fin que la función se haga con la mayor ostentación se pasará recado de atención al Sr. Vicario de estas iglesias por medio de los diputados de mes para que acuerde con el Clero el día más oportuno a fin que dándose aviso a este Ayuntamiento se verifique la concurrencia”.
[Archivo Municipal de Tarifa. Actas de Cabildo. Tomo 44 (1807-1809) pp. 148v-149v]
Días más tarde, el veinticinco de aquel mismo mes  de abril de mil ochocientos ocho, volvió a juntarse en Cabildo, según uso y costumbre, el Concejo, Justicia  y Regimiento de ella, y presidido interinamente por D. Sebastián de Prado, regente de la real jurisdicción por ausencia del Sr. Gobernador, caballero maestrante de la Real de Ronda, de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y regidor de preeminencia, se trató y acordó entre otros asuntos el siguiente:
“Se vio en este Cabildo el oficio que con fecha 23 del corriente ha pasado al Sr. Gobernador el Sr. Vicario de estas iglesias, el Dr. Don. José de Castro y Aragón, relativo a manifestarle que el clero secular va a cumplir su deber en el día de mañana  saliendo en puntual rogación de la iglesia parroquial de San Mateo y en el siguiente de la de San Francisco  de resultas de la real resolución que le acompaño y recibió del Ilustrísimo Sr. Obispo diocesano que trata de haber resuelto nuestro soberano el Sr. Rey Don. Fernando 7ºde implorar por medios de fervorosos y devotas rogativas  la divina asistencia  para afianzar el mayor acierto de su gobierno de cuyo oficio enterada la ciudad acordó que este Ayuntamiento no podía menos de prestarse  a concurrir  a tan plausible y debido obsequio de ambas majestades, lo cual así se les contestará  a dicho Sr. Vicario como igualmente se le manifestará  el que diga la hora de la concurrencia y al mismo tiempo se citará a los demás individuos del Ayuntamiento que no han comparecido en él para que asistan con previsión habiéndoselo así entender  uno de los porteros”
Y seguidamente:
“Se vio en este Cabildo la orden que le comunica S.M. el Rey Ntro. Sr. Don. Fernando el 7º  que se halla firmada  de su real mano y refrendada por mandato de S. M. del Ilmo. Sr. Secretario de la Cámara Don. Juan Ignacio de Ayertarán, fecha en Madrid  a 6 de abril de 1808, en que se inserta el Real Decreto de abdicación que ha hecho de la Corona el Sr. Rey Don. Carlos 4º  en nuestro soberano que lo participa  para que le conste y en su virtud disponga  como se le manda que se levante en esta ciudad pendones por S.M. y en su real nombre el día que señale de que dará aviso S.M.  Cómo para que se efectúen las demás ceremonias que en semejantes casos  se han acostumbrado según así lo esperaba del acreditado celo y fidelidad hacia su real persona. Y la ciudad obedeciendo como obedece la real orden de S. M. con la que ha recibido la mayor complacencia  y regocijo por el amor extremado que le profesa manifiesta legítimo soberano, desde luego se sacrificará estando pronta luego que reciba el aviso que se anuncia hará cuanto esté de su parte y en iguales circunstancias  se halla acostumbrada”
[A.M.T. Actas de cabildo. Tomo 44 (1807-1809), pp.154 v-156r]

Año 1813.
Un americano en la plaza de toros de Santa Catalina.
El judío americano Mordecai Manuel Noah, estuvo viviendo en nuestra ciudad entre septiembre de 1813 y junio de 1814. Comisionado por las autoridades del todavía nuevo estado norteamericano en tareas diplomáticas  en el norte de África, por cuestiones sanitarias no pudo cruzar el Estrecho y permaneció en nuestra ciudad, aunque no dejó de conocer parte de Andalucía.
Quien fue el primer sionista americano nos dejó sus impresiones acerca de Cádiz  en un libro donde registró también su asistencia  a la Plaza Nacional “un gran anfiteatro de madera  con palcos y capaz para 10.000 personas”
Se admiró del gran número de balas y cañones del campo por ello llamado de  Las Balas frente a la plaza y describe el ambiente del festejo, con damas elegantes a la moda, funcionarios, militares y señores y un ruedo, antes de la corrida, por el que se pasean los aficionados de las clases populares, soldados, aguadores, marineros, vendedores de pasteles o campesinos. No dice la fecha de la corrida pero durante su estancia se anunciaron varios festejos. Lo que sí sabemos es que los toros de ese día eran de Tarifa ya que Mordecai da cuenta de que un espectador así lo proclamó en la plaza con orgullo.
Gracias al apoyo de Antonio Capmany, las Cortes gaditanas aceptaron las corridas  y el 7 de Diciembre de 1813, a través de la prensa se hace un llamamiento  y se anuncia públicamente los festejos que tendrán lugar en meses tan poco taurinos  como Diciembre, Enero y Febrero, tantas eran las ganas  de toros que tenían los gaditanos.
Afamados matadores participaron en la corrida como El Sombrerero, Curro Guillén y El Quemado junto a los picadores Ortiz de Medina, Corchado de Sevilla y Doblado de Jerez; perteneciendo los toros  a las ganaderías de D. José Velasco  y D. Juan Moreno de Sevilla junto a la de D. José Prado y D. Bartolomé Núñez de Tarifa.
Para celebrar la finalización del asedio del Mariscal Soult, se organizan unas corridas de toros. Así lo anuncia el Diario de Cádiz;
“Gracias al apoyo de Antonio Capmany, las Cortes Gaditanas aceptaron las Corridas y el 7 de Diciembre de 1.813 a través de la prensa se hace un llamamiento y se anuncia públicamente los festejos que tendrán lugar en meses tan poco taurinos como diciembre, enero y febrero, tantas eran las ganas de toros que tenían los gaditanos. Afamados matadores participarán en la corrida como el Sombrerero, Curro Guillén y el Quemado junto a los picadores Ortis de Medina, Corchado de Sevilla y Doblado de Jerez, perteneciendo los toros a las ganaderías de Don José Velasco y Don Juan Moreno de Sevilla junto a la de Don José Prado y Don Bartolomé Núñez de Tarifa”
Año 1814.
Primera corrida de toros Constitucional.
Fue la primera de historia en Cádiz, el 19 de marzo de 1814 para conmemorar el segundo aniversario de la Constitución y tuvo lugar en la llamada “Plaza Nacional” propiedad de Francisco Laiglesia Darracq, un nombre importante en la historia del arma de Caballería.
Ya se habían celebrado diez corridas de toros con anterioridad en ese ruedo.  Aquella tarde torearon Francisco Herrera Guillén, “El Sombrerero” y de media espada el gaditano Juan García “El Platero”. Los toros eran de la mejor ganadería de aquellos años, la de Cabrera, y picaron varilargueros muy importantes en aquella plaza empavesada para la ocasión: Cristóbal Ortiz, Luis Corchado, Francisco Ponce y de sobresaliente Pedro Ortega.
Presidieron con sombrero de tres picos, los concejales Manuel Luis Edwards y Pedro Manuel Sorela, en los intermedios –antes durante la lidia no había música, solamente Madrid sigue así- la banda interpretó marchas nacionales.
Al terminar la lidia hubo un toro de fuego, luego un combate simulado con fuego entre dos jabeques y por último, a costa del dueño de la plaza, un árbol de fuego alegórico –de fuegos artificiales para entendernos- pero media hora después de los toros y fuera de la plaza, en el Campo, como era conocido aquel paraje, luego Campo de las Balas, donde estaban amontonados los cañones sobrantes del sitio y los desmontados de la escuadra francesa.
En el orden de la plaza –militar- de ese día se mandó al Batallón de Voluntarios que hiciera el despeje del ruedo –lo que hoy hacen los alguacilillos- y a su banda de música que tocara en el coso.
Laiglesia había mandado que en ese árbol alegórico, con  fuego, aparecieran varias leyendas: “Vivan las Cortes”; “Viva la Constitución”; “Viva Fernando VII” y “Viva el Ayuntamiento”. Este último no es de extrañar y era un poco conciliador porque Laiglesia había tenido no pocas controversias con el cabildo Ciudad.
Año 1818. 
El día 8 de junio de 1818 hace su presentación en Madrid  la ganadería de José Pardo de Tarifa.
Así mismo en la testamentaría  la ganadería de Beatriz Orta hace su presentación  en Madrid con fecha 26 de octubre.
En este año Francisco Ponce picó en Madrid toros de su paisana Beatriz Orta.
Año de 1825.
Se corren toros en Tarifa. Se echan de uno en uno. Se cierran calles y puertas.
Todos los domingos se dejan pasear en libertad toros por las calles de Tarifa; cuando estos animales son demasiado salvajes, un hombre a caballo los sujeta desde lejos  con una cuerda; pero la cuerda puede romperse o el animal irritado revolverse  contra su conductor. Entonces se produce una confusión y brota un ruido que hace  la alegría de los habitantes, y entonces se mueven por la menor cosa. Cada uno intenta excitar al toro y dejar a su vecino exponerse al peligro que él mismo ha provocado. En este juego las mujeres son más apasionadas que los hombres. Estas dulces criaturas, cuando miran pasar el toro por la ventana de su piso bajo, rechazan con alfilerazos, y dan gritos y estallidos de risa salvaje, a los desgraciados cobardes o heridos que escapan encaramándose a los barrotes de estas prisiones, honrados por cortesía son el título de casas. Hay fugitivos forzados, a golpes de alfilerazos o de pequeños estiletes, a volver a caer a la calle, donde entonces sí que corren peligros reales. Sus fatigas, sus angustias solo provocan la risa pública. Yo no sé si las heridas graves bastarán para detener el ímpetu de esa bárbara alegría; los accidentes no faltan en estos bacanales; sin embargo, nadie piensa en prohibir un divertimento tan salvaje. Ese placer no tiene la majestad de la fiesta de los toros, no exige el mismo talento, aunque sea también cruel. Pienso que los viejos y las gentes temerosas no saldrán de sus casas de Tarifa los días de los paseos de toros.
Uno de los grandes placeres de los bromistas andaluces es anunciar la llegada del toro por el lado donde no es esperado. Entonces la gente se ríe con fuerza de la huida inútil de los más experimentados. Desgraciados los cobardes, los débiles, los torpes, los viejos y todos los que habitan en esta villa, no la mujer apasionada o el joven andaluz vigoroso. En los momentos corrientes se aburren, los días de los paseos de los toros ¡se matan! ¡Singular villa!
Año 1827.
Había en Tarifa 1.000 tratantes de ganado.
Año 1831.
El Marqués de Custine insigne escritor-viajero, nos dice de le los Toros por las calles en Tarifa:
“Todos los domingos se dejan pasear en libertad toros por las calles de Tarifa, cuando estos animales son demasiado salvajes, un hombre a caballo los sujeta desde lejos con una cuerda, pero la cuerda puede romperse, o el animal irritado, revolverse contra su conductor.
Entonces se produce una confusión  y brota un ruido que hace la alegría de los habitantes, y entonces se mueven por la menor cosa. Cada uno intenta excitar al toro y dejar a su vecino exponerse al peligro que él mismo ha provocado.
En este juego las mujeres son más apasionadas que lo hombres. Estas dulces criaturas cuando miran pasar al toro por las ventanas de su piso bajo, desgraciados cobardes o heridos que escapan encaramándose  a los barrotes de esas prisiones, honradas por cortesía con el título de casas. Hay fugitivos forzados, a golpes de alfilerazos o de pequeños estiletes.
Volver a caer a la calle, donde entonces sí que corren peligros reales sus fatigas, sus angustias solo provocan la risa pública. Yo no sé si las heridas graves bastaran para detener el ímpetu de esa bárbara alegría.
Los accidentes no faltan en estos bacanales, sin embargo, nadie piensa en prohibir un divertimento tan salvaje. Ese placer no tiene la majestad de las fiestas de los Toros, no exige el mismo talento, aunque sea también cruel.
Pienso que los viejos y las gentes temerosas no saldrán de sus casas en Tarifa los días de paseo de los toros.
Uno de los placeres de los bromistas andaluces es anunciar  la llegada del toro por el lado donde no es esperado.
Entonces la gente se ríe con fuerza de la huida inútil de los más inexperimentados, desgraciados, los cobardes, los débiles, los torpes, los viejos y todos los que habitan en esta villa, no la mujer apasionada o el joven andaluz vigoroso.
En los momentos corrientes se aburren, los días de los paseos de los toros ¡Se matan? ¡Singular villa!
También otro viajero romántico, Richard Ford  nos dice:
Lo más peligros después de estas tapadas mujeres tarifeñas, eran los toros, que solían ser soltados por las calles, con gran entusiasmo del pueblo, asomado a las ventanas y horror de quienes topaban con el incivil cuadrúpedo por las calles angostas.
Año 1834.
El día 19 de mayo, el picador tarifeño Francisco Tapia  hace su presentación en Madrid a las órdenes de Francisco Montes.
Año 1836.
Tras la boda con Concha Núñez, Abreu administraría su ganadería y el resto de su patrimonio, que no fue cuantioso. La ganadería de reses bravas que heredaría Concha de su padre, Bartolomé Núñez, y éste a su vez, de su padre, Marcos Núñez Temblador, databa desde 1793. Después de su boda, Abreu cambió el nombre de la ganadería y utilizó su propio hierro.
Año 1840.
Hasta este año el picador Francisco Tapia seguía  en la cuadrilla de Francisco Montes.
Año 1842.
El domingo 1 de mayo el diario El Nacional de Cádiz  escribía que en la plaza de toros de Cádiz se lidiaban “toros de muerte de la acreditada ganadería de don Joaquín Abreu con divisa verde y encarnada”.
Adjunto recorte de prensa.
 Imagen 2. Plaza de Toros
Año 1843.
Hay Fiestas y como no Toros con motivo de la proclamación de la Reina Isabel II
Como hemos comentado, Tarifa celebraba fiestas por otros motivos, así, en cabildo de nuestro Ayuntamiento de fecha 26 de noviembre de 1843 se levanta acta correspondiente a los festejos organizados con motivo de la proclamación de la reina Isabel  II que literalmente dice:
“Para festejar este acontecimiento:
El día primero será anunciado por un repique general de campanas y la banda de música del Regimiento Prov. De Sevilla situada en un tablado erigido a propósito tocará himnos patrióticos y piezas escogidas desde las 8 a las 9 de la noche; al amanecer del dicho primer día , será saludado el pabellón nacional con salvas de artillería  y repique general de campanas y las 10 se colgarán los balcones de la Ciudad, a las 11 el Ayuntamiento en cuerpo y traje de ceremonia saldrá de la Casa Capitular  con los señores convidados y se dirigirá a la Parroquia Mayor de San Mateo asistiendo a la Misa de primera clase, Tedeum Solemne que ha de tener lugar en celebridad de la exaltación al trono de S.M,-concluida la función religiosa volverá la Municipalidad a las Casas Consistoriales y sin pérdida de tiempo saldrá para la proclamación con las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, abrirán la marcha cuatro batidores correspondientes a la Milicia Nacional de Caballería; seguirá una unidad de Infantería del Ejército: dos convidados, los maceros, el Cuerpo Capitular, los Reyes de Armas, el Alcalde primero, conduciendo el pendón real, acompañado del Sr. Gobernador Militar, todos a caballo, y una columna de honor de la fuerza del Ejército; Milicia Nacional de Infantería; la Caballería y de Artillería con la Banda de Música.-La proclamación se verificará en los tres tablados en la Plaza de la Constitución, Puerta de Jerez y Atrio de San mateo. La carrera para el acto será: Calzada, Calle de la Luz a la Puerta de Jerez, Calle de la Portería, Fuente, Trinidad, Valdés, Almedina a la Plaza de la Constitución; calle de la Amargura, Plazuela de los Afligidos, Viento, Águila, Plaza Nueva, calle del Sol, Calzada de Solís al Atrio de san Mateo, verificada su proclamación quedará el pendón Real en el templete de orden Dórico, lujosamente adornado al lado del retrato de S.M. que descubrirá y vitoreará el Sr. Alcalde Presidente del Ayuntamiento.
Se repartirán a los pobres 600 libras de pan, -a la tarde se correrán por las calles cuatro novillos-. A las 7 de la noche se iluminarán todas las ventanas y balcones de la Ciudad, y a la propia hora la municipalidad dará un refresco a las Autoridades, Jefes y Oficiales del Ejército, Milicia Nacional, derivados y ciudadanos convidados,- a las 8, principio fuegos artificiales  y desde dicha hora hasta las 10 d la misma, -Música ejecutará tocatas patrióticas, a las 11 dará principio el baile máscara por convite en un Salón del Pósito Público decorado expresamente. Desde el momento en que haya concluido la situará una Guardia de Honor en las salas Capitulares  compuesta de los Sres. Jefes y oficiales de todas las armas de la guarnición, retirados y Milicia Nacional al mando del Coronel D. Matías Cantero, la cual dará centinelas  que se colocarán en interiores  del templete a los lados del retrato de S.M.
El Segundo Día repique general  de campanas, colgaduras etc. Reparto 600 libras de pan a los pobres- por la tarde novillos- a las 7, procesión con el retrato de S. M.
El Tercer día fiestas por el estilo, iluminación, bailes, etc.”.
La ejecución de este programa, según acta del 1 de diciembre de 1843 así lo comenta:
“El Alcalde conduciendo el Pendón Real que donara Sancho el Bravo, según tradición como estaba en el programa , próximo a la Puerta de Jerez echaron pie a tierra todos los señores subiendo al tablado en cuyo centro se colocó la primera autoridad política: los Reyes de Armas impusieron silencio y llamaron la atención, escuchad, oíd. El Sr. Alcalde enarbolando el Pendón dijo: Castilla, Castilla, Castilla; la siempre fiel y heroica Ciudad de Tarifa proclama por su Reina Constitucional a la Señora Doña Isabel II de Borbón; vitoreada  S. M. repetidas veces  volvieron a caballo dichos señores continuando la procesión a la plaza de la Constitución en cuyo centro se hallaba otro tablado, volvió a repetirse la ceremonia en los mismos términos y finalmente en el atrio de San Mateo”
Año 1844.
En este año únicamente reseñar a ANTONIO IGLESIAS “El Tarifeño”. Novillero nacido en Tarifa el 4 de enero de 1844. Vivió en Éibar y toreo en muchas plazas del Norte
 Imagen 3.Antonio Jiménez "El Tarifeño"
Año 1845.
Richard Ford, escritor, viajero inglés  dijo en su libro de su paso por Tarifa entre otras muchas cosas, lo siguiente:
“Lo más primoroso, después de estas tapadas mujeres tarifeñas, eran los Toros, que solían ser soltados por las calles, con gran entusiasmo del pueblo, asomado a las ventanas y horror de quienes topaban con el incivil cuadrúpedo por las calles angostas…
Otro escritor Pascual Madoz en su libro dice sobre Tarifa que:
“Las grandes vacadas que cría en sus montes producen muy buenos y acreditados ganados para la lidia en las plazas.
En este año hubo polémicas con el Ayuntamiento por parte del poder eclesiástico centradas en:
“Correr los toros por las calles, puntualmente a la misma hora que están entrando los fieles a Misa de doce u otras Fiestas  eclesiásticas, haciéndose necesario en semejantes casos  cerrar las puertas de la Iglesia y volverse muchas personas  sin asistir a los Divinos Oficios”
Una conducta que el Vicario achacaba a un trato de favor del Ayuntamiento hacia los Carniceros locales. Se murmuraba que:
“Los que aquí gobiernan quieren tener a los carniceros, contentos y por buenos amigos, pues lo contrario no trae pan a casa”
El Ayuntamiento mandó realizar al escribano local, Rafael Balongo, un expediente que posteriormente fue remitida al Obispo donde constaban  los daños y quebrantos causados a la Corporación Municipal, esencialmente la desobediencia debida al poder civil.
Tomadas las consideraciones correspondientes el Obispo ordenó al Vicario de la ciudad que devolviera las llaves del templo a la autoridad municipal, lo que hizo a través del Notario de la Vicaría.