TAMBIÉN EL MUNDO DE LOS
TOROS ESTÁ CORROMPIDO.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ
Indudablemente nuestra antes
ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE, está pasando por nefastos momentos.
Desde el desastre de Annual,
consecuencia del mantenimiento de un
territorio alejado de nuestra España donde lo único que hacíamos era sacrificar
nuestros escasos recursos en una guerra
estéril y sin futuro mientras Europa salía gradualmente de la debacle de la
Gran Guerra , lo cierto fue que; por la
incompetencia militar; el armamento de segunda mano y la corrupción rampante en la intendencia de la época, acabaron en la
masacre de 11.000 hijos de España..
Abd el Krim que no era un cateto
puesto que era licenciado en derecho islámico por la universidad de Fez ayudado
por los corruptos de la época se subió al poder y como no tenía palabra de
honor: “le dieron la mano y se apoderó del brazo” Era el “pequeño Nicolás” de
entonces.
Claro que esto había sucedido
mucho antes como se narra en el Mío Cid:
“Que buenos vasallos, pero malos señores y la gente matándose por culpa de ellos y sus negocios”
Como en muchos de mis escritos, una vez más, he
de echar mano de un proverbio “Pobre de
la nación que deja a los progres y a los separatistas hacer su historia”
Y como ha tomado carta de
asiduidad la corrupción en España
ahora, por culpa de que es el dinero “leitmotiv” principal que mueve todo, nuestra
Fiesta de los Toros no podía ser ajena a ello, de ahí que me plantee la
pregunta de:
¿Son absolutamente necesarios e imprescindibles los apoderados?
Y mi respuesta, después del
análisis pormenorizado de las situaciones, es la siguiente: ¡Depende la situación en que se encuentre el torero!
Para aquellos toreros que están
en la cima del escalafón, no son
necesarios, pues son las empresas las que "revientan" los móviles de los "coletudos" solicitando su contratación para sus plazas en los eventos feriales de las
poblaciones que las albergan.
¿Acaso “El Juli”, “Manzanares”, “Morante” o Perera, necesitan que alguien les
busque contratos? Categóricamente, NO.
Son más bien las empresas quienes van detrás de ellos para que acudan a las
plazas que regentan. Luego…
Pero en cambio hay otros
matadores de toros, que están en segundo escalón del escalafón taurino, que al
carecer del carisma necesario para ser imprescindibles a las empresas, necesitan
de alguien que les gestione el contacto con las mismas. Y cómo los encargados
de hacerlo son los denominados apoderados, no tienen más remedio que contar con
ellos, ya que estos, como “comerciales
taurinos”, son quienes, insistiendo e insistiendo, logran que las empresas
les atiendan cuando queda algún sitio libre en la formación de un cartel en
alguna de sus plazas.
Finalmente hay otros matadores de
toros que tienen tan poca proyección taurina que, ni con apoderados ni sin
ellos, les será casi imposible figurar en algún cartel de feria importante. Su
labor como toreros quedará limitada a la participación como componente de
cartel en la feria de algún pueblo dotado de plaza de toros que naturalmente no
le reportará los ingresos económicos como para vivir del toreo.
¡Esta es la cruda realidad del
toreo!, que se acrecienta cuando la crisis económica hace su aparición y todo
va cuesta abajo.
Y ahora voy a tratar de analizar este
oficio denominado como apoderado de
toreros.
Ocupan escalón elevado en la escalera
de apoderados, aquellos que por ser, a su vez, empresarios de varias plazas de
toros tienen su propia cuadra de toreros
con los que van formando los carteles para actuar en las plazas que
regentan.
Naturalmente estos apoderados-empresarios son los verdaderos
caciques del cotarro taurino que manejan a su libre albedrío. Generalmente no
suelen "contar" con toreros no consagrados, si bien de vez en cuando echan mano
de alguno que por cualquier motivo (cornada grave que haya llenado páginas en
los periódicos, triunfo sonado en plaza de élite taurina tras sustitución de
figura a última hora por cornada, o porque se trate de un torero mediático) vean
posibilidades de que les va a proporcionar beneficios económicos en su tanto
por ciento de función de apoderamiento.
La forma de actuar con estos
toreros no consagrados suele ser la de ofrecerle una cantidad por una serie de
corridas a torear, donde el ganado no es el idóneo en la mayoría de las
ocasiones y siempre le meten en aquellas corridas duras de las ferias donde el
triunfo resulta poco menos que imposible. Naturalmente acaban quemando al
torero. El torero al acabar la temporada firmada y harto de soportar
desplantes, malos modos, exigencias y de
ver como no le incluye en los carteles de las plazas importantes que regenta,
acaba yéndose, en un futuro incierto ya que es muy probable que no vuelva a
torear en ninguna de las plazas que éste apoderado “trincón”, regente
Se trata de esos apoderados que
únicamente fichan a los toreros que
puedan generar dinero. Son quienes a pesar de su verborrea y sus cacareadas
renovaciones del toreo hacia el lado del arte, hunden a la Fiesta , pues únicamente
optan para su empresariado por aquellas plazas que resultan económicamente
rentables, ignorando a las demás.
Podía dar nombres y apellidos de
ellos que muchas veces forman “tandem” cuando se trata de plazas importantes,
pero no es necesario porque están en la mente de todo aficionado. Estos
“águilas taurinos” a pesar de actuar mancomunados, no suelen llevarse bien,
puesto que cuando hay dinero por medio, y en este caso hay mucho, cada uno de
ellos quiere llevarse la parte más importante del pastel a repartir.
Cuando se trata de la plaza de
toros Monumental de Las Ventas, como el ciclo taurino en la feria de San Isidro es muy largo, tras colocar a
sus cuadras en las corridas más cómodas, ante las exigencias del público
aficionado, combina carteles donde mete a toreros de segunda fila con corridas
de escasa garantía donde les hacen fracasar para bajarle los humos de su arte
demostrado en las escasas oportunidades con las que han contado durante la
temporada taurina.
El segundo escalón de apoderados
está ocupado por aquellos que por la causa que sea (amistad,
compenetración o familiaridad) llevan a una indiscutible figura del escalafón.
Estos tampoco tienen mucho problema para colocar a su torero en los carteles de
las principales ferias. Sí, han de ser ellos quienes deberán visitar los
despachos de las empresas y pelarse abiertamente por los honorarios a cobrar,
pero como no tienen otro camino que
firmar o no torear, han de pasar por el aro del despotismo taurino en la
fijación de sus honorarios.
Generalmente estos apoderados
suelen ser apoderados vocacionales donde la cuestión dinero ocupa un segundo
lugar, pero miran en un batallar a muerte por los honorarios de su pordedante.
El tercer escalón está ocupado por aquellos apoderados que se pasan la
vida viendo tentaderos, novilladas de todo tipo, buscando a algún chaval torero
que muestre maneras. Cuando lo encuentran, lo acogen en su casa, lo amparan, lo
enseñan los entresijos del oficio y pasan fatigas con ellos tratando de
catapultarlo a la fama. En la mayoría de las ocasiones, cuando lo consiguen, el
brillante pulido les dura poco, bien porque se lo quite uno de los apoderados de
los grupos anteriores o bien porque, el torero (muchos de ellos muy
desagradecidos) les deja “compuestos y sin novia”.
He hecho este estudio al haber
leído la ruptura de un matador de toros a pie, y de otro a caballo con sus
mentores:
Manuel Escribano quien con fecha 23 de octubre del año que
finiquita rompe su relación de apoderamiento con Roberto Piles y Simón Casas.
Cuando se le pregunta por la causas, dice:
“Creo que era el momento de dar un nuevo aire a mi carrera. Estoy satisfecho
con la temporada que he echado aunque tengo que confesar que no se han cumplido
las expectativas que nos habíamos marcado al comienzo del año cuando llegué a
un acuerdo con Simón Casas, quien se unía a Roberto Piles, que me ha acompañado
en las últimas tres temporadas”
De estas palabras deducimos que
se encuentra algo molesto posiblemente por no haber toreado en alguna de las
plazas importantes que lleva Simón Casas (quien se ha decantado de manera
partidistas por Daniel Luque proporcionándole las corridas, “a priori” de garantía),
no hacer campaña americana donde hasta
ahora gozaba de cartel y no elegirle ganadería de garantía para su confirmación
de alternativa en Madrid.
El Francesc Cambo de la Fiesta Taurina me da que se la
jugó a Manuel, de ahí que el
torero de
Gerena siga diciendo que: “A partir de
ahora es el momento de darle un giro a mi carrera y para ello quiero tener a mi lado a una
persona o equipo de personas que confíen
plenamente en mí y que se dediquen a dirigir y gestionar mi carrera al cien por
cien”
“De momento no tengo apoderado ni prisa
por encontrarlo”, “Quiero hacer las cosas bien y tomarme mi tiempo”
Cuando tenga apoderado lo comunicaré de inmediato”
Y es que no sé si el francés
Simón Casas tendrá hemorroides como su compatriota Napoleón.
Diego Ventura. Tres días después de la ruptura de Escribano, tiene
lugar la de otro afincado en Sevilla en este caso caballero rejoneador portugués,
quien rompe con otro apoderado componente del triunvirato de Las Ventas, Antonio
Matilla, tras 11 años de apoderamiento.
Aquí las causas deben ser
otras...???, pues vean como respira el centauro:
“Considero a la casa Matilla como mi familia. Ellos me hicieron llegar
a lo más alto y siempre les guardaré un cariño muy especial, pues a Toño y a
Jorge les considero como hermanos por
sus consejos y amistad.
Fueron, son y serán unos apoderados geniales, pero necesito dar un giro
en mi vida por muchas razones a pesar de que siempre la amistad con esta
casa estará por encima de la profesión.
Me alegro por ambos, ya que los
dos se merecen mejor suerte.