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miércoles, 17 de diciembre de 2014

TAMBIÉN EL MUNDO DE LOS TOROS  ESTÁ CORROMPIDO.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ
Indudablemente nuestra antes ESPAÑA UNA GRANDE Y LIBRE, está pasando por nefastos momentos.
Desde el desastre de Annual, consecuencia  del mantenimiento de un territorio alejado de nuestra España donde lo único que hacíamos era sacrificar nuestros escasos recursos  en una guerra estéril y sin futuro mientras Europa salía gradualmente de la debacle de la Gran Guerra, lo cierto fue que; por la incompetencia militar; el armamento de segunda mano y la corrupción rampante en la intendencia de la época, acabaron en la masacre de 11.000 hijos de España..
Abd el Krim que no era un cateto puesto que era licenciado en derecho islámico por la universidad de Fez ayudado por los corruptos de la época se subió al poder y como no tenía palabra de honor: “le dieron la mano y se apoderó del brazo” Era el “pequeño Nicolás” de entonces.
Claro que esto había sucedido mucho antes como se narra en el Mío Cid: “Que buenos vasallos, pero malos señores y la gente matándose  por culpa de ellos y sus negocios”
Como en muchos de mis escritos, una vez más, he de echar mano de un proverbio “Pobre de la nación que deja a los progres y a los separatistas hacer su historia”
Y como ha tomado carta de asiduidad la corrupción en España ahora, por culpa de que es el dinero leitmotiv” principal que mueve todo, nuestra Fiesta de los Toros no podía ser ajena a ello, de ahí que me plantee la pregunta de:
¿Son absolutamente necesarios e imprescindibles los apoderados?
Y mi respuesta, después del análisis pormenorizado de las situaciones, es la siguiente: ¡Depende la situación en que se encuentre el torero!
Para aquellos toreros que están en la cima del escalafón, no son necesarios, pues son las empresas las que "revientan" los móviles de los "coletudos" solicitando su contratación para sus plazas en los eventos feriales de las poblaciones que las albergan.
¿Acaso “El Juli”, “Manzanares”, “Morante” o Perera, necesitan que alguien les busque contratos? Categóricamente, NO. Son más bien las empresas quienes van detrás de ellos para que acudan a las plazas que regentan. Luego…
Pero en cambio hay otros matadores de toros, que están en segundo escalón del escalafón taurino, que al carecer del carisma necesario para ser imprescindibles a las empresas, necesitan de alguien que les gestione el contacto con las mismas. Y cómo los encargados de hacerlo son los denominados apoderados, no tienen más remedio que contar con ellos, ya que estos, como “comerciales taurinos”, son quienes, insistiendo e insistiendo, logran que las empresas les atiendan cuando queda algún sitio libre en la formación de un cartel en alguna de sus plazas.
Finalmente hay otros matadores de toros que tienen tan poca proyección taurina que, ni con apoderados ni sin ellos, les será casi imposible figurar en algún cartel de feria importante. Su labor como toreros quedará limitada a la participación como componente de cartel en la feria de algún pueblo dotado de plaza de toros que naturalmente no le reportará los ingresos económicos como para vivir del toreo.
¡Esta es la cruda realidad del toreo!, que se acrecienta cuando la crisis económica hace su aparición y todo va cuesta abajo.
Y ahora voy a tratar de analizar este oficio denominado como apoderado de toreros.
Ocupan escalón elevado en la escalera de apoderados, aquellos que por ser, a su vez, empresarios de varias plazas de toros tienen su propia cuadra de toreros  con los que van formando los carteles para actuar en las plazas que regentan.
Naturalmente estos apoderados-empresarios son los verdaderos caciques del cotarro taurino que manejan a su libre albedrío. Generalmente no suelen "contar" con toreros no consagrados, si bien de vez en cuando echan mano de alguno que por cualquier motivo (cornada grave que haya llenado páginas en los periódicos, triunfo sonado en plaza de élite taurina tras sustitución de figura a última hora por cornada, o porque se trate de un torero mediático) vean posibilidades de que les va a proporcionar beneficios económicos en su tanto por ciento de función de apoderamiento.
La forma de actuar con estos toreros no consagrados suele ser la de ofrecerle una cantidad por una serie de corridas a torear, donde el ganado no es el idóneo en la mayoría de las ocasiones y siempre le meten en aquellas corridas duras de las ferias donde el triunfo resulta poco menos que imposible. Naturalmente acaban quemando al torero. El torero al acabar la temporada firmada y harto de soportar desplantes, malos modos, exigencias  y de ver como no le incluye en los carteles de las plazas importantes que regenta, acaba yéndose, en un futuro incierto ya que es muy probable que no vuelva a torear en ninguna de las plazas que éste apoderado “trincón”, regente
Se trata de esos apoderados que únicamente fichan  a los toreros que puedan generar dinero. Son quienes a pesar de su verborrea y sus cacareadas renovaciones del toreo hacia el lado del arte, hunden a la Fiesta, pues únicamente optan para su empresariado por aquellas plazas que resultan económicamente rentables, ignorando a las demás.
Podía dar nombres y apellidos de ellos que muchas veces forman “tandem” cuando se trata de plazas importantes, pero no es necesario porque están en la mente de todo aficionado. Estos “águilas taurinos” a pesar de actuar mancomunados, no suelen llevarse bien, puesto que cuando hay dinero por medio, y en este caso hay mucho, cada uno de ellos quiere llevarse la parte más importante del pastel a repartir.
Cuando se trata de la plaza de toros Monumental de Las Ventas, como el ciclo taurino en la feria  de San Isidro es muy largo, tras colocar a sus cuadras en las corridas más cómodas, ante las exigencias del público aficionado, combina carteles donde mete a toreros de segunda fila con corridas de escasa garantía donde les hacen fracasar para bajarle los humos de su arte demostrado en las escasas oportunidades con las que han contado durante la temporada taurina.
El segundo escalón de apoderados  está ocupado por aquellos que por la causa que sea (amistad, compenetración o familiaridad) llevan a una indiscutible figura del escalafón. Estos tampoco tienen mucho problema para colocar a su torero en los carteles de las principales ferias. Sí, han de ser ellos quienes deberán visitar los despachos de las empresas y pelarse abiertamente por los honorarios a cobrar, pero como no tienen  otro camino que firmar o no torear, han de pasar por el aro del despotismo taurino en la fijación de sus honorarios.
Generalmente estos apoderados suelen ser apoderados vocacionales donde la cuestión dinero ocupa un segundo lugar, pero miran en un batallar a muerte por los honorarios de su pordedante.
El tercer escalón está ocupado por aquellos apoderados que se pasan la vida viendo tentaderos, novilladas de todo tipo, buscando a algún chaval torero que muestre maneras. Cuando lo encuentran, lo acogen en su casa, lo amparan, lo enseñan los entresijos del oficio y pasan fatigas con ellos tratando de catapultarlo a la fama. En la mayoría de las ocasiones, cuando lo consiguen, el brillante pulido les dura poco, bien porque se lo quite uno de los apoderados de los grupos anteriores o bien porque, el torero (muchos de ellos muy desagradecidos) les deja “compuestos y sin novia”.
He hecho este estudio al haber leído la ruptura de un matador de toros a pie, y de otro a caballo con sus mentores:
Manuel Escribano quien con fecha 23 de octubre del año que finiquita rompe su relación de apoderamiento con Roberto Piles y Simón Casas. Cuando se le pregunta por la causas, dice: “Creo que era el momento de dar un nuevo aire a mi carrera. Estoy satisfecho con la temporada que he echado aunque tengo que confesar que no se han cumplido las expectativas que nos habíamos marcado al comienzo del año cuando llegué a un acuerdo con Simón Casas, quien se unía a Roberto Piles, que me ha acompañado en las últimas tres temporadas”
De estas palabras deducimos que se encuentra algo molesto posiblemente por no haber toreado en alguna de las plazas importantes que lleva Simón Casas (quien se ha decantado de manera partidistas por Daniel Luque proporcionándole las corridas, “a priori” de garantía), no hacer campaña americana  donde hasta ahora gozaba de cartel y no elegirle ganadería de garantía para su confirmación de alternativa en Madrid.
El Francesc Cambo de la Fiesta Taurina me da que se la jugó a Manuel,  de ahí que el
torero de Gerena siga diciendo que: “A partir de ahora es el momento de darle un giro a mi carrera  y para ello quiero tener a mi lado a una persona o equipo de personas  que confíen plenamente en mí y que se dediquen a dirigir y gestionar mi carrera al cien por cien”
“De momento no tengo apoderado ni prisa  por encontrarlo”, “Quiero hacer las cosas bien y tomarme mi tiempo” Cuando tenga apoderado lo comunicaré de inmediato”
Y es que no sé si el francés Simón Casas tendrá hemorroides como su compatriota Napoleón.
Diego Ventura. Tres días después de la ruptura de Escribano, tiene lugar la de otro afincado en Sevilla en este caso caballero rejoneador portugués, quien rompe con otro apoderado componente del triunvirato de Las Ventas, Antonio Matilla, tras 11 años de apoderamiento.
Aquí las causas deben ser otras...???, pues vean como respira el centauro:
“Considero a la casa Matilla como mi familia. Ellos me hicieron llegar a lo más alto y siempre les guardaré un cariño muy especial, pues a Toño y a Jorge les considero como hermanos  por sus consejos y amistad.
Fueron, son y serán unos apoderados geniales, pero necesito dar un giro en mi vida por muchas razones a pesar de que siempre la amistad con esta casa  estará por encima de la profesión.

Me alegro por ambos, ya que los dos se merecen mejor suerte.