torostarifa.blogspot.com

martes, 23 de febrero de 2010

POESÍA TAURINA SÉPTIMA.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor .

GERARDO DIEGO.- Insigne poeta y académico de la Real Española de la Lengua y muy aficionado al toreo, en su inspiración dedicó al que fuera famoso torero Rafael Albaicín, ahijado del pintor mundialmente famoso don Ignacio Zuloaga, la siguiente composición titulada: “Las sibilas y el arcángel”:

Campanas están gritando
que han traído de París
a un churumbel de dos cuartas
que ya se sueña Albaicín.

Cinco hadas le faldan, cinco;
Una, dos, tres, cuatro,
cinco comadres le fajan
En cinco varas cañí.

Cómo rueda el angelito
ciñéndose el serpentín
de algodón de faraones
perfumado de Coty.

Ay que ojos abre Agustina,
Mónica de este Agustín,
viendo entrar en su aposento
a aquellas cinco gachis.

Esa que pisa menudo
es la morena Judit,
que curó un día a Holofernes
cierta jaqueca sutil.

A esa otra le dicen reina
Cleopatra la bari,
áspid de cráneos rapados,
Meridiano de nariz.

Por allí viene una india
entre ébano y marfil
que a Rabindranaz Tagore
le inspiró Gutanjalí.

De Grecia llega una Gracia,
y de la Arabia feliz,
paraíso de profetas
y de potros una huri.

Dicen las cinco sibilas
en torno al botón de alfil,
la punta del minarete
le izará ronco muecín.

Bailará-brazos de azogue-
el fandango del candil
tocará en piano de plata
mazurcas de Borodín.

Toreará como los ángeles
por San Marcos y San Gil
le robará a su padrino
veronés, prusia y carmín.

Déjame apuntar la hora
con lápiz azul turquí
que estos milagros, Pastora,
no se suelen repetir.

Son las cuatro de la tarde
del veintisiete de abril
del año del armisticio
y siglo de gran follín.

Por la plaza de Valencia
una brisa de zafir
vuela de negro bonete
la pluma del alguacil.

El último convidado
llega tarde, pero al fin,
Rafael como un pez nuevo,
plata del Misisipí.

¿Tú le has visto?-No le he visto
pero que aroma de jazmín,
o aquí ha nacido un torero,
o se ha muerto un serafín.

Gerardo Diego.- (Santander 1896.Madrid 1987). Considerado como uno de los poetas más representativos del “Generación del 27”. Poesía a la que entró influenciado por Juan Ramón Jiménez en el año 1920 con el “Romancero de la novia”, desde su puesto de profesor de literatura y música al que llegó tras estudiar Filosofía y Letras en Deusto y posteriormente doctorarse en Madrid.
Tras breve estancia en París, durante la guerra civil española, donde entabló amistad con Vicente Huidobro conoció la pintura cubista a la que dedicó versos tales como: “Imagen” (1922) y “Manual de Espuma” (1924)
Compañero de Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, Luis Cernuda, Federico García Lorca o Miguel Hernández entre otros.
En el año 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura ex aequo con Rafael Alberti y en 1947 el Premio Cervantes ex aequo con Jorge Luis Borges.
QUINTA Y ÚLTIMA CORRIDA DEL CICLO TAURINO VALLADOLID 1974.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Presidiendo el Sr. Zalama, asesorado en materia artística por Fernando Merino, saca el pañuelo en el último festejo ferial donde con algo más de medio aforo se lidiaron astados de buena presencia pertenecientes a la ganadería de “Hoyo de la Gitana”. Destacaron, por su bravura y nobleza, los lidiados en primero y quinto lugar.
En el palco asignado, la Reina de las Fiestas de Valladolid acompañada de su cortejo de damas y en el de al lado, la Reina de la Vendimia de Jerez acompañada por dos de sus damas.
Se comenta en los tendidos la grave cornada sufrida por Pedro Gutiérrez Moya “El Niño de la Capea” ayer, en la feria de Salamanca.

El primer toro de la tarde atiende por “Barrabás”, marcado con el número 15, negro de capa y 448 kilos de peso. Resultó ser un toro que no hizo honor a su nombre, sino que se por el contrario fue noble y bravo.
José Manuel Inchausti “Tinín”, en su reaparición, lo saluda con unas verónicas donde la voluntad predomina sobre el lucimiento.
Con puyazo certero el espada pide el cambio de tercio que la presidencia concede.
Un par y medio de banderillas traserillos dan paso a la faena de muleta.
“Tinín” no es capaz de aprovechar, en su totalidad, las excelentes condiciones de su oponente, pues en la faena, realizada en medio de aplausos y música de las charangas, entremezcló redondos, naturales, afarolados, manoletinas y pases de rodillas, aceptables a secas.
Le faltó al diestro transmitir al público el mensaje emocional y artístico.
Acaba con el toro de pinchazo bien señalado y estocada baja.
El toro es ovacionado en el arrastre mientras José Manuel saluda desde los medios cuando debió hacerlo desde el tercio.

Su segundo que corresponde al cuarto de la tarde, se llama “Hormiguero”, marcado con el número 20, otro negro de 511 kilos.
Lo saluda con unas verónicas elegantes que remata con una media ceñida.
Recibe en varas un buen puyazo tras el cual se lucen en banderillas “Romerita” y Juan Gutiérrez.
José Manuel comienza la faena de muleta con unos redondos para seguir con un molinete de rodillas seguido de otro en pie que da paso a redondos, afarolados y manoletinas carentes de hondura y de chispa torera.
Rematadamente mal con la espada. Cuatro pinchazos de mala manera y una estocada defectuosa propician que el toro doble para ser apuntillado certeramente por el cachetero.
Un silencio sepulcral no pudo ser más elocuente.

El segundo toro de la tarde, responde por “Distinguido”, lleva el número 38, negro de capa y 471 kilos. Es un toro de preciosa lámina que de salida remató en las tablas del tendido 8.
Santiago López se estira en unas buenas verónicas.
Tras la suerte de varas el toro queda muy mermado de fuerzas.
La faena de muleta la comienza Santiago con dos estatuarios a los que siguen unos ayudados por alto.
Continúa con naturales suaves y largos que es lo que requería el astado, no obstante lo cual rueda por la arena.
Sigue Santiago López por naturales. En el remate de uno de ellos, el toro se cae y se rompe una pata por lo que ha de ser rematado en el suelo con el verduguillo por el espada.
Santiago saluda desde el tercio.

Su segundo, quinto de la corrida, atiende por “Piel de plomo”, luce el número 3, es negro y pesa 552 kilos. Un buen mozo.
Santiago López lo saluda con tres largas cambiadas de rodillas que provocaron una gran ovación. Ya de pie, sigue lanceando a su oponente con gusto al igual que en el quite tras el puyazo.
Parean bien Félix Guillén y Joaquín Mompo.
Santiago aprovecha las excelentes condiciones del toro.
Tras brindar al público, comienza su faena con dos ayudados por alto a los que siguen, excelentes redondos, templados naturales y molinetes con las rodillas en tierra.
Finaliza la faena con tres naturales impresionantes de temple y largura que levantan al público de los asientos aplaudiendo con fruición.
Los aceros le privan de un triunfo grande. Pinchazo citando a recibir, estocada que hace guardia, un pinchazo más y definitiva estocada.
Una ovación premia a toro y torero.

El tercer toro de la tarde es le primero de lidia para Raúl Sánchez. Es un toro marcado con el número 14, que se llama “Mirasuelo”, negro y 463 kilos de peso. De salida el público advirtió que no veía por el ojo derecho, siendo protestado.
Raúl Sánchez no estaba en condiciones de torear, pues el paseíllo lo realizó cojeando a causa de una cornada abierta que padecía. Menos mal que a causa del defecto visual de su enemigo apenas tuvo que intervenir.
Se limitó a cuadrarlo y pasaportarlo de pinchazo y estocada para que luego los puntilleros fallaran en demasiadas ocasiones.

Su segundo es el sexto y último de la corrida y de la feria. Luce el número 4, se llama “Corralero” y pesa 493 kilos.
Raúl Sánchez se estira en las verónicas de saludo.
Tras llevarlo artísticamente al caballo el piquero le administra un marronazo y una vara trasera.
Raúl brinda a la Reina de la Vendimia de Jeréz para seguidamente ser el toro quien se hizo dueño de la plaza y a punto estuvo de llevar la tragedia al coso del Paseo de Zorrilla.
Raúl sufre dos cogidas impresionantes, salvándose de milagro, tal vez porque San Pedro Regalado hiciera un nuevo quite en su santa trayectoria.
El toledano estuvo voluntarioso a pesar de su escasa condición física.
Mata de estocada delanterilla y el público respiró de la angustia soportada durante la lidia del último toro de la feria.