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martes, 22 de agosto de 2023

AL "FAIR PLAY" EN EL TENIS.

EL "FAIR PLAY" EN EL TENIS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
El tenis, Jeu de Paume se originó en Francia en el siglo XII, y su nombre deriva de que antes de poner la pelota en juego  los jugadores exclamaban: “Tenez”=”listos” como advertencia de que se iba a lanzar la pelota. Pelota que era de trapo y se golpeaba con la palma de la mano cubierta por una bolsa de tela rellena de pelo animal
Más tarde se utilizó una pala de madera y, finalmente la raqueta encordada del siglo XVI que, pasó a ser de madera con cuerdas de cuero de oveja ,a finales del año 1500.
Fecha importante es la del año 1882 cuando la altura de la red quedó definitivamente establecida en 1,06 m.
Siempre creíamos que el tenis era el deporte de élite donde había más deportividad.
Donde el público asistente no hablaba entre punto y punto, desconectaba sus móviles (como si de un acto religioso se tratare) y no profería palabrotas porque era un público selecto en cuanto a educación se refería.
Loa árbitros  o juez de silla, no solían tener problemas ya que los propios jugadores siempre actuaban con equidad y deportividad puesto que, en tierra batida quedaba reflejada la huella del bote de la pelota.
Como los jugadores estaban separados en sus respectivos campos por una red, no había contacto físico que pudiera enturbiar el fair play. Con frecuencia se veía como jugadores nobles, regalaban los puntos a su rival cuando el árbitro se había equivocado.
Pero cuando el tenis se profesionalizó, vino la comercialización por encontrarse entre los cinco deportes de mayor difusión y donde las marcas de equipamiento pagan enormes cantidades de dinero a las estrellas por lucir sus productos.
Los premios de las distintas competiciones son millonarios y eso hace que los competidores se sonviertan en avaros peseteros.
La irrupción de jugadores tales como Novak Djokovic prostituyeron este deporte al comenzar a utilizar triquiñuelas para sacar adelante sus partidos. Triquiñuelas que acaban con el fair play, tratando de desequilibrar y sacar de quicio a sus rivales, haciéndose el prácticamente desfallecido, para minar la moral de su adversario, o utilizar la treta de visitar el vestuario con la finalidad de cambiar de ropa y descansar por espacio de tiempo cercano a los 10 minutos en ocasiones en las que su condición física decae. Botar la pelota hasta trece veces antes de sacar lo que desquicia a los rivales dejándoles al borde de un ataque de nervios.
Este servio utiliza pócimas preparadas por su preparador físico que actuan como las “espinacas a Popeye”, dándole vigor cuando está casi estenuado.
Desconocemos la composición pero, sí sería conveniente que, trás el partido, este jugador fuera sometido a una prueba de dopage.
Tiene veteranía y malas artes de comportamiento con sus rivales. Es un  contestario apoyado en su calidad de muchos torneos ganados y ostentar un número del ranking envidiable.
Su juego es bastante primitivo pues, siempre suele repetir la misma secuencia de golpes en sus remates de jugada, lo que no comprendo como los demás entrenadores no han estudiado esta circunstancia. Su revés siempre lleva la bola a la izquierda de sus rivales quedándose en el lugar de inicio de jugada, como si estuviera convencido de que obligaba al adversario a enviar la bola a ese lugar.
Pero con este proceder gana torneos lo que le permite ocupar puestos de privilegio y seguir sumando dinero.
Novak Djokovic no es precisamente, un representante del fair play, pero ahí está con un juego basado en la mentira y las triquiñuelas para seguir en la poltrona, sin que nadie hasta el momento haya puesto freno a sus impertinencias y y acciones fuera del fair play.


Claro que esta ausencia de fair play abunda en los líderes políticos que no miran por el bienestar de sus representados, sino por intereses particulares que les permitan estar en la “pomada”, aun que para ello sea necesario recabar aliados sacados del mismo infierno, saltándose a la torera todas las leyes, habidas y por haber establecidas  que, abusando del poder convierten mediante “decretazos” oportunos en nuevas leyes acorde con sus intereses. Tampoco en los políticos existe fair play y sí las desavenencias en ese …y tú más que tanto repugna a las personas de bien.


Y si nos vamos a la base principal y única de este blog. ¿Qué decir? que no sea que está dominada por personajes sin escrúpulos que, acaparando factores intervinientes en la Fiesta de los Toros, tales como: plazas, empresariado, ganaderías y cuadras de toreros, les convierten  en verdaderos dictadores que obligan a "pasar por el aro de sus caprichos" a los toreros que, en definitiva son los que se juegan la vida  en esta tragicomedia  que es la lidia en plaza de toros más o menos bravos. Personajes que en los momentos actuales están comandados por un francés que dice llamarse “proooductorrrrrrtaurino” y que, al igual que Napoleón Bonaparte, invadió la España, , en este caso Taurina, y ,hace y deshace, con toda impunidad, en las contrataciones de toreros en la primera plaza de toros del mundo como es nuestra plaza madrileña de Las Ventas, vetando a determinados toreros con méritos más que suficientes, en los ciclos importantes (San Isidro y Feria de Otoño ).



Tampoco en la parcela taurina existe el “fair play” y sí una serie de intereses encontrados que de seguir así, acabarán con la Fiesta de Toros cuando estos impresentables personajes se “hayan forrado” a costa se escatimar honorarios a los toreros que no están en su cuerda.
Si el fair play no está en la sociedad, ni en la política, ni en el deporte, ni en la Fiesta de toros, ¿que, podemos esperar de este mundo en el que la mayoría de los mortales sobrevivimos?
¡Anarquía y malos modos derivados de la falta de educación y estima al prójimo!
¡Todo es mentira! La  pena es que uno haya tenido que sobrepasar los ochenta años para darse cuenta.