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miércoles, 1 de junio de 2016

LAS SITUACIONES QUE NO ME CABEN EN LA CABEZA.

LAS SITUACIONES QUE NO ME CABEN EN LA CABEZA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Y no las entiendo, porque no cabe en mi cabeza que determinados toreros toreen, una vez y otra, esas corridas de toros que no embisten ni p’atrás imposibilitando el triunfo y con ello que, su credibilidad como torero vaya perdiendo puntos en su caché.
A veces la prensa pone en su boca aquello de que: “él mismo ha pedido a la empresa torear esas corrida” para al poco volver a poner: “el torero está deseando salir de este encasillado de torear corridas duras para poder competir con las figuras”
Luego…¿en que quedamos?
¿No será tal vez que la empresa que al tiempo apodera a estos espadas, en el contrato firmado haya hecho constar de antemano que toreará aquellas corridas que le propongan componentes del cartel de una feria donde la empresa tenga intereses creados y en las que entran estos toros más que problemáticos?
Nunca he tenido la oportunidad de estar presente en la gestión de uno de estos contratos pero me imagino que una empresa, como por ejemplo la macroempresa que gestiona la Monumental de Las Ventas de Madrid y que en su macroferia de más de treinta festejos seguidos se la exija meter media docena de corridas duras. Al no contar con toreros dispuestos a torearlas, haya de contar en su cuadra con algún torero capaz de rellenar el hueco, que con seguridad quedará libre, y así pasar página ante esos escasos aficionados románticos del toro-toro.
Tampoco se si cobrará más por torear estos toros alimañas o todo estará incluido en ese contrato que más o menos me imagino habrá un apartado donde rezará algo parecido a esto:
-          Yo te doy tanto por temporada y tú me matas lo que yo te diga.
Después, si el toro resulta complicado y el torero defendiéndose –puesto que torear es imposible-, logra salir ileso del difícil trance, el objetivo se cumplió, al dar gusto; al aficionado exigente con el ganado; a la empresa que ha programado el ganado pedido; y a la prensa que podrá dar su manera particular de lo sucedido en el ruedo cuando por no haber toreo ni toros bravos podrá elucubrar a placer con lo que le dicte una pluma que a veces ni es aficionada a la Fiesta más nacional, pero que glosa al diestro que fue capaz de derrochar valor ante semejante mansada.
Eso es exactamente lo que ocurrió con la más que fracasada divisa de Adolfo Martín componente de la corrida de ayer donde los toros la verdad es que son distintos al resto de lo que sale por chiqueros pero solamente en apariencia física porque en motor están tan gripados como el resto con predominio de encaste Domecq.
Nos quedan media docena de festejos donde hay una corrida de rejones y la verdad es que poco hemos visto ya que cuando falla el elemento principal de la Fiesta que indudablemente es el TORO esta se derrumba estrepitosamente.
Ayer algunos se las prometían muy felices sin que sepamos en base a qué. Luego todo quedó en lo que tenía que quedar.
Un cuarto toro que estuvo en  saltillo, reponiendo, transmitiendo emoción y que encontró a un torero bregado que supo hacerle el toreo de piernas al que tan poco acostumbrados estamos por falta de toro. Buenas verónicas de piernas flexionadas. Una suerte de varas mediocre. Una suerte de banderillas preciosa, por expuesta, de parte de José Mora y Pascual Mellinas  La faena de muleta meritoria por el peligro que tenía el saltillo y donde incluso Rafaelillo llegó a torear al natural. De haber matado a la primera en estacada no caída hubiera tocado pelo, pero…???. De cualquier forma fue el triunfo del valor
Un quinto que como reza el refrán fue el mejor de la  adolfada con un nombre que ya es repetitivo en esta ganadería Aviador II”. Un toro que hizo una buena pelea en varas y que luego en la muleta, a pesar de que le faltó un punto de emoción, se desplazó largo y permitió a Castella torear muy requetebién al natural en dos series que el público no supo captar. Mató de una excelente estocada que también pasó desapercibida.
Los toros del lote de Manuel Escribano no dieron opciones al valiente torero de Gerena que a pesar de irse a portagayola en sus enemigos y tratar de parearlos con las dificultades que estas inciertas embestidas producen, en la muleta no pudo lucir más que en algunos pases sueltos porque ligar es imposible cuando los toros no se rebosan en los remates y buscan las zapatillas del torero.
De la terna dos de ellos están hasta el momento calificados como lidiadores de corridas duras, y el tercero parece que le ofrecieron esta corrida y él quiso probarse con este tipo de ganado, superando la prueba con suficiencia que el público no le agradeció pero de lo que él puede sentirse satisfecho, aunque no hemos de olvidar que su apoderado es Manuel Martínez Erice que también forma parte de Taurodelta y tal vez  el poderdante esté también sometido a una especie de contrato con ese punto que detallo anteriormente.
¡De cualquier manera sigo sin entender este más que complicado mundo del toro donde las verdades solamente se dicen a medias.
Imágenes de la corrida de Adolfo.
Rafaelillo








































Castella.








































Escribano.