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martes, 31 de marzo de 2009

RICARDO TORRES “BOMBITA” Y JOSÉ GÓMEZ ORTEGA “JOSELITO”.

Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor.

Una de las rivalidades que no pudo llevarse a efecto en su totalidad y que quedó definitivamente en el toreo por dentro, fue la de “Bombita” con “Joselito”, debido a que Ricardo Torres Reina se encontraba al final de su carrera mientras que José Gómez Ortega comenzaba con el ímpetu propio de sus dieciséis años.
Se decía que “Bombita” había dificultado la vida torera de Rafael “El Gallo” y que en las manos del hermano menor de éste, estaba la venganza de estas “putaditas” consecuencia del poder caciquil de Ricardo. Diestro de Tomares que, con su simpatía, se había convertido en el amo del toreo en aquellos tiempos en que los partidarios de los diestros, se expresaban con verdadero apasionamiento. ”Joselito” trató de vengar a su hermano, pero ¿cómo? pues...enfrentándose a “Bombita” y superándolo, porque “Joselito” no podía soportar que nadie le “hiciera sombra”.
Tuvieron sus más y sus menos en algunas corridas en las que coincidieron. En una de ellas, “Joselito”, que era un gran soberbio, tras recorrer el anillo en triunfo, al acercarse al estribo dirigiéndose a “Bombita” le dijo: “Para que usté se entere que yo soy el mejor”. Ricardo ni rechistó, pero cuando salió el 5º toro que él había de lidiar, un toro manso, y por ello difícil y peligroso, se fue a por él, y cuando le faltaban unos meses para retirarse, le domeño y finalmente le hizo una extraordinaria faena que refrendó con estocada perfecta de la que salió por los aires con la pechera hecha jirones. Al volver a barrera se dirigió a “Joselito” con estas palabras: “Cuando tú tengas mi edad, y mis cornadas, y mi dinero, y estés para irte de los toros, y hagas lo que yo acabo de hacer con un toro como ese, entonces podrás decir, con razón, que eres el mejor. Mientras tanto...(no pudo acabar la frase, al emocionarse).
Luego el que, tras catorce años de alternativa, Ricardo que, junto a su rival “Machaquito”, -se las había visto con toros desagradables, cornalones y con un público exigente, que se puso de uñas con ambos al sentirse defraudado por el denominado “Pleito de los Miuras”- decidiera retirarse del toreo, no permitiendo esta confrontación de estilos toreros.
Ricardo Torres “Bombita” dijo adiós a los toros tras la memorable corrida en la que también tomaron parte, los dos “Gallos”(Rafael y “Joselito”) y “Regaterín” que hubo de sustituir a Belmonte lesionado. Una corrida benéfica para el Montepío de Toreros o Asociación Benéfica de Auxilios Mutuos de Toreros que había fundado “Bombita”. Se despidió con el toro de la ganadería de D. Salvador García de la Loma, llamado "Cigarrón". En ella, “Joselito” brindó uno de sus toros –de Concha y Sierra- al veterano diestro seguido de un fuerte abrazo y de palabras de admiración tal vez tratando de ganarse para sí a los numerosos partidarios de “Bombita” quienes, no obstante, se pasaron al belmontismo, fustigando al de Gelves durante todo el tiempo que duró la rivalidad con Belmonte en el considerado como el “Siglo de Oro” del toreo.
Un siglo a quien alguien llegó a considerar como el de oro bajo, porque los toros bajaron mucho en trapío y acometividad, pero donde indudablemente el revolucionario Belmonte trajo la quietud, las distancias y el toreo de manos en sustitución del toreo de piernas.
“Bombita” se fue y “Joselito” siguió siendo un “mandón” en el toreo, pero solamente mandó en la parcela “industrial” puesto que en la “artística” quien verdaderamente llevó el mando fue Juan Belmonte que impuso sus normas capaces de hacer cambiar algunas de las “virtudes clásicas” que se tornaron en “vicios”.
Después...”Joselito” cayó en la Plaza de toros de Talavera de la Reina, algo que nadie se creía puesto que según las palabras de su madre: “para cogerlo un toro tenía que venir a la pensión y además cogerlo desprevenido”, pero...ocurrió y entonces tras la tragedia el popularísimo D. Pedro Muñoz Seca escribió la siguiente composición:

¡Talavera, Talavera,
que triste suerte tu suerte!
En la plaza bullanguera,
de una cornada certera,
halló Gallito la muerte.

¡Gallito! ¡El mejor torero!
¡El más artista! ¡El primero!
¡El aquel día nefando
llegó a tu plaza cantando
las coplas del Espartero!

¡Talavera, Talavera!
¡Noble ciudad castellana!
En tu escudo y tu bandera
pon una capa torera
con un traje de oro y grana.

Los colores que él lucía
cual una hispana aureola
¡Oro y grana! Parecía
que aquella tarde vestía
con la bandera española...

Y tú viste, Talavera
Tú viste cómo un mal toro
Rasgaba aquella bandera,
Que yo, recordando, lloro,
Como llora España entera.

¡Pobrecito Joselito!¡
¡Pobrecito el gran torero!
¡¡El artista favorito!!
¡Cómo murió el pobrecito:
lo mismo que el Espartero!