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lunes, 21 de julio de 2008

MI ADMIRACIÓN POR LOS TOREROS.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

¡De siempre he admirado a los toreros!, pero ahora, mucho más.
¿Causa? Porque antes les admiraba por su trabajo, tras ver como “resolvían la papeleta” de dominar a un toro díscolo, a base de técnica, conocimientos de comportamiento, exposición y valor, pues cuando he tenido la oportunidad de “ponerme delante” (eso sí ante eralas e incluso utreras) pasaba “las de Caín”, cuando la oponente respondía a mis requerimientos taurinos cortándome el terreno tratando de “echarme mano” y me sentía impotente de “solucionar la papeleta” en medio de una especie de desazón en mi ánimo.
Yo, en esos momentos podía “mirar para otro lado” dejando que la erala fuera a parar a otras manos de los que “guardaban tapia” para, alegrarme cuando no podían tampoco con ella o “tomar nota” de como alguno solventaba la dificultad, para llevarlo a efecto en una nueva entrada, pero el torero, a veces ante un Miura, un Dolores Aguirre o un Victorino, y ante una plaza llena que indudablemente lo juzgará, ha de solucionar el problema sobre la marcha sin que nadie le sustituya a no ser que, ante la más mínima duda o equivocación, vaya al “hule”.
¡Eso es muy fuerte ! De ahí mi primera admiración.
Pero ahora les admiro más, porque yo también he sufrido una “pequeña cornada” en forma de extirpación de vesícula biliar y como, a pesar de que la intervención fue con cirugía laparoscópica normal con sus cuatro pequeñas incisiones abdominales de escasa agresividad quirúrgica, (no con una sola incisión en el ombligo como tras el experimento exitoso, lo realizarán de ahora en adelante los médicos del hospital madrileño Reina Sofía) se complicó ligeramente al tener que ampliar la incisión y posterior sutura a consecuencia del enorme tamaño de la piedra enclavada que no permitía la salida por el trocar de implantación peri-umbilical. Naturalmente se alargó, más de la cuenta, el periodo de recuperación.
Los inconvenientes de un post-operatorio, quizás porque mi umbral de sufrimiento es muy inferior al de cualquier torero, son inaguantables por aquello de limitarse los movimientos, paralizarse las digestiones, perder el apetito, sentir molestias de todo tipo y tener que estar secuestrado en la cama de una clínica.






Y en estas circunstancias tuve tiempo de pensar en esas cornadas de verdad (comparadas con mi menudencia) sufridas de forma violenta en sitios tan dolorosos como la región anal, testículos, o región abdominal con incluso ruptura de asas intestinales, que requieren enterectomía y por tanto un periodo de recuperación largo y penoso, que estos hombres (hechos de otra materia) superan con la ilusión de volver en medio de una entereza digna de encomio cuando corren el peligro de reiteración al ejercer nuevamente su oficio.
¡Esto es más fuerte aún! De ahí mi admiración rotunda.

viernes, 18 de julio de 2008

LA CORRIDA DE LOS MIURAS EN PAMPLONA 2008.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Bajo la presidencia de otro edil ataviado con frac de nombre Ariz Romero hace el paseíllo la terna compuesta por:

El Fundi (grana y oro).
Juan José Padilla (vino burdeos y oro).
Rafaelillo (azul y oro).
Para estoquear una corrida del mítico hierro de la A con asas. Asas por aquello de que “hay que agarrarse para lidiarla”. Miura está viniendo a Pamplona desde el año 1952.

Temperatura más bien fresquita en el coso pamplonés.

El primer toro de la tarde es el nº 68 Capotillo de 620 castaño bragado. Remata varias veces en el burladero de matadores.
El Fundi lo recibe cerrado en tablas. En el primer capotazo sale suelto pero no se aleja excesivamente. Vuelve en el segundo y Fundi a partir de cuarto capotazo se estira en una seria de cuatro verónicas que remata con una media, no muy ajustada, por el pitón derecho.






El Fundi con lances por delante, en los que el toro humilla mucho, lo lleva a la jurisdicción del picador Jesús Vicente quien le propina un puyazo ligeramente caído.
En la segunda entrada se agarra arriba.
Padilla hace su quite por navarras en serie de tres que remata con una revolera y finaliza con un desplante muy torero.
Lidia de Raúl Díaz. Parean, Ramón Moya que no deja ninguno y en la repetición no puede parear por cortarle el toro. A la tercera entrada deja las dos arriba de forma no muy ortodoxa. Venancio Veneros deja el par arriba. Cierra Moya dejando el par arriba.
El Fundi en un gesto que lo honra, brinda su faena a su banderillero Adrián que esta herido en el lecho del dolor.
Comienza cerrado en tablas con doblones por ambos pitones. Ya fuera de las dos rayas, se dobla por el pitón izquierdo, por el derecho y ya en el centro se dobla por el izquierdo separándose del toro.
La muleta en la derecha. Cita. Intenta dar un redondo donde el toro se sale de la suerte. Cita nuevamente con la derecha y logra una serie de dos redondos bastante ajustados.





El viento le molesta. Amortigua la muleta en el suelo. Con la mano derecha toma la distancia y una serie de cuatro redondos buenos y remata con el pase de pecho con la derecha.
Nuevo redondo. Se retira para tomar distancia. Liga una serie de cuatro redondos que remata con el pase de pecho con la derecha donde es acosado al quedarse el toro debajo del pase.
Un molinete donde resulta achuchado. Una serie de cuatro redondos buenos que remata con el doble pase de pecho.
La muleta en la izquierda, haciendo uso de todos sus recursos logra cuatro naturales que remata con el de pecho.
Repite serie de cuatro que remata con el pase de pecho con la izquierda.







Va por el estoque de herir. De vuelta, le torea por la cara buscando la igualada. Intenta entrar en la suerte natural pero el toro le persigue y le pisa la muleta.






En la primera entrada en la suerte natural encuentra hueso y se le dobla la espada.
En la segunda entrada con cierta precipitación pinchazo sin soltar. Suena el primer aviso.
A la tercera entrada, coloca un pinchazo hondo arriba que parece estar bien agarrado, pero que finalmente el toro escupe.
El Fundi entra nuevamente en la suerte contraria. Pinchazo arriba sin soltar porque el toro no le deja cruzar y a la siguiente entrada deja una estocada delantera ligeramente perpendicular que va a ser suficiente para que el toro se acule en tablas. Toma el descabello, pero el toro dobla y el puntillero acierta a la primera.
Su segundo corresponde al cuarto de la tarde nº 2 Lagartijo 680 kilos. Negro mulato entrepelado del 02/04. Toro con muchos pies. Sale suelto del primer capotazo de saludo de El Fundi. Al segundo lance ha doblando metiendo la cara con clase. Su matador se estira por verónicas por ambos pitones y remata con una media extraordinaria.
Con cinco chicuelinas corridas lo lleva al caballo que monta David Prados quien se agarra delantero. El toro no aprieta solo cornea con el pitón izquierdo y lo saca del caballo el peón encargado de lidiar Ramón Moya.
Toreándolo por delante y aún a costa de resultar achuchado, lo deja en jurisdicción del piquero que se agarra arriba. Es un toro muy alto, casi tanto como el caballo.
A la salida del caballo pierde las manos. El Fundi se destoca para pedir el cambio de tercio.
Con la lidia de Ramón Moya parean, Raúl Ruiz que las deja arriba. Venancio Veneros cumple en su cometido y cierra Raúl con un buen par.
El Fundi comienza la faena cerrado en tablas con un pase contrario por el pitón derecho. Un redondo que vacía por alto por el pitón izquierdo y ahora distanciándose con la muleta en la mano derecha, cita a un toro con media arrancada y consigue cuatro redondos a media altura que remata con uno de pecho con la mano derecha.
Las cuatro embestidas han sido completamente distintas.
La muleta en la mano izquierda. Ayudándose con el estoque logra una serie de cuatro naturales en los que el toro remata con derrotes, saltando incluso.






Distancia. Con a muleta en la izquierda, consigue una serie de tres naturales sin humillar y remata con el pase de pecho con la derecha en el que resulta apuradillo.
Un pase contrario por el lado izquierdo. Con la muleta en la derecha logra cuatro derechazos en los que es achuchado. Le roba dos naturales en el último de los cuales, casi lo atropella. Dos naturales muy buenos y en el tercero, tras cortarle el viaje, se dobla para intentar darle una trinchera, que no consigue, y uno de pecho que tampoco consigue.
El Fundi muy experto en, tras lograr robar un muletazo al toro salirse rápidamente para que no lo “eche mano”.
Después de una serie con la mano derecha otra con la izquierda y unos ayudados por bajo que el toro no toma.

Se dobla buscando la igualada y en la suerte contraria le receta un estoconazo en todo lo alto . En el embroque el toro lo empitona, lo levanta tres metros del suelo y le propina una cornada de diez centímetros, en el gluteo.
Da la vuelta al ruedo, como premio a que ha entrado a matar dejando la vida en ello, para estar a la altura de sus dos compañeros de terna que habían cortado ya una oreja cada uno.

El segundo de la tarde lleva el nº 4 Interesado con 685 kilos, negro bragado y corrido. El toro de salida no remata en el burladero. Lo recibe con una larga cambiada en el tercio. Otra nueva cuando el toro vuelve. Otra nueva. Padilla parece enrabietado. Otra más y ya de pie, empieza a torear por verónicas pero ha de esquivar a un toro que se cierne por el pitón derecho. El toro con un trote lobuno se aleja de Padilla barbeando tablas en busca de una salida. Mansea descaradamente.
El toro acude de “motus propio” al caballo que monta Antonio Calvo Montoliú quien logra un excelente puyazo. El toro no cabecea y como Montoliú tampoco levanta el palo, el toro sigue ahí.
Cuando el toro sale del caballo, va de capote en capote sin fijeza alguna.
El picador va en busca del toro y se agarra arriba.
Una vara magnífica.
Padilla hace el quite por chicuelinas. A la segunda, el toro se va a tablas y su matador ha de sacarlo de esa querencia.
El toro va en busca del picador y éste, tapándole el viaje, le administra otro puyazo que es sancionado por el delegado del callejón.
Lidia Francisco Javier Rodríguez mientras el tercio de banderillas lo ejecuta el matador.
Padilla brinda a toda la concurrencia. Coloca un gran par en el centro del ruedo. Los tendidos de la solanera cantan al unísono: ¡illa illa illa Padilla maravilla!





Padilla adornándose con carreras en círculo se va en busca del toro y prende en el mismo centro del ruedo, un excelente par. Al ser perseguido salta la barrera con una facilidad extraordinaria para volver de inmediato a la arena por el mismo procedimiento.
El tercer par lo pone al violín de forma extraordinaria, tras brindárselo a la solanera.
Brinda al público desde el centro del ruedo. Tira muy alta la montera que, tras caída dudosa, queda boca abajo.
La faena la comienza sentado en el estribo con la rodilla en tierra y logra dos pases por ambos pitones en medio de los jaleos del público. Saliéndose sigue toreándole de rodillas y ya de pie le da un molinete, un pase del desprecio y despegándose del toro, se encara con la solanera.
Se le cierne el toro tanto, que al tocarlo con los tercios traseros le hace perder el equilibrio, pasándole el pitón derecho a escasos milímetros de la chaquetilla.
El toro cada vez que se cruza con Padilla busca la barriga del matador.
La muleta en la izquierda y ayudándose con el estoque le da una serie de cuatro naturales. Sigue con la izquierda en serie de cuatro que remata con el doble pase de pecho.
Hace un desplante delante del toro para retirarse.
Con la muleta en la izquierda, tres naturales, en los que el toro sale desentendido, que remata con un molinete y el de pecho con la derecha.
Se dobla con él toreándole por la cara. Un ayudado por alto. Un natural. Otro más. Otro más y ahora toreándole por delante se va por el estoque de herir.

En la suerte contraria por el pitón que busca, se perfila muy en corto y logra una extraordinaria estocada entrando en rectitud. El toro tras sentir el hierro salta de manera espectacular mientras va en busca de Padilla que pierde el macho de la hombrera izquierda en pitonazo del pitón derecho del toraco. El toro dobla en medio de los saltos de alegría de Padilla. El puntillero acierta a la primera.
Se pide la oreja de manera mayoritaria y el presidente la concede.

En la vuelta al ruedo, Padilla de una bota de vino que le arrojan, trasega un trago espectacular por la duración del mismo que a punto está de vaciar la bota, ante la hilaridad de la sonalera.

Su segundo corresponde al quinto de la tarde nº 65 Campohermoso de 615 kilos de peso. Cárdeno claro del 01/04.
Padilla lo recibe con pases de rodillas flexionadas en los que el toro sale suelto. Ahora lo torea por verónicas en una serie de cuatro que remata con una chicuelina y una revolera.
Con chicuelinas corridas lo lleva a la jurisdición del picador que es Núñez Alventus. El toro retirado de la raya externa. Ha de trabajar el picador para que el toro se arranque. El toro aprieta. Mete la cabeza sin cornear y el picador lo pega fuerte.
Padilla tras darle distancia, le hace un quiete por faroles muy espectacular en serie de tres que remata con una media que el toro no toma y con el capote a una mano, por la cara, le hace un desplante de rodillas en la misma cara del toro.
Padilla pide el cambio de tercio que no es concedido por ser reglamentarias las dos entradas en plaza de primera. A la segunda entrada Alvetus se agarra arriba y le pega nuevamente.
Lidia Manuel Soto y va a parear el matador.
Encandila nuevamente al público adornándose antes de la ejecución. Se va por el toro y en el mismo centro clava los dos palos arriba perfectamente reunidos.

En el segundo par se aleja mucho del toro. Se va al otro extremo de la plaza, se sube en el estribo, va directo al toro y en la reunión se le caen los palos. Repite suerte y lugar, se sube al estribo, va por el toro y coloca un perfecto par arriba. Se cambia el tercio. Pide a la presidencia que le conceda un tercer par. Unos saltos, se abre la chaquetilla y coloca un excelente par al violín, mientras el coro vuelve al estribillo de: "illa illa illa Padilla maravilla".
La faena la comienza sentado en el estribo de la barrera del tendido del 3. Pase por alto. Con las rodillas en tierra serie de cinco pases por alto. Tras molinete, se dobla andándole por delante y remata, tras no conseguir el pase de pecho, con un pase de tirón por la cara.
Con la muleta en la derecha, le arranca tres derechazos. Se descara con el toro abriéndose la chaquetilla.
El toro muy cansado. Le da distancia para que se oxigene. Serie de cuatro derechazos que remata con el de pecho con la izquierda tras cambio de mano por la cara.
Sigue cimentando la faena sobre la derecha. Cuatro redondos que remata con el de pecho. Repite serie de cuatro redondos, martinete y el doble del pecho. Desplante delante de la cara en la que le da con la cabeza sobre el testuz del toro.
Con la mano izquierda, logra una serie de cuatro naturales que remata con el de pecho en que está apunto de ser cogido.
Desplante de rodillas delante del toro.
Nuevamente lleva la muleta a la mano derecha. Serie de tres buenos redondos. Ejecuta el péndulo delante del toro mirando al tendido. Dos redondos lentos. Un martinete y remata con el de pecho en medio de los sones de la banda de música de Pamplona.






Tras tomar el estoque de matar, se coloca de rodillas para instrumentar una serie de pases por alto en cadena. Le anda bien por la cara. Desplante. Remata con pase por alto torero y artístico.
En la suerte natural estocada casi entera en todo lo alto. El toro dobla al tiempo que recibe un aviso y el puntillero acierta a la primera.





Se piden las dos orejas de manera mayoritaria, pero el asesor solo concede una oreja.
Padilla muy contento al haber conseguido la primera puerta grande de lidia a pie, en la Pamplona 2008.

El tercero de la tarde es un toro sardo calzón con el nº 29 Lagañoso de 665 kilos de peso.
Rafaelillo lo recibe con una larga cambiada en el tercio. El toro sale suelto y tras vuelta al ruedo acude a los dominios del matador recibiéndolo con otra larga cambiada. Sale suelto nuevamente, otra nueva vuelta la ruedo y tras acudir al matador Rafaelillo trata de recogerlo por verónicas de rodillas pero el toro sale suelto nuevamente. Cuando el toro dobla le administra una serie de cinco verónicas que remata con una revolera. El toro le persigue pero al perder las manos se cae.
Toreándole por delante lo lleva a la jurisdicción del picador Juan José Esquivel, quien se agarra arriba. El toro aprieta metiendo los riñones y el piquero lo pega.
El toro se queda dormido y el matador ordena a su picador que levante el palo.
Rafaelillo lo torea por la cara para llevarlo nuevamente al caballo quien rebasando la raya de dentro, el piquero se agarra nuevamente arriba. El toro ahora no aprieta.
Nuevamente entra al caballo y el piquero se limita a señalar arriba. Rafaelillo se desmontera pidiendo el cambio de tercio.
Con la lidia de Maxime Ducasse, parean José Mora que coloca un par desigualado, es Ricardo Quintaña Kaito que al sobaquillo deja las dos banderillas arriba y cierra Mora con un excelente par en todo lo alto que es aplaudido.
Tras brindar al público, Rafaelillo comienza la faena cerrado en tablas con la muleta en la derecha y de rodillas. El toro le corta el terreno, en un pase por alto por el pitón izquierdo. Se dobla por el pitón derecho y le remata por el izquierdo con un pase de pecho con la derecha. Repite lo mismo doblándose por la derecha y rematando por el pitón izquierdo con un pase de pecho con la derecha.
Con pases por la cara lo saca al centro del ruedo. La muleta en la mano izquierda y ayudándose con el estoque simulado un natural. Otro sin ayuda y dos más ayudándose cruzándose mucho remata con el pase de pecho con la derecha.
Distancia. Muleta en la izquierda, logra una serie de cuatro naturales el último el toro le entra andando y a punto de atropellarlo.
La muleta en la izquierda un natural, pierde dos pasos y remata con el pase con la izquierda muy bueno.
Un redondo el toro le mide y está apunto de echarle mano.
Distancia, molinete de rodillas por el pitón izquierdo, un pase de pecho por la izquierda, derechazo en que el toro muy violento le arranca la muleta. Toma la muleta del suelo, la monta y con la derecha cita logrando un redondo. Otros dos más, el toro va por él y lo remata con el pase de pecho con la derecha.
Aire al toro. La muleta en la derecha, un molinete, un natural. El toro se para. Cita con la izquierda un natural le pierde dos pases, un coagulo del toro le cae en la cara. Dos naturales, en los que el toro lo busca pero él se sale con rapidez de la cara. Le roba tres naturales perfectos que remata con un derechazo y un pase de pecho con la derecha.
El público no agradece el esfuerzo.

Molinete de rodillas por el pitón derecho. Se le cuela por el pitón izquierdo lo tira, rueda y se sale de la cara del toro.
Muy valiente Rafaelillo. El toro imposible va a la caza y captura de su matador.
Logra una serie de naturales muy buenos.








Tras tomar el estoque de herir en la suerte natural entra a matar completamente en derechura hasta el extremo que el toro lo encuna. Estoconazo. Se pide la oreja que el presidente concede.

Su segundo es el sexto y último de la tarde. Un toro muy montado arriba. Tiene 650 kilos.Su nº el 75 y atiende por Muletero.
Rafaelillo le saluda con unos lances por delante. A partir del tercero cuando el toro dobla se estira por verónicas. Tiene una embestida templada.
Con pases por la cara lo lleva a la jurisdicción del picador que se agarra arriba.
En la segunda entrada vuelve a agarrarse arriba lanzando la vara.
Se queda dormido debajo del peto y Rafaelillo pide el cambio de tercio que la presidencia concede.
Con lidia de Ramón Mora, parean el francés Ducasse que no deja ningún palo arriba. En la segunda entrada, se cae delante de la cara del toro que afortunadamente no hace por él. Kaito cumple con su cometido.
Rafaelillo comienza la faena, tras brindis a una familia amiga, doblándose con el toro con la muleta en la mano derecha en cuatro muletazos a media altura a medida que gana terreno.
La muleta en la mano izquierda. Serie de dos naturales. El toro inicia bien el muletazo pero en el remate busca al torero.
Toma distancia. Un muletazo en que el toro se revuelve muy rápido y perdiéndole pasos remata con el pase de pecho con la izquierda.
Muleta en la izquierda, molinete y citando con la mano derecha en la que el toro se queda mucho más corto. Le roba un redondo, dos más que remata con el pase de pecho con la derecha.
Esta buscando las vueltas al toro. Unas veces toreándole y otras engañándole para que no le “eche mano”.
Una serie de dos naturales. El toro se para. Tres naturales más que vacía por arriba y abrocha con el doble pase de pecho.
Con la muleta en la derecha molinete de rodillas para seguir con dos redondos que remata con el de pecho.
Tres redondos y el doble pase de pecho.
Serie de tres redondos que remata con el doble de pecho. El toro lo toca pero no lo derriba.
Después de una serie con la derecha cuando remata con el pase de pecho con la izquierda el toro lo levanta del suelo.






Muy de cerca con la muleta en la izquierda, se cruza, le adelanta la muleta, el toro se revuelve, lo busca, pero le roba dos naturales y remata con el pase de pecho con la derecha.
Desplante de rodillas delante del toro.
Toma el estoque de matar.
En la suerte contraria le va a atacar pero el toro se arranca improvisadamente.







En la suerte contraria coloca una estocada traserilla pero en el centro. El toro muy herido ha perdido movilidad. Suena un aviso.
Uno de los subalternos trata de llevarlo a las tablas. Cuando llega a las tablas dobla y el puntillero acierta a la primera.
Rafaelillo al centro del ruedo para calentar el ambiente. Se pide la oreja y el presidente, tras consultar con el asesor, la concede.
También este torero consigue la puerta grande de Pamplona.
Como resumen: podemos decir que los toros de Miura han tenido movilidad y han resultados difíciles de lidiar.
Los tres matadores han estado en eso: matadores de toros.
La corrida ha resultado de una emotividad tal que no ha habido momento de distracción por parte del público.
Corrida de las que hacen afición porque ha demostrado esta tragicomediataurina, que es la corrida de toros-toros con toreros-toreros.

miércoles, 16 de julio de 2008

LA CORRIDA DE LOS NUÑEZ DEL CUVILLO EN PAMPLONA 2008.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

A priori estaba considerada como la corrida estrella de la feria pamplonica por aquello de constituir la terna actuante tres figurones del escalafón taurino que se enfrentaban (es un decir) a los toros de Núñez del Cuvillo.
Enrique Ponce (blanco y plata).
Julian López “El Juli” (burdeos y oro)
José María Manzanares (azul y oro).

El primer toro de la tarde es un toro jabonero, Asturiano de nombre que luce el nº 123 y tiene un peso de 570 kilos. Nacido el 01/04. Remata en tablas de salida.
Toro muy montado. Ponce lo recibe flexionando la pierna de salida, pero el toro sale suelto. Lo recoge un banderillero que lo deja en los dominios de su jefe de filas.
Muy corretón el toro no se ha fijado cuando suenan clarines para salida de picadores.
Ponce en el centro del ruedo se estira en una verónica a pies juntos. El toro sale suelto y en su huída se tropieza con los caballos si hacer caso de ellos.
Otra vez en su deambular por el ruedo, se topa con uno de los piqueros que le propina un ligero picotazo.
Por fin dobla y Ponce toreándolo por la cara, sin que el toro se entregue, doblándose con él, sin que el toro obedezca, lo lleva a dominios del picador Antonio Saavedra, que se agarra arriba y le tapa la salida. Sale suelto
El Juli le da dos lances sobre la marcha del toro. Seguidamente hace su quite por chicuelinas en serie de tres que remata con una media verónica despegada.
Ponce replica por delantales a pies juntos, en serie de dos que remata con media verónica vistosa.
Toro corretón que no ha parado en ningún momento.
En banderillas con la lidia de Mariano de la Viña parean Antonio Tejero quien deja las dos arriba. Su hermano, José María Tejero, pasa en falso, pero en la segunda entrada las coloca arriba y cierra Antonio con un buen par.
Ponce brinda al público en medio de una gran ovación. Y comienza la faena cerrado en tablas muy de cerca de su oponente. Flexionando la pierna de salida y vaciando la embestida por alto, tres pases a una mano. Sigue con tres pases por bajo doblándose. El toro pierde las manos. Cambia de mano con la rodilla flexionada para instrumentar un natural sobre la marcha. Un redondo y remata con el doble pase de pecho con la derecha y otro con la izquierda.





Muleta en la derecha. Serie de cuatro redondos y, tras cambio de mano por la espalda, remata con el de pecho con izquierda.
Muleta en la derecha. Molinete. Liga tres redondos que remata de trinchera por abajo. No obliga nada al toro para que dure en la faena
Trincherazo que continúa con una serie de cuatro naturales que remata con trinchera y pase de pecho.
Toro con calidad en este tercio donde se va a los vuelos de la muleta.
La muleta en la mano derecha. Una serie de dos redondos, un circular completo, otro más y remata con trinchera por el izquierdo y otra con el derecho.
Excelente faena.
Toma el estoque de matar. Un ayudado por bajo Otro más. Serie de pases muy elegantes y andándole perfectamente por la cara trata de buscar la igualada.
En la suerte natural pincha arriba. En la natural entra y pincha de nuevo arriba. Dos trincherazos muy toreros para entrar nuevamente a matar y conseguir una estocada casi entera en todo lo alto que tras acularse en tablas el toro dobla y Ponce recibe la ovación cariñosa del público de Pamplona. El puntillero acierta a la cuarta a causa de que el toro se tapa cuando trata de ejecutar el cachetazo.

Su segundo, que corresponde al cuarto de la tarde nº 34, Licenciado, con 505 kilos. Colorado.
El toro barbea las tablas.
Ponce no logra hacer doblar al toro. Toro corretón. Es el de la merienda.
Con los picadores en ruedo todavía el toro no ha sido fijado. El toro se a va a las tablas, vuelve, capotazos de El Juli, de Ponce y vuelta a empezar. Es una capea porque el toro no se emplea.
El toro lo lleva Ponce al caballo. Aprieta, el caballo apoyado en la barrera, Manuel Quinta se agarra arriba.
Quita Ponce en serie de dos verónicas que remata con la media verónica.
Lo lleva nuevamente al caballo de Quinta que se agarra más trasero.
Con la lidia de Antonio Tejero parean Mariano de la Viña que coloca un buen par y José María Tejero quien coloca un buen par siendo perseguido y teniendo que tomar el olivo. Cierra Mariano de la Viña que deja las dos arriba.
El toro aprieta hacia el burladero de matadores donde hay una acumulación numerosa de banderilleros.
Comienza la faena cerrado en tablas. Doblándose como siempre por ambos pitones.
Se estira ahora con dos derechazos y uno contrario.





La muleta en la derecha logra una serie de cuatro redondos a media altura muy templados que remata, tras cambio de muleta por la espalda, conj el de pecho con la izquierda.
Molinete y sigue con serie de cuatro redondos en el último de cuales el toro se para. Se distancia. Buen redondo cargando la suerte que vacía por arriba y remata con el doble pase de pecho.
Ponce se distancia bastante para darle aire. Con la muleta en derecha logra una serie de cuatro redondos que remata con el de pecho con la mano izquierda. Un toro sin gracia.





Ponce con la muleta en la izquierda. Trincherazo, sigue con serie de cinco naturales que resultan enganchados en el remate y que trata de rematar con un pase de pecho doble que ha de desistir al estar el toro muy remiso.
Serie de cuatro redondos que remata con el doble de pecho.
Un trincherazo, un molinete serie de redondos tres un circular completo. Ponce no se cansa, lo deja reposar con la muleta plegada sobre el brazo izquierdo. Serie de cuatro naturales que no logran remontar la faena.





En la suerte contraria entra a matar, tras haber sonado un aviso, pinchazo arriba. Sigue toreando sin descomponer la figura. Entra de nuevo y otro pinchazo que es escupido por el toro.
El toro muy herido se refugia en las tablas. Pone lo saca. Arreón del toro. Entra por tercera vez en la suerte contraria, logrando una estocada tendida y atravesada a pesar de que el toro en el embroque le echa la cara arriba.
El toro aculado en tablas. Ponce toma el descabello y acierta al segundo intento.

El segundo de la tarde Arrojado nº 133. 565 kilos y nacido el 01/04. Castaño de capa.
Sale corretón y El Juli no logra que doble hasta el quinto lance haciéndolo al revés. Se estira en una verónica y ya logra tres verónicas que remata con una media.
Trata de llevarlo al caballo pero el toro no se fija al capote del su matador. El toro tiene querencia a chiqueros. El Juli lo fija y lo lleva a los dominios del picador Salvador Núñez quien se agarra arriba a pesar de perder el estribo derecho.
El Juli delante del toro, que entra con bastantes pies y toreándolo por delante y levantándole la cara con el capote lo lleva al piquero que se agarra arriba.
El toro sale suelto y El Juli se desmontera pidiendo el cambio de tercio.
Lidia José Antonio Carretero mientras parean, Alejandro Escobar quien duda en el último momento y no mete las manos en el último momento. Cuando entra de nuevo el toro le espera mucho y tampoco clava. El tercero de la cuadrilla, Emilio Fernández hijo, deja las dos ligeramente caídas y cierra Escobar dejando fácilmente las dos arriba.
El Juli no brinda, pero se va muy decidido a por el toro que está fuera de las dos rayas para doblarse por ambos pitones dos veces y remata con el pase de pecho con la derecha. Un redondo y otro pase de pecho con la derecha.
Se retira del toro. La muleta en la mano derecha. Cita arqueando ligeramente el cuerpo. Un redondo que liga con otro más y con una serie de dos más. Cambiando la muleta con la espalda remata con el pase de pecho con la izquierda.





Muleta en la derecha: dos redondos de mano baja y sigue con una serie de tres que vaciándole por encima de la pala del pitón y ahora en medio de las molestias del cabecéo, abrocha con el doble de pecho.
La muleta en la izquierda. Ayudándose con el estoque simulado, natural a media altura. Pierde cuatro pasos. Otro natural, pierde cuatro pasos, ahora sin ayuda del estoque simulado, un natural bueno. Pierde dos pasos. Natural. Le pierde un paso. Otro natural más. Pierde tres pasos adelanta la muleta y ayudándose con el estoque simulado logra un magnífico natural que remata con el pase de pecho con la izquierda. El toro no quiere nada por arriba.
Adelantando excesivamente la pierna y mano derecha logra cuatro redondos de mano baja a los que sigue un circular casi completo que remata con el pase de pecho con la derecha.
Se retira del toro. Con la muleta en la mano derecha una serie de tres redondos, el toro cabecea en el remate. Se retira mucho del toro y a la vuelta molinete, se queda colocado para conseguir una serie de cuatro redondos que remata con un molinete de rodillas.






Toma estoque, busca la igualada en la suerte natural. Entra a matar, logrando una estocada entera ligeramente contraria y tras derrame tumba el toro sin puntilla.
Se pide la oreja que al no ser mayoritaria el presidente no concede.
Cuando el toro es arrastrado es obligado por el público a salir a saludar al tercio.

Su segundo que es el quinto de la tarde se llama Tramposo y tiene capa jabonera sucia. Es un toro bastote de extremidades muy gruesas
El Juli se hace de inmediato con el y le administra por verónicas en serie de cuatro que remata con una media no muy ajustada.
El Juli le enjareta una chicuelina y ahora toreándole por la cara en pases de delantal, lo lleva al caballo de picar y lo deja con una media verónica. El toro romanea, derriba el caballo de Diego Ortiz y el mismo toro lo levanta de inmediato.
En la segunda entrada el piquero se agarra arriba limitándose a señalar.
Parean José Antonio Carretero que las deja arriba. Emilio Fernández deja el par arriba y cierra Carretero con un excelente par.
El Juli brinda al público en el centro del ruedo tirando con rabia la montera sobre el albero.
Doblándose con el toro y componiendo la figura administra un redondo. Se aleja mucho del toro, adelanta la muleta y logra un excelente redondo. Se aleja. Cita y otro excelente redondo que remata con el de pecho con la izquierda.





Nueva serie de cuatro redondos que remata con el doble de pecho ayudándose con el estoque.
Serie de cinco redondos que remata con el de pecho con la mano derecha.
Muleta en la izquierda. Dios naturales. El toro pierde las manos. Nueva seride de cuatro naturales que no han sido limpios por culpa del toro.






Arrimón . Ha tratado de conseguir una faena a pesar de dar pases de todo orden.
Un molinete. Pase por alto a una mano a un toro soso que se ha dejado.






En la suerte natural, logra un estoconazo sensacional. El toro se echa pero se levanta al notarse tan herido. Recorre casi media plaza hasta que dobla. El puntillero necesita cuatro intentos para acabar con la vida de este soso ejemplar que con la cara arriba no se ha dejado apuntillar.
A El Juli se le concede una oreja como cómputo a su labor general

El tercero de la tarde es un castaño claro Ricardito, marcado con el nº 219 y pesa 530 kilos y es del 03/04.
El toro sale suelto del primer saludo con el capote de Manzanares. Dobla al quinto lance y Manzanares le receta cinco verónicas de paso atrás, que remata con un recorte.
Toreándole por delante, con un lance lo lleva al caballo de Chocolate que se agarra ligeramente trasero.
El toro se encela con el caballo y no hay forma de sacarlo.
Manzanares con dos lances por delante lo lleva de nuevo a caballo. El piquero se agarra arriba.
Se pide el cambio de tercio
Lidia Juan José Trujillo y parean Curro Javier que entra lentamente dejando uno arriba y Luis Blázquez deja los dos arriba. Cierra Curro cuadrando en la cara y dejando con lentitud los dos arriba.
Manzanares comienza sin brindar con un pase por alto por ambos pitones y ahora flexiona la pierna rematado tras doblarse con un excelente pase de pecho con la izquierda.
Se aleja del toro y con la muleta en la mano izquierda la adelanta, un natural bueno, otro más. Toma la distancia se coloca adelanta la muleta, natural. Pierde pasos y nuevo natural. Pierde paso y nuevo natural ligado tres naturales en el último de los cuales el toro pierde las manos.
Da distancia cita una serie de tres naturales el toro clava los pitones en el suelo y remata con un pase natural que resulta enganchado.
Distancia. Muleta en la derecha. Dos redondos en medio del gazapeo del toro. Dos buenos redondos. Otro más excelente. Le pierde dos pasos y serie de dos derechazo que remata con el pase de pecho con la derecha.
La muleta en la izquierda, serie de cuatro excelentes naturales en los que incluso codillea en su afán de prolongar el viaje que remata con el de pecho con la izquierda.
Muleta en la derecha serie de cuatro redondos que remata con el de pecho con la mano derecha.
Nueva serie de cuatro derechazos excelentes que remata tonel de pecho en la derecha.
Muleta en la mano izquierda. Dos pases andándole al toro. Natural enganchado en el remate. Natural bueno. Otro extraordinario. No liga porque ahora no quiere ligar. Otro natural más suelto. Otro más que remata con el pase de pecho con la izquierda.
Al no ligar la faena no ha remontado. Toma estoque de herir. Cuadra al toro y en la suerte contraria logra excelente estocada que hace doblar al toro. Como está muy herido se levanta para caer sin puntilla. Es ovacionado.
Tras el arrastre del toro Manzanares sale al tercio a saludar.

Su segundo, sexto y último de la tarde, pesa 510 kilos. Porta el nº 104, responde por Ventosillo y es del 11/02. Mulato chorreado y bragado.
Manzanares no le ha tocado de capote hasta que salen los picadores y ahora con lances por delante lo lleva al caballo de picar que monta José Antonio Barroso quien se agarra trasero pero arriba. El toro aprieta y el mismo se tapa la salida al hacer girar al caballo.
Manzanares con dos capotazos levantándole la cara trata de llevarlo al caballo y al final ha de darle otro capotazo más para lograrlo.
El toro se arranca y en la suerte de la aceituna el piquero se agarra arriba, para levantar de inmediato la vara. Se destoca Manzanares pidiendo el cambio de tercio.
Saca muy bien del caballo al toro Curro Javier, andándole perfectamente por delante y continúa su lidia para que pareen Juan José Trujillo que deja las dos arriba, Luis Blázquez cumple y cierra Trujillo con un excelente par que es aplaudido.
Manzanares cerrado en tablas comienza con un pase por alto por el pitón derecho. Otro por el izquierdo a medida que gana terreno y dos más por ambos pitones.
Muleta en la derecha. Intento de redondo.
Se aleja mucho. Un redondo. Le pierde cuatro pasos. Citando con la muleta en la derecha logra a media altura dos redondos. Le pierde más pasos de los necesarios para no ligar.
Se retira y logra una serie de cuatro buenos redondos que al tratar de rematar con el de pecho con la derecha el toro pierde las manos.
Se retira. La muleta en la izquierda. Serie de tres naturales sueltos a un toro que no mete mal la cabeza que remata con un pase de pecho con la izquierda.
No hay entendimiento entre el toro y el torero porque este último no quiere ligar lo muletazos. El toro no dice nada.
Manzanares con la muleta en la derecha, logra una serie de tres redondos en el último de los cuales, el toro le pone los pitones en el cuello y el torero se trastabilla.
Serie de cuatro muletazos con la derecha que trata de rematar con el de pecho con la derecha.
La faena decididamente no remonta. Trata de que el toro iguale tras tomar el estoque de matar.
Suerte contraria pinchazo arriba sin soltar.
Se dobla por ambos pitones y en la misma suerte logra estocada casi entera ligeramente desprendida y atravesada.
El toro dobla y el puntillero con dificultades, porque el toro no se queda quieto, tras sacarle el estoque, acierta.




Acaba lo taurino en la plaza de toros y mientras se guardan las paelleras para el año próximo en la plaza aparece el letrero que anuncia Los san fermines del año próximo.