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lunes, 23 de noviembre de 2009

LAS ACTIVIDADES DEL FORO SIGLO XXI EN TARIFA 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

En pasquines distribuidos por los lugares considerados taurinos de la ciudad, se había anunciado así :

CHARLA-COLOQUIO EN EL FORO TARIFA SIGLO XXI.
"Pinceladas sobre Tauromaquia"
Charla Taurina de
D. Luis Alonso Hernández.
Presentado por A. Casado.
Viernes 6 de noviembre a las 8 de la tarde.
Sede Partido Popular. C/ San Sebastián.

Y efectivamente con puntualidad taurina, allí estábamos para charlar un rato del toro y dar a conocer a los tarifeños la importancia que su ciudad tuvo en el desarrollo posterior de la Tauromaquia, por aquello de ser el primer territorio elegido por Tariq (Tariq ibn Ziyad al-Layti) el subalterno de Musa ibn Nusair, como toma de contacto para la posterior invasión musulmana del 30 de abril del año 711 en Gibraltar.
Nos presentó Antonio Casado reconocido taurino a raíz de crear la Escuela Taurina Tarifeña (hoy desaparecida) durante su etapa política en los designios de la muy noble y heroica Tarifa.
Seguidamente el director del Foro Juan Andrés Gil García presentó nuestro último libro “De pronóstico reservado” que, por mediación nuestra, le había sido enviado desde la Excelentísima Diputación de Valladolid editora del mismo.
Hablamos solamente del elemento principal de la Fiesta, de su origen, de su comportamiento, de la bravura y sus grados y de los orígenes de la misma. Todo de manera improvisada a la que apoyaban unas diapositivas animadas al efecto, con la finalidad de que la concurrencia no se durmiera.
La experiencia adquirida a través de muchos años de conferencias de todo tipo, nos llevó a la valoración de que la charla debió interesar, puesto que los escuchantes permanecieron quietos en sus asientos sin impacientarse ante los deseos de que lo que se dice acabe cuanto antes, y a pesar de que en el mismo lugar y tras nuestra conclusión, tendría lugar el consabido Bingo de los Viernes por la noche.
No es Tarifa ciudad que se desviva por los toros a pesar de sus muchas connotaciones taurinas, no obstante el aforo del recinto estuvo al completo.
El coloquio final resultó interesante por las preguntas formuladas a las que traté de responder acorde con mis conocimientos sobre el particular y que al parecer dejaron satisfechos a los examinadores.

sábado, 21 de noviembre de 2009

EL ENTIERRO DE ANTONIO RIVERA ALVARADO EN BARBATE.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Eran las 15:30 horas del día 11 de noviembre del año en curso cuando acompañado por Mateo Silva y Cayetano Piñero -en el todo terreno del primero de los mencionados-, nos dirigíamos a Barbate para dar el último adiós a un taurino que iba a ser enterrado a las 17.00 horas en el cementerio de la ciudad gaditana.
Personalmente lo conocí hace muchos años cuando me lo presentó un familiar de mi mujer que compartía oficio, carnicero, con él, pero después nunca volví a coincidir de cerca con quien ahora nos ha abandonado para siempre.
Mateo Silva si fue amigo personal del finado y durante el trayecto Tarifa - Barbate vía Barca de Vejer, nos fue hablando de este hombre en términos elogiosos: “fue un trabajador nato”, “una persona que gustaba de culminar todo lo que empezaba”, “no le gustaba dejar nada a medias”, ”muy exigente en todo”. Nuestro interlocutor goza de 82 años de existencia, siete menos que el finado, pero está lúcido al máximo y conduce con una soltura propia de un conductor de 25 años.
Al llegar a Barbate, la Policía Municipal nos marcó el itinerario a seguir para llegar a la Iglesia de San Paulino, pues debido a la enorme multitud que acudió al sepelio, se habían tenido que cortar algunas calles en las inmediaciones de la iglesia. Llegamos, tras dificultades de aparcamiento, con el tiempo justo de ver descender el féretro del coche fúnebre a hombros de sus familiares más directos rodeados, hasta el estrujamiento, por parte de los fotógrafos de los distintos medios de comunicación que se había hecho eco del, convertido en mediático, sepelio.
Acoso, carreras, codazos, empujones, maquinas y cámaras en las alturas, cables de distintos colores por los suelos. ¡Desmadre de la prensa gráfica! por tratar de lograr la instantánea mejor cotizada, mientras los familiares del finado aguantaban con estoicismo estos avatares derivados de una noticia preferencial por la presencia de personajes famosos. Los planos recogían en primicia a los diestros Cayetano y Canales para relegar a segundo plano a los demás familiares del principal protagonista del suceso. Luego, posiblemente estas instantáneas servirán de cabecera a programas de televisión a lo largo de días y semanas venideras.
Entramos en la iglesia para asistir a la misa “corpore in sepulto” oficiada por un sacerdote que glosó algunas de las escenas de la vida del finado, reconociendo que no le conocía, y haciéndose eco del sufrimiento por el que pasarían los familiares por tan sensible pérdida. No se permitió la entrada de las cámaras en la iglesia, pero dentro también había codazos por parte del elemento femenino que luchaba por colocarse en los lugares de privilegio al lado del primer banco -que estaba ocupado por los familiares directos- en su deseo de estar cerca de los nietos como personajes mediáticos.
Terminado el acto religioso, los familiares se colocaron delante del altar, mirando al féretro, en espera de que el personal pasara delante del mismo en señal de pésame. Tras cumplir con este requisito salimos a la calle, dirigidos por la policía municipal, por una puerta lateral donde la multitud ocupaba la plaza de la iglesia en espera de la salida del féretro y acompañantes.
Carreras y empujones por parte de la prensa gráfica y televisiva en su afán de encontrar la mejor ubicación para tomar y retransmitir su notica, mientras los familiares de Antonio Rivera Alvarado iban en busca de sus coches para encaminarse al cementerio.
A la entrada del cementerio nuevo agolpamiento en torno al féretro por parte de los medios gráficos.
Tras veintidós días de hospitalización por causas digestivas y respiratorias graves, el patriarca de la “saga torera Rivera” había pasado a mejor vida. Atrás quedaron 89 años de trabajos, sufrimientos, alegrías y decepciones de un hombre que quiso triunfar en el mundo del toro pero que el destino le puso la zancadilla aquel 29 de marzo del año 1942 cuando un novillo de Concha y Sierra, tras voltearlo, en el suelo, le piso la mano izquierda y tuvieron que amputarle dos dedos en la plaza de toros de Las Ventas, dejándolo inútil para este oficio y le privó de su sueño de ser matador de toros en la Maestranza de Sevilla como le había contratado su mentor Pepe Gallardo.
Condolencia general en su pueblo de Barbate. También la vecina Tarifa sintió la muerte del marido de una tarifeña, su esposa Agustina Pérez.
Por nuestra parte el más sentido pésame a sus seres queridos y que Dios recoja en su seno a un torero más del panorama taurino andaluz.¡Va por usted D. Antonio Rivera!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA CORRIDA DE BAÑUELOS EN LA FERIA DEL PILAR 2009.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

La corrida de Antonio Bañuelos dotada de buen trapío, sustituyó a la anunciada con toros de Alcurrucén quienes no dieron la talla en el reconocimiento. ¡Los "toros del frío" para una plaza cubierta!

Preside D. Francisco Bentué Ferrer, con media plaza de aforo. Tras un minuto de silencio por el que fuera matador de toros y crítico taurino Juan Posada, que falleció esta mañana, hacen el paseíllo los diestros:
José Luis Moreno (grana y oro), Antonio Ferrera (grana y oro) y Diego Urdiales (rioja y oro).
Sale el primer toro de la tarde. Número 98. Cansadito de nombre y con un peso de 502 kilos de peso. Un negro del 05/05. Luce el hierro de Antonio Bañuelos.
De salida remata en las tablas con los dos pitones a la vez, en embestida derecha y templada.
José Luis Moreno tras dos capotazos de recibo, se estira por verónicas en una serie de cuatro que remata con una media verónica.
Seguidamente, tras colocarse en el sitio reglamentario los picadores, lo lleva, con pases por delante sin cruzar, al caballo que monta José Manuel Quinta. El toro más pendiente de los capotes, que del caballo por lo que el piquero ha de irse a por él. Cuando el toro se arranca toma al caballo por los pechos. Quinta se agarra ligeramente caído y de este puyazo el toro sale suelto.
Quita el matador por verónicas logrando dos buenas y dos deslucidas, para seguidamente llevarlo nuevamente a los dominios del picador Quinta que ahora sí se agarra arriba para levantar de inmediato la vara para distanciarse del toro.
El toro acude de nuevo y le propina un nuevo picotazo. Se cambia el tercio.
El toro ha demostrado nobleza pero falta de acometividad.
En banderillas con lidia de Félix Rodríguez, parean Rafael Figuerola que prende un buen par siendo aplaudido y Paco Gómez que las deja arriba. Cierra Figuerola con par en lo alto, a pesar de que el toro le echa la cara arriba en el embroque.
No hay brindis por parte de José Luis Moreno.
Toro y torero en el tercio. Con la muleta portada en la mano derecha le administra un pase contrario por bajo, un redondo, un trincherazo, tres más por abajo sobre ambos pitones y vacía con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Sigue sobre la mano derecha. Tres redondos de los cuales el mejor ha sido el último puesto que los otros dos han resultado enganchados en el remate.
Continúa por redondos. Dos buenos. El toro se para. Otro bueno y, tras cambio de muleta por la espalda, remata con un trincherazo.
Tres buenos redondos. El toro que entra con rabia hasta el extremo de meter lo pitones en la arena. Tres buenos redondos a un toro muy violento y, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva tanda de cuatro redondos y, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
El toro esta remiso en la embestida y una vez que embiste lo hace con bastante violencia.
Muleta en la mano izquierda. En el primer pase le pisa la muleta y lo desarma. Seguidamente logra cuatro naturales, en el último de los cuales le engancha la muleta por lo que ha de tomar nueva distancia para seguir toreando al natural. Remata con dos trincherazos sobre ambos pitones.
El toro sabe lo que se deja atrás por lo que busca al torero en el remate de los pases.
Muleta a la derecha. Serie de cuatro buenos redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva tanda de redondos que remata con trincherazos sobre ambos pitones. Un desplante que arranca el aplauso del público de la Misericordia.
Tras tomar el estoque de matar, busca la igualada con doblones.
En la suerte natural estocada caída y atravesada. El toro se va a tablas para apoyar su lateral izquierdo sobre las ellas, y acto seguido salir huyendo a la carrera mientras suena el primer aviso para Moreno. Tras recorrer media plaza el toro vuelve a acularse en tablas.
José Luis Moreno entra a matar en la suerte contraria logrando un pinchazo bajo sin soltar. El toro se echa consecuencia de el metisaca anterior.
Un toro bronco y áspero que se ha pasado la lidia dando cabezazos.

Sale el segundo de la tarde. Toro muy cornalón. Número 109. Acelerado de nombre y con 503 kilos de peso. Negro meano.
Antonio Ferrera se estira por verónicas muy buenas. En una de ellas el toro se le cierne y está a punto de sufrir un percance.
Lo lleva con mucha habilidad y temple al caballo de picar. El piquero se agarra perfectamente arriba y como el toro aprieta, el mismo se está castigando.
Tras salir del caballo nuevamente es llevado por Ferrera y ahora el picador se agarra muy trasero. Cuando trata de sacar al toro del caballo éste le da un pitonazo con el pitón izquierdo en la mano.
Ferrera toma las banderillas y brindando al público recibe una gran ovación.
En el primer par el toro se arranca con mucha fuerza, el torero le gana la cara y deja un perfecto par en todo lo alto.
El segundo par se caracteriza porque el toro está cerrado en el burladero. Ferrera en la raya de picadores adornándose muy torero. Cuando el toro se arranca, lo quiebra y seguidamente se va en busca del toro y coloca un par extraordinario. El toro lo persigue y ha de tomar el olivo en un salto espectacular.
En el tercer par Ferrera hace un quiebro por dentro y clava.
Seguidamente la carrera de persecución en la que Ferrera logra parar al toro.
¡Las palmas echan humo!
Ferrera toma la muleta y se va al centro del ruedo para brindar al cielo en memoria de Juan Posada.
Comienza su faena doblándose por ambos pitones. En el segundo doblón el toro mete los pitones en la arena y está apunto de dar una volterera. Sigue por doblones al tiempo que le gana terreno hasta sacarlo al centro del ruedo.
Muleta en la derecha. Serie de cinco extraordinarios redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva tanda de cinco redondos extraordinarios que remata con el pase de pecho sobre la derecha y una trincherilla sobre la mano izquierda.
¡Extraordinaria tanda de redondos de Antonio Ferrera! que tras martinete remata con un pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de pecho sobre la izquierda.
¡Un toro encastado! ¡Un toro bravo! Con el que está muy valiente Antonio.
La muleta en la zurda. Cuatro excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
¡Un toro con carbón! ¡Hasta el momento el mejor toro de la Feria!
Cuatro magníficos redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Deja reposar al toro. Gustándose se va acercando portando la muleta sobre la mano derecha para lograr cuatro buenísimos redondos. Un circular completo y un pase de pecho precioso abrochado con un molinete.
Tras tomar el estoque de matar busca la igualada por medio de doblones en la cara del astado.
En la suerte natural pasa el fielato con una estocada hasta los gavilanes. El toro dobla y el puntillero acierta a la primera.
Aparecen los pañuelos en los tendidos de manera mayoritaria. El presidente concede la primera oreja. Aumenta el número de pañuelos y las voces para que se conceda la segunda oreja que el presidente no concede.
El público puesto en pie pide la vuelta al ruedo para el toro que tampoco es concedida.

Sale el tercero de la tarde. Número 46. Varadito de nombre y un peso de 560 kilos. Negro del 02/05. Luce el hierro de Antonio Bañuelos.
De salida remata en el burladero por dos veces. Diego Urdiales lo lancea para pararle y quitarle la agresividad que de momento demuestra. Finalmente es su peón de confianza quien le ayuda a Urdiales en domeñar al astado.
El toro pierde las manos y el presidente incomprensiblemente saca el pañuelo verde.
Salen los mansos. Laboriosa la faena de llevar el toro a los corrales a pesar de que el torilero está valiente pisando terrenos comprometidos.

Sale el tercero bis que es un sobrero de Pallas Vicente. Numero 17. Patrullero. 551 kilos. Negro. Un toro serio.
Desdeña el primer capotazo de saludo de Diego Urdiales y se da una vuelta al ruedo. A la vuelta recibe una serie de capotazos entre los que intercala una verónica para continuar toreándole por la cara y como el toro no se para comienzan las palmas de tongo. Pierde las manos en un capotazo de Urdiales cuando trata de llevarlo al caballo.
El toro se cae ante el primer puyazo. Está totalmente inválido y ahora el presidente tiene una verdadera papeleta.
El piquero se agarra arriba y no le aprieta. Toro encelado con el caballo y no quiere salir de la suerte. El toro que pierde nuevamente las manos y aparece nuevamente el pañuelo verde.
El toro entra solo en corrales sin necesidad de que salgan los mansos.

Sale tercero bis dos.Número 16. Chaparrero. Con un peso de 500 kilos perteneciente al hierro de Palla Vicente. Es un negro chorreado del 12/04.
Diego Urdiales lo recibe estirándose en una serie de cuatro verónicas que remata con una media sobre el pitón derecho del toro.
El toro se arranca a los picadores en el momento que están saliendo al ruedo y uno de los piqueros, Manuel Bernal, se agarra perfectamente arriba.
El toro hace una buena pelea en varas. El picador levanta la vara sin quitarla de la herida producida.
El toro en la segunda entrada lo hace por su cuenta perdiendo las manos en el encuentro. Se cambia el tercio. El toro se arranca nuevamente al caballo y el picador en su defensa le administra otro puyazo. Levanta la vara mientras el toro cornea el peto del caballo, desgastándose en exceso.
En banderillas parean Agustín Serrano que deja un solo palo arriba porque el toro no hace por él. Juan Carlos Tirado prende un buen par y cierra tercio Agustín Serrano en par desigual con el que se cambia el tercio.
Urdiales no brinda.
Comienza doblándose en los dos primeros muletazos y toreándolo por la cara trata de sacarlo fuera de las dos rayas a un toro con clara tendencia hacia los adentros.
Cuando logra sacarlo fuera d elas rayas el toro vuelve nuevamente a su querencia.
Urdiales se decide a realizar la faena en ese terreno pero el toro no tiene afectividad alguna. No quiere la muleta de Urdiales y por su cuenta se da una vuelta al ruedo.
Urdiales le administra dos pases por bajo pero el toro en el momento que ve la libertad, huye.
Recorre todo el ruedo huyendo y despreciando el capote que le ofrece un subalterno de Urdiales. Tampoco quiere embestir cuando Urdiales se coloca frente a él en el terreno de la querencia, pero el toro se va para el lado contrario.
Urdiales aprovechando el viaje del toro logra una estocada baja en medio de las palmas de tongo del público.
Cuando toma un capotazo de uno de los peones el toro se descoordina momento en que se aprovecha el puntillero para finiquitarlo.

Sale el cuarto toro de la tarde. Sale andando. Lleva el número 1. Escocés es su nombre. 530 kilos de peso. Un castano bocidorado perteneciente al hierro de Bañuelos. José Luis Moreno lo saluda con unos lances en los que parece que el toro no está bien de la vista.
El toro se ha ido por su cuenta al caballo con el que ha topado. Es Díaz el que pica. El toro hace unas cosas muy extrañas. Finalmente sale suelto.
Cuando le ofrecen un capote acude pero no al capote. Extrañísimo el comportamiento del toro.
Finalmente ha quedado cerrado en tablas sin seguir los capotes.
El toro no quiere capotes. Cuando se le cita va en busca del capote pero luego no se emplea en él, yéndose a los terrenos de nadie.
Acude al caballo pero no ha apretado. Sale suelto. Nueva entrada en la que el toro, como el piquero no le quita la vara, se repucha.
Nuevamente se arranca al caballo, el piquero se agarra arriba, no le pega, pero tampoco le quita la puya de la herida.
Con lidia de Rafael Figuerola, parean, con mucha dificultad porque el toro siempre se cierra en tablas en el momento que lo dejan de capotear, Rodriguez que coloca el par a pesar de que el toro pierde las manos en el momento del embroque. El tercero coloca un buen par. José Luis Moreno pide el cambio de tercio que es concedido con cuatro palos arriba.
La faena la comienza con pases contrarios para sacar al toro de su querencia. Un derechazo al final del cual el toro se va a su querencia.
Un redondo. En el segundo el toro pierde las manos. Nueva distancia. Cuando le cita, el toro más pendiente de huir a su querencia que de embestir.
Muleta en la zurda. Dos buenos naturales al final de los cuales el toro se va a las tablas. Lo casa con pases de tirón y tras lograr un natural el toro se le vuelve nuevamente a las tablas.

En el terreno que el toro ha elegido, José Luis Moreno logra tres redondos que remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.
El toro aculado en tablas no embiste a la muleta que de manera insistente y ayudándose con la voz le ofrece Moreno quien no obstante le roba dos derechazos, un natural rematando con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
El público premia con aplausos la voluntad el diestro cordobés.
Insiste José Luis sobre la izquierda para robar tres naturales que remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta en la mano derecha trata de conseguir un invertido por la espalda. Lo consigue. Un redondo, un natural y remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
En la suerte contraria, haciéndolo todo el torero, logra una estocada en todo lo alto que tumba al toro sin puntilla. Ovación. El diestro cordobés ha toreado con pureza, pero las condiciones de su burel no le han propiciado el triunfo que él indudablemnte había soñado.

Sale el quinto de la tarde. Numero 63. Golondrino. Con un peso de 611 kilos. Pertenece al hierro de Bañuelos. Un toro negro con unas perchas impresionantes.
Ferrera lo recibe con una larga en el tercio, para continuar por verónicas ajustadas en franca pelea con el toro.
Toreándole por la cara lo lleva al caballo que monta Alonso Sánchez quien se agarra perfectamente arriba. El toro con la cara abajo no cabecea pero tampoco aprieta, por lo que el picador levanta la vara pero no la retira de la herida.
Tras sacarlo el banderillero lo deja en el capote de Ferrera que lo lleva nuevamente al caballo con lances templados por la cara dejándolo fuera de la raya de fuera. El piquero se agarra arriba señalando un buen puyazo para levantar la vara sin, nuevamente, quitarla de la herida.
Ferrera dispuesto a banderillear, mientras Urdiales hace su quite con dos chicuelinas y una media verónica buena.
Ferrera en el centro del ruedo. El toro se le arranca con muchos pies, lo aguanta y coloca un excelente par arriba.
El segundo es el del retrovisor. Logra un excelente par que recibe una gran ovación.
El tercero es un par al quiebro por dentro. Seguidamente trata de parar al toro consiguiéndolo. El público puesto en pie le tributa una gran ovación.
Brinda a sus banderillero.
Comienza su faena con un pase contrario en el que el toro pierde las manos. Sigue doblándose con el toro.
Dos extraordinarias tandas de redondos que remata con sendos pases de pecho sobre la mano derecha.
Muleta en la mano izquierda. Cinco buenos naturales sueltos que abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Continúa sobre la izquierda con una serie de cinco excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda perdiendo el toro las manos.
Con la muleta en la derecha logra una serie de redondos en los que ha de perder dos pasos y remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
¡Faena inteligente la de Antonio Ferrera que se ha dado cuenta que no puede bajarle la mano puesto que el toro protesta!
Sigue por redondos que ha rematado, tras martinete, con el pase de pecho sobre la mano derecha. Ovación.
Cuatro excelentes naturales que ha rematado con un farol, una trinchera y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
En la suerte contraria se tira derecho logrando un pinchazo arriba. Nuevamente en la misma suerte otro pinchazo. Suena un aviso.
En la suerte natural logra una gran estocada arriba.
Ha perdido con los aceros un trofeo que tenía conseguido.
El toro muere como un toro bravo en medio de la ovación del público de la Misericordia.
Ferrera sale a los medios a recibir la ovación que el público le tributa.

Sale el toro de la jota. El sexto de la tarde. Número 93. Lanzafuego. Con 588 kilos de peso. El toro acusa un defecto en la vista y por ello no entra con claridad al capote que le ofrece Diego Urdiales.
El toro se va al caballo que monta Manuel Burgos antes de que alcance el lugar reglamentario. El piquero se agarra ligeramente contrario mientras el toro da derrotes y hace sonar el estribo.
No hay quite por parte de Urdiales que con una serie de capotazos lo lleva nuevamente al caballo de picar.
Parece como si no viera al caballo que se va colocando detrás del toro hasta lograr el frente. El piquero le da un picotazo del que el toro sale suelto. Se cambia el tercio.
El toro se arranca imprevisiblemente al caballo y el piquero para defenderse le coloca un puyazo en el lomo.
En banderillas con lidia de El Victor, Juan Carlos Tirado deja los dos palos arriba. El tercero parea magníficamente.
Diego Urdiales no brinda.
Se va por el toro con la muleta portada en la mano derecha. Comienza la faena con dos pases contrarios sobre ambos pitones y seguidamente tirando del toro por delante lo saca fuera de las dos rayas. El toro derrota el remate de los pases.
Con la muleta en la diestra logra tres buenos redondos que remata, tras cambio de muleta por la espalda con el pase de pecho sobre la izquierda.
Da distancia al toro. Se va acercando lentamente con la muleta sobre la diestra. Logra una serie de cuatro buenos redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva serie de redondos que, tras cambiar la muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Nueva serie de redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Dos pases contrarios de prueba para llevarse la muleta a la mano izquierda.
En el primer natural el toro se le cierne por lo que vuelve la muleta a la derecha. Buenos redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Se dobla con el toro a medida que lo va cerrando hacia las tablas.
En la suerte contraria pinchazo arriba sin soltar.
En la suerte contraria entrando desde lejos logra una estocada baja y trasera detrás de la paletilla.
Ha de descabellar, acertando al segundo intento.
¡Antonio Ferrera y su primer toro los triunfadores, hasta este momento, de la Fería del Pilar, Zaragoza 2009!
Una Presidencia fría y aburrida. Un público que no saca los pañuelos en las peticiones de trofeos y se deja las almohadillas blancas en sus posaderas con lo que no propician el triunfo de los diestros que, en ocasiones, se lo merecen.