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jueves, 23 de mayo de 2019

EL INSENSIBLE PÚBLICO DE LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.

EL INSENSIBLE PÚBICO DE LA PLAZA DE TOROS DE LAS VENTAS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
También en el mundo del toro, algunos asistentes a las corridas del Ciclo taurino San Isidro 2019 están perdiendo las formas. Cada día se parece más la plaza de Las Ventas al Congreso o Senado Nacional de los cuales se copian las formas de protestas impuestas por algunos diputados o senadores que han caído en estos lugares procedentes de no sabemos que galaxias.
No se debe protestar a un palco presidencial, por mucho que consideraran  haberse pasado en la concesión de trofeos cuando el segundo es potestativo de él. El público concedió una oreja y él concedió la segunda. Y punto. En cambio no protestaron los criterios cambiantes de otros presidentes.
Y lo más lamentables es que lo hicieran durante el paseíllo, es decir cuando  la terna que iba a actuar en esa tarde, estaban en la arena, puesto que esta acción es en toda regla una falta de respeto hacia unos hombros que dentro de escasos momentos iban a jugarse la vida.
Lo cierto es que las formas se están perdiendo en todas las parcelas de la vida; políticas, enseñanza primaria, secundaria y universitaria, fútbol, vida cotidiana y ahora también el los toros porque cada vez somos más incultos debido a la tolerancia de gobiernos que piensan más en los votos  que les mantengan en la poltrona que en sacar adelante el país que gobiernan.
Tanto los toros como la política tienen su Reglamento Taurino y su Constitución pero no los saltamos “a la torera” y nunca mejor dicho.
Aquí en la primera plaza de toros del mundo (que no queremos deje de serlo) hay varios equipos presidenciales y no un solo presidente como en los equipos de fútbol y los Toros en ningún aspecto tienen nada que ver con el fútbol.
En la tarde del 21 de mayo los toros del hierro de El Pilar pudieron entrar perfectamente en la calificación de corrida dura pues fueron grandes en todo: trapío, fuerza, movilidad, pitones y ganas de cumplir con su misión que, no es otra que, coger a sus oponentes en esa lucha cruenta que es la corrida de toros.
Tuvieron casta, a veces buena, y ya sabemos lo difícil que es estar delante y poderle a un toro encastado. Tuvieron sus teclas difíciles de armonizar y naturalmente esta característica mantuvo en tensión a los tendidos, tanto a los toreristas que no veían a los coletudos, a pesar de su predisposición, capaces de lograr faena lucida y a los toristas gozando porque en muchas ocasiones  el componente de sus predilecciones se montaba materialmente en el torero.
Los tres matadores fueron cogidos y quien fue herido, el tercero de la terna que, por otro lado fue quien logró faena, demasiado ignorada por el público,  y merecedora de trofeo de no haber sido cogido y herido de consideración  con afectación nerviosa del ciático, precisamente en la suerte suprema.
Gonzalo Caballero, que se la jugó desde el primer momento, nos tuvo en vilo pues, cada lance de capote o pase de muleta, era un boleto para pisar la enfermería.
¡Firmeza! ¡Firmeza! y ¡Firmeza! en este torero. ¡Valor! Todo el valor del mundo pero eso no basta en este difícil oficio.
Cuando pasaportó al toro de la tragedia Juan del Álamo como director de lidia,  el público de Madrid que tanto presume de entendido, no tuvo la sensibilidad de tributar una ovación para el torero herido que hizo una labor más que meritoria en los dos tercios de la lidia y únicamente falló a espadas sufriendo una cornada grave.
La lidia de su primero y único toro que mato  transcurrió puntualmente de esta manera:
Sale el tercero de la tarde Nº 106.Medicino. 506 kg. Nacido en abril del 2014 con el hierro de El Pilar.
Sale suelto de todos los capotazos que le ha administrado Gonzalo Caballero.
En el momento que vio al caballo, montado por Rafael Agudo, se fue a por él como una centella.  El picador no logró clavar la puya en el momento del embroque, luego, cuando el toro está fijo en el peto la coloca en el sitio pero el toro sale suelto.
La segunda entrada al caballo tiene lugar nuevamente al relance tras la salida de un capotazo de Caballero, alejándose en el momento que siente el hierro.
¡Los toreros se las ven y se las desean para retener a este toro de embestida muy informal!
Curro Robles con un capotazo lo posiciona ante el caballo de picar. El picador le administra un picotazo y el toro en cuento siente el hierro sale suelto. Curro Robles se va a por el astado en una lidia bastante desordenada debida a la informalidad de la embestida del toro.
En banderillas con lidia de Curro Robles, Juan José Trujillo no deja ninguna banderilla en el toro porque fallaron los arpones de las mismas. El tercero Rafael Limón tampoco logra colocar las banderillas debidamente porque el toro arrea demasiado en este tercio. Nuevamente Trujillo se va de vació al fallar nuevamente los arpones de los garapullos.
El oro duda mucho en las embestidas y esto lleva al desconcierto de los banderilleros que están ante él. Rafael Limón logra prender un par que es aplaudido. Con tres palos en lo alto se cambia el tercio en acción acertada del presidente por la dificultad que el tercio entraña.
Gonzalo Caballero inicia la faena de muleta con la secuencia siguiente:
Tres estatuarios, un natural, pase de pecho sobre la izquierda, natural muy ajustado, pase de pecho sobre la mano izquierda. Remata con el pase del desprecio y sale de la cara del toro en medio de una ovación.
Tras dar tiempo al toro, ejecuta una serie de cuatro excelentes redondos rematados con el pase de pecho sobre la mano derecha. Ovación.
Un pase de las flores lo deja posicionado para el toreo al redondo. Perdiendo dos pasos entre pases, le administra unos excelentes redondos que, tras cambio de muleta por la espalda y aguantando la parada del toro, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.  Sale andando de la cara del astado tras ejecutar un pase del desprecio. Ovación.
Citando de frente logra unos excelentes redondos que tras cambio de muleta de mano, ejecuta un natural al que sigue un desplante ante la cara del toro. Gran ovación.
Torea sin torear girando en torno al toro con la muleta plegada sobre el antebrazo izquierdo.
Continúa con el toreo al natural. Un buen natural. En el segundo resulta achuchado. Tras posicionarse nuevamente,  logra una serie de tres excelentes naturales muy ajustados que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.  
Invertido por la espalda en dos tiempos. ¡Muy valiente Caballero, repite invertido y finaliza con el pase del desprecio mirando al tendido. Cuando sele de la cara del toro en busca de la espada de matar, recibe una gran ovación.
Serie de bernadinas improvisadas y muy ajustadas rematadas con el pase de pecho sobre la mano izquierda muy ajustado. Desplante ante la cara del toro. Ovación.
En la suerte contraria entra recto volcándose materialmente sobre el morrillo del toro recibiendo una cornada en la parte superior externa del muslo de la que sale rebrincado, caído en la arena y no puede levantarse. En manos de las asistencias es llevado a la enfermería con evidente síntomas de dolor.
Juan del Álamo remata al toro con una media estocada recetada en la suerte natural. Toro que se acula en tablas y tras capoteo de loos banderilleros, Del Álamo acierta al primer golpe de descabello.
Reportaje gráfico de lo realizado por el diestro Gonzalo Caballero.