NOTICIAS TAURINAS TRANSCENDENTALES EN EL DEVENIR DE LA FIESTA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Cuando termina la temporada taurina con la última corrida de la Feria de Jaén, los toreros ponen su vida en orden lejos de las preocupaciones y prisas por cumplir con sus compromisos toreros, y la derivan hacia otros proyectos que en plena temporada no han podido ni pensar en ellos.
Es el caso de las primeras figuras, “Morante de la Puebla” y José María Manzanares hijo que van a dar a su vida, fuera de los ruedos, un giro de 180º.
¡Se casan!
En el caso de José Antonio Morante de la Puebla lo hace por segunda vez. En el año 2003 comenzó a sufrir una enfermedad mental diagnosticada medicamente como “trastorno de despersonalización” y la superó gracias al tratamiento con electroshock en Miami y a la ayuda sentimental de su novia de entonces Cynthia Antunez con la que contrajo matrimonio, tal vez como agradecimiento, el 22 de octubre del 2005 y tuvo un hijo en junio del 2007.
En el mes de noviembre del 2008 anunció su separación matrimonial.
José María Manzanares estrena matrimonio con Rocío Escalona después de diez años de duro noviazgo al pasar temporadas sin verse debido a que según palabras del propio torero: “no había podido centrarse en el matrimonio porque su prioridad es la temporada”.
Hasta aquí habían hecho honor al refrán:
“El buey suelto bien se lame”.
Refrán de origen desconocido que alude a la libertad e independencia de los solteros. Una libertad añorada por el casado que olvida que no ha de gastar suelas de calzado, ni horas deambulando por los sitios de alterne en busca de compañera con la que calmar momentáneamente los ardores sexuales.
Una libertad no valorada por el soltero que añora tener segura la exigencia sexual, desconociendo que hay “jaquecas inesperadas" y siempre inoportunas, exigencias desmesuradas y tener que estar trabajándosela todo el día para luego, dos segundos antes de la consumación, no acceder a algo nimio y tirar por la borda toda la labor de espera anterior.
Soltero que proviene del latín “solitarius” según el diccionario de la R.A, aunque otros autores lo hacen derivar del participio del verbo “sólvere” = desatar, soltar. “Solutus” = suelto.
El casarse es ley de vida y esto no hay quien lo cambie, porque nadie escarmienta en cabeza ajena y la felicidad está en la conformidad en lo que uno tiene.
Les deseo acierto a ambos para que la concentración que requiere ponerse delante de los toros, les permita pensar en sus mujeres con la mesura y oportunidad necesaria.