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lunes, 29 de diciembre de 2008

LA LLEGADA DEL 2009 Y DE UN NUEVO PROTAGONISTA DE LA FIESTA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Fue precisamente el día 15 de diciembre del año 2007 cuando inserte mis primeras letras en el blog.
Con el comienzo del nuevo año 2009, nacerán nuevos alevines de toro bravo (becerros) cuando la sabia naturaleza prodigue el momento acorde con las más idóneas condiciones climatológicas puestas al servicio de un ser que nace desprotegido.
El ternero no tiene un sistema de inmunidad totalmente desarrollado. Únicamente es protegido por las defensas que el calostro de la leche de la madre le ha proporcionado a través de la lactación. Calostro queo no goza de la misma calidad en todas las estaciones del año.
Cierto que en la actualidad, con la técnica ideada de la fecundación artificial y la más avanzada de transferencia de embriones, el parto de las vacas bravas se programa a voluntad del ganadero, pero ir en contra de la Naturaleza, en ocasiones, da lugar a fracasos estrepitosos en este negocio ganadero en que se ha convertido la cría de reses bravas.
Cualquier aficionado a nuestra fiesta de la corrida de toros, ha visto, a través de las visitas programadas que realizan sus peñas o asociaciones taurinas, la vida de estos bellos animales en el campo, un tentadero de hembras e incluso un corredero donde se prueban a los machos en la denominada faena de acoso y derribo. Pero lo que está reservado para muy pocos es el nacimiento de ese becerro que transcurridos los tres o cuatro años va a ser el protagonista principal de una novillada picada o una corrida de toros como pódium más alto de su destino como bóvido bravo.
La vaca ante la inminencia de su parto buscará un lugar alejado y tranquilo, como buscando intimidad para un acto tan transcendental y una vez conseguido, permanece al lado de su retoño lamiéndole, para quitarle los restos de placenta, en espera de que se levante para trasladarlo al lugar más idóneo, por camuflado, a fin de protegerlo de los predadores. Allí parece hablarle mediante mugidos, diciéndole:
-Permanece quieto aquí mientras yo voy a beber y comer algo con lo que mantener llenas mis ubres de ese calostro que te va a alimentar en los primeros tres días de tu existencia, con la finalidad de protegerte contra las enfermedades de tu edad.
Y el becerrito permanecerá sin moverse no solo por los consejos de su madre, sino por la “modorra” consecuente al sueño calostral.
La madre se aleja notando en sus ubres la tirantez de esa leche espesa y amarillenta, en cuya composición entran las grasas, carbohidratos, glóbulos blancos, proteínas y vitaminas de los grupos A, B12, E y C y las fundamentalísimas inmunoglobulinas A, D, E, G y M que junto a las citoquinas, serán las protectoras pasivas de las enfermedades bacterianas y víricas del recién nacido.
Ya puede ver desde su camuflaje las idas y venidas de los vaqueros que, con el mayoral como director, están tratando de encontrarle para conocer su sexo de vital importancia para el devenir de su vida, mientras la madre trata de despistarlos alejándose los más posible del lugar de su escondite.
Y cuando le encuentran y tratan de realizarle el "facado" y la implantación de los crotales, la madre acudirá furiosa con la agresividad y rapidez de un tigre a defender a su retoño.
Después de estos primeros momentos de su vida, irá creciendo gracias a la acción de la somatotropina: sobre la división celular, la retención de sodio y el desarrollo óseo quien cuenta con la colaboración de la insulina,tiroxina y glucocorticoides y que depende del tiempo de aportación entre las 6-12 horas del nacimiento para su pervivencia y para que se crie posteriormente sano.

No es de muy buena calidad debido a que una conservación deficiente lo ha deteriorado y ya me fue imposible el restablecimiento pero si quiero que vean, al igual que lo vimos mi anfitrión el ganadero y amigo, Carlos Núñez Dujat Des Allymes y un servidor de ustedes en su finca “Iruelas” sita en el término de Tarifa (Cádiz), los primeros momentos de la vida de un toro de encaste Núñez que han sido y son emblemáticos en la constitución de la cabaña brava mundial.

sábado, 27 de diciembre de 2008

ADELANTO DE ACONTECIMIENTOS TAURINOS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Leemos la "noticia bomba", ofrecida por nuestro amigo Carlos Crivell, de la configuración de una corrida mano a mano entre “Morante de la Puebla” y “El Cid" ante toros de Victorino Martín para el día 23 de abril de la temporada 2009 en la Maestranza de Sevilla.

Noticia que la empresa Pagés ha tenido a bien hacer llegar a los medios de comunicación taurinos en el transcurso de un tentadero en la finca “Majadilla” que el millonario hombre de negocios vallisoletano Pedro Trapote posee en el pueblo sevillano de Castillo de las Guardas.
A Pedro Trapote lo conozco de vista desde el año 1993 en que, un servidor de ustedes actuaba como veterinario de uno de los equipos de reconocimiento de toros en la Plaza de Toros de Valladolid, al verlo acompañado de su bella esposa, de entonces, en compañía de mis amigos los propietario-empresarios de la plaza Emilio Ortuño “Jumillano” y su esposa Angelita Rodríguez de Arce. En Valladolid dicen de él que es un hombre inmensamente rico y espléndido en grado sumo.
Trapote posee dos encastes dentro de su ganadería. El primero es Atanasio que es el que tenía el hierro de Antonio Ordóñez que el vallisoletano compró al maestro de Ronda. El otro es el encaste Núñez que es el predominante en su hierro de Toros de la Plata.
Y poco más es lo que puedo decirles de Pedro Trapote que no sea lo que cualquier persona que lea el periódico conoce. Es el propietario de la sala de fiestas "Joy Eslava" de Madrid y el gestor de todas las actividades que fuera del aspecto taurino se llevan a efecto en la Plaza de Toros Monumental de Las Ventas.
El ser un hombre muy sociable y muy aficionado al mundo del toro es más que probable que haya querido ser el perfecto y generoso anfitrión y “echar un rato” con estos “monstruos de la tauromaquia” como son los dos toreros citados, los empresarios de la Maestranza, Ramón Valencia y Eduardo Canorea, junto al ganadero Victorino Martín padre, sin que le haya movido ningún interés pecuniario como se deduce de que sus toros no figuren en los carteles de la Feria de Abril de Sevilla.
Voy a tratar de analizar este acontecimiento:
El análisis se basará en el primer espada del cartel, José Antonio "Morante de la Puebla", puesto que Manuel Jesús “El Cid” tiene una hoja de servicios con “valor reconocido” y “regularidad en triunfos” para poder salir airoso del enfrentamiento con las “alimañas” de la ganadería que regenta el “paleto de Galapagar” que sin duda alguna es el que mejor semilla brava posee en el campo bravo nacional.
Vamos con “Morante”:
Este excéntrico y sorprendente torero puede protagonizar cualquier cosa; lo mismo puede limitarse a dar unos muletazos de aliño a sus tres oponentes para entrar a matar a “paso de banderillas” y finalizar en “menos que canta un gallo” con las ilusiones, sin convencimiento total, de los aficionados de Sevilla que; reservar sus fuerzas, tanto físicas como mentales, para su tercer victorino y allí estirarse con el capote, levantar al público sevillano de sus asientos, para llegar a la suerte suprema tras una corta faena (estos toros no son propicios a faenas largas) y pasar “las de Caín” con la “tizona” hasta lograr desesperar a sus incondicionales quienes, tras reponerse del inmediato fracaso esperarle en cualquiera de sus cinco comparecencias (la del Domingo de Resurrección, las dos de la Semana de Farolillos y la otra en la Feria de San Miguel o el 12 de octubre) que con seguridad habrá exigido a la empresa de la Maestranza, como compensación a su gallardía (en este caso se califica así) de haberse ofrecido voluntariamente para matar la corrida de Victorino.
Como es natural tanto él como la empresa habrán aprendido la lección de lo que aconteció hace unas temporadas cuando no se pusieron de acuerdo en las retribuciones económicas que acabaron finalmente, como ocurre en el mundo del balón, con “dejar en el paro” a su apoderado y fiel amigo de entonces, el honrado y excelente persona, Luis Peralta.
No creemos en un triunfo sonado, pues en la temporada pasada fracasó de manera estrepitosa en las comparecencias de importancia como podemos considerar a sus paseíllos en Sevilla, Madrid y Zaragoza.
Tal vez el coletudo diestro, trate de demostrar a su desdoblada personalidad que es capaz de matar este encaste, si bien por mucho que busquen unos "victorinos de plaza de provincia" (aconsejable que “Morante” no haga de veedor) estos toros, más bastardeados al sacarlos de tipología, también son una incógnita de comportamiento cuando no se les hacen las cosas con precisión y quietud acompañada de sometimiento al máximo.
“Morante” carece de la experiencia necesaria para torear estos toros, ya que únicamente se enfrentó a ellos en aquel lejano sábado 25 de marzo del año 2002 en la plaza de Olivenza de tercera categoría que conlleva lidiar un ganado muy por debajo del que debe aparecer en una plaza de primera como es la Maestranza sevillana. En aquella ocasión y alternando con Ponce y "Pedrito de Portugal" cosechó (saludos, tras aviso y ovación) y eso que por aquél entonces el diestro de la Puebla contaba con 22 años y no se fumaba los vegueros a los que se ha aficionado tras su amistad con “El Pana”.
No creemos que alguno de sus tres toros haya de volver vivo a corrales, pues “Morante” tendrá “in mente” lo cerca que estuvo de pasar por este trance en la temporada anterior y abreviará su faena con estos toros que no suelen admitir más de veinte muletazos antes de convertirse en “alimañas”.
Opinamos que artísticamente poco tiene que ganar “Morante” en este verdadero compromiso (esperemos se lleve a efecto), que no sea una sustanciosa cantidad pecuniaria, y si en cambio puede quedar anímicamente muy “tocado” en el caso, más que probable, de que la confrontación no transcurra por los derroteros marcados.
Hemos cantado ya dos espantadas de este diestro y ahora…
De ninguna manera quisiéramos cantar la tercera y definitiva espantada de “Morante” al ver que su compañero de paseíllo sale por la Puerta del Príncipe.
Nada me alegraría más que poder ver a estos dos grandes toreros saliendo por la Puerta del Príncipe sevillana, pero mientras uno de ellos cuenta con todas las papeletas para conseguirlo, el otro, el más antiguo, quizás el poseedor de más arte ficticio, lo tiene más que “crudo” porque como dijo alguien que puede ser considerado como su espejo:
“Lo que no pue sé, no pue sé y además es imposible”.
Y lo malo del caso es que esos asertos siempre se cumplen, a pesar de lo cual intentaremos estar allí para vivir la corrida en directo, por aquello de seguir siendo aficionado a pesar de los pesares.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Cumplimos por estas fechas un año de existencia y en nuestro aniversario pedimos a Dios que todos cuantos han entrado en esta humilde página sean muy Felices en estas Fiestas Navideñas y que el Año 2009 les prodigue toda clase de venturas.


martes, 23 de diciembre de 2008

TAQUILLA OFICIAL VENTA DE ENTRADAS DE TOROS EN TARIFA.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Unas fotografías que me han enseñado y que naturalmente reproduzco me han inspirado en la escritura de este artículo que no quiero derive del contenido estrictamente taurino de mi blog.
¡Va por Tarifa!
Hace ahora la friolera de 33 años y dos meses, concretamente un 9 de octubre del año 1975, y a eso de las 9,00 horas, tuvo lugar el primer intento de “dar al traste” con la que siempre fue Taquilla Oficial de Venta de Entradas para Toros en nuestra muy heroica y leal ciudad de Tarifa.
Y no fue por imperativo de evolución empresarial como ha ocurrido con taquillas tan emblemáticas como las de la calle Victoria de Madrid o la de la calle Toros en la ciudad cacereña de Plasencia donde desde siempre se han vendido entradas para los festejos taurinos de las plazas de toros de las respectivas ciudades. Evolución que, en su afán de captar clientes y reducir intermediarios, ha llevado a que en la actualidad las entradas viajen directamente a casa del espectador o aficionado tras contacto con una página web.






Aquél día fue otro motivo, luctuoso por cierto para toda la ciudad tarifeña, la causa del intento fortuito de acabar con la taquilla. Una cabeza tractora con plataforma en cuyo lateral rezaba REYES Nº1, perdió los frenos en el alto de la Hostería de la carretera nacional 340 a su paso por la ciudad y encontró como única forma de parar, el empotrarse contra la fachada del Bar Rodríguez y el Establecimiento de montajes eléctricos, Cárdenas, tras tomar a toda velocidad la curva de enfrente de la emblemática Puerta de Jerez.
Derrumbó el balconcillo que a ras de suelo estaba situado a la derecha de la puerta de entrada al establecimiento de bebidas, donde de siempre en los días de corrida se ataban, con cintas cosidas al efecto, los extremos de una bandera con los colores nacionales a los barrotes del balcón para indicar la taquilla oficial de venta de entradas.
En los días de la feria y sobre todo en los días de celebración de los Festivales del maestro ANTONIO ORDÓÑEZ desde dentro un empleado de la empresa sentado en una mesa con pies de hierro y tablero de mármol tomaba, en el interregno de la venta de entradas, su caña de cerveza acompañada de la ensaladilla de mayonesa especialidad de la casa que el bueno de Antonio Rodríguez preparaba a base batir aceite crudo con huevo y al que él añadía la nata de la leche como secreto profesional que nos confesó a los primeros veraneantes de Tarifa.
Veraneantes que no eran otros que unos vecinos de Valladolid y La Bañeza que diariamente en nuestra compañía acudían al mediodía a tomar unas cervezas acompañadas de la mayonesa o de las tortillas de bacalao que Antonio hacía sin que ni siquiera hubieran olido este pescado de la familia de los gádidos orden de los gadiformes por aquello de su elevado precio al proceder de sitios tan alejados como los caladeros de Barents sitos en el Atlántico Norte, pero que verdaderamente, las tortillas, en misterio indescifrable, sabían a bacalao del bueno.
Compartimos muchas horas con los amables camareros Pedro y Ramón que se desvivían por atendernos en el establecimiento de su jefe Antonio Rodríguez frente al cual estaba asentada la talabartería de su hermano Francisco.
Con posterioridad el Bar Rodríguez fue rehabilitado de los destrozos padecidos. Por descontado que tanto la marquesina como el balconcillo volvieron a su ser y naturalmente la taquilla volvió a ocupar su sitio para seguir cumpliendo con su misión como parte integrante de la fiesta de los toros.
Lo irrecuperable fueron, después de aquel día trágico, las dos vidas de dos angelicales niñas, que acudían al colegio procedentes de su casa de Zafer, tras la amputación de medio cuerpo al ser aprisionadas por la cabeza tractora del camión contra el poyete que sustentaba el escaparate de Establecimientos CÁRDENAS como rezaba en el rótulo situado encima de la puerta de entrada.







Después vino la especulación del suelo y una Caja de Ahorros pagó una cifra millonaria por la esquina continuación del Bar Rodríguez con la finalidad de construir unos pisos que ella misma financiaba y comenzó el efecto: “fila de fichas de dominó puestas en pie” en la que se cae una de ellas, que llevó a que el propietario del Bar Rodríguez vendiera y allí se instaló un super-mercado que con el paso del tiempo se convertiría en una cafetería y más tarde en local utilizado por quienes tienen el dinero, una caja de Ahorros, que llevó a la desaparición definitiva de la Taquilla Oficial de Toros del Bar Rodríguez.







Actualmente sigue el alto de la Hostería lo mismo que la dichosa curva causante de la tragedia, si bien ahora el tráfico pesado discurre por la variante que se hizo por detrás del Cementerio Municipal evitando que tragedia como la narrada vuelvan a ocurrir en la milenaria ciudad de Guzmán "El Bueno".
No tiene Tarifa, Taquilla Oficial de Toros, pero tampoco es necesaria puesto que al igual que los grandes truts, las empresas que regentan la Plaza de Toros han optado porque, en este caso, colectivos de asociaciones humanitarias se encarguen de la venta anticipada de entradas para los eventos taurinos aún a costa de ser incentivados con unos pequeños dividendos, y dejar que la venta de las escasas entradas que queden se efectúe en la taquilla de la Plaza de Toros que de momento pervive.

lunes, 22 de diciembre de 2008

LAS SORPRESAS DE LA VIDA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Nunca pensé en la posibilidad de enlace entre dos artículos de mi blog a causa de referirse a un mismo tema aunque con matices completamente contrapuestos, pero: “La vida nos depara sorpresas que, no por ser esperadas de un momento a otro a causa de la longevidad, dejan de serlo”.

Con motivo de mi jubilación, tuve que dejar mis actuaciones como veterinario taurino y por esta causa no asistí este año a la feria de San Antolín de Medina del Campo como integrante del equipo veterinario de la plaza de toros.
Esta obligada ausencia, conllevó mi desconexión con mis amigos de esas tierras. Desconexión que en el caso de mi entrañable y respetado amigo D. Emilio Casares Herrero será por tiempo indefinido ya que Dios ha querido acoger en su seno, tras permanecer entre nosotros noventa y cuatro años de existencia,a una de las personas más cultas, educadas y buenas que he conocido en mi vida.
No pude estar con él en sus últimos momentos y en verdad que me hubiera gustado puesto que sé que él lo hubiera agradecido sobremanera puesto que parece que mi presencia le revitalizaba al ser ambos aficionados de verdad a nuestra fiesta más nacional y sintonizar en todo lo bueno que éste sin par evento dramático-lúdico representa.






Hemos pasado muchas horas en compañía, no solo en la tertulia que él, como “alma mater”, sustentaba en la cafetería "Granja Terra", sino en su casa, en su museo e incluso en mi clínica veterinaria de la calle Recoletas a donde (y como excepción que me honra) acudió D. Emilio en más de una ocasión en sus escasas salidas de la tarde. El siempre me nombró como su amigo lo que me enorgullecía sobremanera. Y me lo demostró invitándome a todos los acontecimientos de homenaje que se le tributaron tanto a nivel ciudad de Valladolid como nacionales. ¡Un amigo de verdad!






Fue mi padrino de alternativa en la presentación de mi primer libro taurino “Incursión por el mundo de los toros” en el incomparable marco del Casino de Castilla y León y mi punto de apoyo al poner a mi disposición todo su coleccionismo taurino al tiempo que su ayuda para buscar cualquier tema, pues D. Emilio se conocía, como si de su propia palma de la mano se tratara, todo lo que su vasto museo contenía.
Quiso que actuara como presentador de su último libro “Valladolid en la Historia Taurina (1152-1890)", en compañía del Alcalde y del Presidente de la Diputación en el Hotel Trip Sofía de la ciudad de Valladolid con la colaboración de la Federación Taurina Vallisoletana.
Hoy cuando he entrado en internet para saber su número de teléfono y felicitarle como todos los años las Fiestas Navideñas, me he encontrado con la desagradable sorpresa de una noticia en la que el Alcalde que ha hecho de Valladolid, a imagen y semejanza de Carlos III, una gran ciudad, recordaba, con unas palabras a D. Emilio fallecido en el día antes, en su homenaje tributado por la Peña Afición Vallisoletana.
Un estremecimiento recorrió mi cuerpo al conocer la noticia de su óbito, máxime cuando semanas atrás le había dedicado uno de los artículos de mi blog, y esperaba comentárselo en persona cuando arribara por Valladolid.
Me hubiera gustado acompañar al amigo en su último momento en esta vida, pero mi oración la ha tenido en cuanto supe su desaparición momentánea pues estoy seguro que desde el cielo estará velando no solo por todos nosotros, las personas queridas por él, sino por todos los que de alguna manera intervienen, para que perviva la Fiesta de los Toros, que fue su pasión.
Muchas cosas se le deben a D. Emilio: los medinenses, el que por su iniciativa su tío construyera la plaza de toros de Medina del Campo; los que dan las crónicas taurinas en Valladolid muchos de sus conocimientos dimanados de los legajos que el erudito D. Emilio poseía y ponía a su disposición en todo momento; los mandatarios de la ciudad de Valladolid, las prestaciones desinteresadas para las exposiciones taurinas realizadas y todos cuantos hemos hecho nuestros “pinitos” en la escritura de libros o artículos taurinos su aportación precisa del documento requerido y que él poseía en su colección taurina.

Nos dejó un día 7 de noviembre del año en curso, rompiendo con el simbolismo del tres que tanto influyó en su vida, si bien coincidía con el cumpleaños de su hija María José a la que en compañía de su hermano Emilio, continuador de la afición del padre, les damos nuestro más sincero pésame por tan irreparable pérdida.
Nunca consiguió de mí el tuteo a pesar de pedírmelo en mil ocasiones, porque era muy superior el respeto que le profesaba a pesar de nuestra verdadera amistad, por ello D. Emilio: “Le deseo que ocupe el puesto de asesor taurino de San Pedro Regalado en ese sitio de privilegio que sin duda alguna ocupará en el cielo para seguir haciendo realidad, EN LO MÁS ALTO, su verdadera pasión”.
¡Va por usted querido amigo para que siga siendo feliz junto al Altísimo que seguro seguirá “repartiendo suerte” en este difícil mundo del toro!

viernes, 12 de diciembre de 2008

EL MUSEO TAURINO VALLISOLETANO DE VIANA DE CEGA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.


Los taurinos-taurinos vallisoletanos, sí, pero los “taurinos a secas” y por descontado la “gente de a pie en esto del toro”, seguro estoy que desconocen que en un chalet de nombre “Villa San Roque” sito en la localidad vallisoletana de Viana de Cega, se encuentra una Colección Taurina propiedad de D. Emilio Casares Herrero, que puede encuadrarse entre las más importantes de España.
Un patrimonio considerable de valor no sólo estético sino también sociológico, compuesto por libros, cuadros, grabados, carteles, etcétera, todos relacionados con la tauromaquia y que testimonian que el arte del toreo, conserva, en la diversidad de sus manifestaciones, una extraordinaria vitalidad, capaz de constituir un foco de atracción para las letras, las artes y demás manifestaciones artísticas.
Un verdadero Museo Taurino en el amplio sentido de la palabra que ha llenado la vida del nonagenario D. Emilio desde su infancia hasta el día de hoy en sigue coleccionando todo lo que tiene que ver con el mundo del toro.
Como el mismo dice: “En el año 1933 comenzó mi taurofilia y coleccionismo taurinos. Al principio cuidando hasta la más insignificante hoja popular. Más tarde curiosa, y finalmente interesante y rara, que unida a otras iban siendo como el polvo de la historia taurina”.
En un terreno separado del edifico principal de la casa-chalet, D. Emilio construyó un edifico para dedicarlo en exclusividad a albergue de sus numerosas obras taurinas. Edificio que tiene tres salas:
Primera sala:
Alberga la Biblioteca que la ha ordenado por Secciones y de las cuales forman parte:
Sección 1ª.- Anales del toreo: donde figuran publicaciones tales como los anuarios de “Dulzuras”, “Don Luis”, “Uno al Sesgo”, agendas, almanaques, guías, crónicas de temporadas, etc.
Sección 2ª.- Bibliografías: figuran numerosas biografías de toreros ya estudiados individualmente (Pedro Romero, “Guerrita”,”Joselito”, Belmonte, etc.) como en biografías agrupadas (“Lagartijo” y “Frascuelo”, “Espartero” y “Guerrita“, “Manolete” y Arruza) y también como historia biográfica de los matadores (“Don Ventura”, José A. Medrano).
Sección 3ª.- El Toro, Ganaderías y Ganaderos: donde está incluida la numerosísima cantidad de tratados, estudios e investigaciones sobre el toro de lidia, toda su problemática, genealogías, historia, geografía, encierros, toros famosos, ritos y mitos, mitología y significación económica.
Sección 4ª.- Historia de la Tauromaquia: con los apartados de:
A).- Historia general: donde están inscritos tratados tales como el primero de Gómez de Bedoya, del Conde de las Navas, del Marqués de San Juan de Piedras Albas, de Néstor Luján, historia anecdótica del toreo, etc., etc.
B).- Historia regional y local: Regional: Navarra, Cataluña, castilla; local como Valladolid, Madrid, Valencia.
C).- Historia taurina de América: comprende tanto la total o global de América cómo la de los países que la integran: Méjico, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú.
D).- Historia taurina de Portugal: en toda su amplitud.
E).- Historia taurina de Francia: totalmente considerada.

Sección 5ª.- Las Letras: con los apartados siguientes:
a).-Bibliografías: Todo lo publicado desde los tres tomos de Luis Carmena y Millán, Díaz Arquer, Biblioteca Nacional, Ingeniero Martínez de Méjico, las numerosas colecciones particulares, como Urquijo, Sotomayor etc.
b).- Literatura y escritores: donde están incluidos muchos intelectuales y escritores taurinos, Los toros en la literatura, Páginas taurómacas, Cambria, Ortega y Gasset, Bergamín, Unamuno, Pascual Millán, José María Cossío y otros muchos tanto españoles como de otros países, así como sobre lexicografía y lenguaje.
c).- Los extranjeros y los toros: donde están: Los ingleses y los toros, Los italianos y los toros (ambos de "Desperdicios”; Los extranjeros en los toros de Mariano Tomás; Viajeros extranjeros de Auguste Fafront, Jacob Santiago, Ford y Emanuel Witz y Jaques Carel.
d).- Apologistas y detractores: donde están los principales autores que han tratado este tema y que conocemos como Vargas Ponce, Memoria de Navarro, Discurso del Dr. Cristóbal, Observaciones de López Martínez, Antonio Fajas y División de plaza de “Sobaquillo”, etc. etc.
e).- Temas monográficos: con libros que tratan sobre la Iglesia, la Sociología, la Filosofía, el traje de luces, la Taurotraumatología, las cogidas, la estética del toreo, la Relatividad aplicada a los toros, etc. etc.
f).-La novela y los novelistas: la cantidad de obras de este género es muy grande. Hay más de ciento cincuenta publicaciones en español, francés, inglés y hasta alemán.
g).- La poesía y los poetas: con más de un centenar de títulos.
h).- El teatro y el cine: numerosos títulos de comedias, sainetes, juguetes cómicos y zarzuelas. Respecto al cine, también hay guiones originales de teatro y de películas, efemérides del cine español
i).-Memorias: tales como las de “Clarito”, “Uno al sesgo”, Cañedo, Bretaño, Díaz Flores y otros muchos.

Sección 6ª.- Preceptiva y Didáctica: con los apartados siguientes:
a).- Diccionarios y Enciclopedias: Los Anales del toreo de Velázquez y Sánchez, el Diccionario de Sánchez Neira en sus dos ediciones, la Enciclopedia taurina de Silva Aramburu en sus dos ediciones, el Índice taurino del Marqués de Nerva, el Vademécum taurino de “Sol y Sombra”, El Cossío y el Léxico español de los toros de J.C.Torres.
b).-Jinetas y tauromaquias: Cuenta con un gran número de preceptivas sobre el toreo a caballo que se inicia con la de Fernando Chacón, Ramírez de Haro, Núñez de Villavicencio y otros en el siglo XVI; continúan en el siglo XVII con Gaspar Bonífar, Luis de Trexo, Pedro Mesía de la Cerda y bastantes más y termina con la relación en el siglo XVIII con Nicolás Rodrigo Noveli, Francisco Melcón y Diego Torres de Villarroel. Todas están en este museo, así como el libro titulado “Reglas para torear a caballo (Siglos XVII y XVIII)” en número de 18.
En cuanto al toreo a pie, cuenta con prácticamente todas las tauromaquias editadas desde la primigenia, "Cartilla en que se anotan algunas reglas para torear a pie” en verso y prosa. “Noche phantástica, ideático divertimiento que demustra el método de torear a pié”. Ambos son considerados como el primer tratado del toreo a pie.
Posteriormente aparece La Tauromaquia o arte de torear de Josef Delgado ”Illo” en el año 1796. En el 1836 la otra muy importante de Francisco Montes. Ambas se encuentran en el la biblioteca de este museo.

Sección 7ª.- Pintores biografiados: Cuenta con estudios de Goya, Picasso, Vázquez Díaz, Roberto Domingo, Ruano Llopis, Antonio Casero, Martínez de León, etc. Sus colecciones grabadas se muestran en la Sala Mayor del museo.

Sección 8ª.-Leyes y Reglamentos: Todas las reglamentaciones habidas desde el siglo XIX no solo referidas a España sino a las diversas plazas de toros de Francia, Portugal y América.

Sección 9ª.-Temas varios: podemos encontrar Memorias de organizaciones taurinas profesionales y sindicales; Estatutos de Peñas taurinas, congresos, asociaciones; Contratos de compra-venta de plazas, arrendamientos, permutas, etc.etc.
También alberga la Hemeroteca por cuyos anaqueles podemos encontrar prácticamente todas las publicaciones taurinas referidas tanto a España como a Portugal, Francia y América.
Están las colecciones completas de: “El Ruedo”, “Dígame”, “Mundo de los Toros”, “Aplausos”, “Diario 16”, “6 Toros 6”,”Toros” de Nimes (Francia).
Numerosos tomos de “El Burladero”, “El Clarín”,”El Trapío”,”Tauridia”, “Balcón taurino”, “Toros 92”, etc.etc.
Números extraordinarios de revistas no taurinas pero dedicadas a la fiesta de ferias determinadas.

Y finalmente alberga también un Archivo donde encuentran acomodo varios miles de recortes de prensa taurina y toda clase de publicaciones con alguna referencia a la fiesta de los toros.
Todos estos recortes están organizados por Legajos alfabetizados y divididos en dos grandes grupos:
a).- El clasificado por temas y cuestiones que puedan afectar al toreo en su desenvolvimiento total.
b).-El que constituye un índice alfabético de toda clase de profesionales, toreros, rejoneadores, ganaderos, apoderados, empresarios, etc.etc.

Sala central o Sala Mayor:
Colgados de sus paredes lucen cuadros de Ruano Llopis, García Campos, Pepe Puente, Díez de Orosia, López Canito, Núñez Cortés, García Benito y otros.
Grabados de Santa Teresa, San Pedro Regalado, Blanchard, Perea, Carnicero, Robert, Ingres, etc.etc.
Litografías de Noriega, López Faci, Serie Mariani (1860), Santigosa (“Desperdicios” 1854).
Dibujos de César Palacios, A. Soria, Ignacio Barrera, Roberto Domingo (en color).
Retratos y fotos de toreros de siglos pasados y de la actualidad procedentes de los “Anales del toreo” y de Archivos Gan.
Carteles en gran número tanto del tipo “escaparate” como “banderilla” tanto en papel como en seda y raso desde el siglo XVII (exactamente desde el año 1737 en que se publicó el primero) hasta los de nuestros días.
En el centro de la sala hay una mesa alta con tablero acaballado en uno de cuyos lados están los diez grandes estuches procedentes del “Museo Nacional Taurino” y en el otro lado las colecciones de los grabados de Goya; Picasso, Perea, Carnicero, Lake Price, Ferrant, Vallejo, Emmanuel Witz, Peña y los once estuches de cromos de “La lidia”.
En otra fila de mesas adosadas a las paredes se encuentran libros relacionados con la fotografía y su historia, así como la "Colección de crónica taurina gráfica de Botán”. Hay grandes álbumes de fotografías de toreros de diferentes épocas así como series de “Estampas de corridas de toros” publicadas en años distintos.
En el enrejado que divide la sala y en anaqueles al efecto están colocados los distintos álbumes cubiertos con “entradas de muy distintas plazas y años”. Otros álbumes de “Plazas de toros”, “Loterías”, “Barajas”, “Cajas de cerillas” etc. etc. Catálogos de la “Casa Ortega” de Valencia.
Domina la sala la cabeza del toro “Relojero” del Marqués de Albaserrada, lidiado por “El Inclusero” en la Plaza de San Sebastián de los Reyes.

Tercera Sala:
Destinada en su mayor parte a una especie de muestrario de carteles clasificados en: “murales”, “escaparate”, banderilla” y “prospecto”.
Todos ellos están clasificados por orden alfabético y colocado atendiendo a las características del local. Su número superior a los 5.500.
En una de las paredes están las fotografías en gran tamaño de los toreros vallisoletanos de todos los tiempos.

Es D. Emilio un erudito con varios libros escritos. Persona querida por todo aquel que ha contactado con él. Dispuesto a ayudar a todo el mundo y a enseñar su museo a quien se lo pida.
Es un gran amigo mío al que respeto y admiro.
¡Va por usted, D. Emilio! con todo mi cariño.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿DONDE ESTÁ EL TERCIO DE QUITES?
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Después de haber visto, en esta temporada que se nos fue, a veces en directo y otras veces por televisión, los ciclos taurinos de Sevilla, Madrid, Pamplona, Bilbao, Zaragoza, Málaga y parte de las corridas de los ciclos de El Puerto de Santa María, Jerez, Algeciras, La Línea de la Concepción, San Roque y alguna más de Marbella, Torremolinos, Sanlúcar de Barrameda y naturalmente las dos corridas de Tarifa, hemos echado de menos el tercio de quites por no haberse prodigado.








Antiguamente era esta especie de “entreacto”, incluido dentro de la suerte de varas, uno de los grandes atractivos de la corrida.
¿Por qué? Pues porque en él los matadores actuaban en noble competencia y se podía contrastar, sus estilos. Hoy solo podemos verlo de manera esporádica. Cierto que posiblemente la causa de su casi desaparición sea el que la suerte de varas se ha limitado al "monopuyazo" en la generalidad de los casos (salvo en las plazas de primera donde rige la obligatoriedad de dos) y naturalmente ya no hay competencia en el quite. Ocurre por otro lado que el matador que de entrada ve dificultad en un toro, se limita a llevar éste al caballo del picador en las entradas reglamentarias, sin exponer un alamar en el quite, imposibilitando la actuación de sus compañeros de terna y, en el hipotético caso de que el toro tenga bondad, generalmente piden a toda prisa el cambio de tercio que, la Presidencia, por aquello de no complicarse la vida, concede, con lo que de manera astuta también nos ha hurtado el tercio de quites, salvo en el caso de plaza de primera categoría en que a veces el que viene detrás de él en actuación, ”tenga la osadía” de hacer uso de su derecho y realice su quite.
Esta forma de proceder del “más moderno” puede generar dos consecuencias: que el “dueño del toro” en ese momento, se sienta intimidado y responda con su quite; o que se limite a cabrearse con su compañero de terna por aquello de haber descubierto que el toro era una “babosita toreable”. Indudablemente, en el primer caso el público se contenta al poder ver un contraste de estilo entre dos diestros.
Y cuando el público llega al “éxtasis taurino” es cuando, por aquellas casualidades de la vida, aparece un toro con potencial para tres o más puyazos, pues en este casi hipotético caso (por infrecuente), aparte de ver al picador en la suerte de varas es posible (no seguro) ver un contraste de estilos entre la terna actuante manejando la capa en ejercicio nada fácil.
¿Cómo se podría asegurar la persistencia del tercio de quites? Asegurando tres entradas, como mínimo, del toro al caballo de picar.
¿Qué hacer para lograrlo? Aumentar la casta de los toros, lo cual únicamente es posible haciendo la selección de la tienta con más rigor en la suerte de picar al semental y a las futuras madres, al tiempo que dulcificando el castigo en varas en la plaza de toros quitando agresividad a la puya.
Claro que con todo esto si al final el matador carece de afición pues seguirá tirando por “la calle de en medio” y el aficionado seguiremos quedándonos sin ese tercio de quites para que no podamos recordarlo como momento culminante de una corrida de toros.









Hemos perdido la suerte de los quites, la suerte de varas, la suerte de banderillas, salvo en el caso de que actúe David Fandila “El Fandi”, quedándonos solamente con la faena de muleta como base de la corrida, pues también hemos perdido la SUERTE DE MATAR que justifica todas las anteriores.







Los aficionados hemos perdido “las colonias” como alguien dijo en tiempos pretéritos.

viernes, 5 de diciembre de 2008

LAS CRONICAS TAURINAS DE COMIENZOS DEL SIGLO XX.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Hace un siglo, concretamente en los comienzos del año 1900, lo que se escribía de una corrida de toros, no era como en la actualidad.
Importaba poco la reseña de los toros lidiados, las faenas realizadas e incluso lo acontecido sobre la arena, pues lo que primaba era la crónica de sociedad sustituida en la actualidad por la “crónica rosa”.
Por ello he querido que llegue a ustedes lo que escribió allá por los comienzos del siglo XX Melchor de Almagro San Martín y que tituló: Una corrida de toros en el año 1900.
Domingo. Junio. El sol de oro que refulge sobre un firmamento celeste, finge quimérico capote de paseo en seda azul pálido, bordado de lentejuelas áureas. Huele tenuemente a claveles y rosas, las golondrinas recién llegadas rubrican la tarde con sus caprichosos vuelos. La nerviosa alegría de un día de toros llena de efervescencia las tascas y los cafés, sobre todo el Suizo. La gente ríe y habla a gritos. Sombreros de paja acabados de comprar, ternos claros nuevecitos, corbatas jarifas, cigarros puros que humean, bajo los agresivos bigotazos de moda retorcidos en forma de cornamenta. En los hoteles y casas de huéspedes, donde se albergan los lidiadores, gran trasiego de visitantes. Sobre las carteleras públicas y junto a las taquillas de la calle de la Abada, umbrosa como un patio andaluz, grandes letras rojas anuncian los nombres de Fuentes, Machaquito y Ricardo Torres (Bombita), toros de Murube. El gentío de aficionados se agolpa a las ventanillas donde se despachan las localidades. Los revendedores brujulean en torno con gesto burlón. Sabe que quien quiera obtener un buen sitio habrá de recurrir indefectiblemente a ellos.
Sobre la una se aquieta el oleaje callejero. La gente se va a casa para almorzar.
Hacia las tres vuelve la marea. En los albergues de los toreros comienzan éstos a vestirse los trajes de luces, escena que constituye, sobre todo en los matadores un verdadero rito, para presenciar el cual solo son recibidos ciertos aficionados de ringorrango, amigos íntimos de los diestros.
Yo soy admitido esta tarde, como uno de los privilegiados, en casa de Bombita Chico, a quien ayuda en la tarea de atender a los visitantes el gran chambelán de Ricardo, Álvarez Belluga, hombre gordo y simpático, conocido de todo el mundo.
A las cuatro y media ras con ras, para ir a la plaza taurina, termina el diestro de vestirse. El mozo de estoques le alarga reverentemente la montera que Ricardo encaja sobre la rubia testa. Después se envuelve en el capote de paseo, ciñéndolo bien y se dispone a partir, recibiendo antes de hacerlo, sendos abrazos y apretones de manos de los allí presentes que le desean mucha suerte.
Bombita se encamina al coso en un elegante milord, de cierto rico ganadero, su amigo y en compañía de éste, mientras la cuadrilla se empaqueta en una jardinera tradicional, que tirada por dos jaquillas postineras, enjaezadas a la jerezana, con gran golpe de moños pintorescos y alegres cascabeles, parte rauda, entre restallar de la cocheril fusta, aplausos de algunos entusiastas y griterío de chicos, que se lanzan como flechas tras el vehículo, relumbrante de platas y oros, en la serenidad de la tarde.
Tras la visita a la capilla y oración a la Virgen, que ningún torero deja de hacer con verdadera emoción, se forman las cuadrillas en el patio de caballos, cara al anfiteatro; que verbenea cuajado de impaciente público. Ni una localidad vacía. Arriba en el segundo piso la línea de palcos, donde dan su nota alba mantillas de las señoras aristocráticas. Más abajo, en el círculo inmediatamente inferior, las delanteras de grada, con la flor y nata de las mujeres de tronío, también con atavíos majos. Luego los tendidos, negros de gente, tanto los de sol donde se agrupa la plebe, capaz de aguantar varias horas seguidas los ardores de un sol fundente, por tal de presenciar esta fiesta de sangre y de valor, como los de sombra y por último, junto al ruedo, las delanteras de barrera, con su carga de acendrados inteligentes: Mariano Benlliure, bigote a la borgoña, patillas típicas y un clavel rojo en la solapa; Enrique Núñez de Prado, otros muchos ocios del Casino, la Peña y el Nuevo Club, como los hijos del duque de Granada, Valentín Vílchez y Gerardo Lancara con ancho sombrero cordobés; el duque de Arión y el conde de Heredia Spínola ; la Fornarina , sonrisa de pilluelo en una cara de ángel ; Mariquita Reyes, deliciosa, de fina belleza; Lolita “la ansiosa”; la Pretel, que cosecha tantos laureles en Apolo; las hermanas Izquierdo, hateadas como marquesas.
Un aplauso cerrado saluda la entrada en el palco regio de la Infanta Isabel, quien sobre sus blancos cabellos luce alba mantilla almagreña, sujeta con claveles rosa. Todos los gemelos se clavan en la augusta dama que llega acompañada por su fiel amiga de tantos años la marquesa de Nájera. Viste “la chata”, como cariñosamente la llama el mismo buen pueblo de Madrid que motejaba a Fernando VII, de Narizotas, cara de pastel, un vestido verde cotorra, según dice Valle-Inclán y se alhaja con gruesas perlas.
Otra emoción sacude al público que, curioso y agitado, se vuelve hacia los palcos. Es Gloria que, acompañada de su hermana Blanca, de su madre, la marquesa de Laguna y de su tío el duque de la Roca, acaba de instalarse en el palco de siempre.
La damita aristocrática, tan célebre en Madrid, es a la sazón delgada, pero de bien modeladas formas; graciosa de rostro, ojos brillantes, cuello esbeltísimo y negros cabellos, que en esta tarde se cubren con una magnífica mantilla blanca, de familia.
La música rompe en un alegre pasodoble. Muchos se ponen de pie. ¡Sentarse! ¡Sentarse! – gritan otros - ¡A ver una culaíta!...¡Señora, por Dios, que no me deja ver!...
Empieza el paseo. Los tres maestros al frente. Antonio Fuentes, el más antiguo, a la derecha. El rostro agitanado, el traje rosa y oro, al andar airoso. Luego, Ricardo, con su eterna sonrisa y sus ademanes aseñoritados; por último, Machaquito, pequeño, garboso, con grandes ojos africanos bajo las cejas muy anchas y un gesto de serenidad romana, ¡Tan cordobesa!
Los capotes de paseo desaparecen como por ensalmo. El de Fuentes va a la barrera de Pepito Sabater, el de Machaco al palco de la marquesa del Mérito, esa mujer tan finamente femenina que reúne la gracia andaluza con la elegancia londinense, y el de Bombita surge delante de Gloria, que con ese motivo recibe la primera ovación de la tarde.
Apenas bufa, en medio de la arena, el primer Murube – ojos brillantes, hocico de enorme ratón, cuerna gacha – y Bombita se abre de capa ante él, Gloria, como movida por un resorte, se pone en pie y se abraza a una de las columnas del palco, de cuya posición ya no se mueve en toda la corrida, salvo para aplaudir, cuando llega el caso.
Bombita con su característica mueca de vieja sonriente, se luce por verónicas. La plaza, con esa unanimidad que producen las grandes faenas taurinas, estalla en un ruidoso aplauso, que sube al cielo como una tromba. Luego, todo el tendido 8, el 7 y el 9 se vuelven hacia el lugar donde sigue de pie la chica de Laguna, a la que hace partícipe de la ovación, como partícipe la hace de la pita si el diestro favorito de ella incurre en desgracia.
Fuentes está estatuario y preciso en banderillas. Machaquito se “atraca de toro”, matando; los toros en cambio no responden. Es lo que Eduardo Muñoz dirá mañana en El Imparcial por centésima vez, lo cual no impide que a todos nos parezca muy nuevo, ingenioso y original:
“Según decía Pepe Moros
cuando hay toreros
no hay toros”.

La luz se viene abajo. El sol ha desaparecido del circo. Un vaho rosado fulgura en el horizonte, donde pronto comenzará a guiñar el lucero de la tarde. Las mulillas arrastran al último “morlaco”. Entonces es la avalancha hacia la salida. El taconeo sobre las escaleras de tabla que parecen van a hundirse; los empujones, las prisas para tomar los coches que acampan en la ancha avenida. – Señorito por aquí está el coche. – Señor marqués, allí tiene usted su coche… - ¡Braulio! ¡Braulio! El coche para el señor conde. Ese Demetrio, el golfillo listo y servicial, especie de Monte-Cristo popular que conoce a toda la sociedad que brilla.
Entre la masa de carruajes, casi todos cargados de hermosas mujeres con mantilla blanca; de jardineras enormes, a modo de tranvías sin raíles, tiradas por varios troncos de escuálidas mulas, vehículos que el público toma por asalto, de los picadores, jinetes en esqueléticos jamelgos con su “mono-sabio” de tufos, blusa roja y gorrilla, a la grupa de los carruajes en que los toreros, cansados pero con las facciones distendidas como sus nervios, tornan de la batalla, de la masa de peatones apresurados que por milagros escapan al atropello de la Guardia Civil a caballo, pasando al trote, en un torbellino de polvo, amarillos y plata, de los “Romanones”, con sus sables desnudos; de la música que amenizó el festival, se abre paso, saludado por todo el mundo rendidamente, el milord de la Infanta con la marquesa de Nájera al lado, tal como López mezquita inmortalizara a Doña Isabel y su compañía en el maravilloso cuadro que se conserva dentro del Museo Moderno.
Rodeando al carruaje de la Infanta váse con ella al Retiro el turbión de innumerables coches en visión fugaz de niquelados, charoles, arneses relucientes, redondas grupas de seda, belfos espumarajeantes, crines y ricos atavíos femeninos, mantones de manila, claveles y mantillas entre la gasa dorada de una puesta de sol, que abre la esperanza a otra jornada futura llena de dichas y venturas como la de hoy para estos afortunados mortales.
Nota:
Claro que tampoco hemos de extrañarnos sobremanera, pues hoy en día también algunos críticos taurinos “van a su bola” y parece como si la crónica la llevaran escrita de antemano con algo que se les antoja importante.
¡Más lucimiento de prosa que de información taurina objetiva!

jueves, 4 de diciembre de 2008

LA CORNAMENTA EN EL TORO DE LIDIA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Los cuernos o astas en el toro son sus elementos defensivos y de ataque, por ello es importante conocer sus características morfológicas no solo para quienes se van a “poner delante”, sino para los que han de "dar el visto bueno" tras sus reconocimientos para la lidia e incluso, para los aficionados quienes veran no solo los defectos de implantación, sino que juzgarán la ofensividad del astado.



Los cuernos son de origen epidérmico. Huecos y de sección circular. Se implantan sobre las clavijas del hueso frontal y se desarrollan a partir de la membrana queratógena o corión constituida a partir de tejido conjuntivo vascularizado.
Aparecen al mes del nacimiento del becerro y crecen aproximadamente a razón de centímetro / mes.
Cuando el bóvido alcanza el año de edad, comienza la descamación superficial del cuerno consistente en el desprendimiento de unas laminillas que dejan un surco en su base. Lo mismo ocurre a los dos años (eral) y a los tres años (novillo).
En este último caso, el surco es más profundo y ya no se borra como en los dos estadios anteriores, denominándose primer rodete permanente.
A los tres años, por contacto del cuerno con lo que le rodea, pierde la funda y aparece con un aspecto brillante.
El proceso continúa con el paso de los años, formando cada año un nuevo anillo o rodete.
Corolario:
Hasta el tercer año: la edad del toro se puede cifrar en “un mes por centímetro de longitud del cuerno”
A partir del tercer año: la edad del toro será: “la de dos años más los anillos o rodetes que existan”.
Es el cuerno el arma del toro y éste arma tiene tres zonas perfectamente diferenciadas:
Base cepa o mazorca: que es la zona unida a la piel.
Pala: es la zona intermedia.
Punta o pitón: es la parte final completamente maciza.

Y este cuerno voy a clasificarlo acorde con una serie de parámetros tales como:

Por el color:











Acaramelados: dotados de un color amarillo oscuro como el caramelo.
Blanco: el color es blanco y la punta negra.
Negro: el color es negro en toda la longitud del cuerno.
Sucio: el color es un sucio indefinido:
Verde: el matiz es un verdoso.

Por el tamaño:

Cornipequeño: el toro con cuernos pequeños.
Bien armado: es el toro con cuernos de longitud media.
Cornalón: es el toro con cuernos muy grandes.

Por la longitud:

Cornicorto: toro con astas cortas.
Cornilargo: toro con astas largas.
Descarado de cuerna: toros con cuernos exageradamente largos.
Tuerto o zurdo: es el toro que tiene un cuerno más corto que el otro.

Por el grosor:










Astifino: toro de astas delgadas y finas.
Astigordo: toro con cuernos gruesos.

Por inserción:


Cornialto: toro con cuernos de inserción muy alta.
Cornigacho: toro con cuernos de inserción baja y caídos.
Cornidelantero: toro con cuernos de inserción adelantada.
Cornitrasero: toro con nacimiento de cuernos más atrás de lo normal.
Bien armado: toro con inserción de los cuernos perfecta.

Por dirección:
Cornilevantado: toro con los cuernos dirigidos hacia arriba, pero no tan levantados como en el corniveleto.
Cornillano: es el toro que tiene los cuernos con apenas vueltas.
Corniveleto: toro al que le nacen los cuernos, rectos e iguales con curvatura poco marcada.

Por relación entre ambos cuernos:

A nivel palas:








Acapachado: toro con las astas algo caídas y abiertas.
Abierto: toro con los toros muy separados entre sí.
Cerrado de pitones: es el mismo brocho.
Abrochado o brocho: toro de cornamenta cerrada.

A nivel de pitones:












Corniapretado: toro con los cuernos juntos por las puntas.
Cornicubeto: toro con cuernos altos, erguidos con las puntas hacia adentro.
Cornibrocho: toro cuyos cuernos están junto por las puntas y caídos.
Cornipaso: toro con los pitones hacia los lados.
Cornivuelto: toro con las puntas de los cuernos vueltas hacia atrás.
Cubeto: toro cuyos pitones están próximos entre sí teniendo dificultad para herir.
Playero: toro con astas muy abiertas y muy separadas creciendo rectas hacia fuera.
Tocado de pitones: toro con los cuernos algo levantados por las puntas.

Por la forma del pitón:









Astillado: toro con uno o los dos cuernos astillados en las puntas.
Escobillado: toro con uno o los cuernos en forma de escobilla.
Despitorrado: toro con uno o dos cuernos rotos pero conservando algo de punta.
Mocho: toro al que le falta uno o ambos cuernos.
Hormigón: toro mogón como consecuencia de haber padecido hormiguillo.
Mal armado: toro dotado de cuernos defectuosos.
Mogón: toro con la punta de uno o de los dos cuernos romas sin que se hayan estropeado como en el astillado o escobillado.

Finalmente una matización: Los toreros temen más a los toros cornicortos y tocados, precisamente esos se ven la punta del pitón, pues según dicen son los más certeros a la hora de cornear.