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lunes, 11 de octubre de 2010

Artículo sobre la Quinta Feria Ganadera de Tarifa 2010.

LA FERIA GANADERA DE TARIFA EN SU QUINTA EDICIÓN.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Como el tiempo impidió por segunda vez que la Corrida anunciada para la Feria de Tarifa se celebrara, he querido llevar a los lectores de esta zona, lo que he escrito sobre el desarrollo de la Feria Ganadera donde también hubo toros y vacas algunas de las cuales como una retinta de Agropecuaria Larios de Alcalá de los Gazules llamada "Granadilla", hija de Algarrobo y Bailaora que con unas velas de impresión embestía sobre los barrotes del box como un verdadero demonio, lo que nos viene a demostrar la ascendencia del bravo a partir de los palurdos de la zona mediante selección acorde con la psicopatía bélica demostrada en su trato con el hombre.
Me ha llenado de alegría el conocer que la Feria Ganadera de Tarifa 2010, tras un año de ausencia, vuelve a la palestra en su Quinta Edición, como Memoria Histórica de verdad, al rememorar aquellos tiempos en que las fiestas patronales estaban marcadas fundamentalmente por la Feria de Ganado donde se hacían las transacciones que en muchos casos representaban la forma de vivir todo un año para los ganaderos de la zona.
Hoy su "modus operandi" ha cambiado sustancialmente, al convertirse en un escaparate de ganado con vistas a que el expositor, con posterioridad, pueda vender sus productos al comprador y no de forma directa como antiguamente se hacía.

Me alegré porque al fin y al cabo allá por finales de los años 1960 contribuí con mi aporte profesional a mejorar la ganadería del término mediante los cruzamientos de la extraordinaria y valiosa vaca retinta autóctona con charolaise, hereford, santa getrudis y limusine, asesorando a ganaderos, hoy desaparecidos, tan emblemáticos con D. Luis Cervera Abreu o D. José Luis Castillo padre del que dio nombre en su primera edición a esta feria.
También colaboré clínicamente, ayudando a parir o mediante cesáreas, a numerosas vacas retintas que por haber sido preñadas por sementales de las razas mencionadas los diámetros de los fetos para un “alumbramiento” eutócico, no coincidían con los de su canal óseo del parto.
Y pude ver como la campiña tarifeña y toda la campiña andaluza se inundó materialmente de bovinos de capas blanquecinas, tirando a albahías o jaboneras (dependientes de la edad) y de formas corporales ampulosas.
¡Eran los charoleses franceses! importados de manera masiva del país vecino Francia, que fueron sustituyendo de manera progresiva, y a veces equivocada, a nuestra raza autóctona representada por la Retinta Andaluza, la Andaluza Rubia, Cárdena Andaluza, Berrenda en colorao y la Negra de las Campiñas Andaluzas que de todo había en esta tierra de María Santísima en cuanto a pastos se refiere.

Luego... con el paso de los años y de los gustos alimenticios de los españoles, estos bóvidos importados fueron desapareciendo de manera progresiva porque su carne era demasiado roja y engrasada y difería de la finura de grano de la carne de nuestras razas autóctonas que con su cuello musculoso y bien conformado, su tronco cilíndrico y potente y nalgas ya mejoradas hacia la ampulosidad y redondez (merced a mejoras sanitarias y alimentarias) daban unos rendimientos finales que nada tenían que envidiar a lo importado.


Y hoy estamos en la quinta edición de la Feria cuyo cartel anunciador es una fotocomposición muy lograda de don Ildefonso Sena que, en la entrada de la carpa ganadera, figura retocada en grabado a base de programa de ordenador.
Pero en la feria, este año menos concurrida en cuanto a aportación de ganado se refiere, (demasiados boxes desocupados) además del ganado bovino también tenían su representación el ganado caprino (Explotación Cañada de Jara de Francisco Serrano Chico) y el ganado caballar.

La mayor representación corrió a cargo del ganado bovino, con ejemplares de las razas retinta ("El Marchal" de D. Luis Felipe Cervera Cotrell, doña Purificación Macías Soto, ambos de Tarifa y Centro Explotación Agrícola y Ganadera de Vejer, Agropecuaria Larios de Alcalá de los Gazules, que expone una vaca de nombre “Granadilla” (brava como un demonio) y limousina (Romero Haupolo y Concha Piquer ambos de Benalup y Francisco Santos Iglesias de su Finca Pedro Valiente en Tarifa) y unas novillas charolesas.




 
 

 
                                    

                                    

                                    

                                    

También estuvo representado el ganado asnal con dos burros.
 
 
 
 
 
 
 
                                     

El caballar con representación caballo español, el que hoy figura como PRE que, últimamente y a raíz de la primera feria ganadera se prodigó con la creación de yeguadas tarifeñas que hoy expusieron su buenos productos en yeguadas tales Hermanos Escribano y Manuel Trujillo Medina de Tarifa junto a otras venidas de los pueblos limítrofes tales como Matador, Torreluna o Benito Sierra.
Feria ganadera lograda gracias a los esfuerzos de personas tan emblemáticas como el veterinario militar retirado Mariano Vinuesa, y sobre todo Antonio Escribano  que apoyándose en quien actúa de Comisario, Juan Manuel Pérez Corrales y amigos interesados por los animales parió la idea de una feria ganadera a la que dio el nombre de Memorial José Luis Castillo. Luego… las circunstancias de cuestiones pueblerinas cayeron el nombre del ganadero fallecido.
                               

Es Antonio el Concejal de Montes del Excelentísimo Ayuntamiento de Tarifa. Según sus palabras lleva todo lo relacionado con el campo, y ahora también del mar pues desempeña momentáneamente la Concejalía de Pesca. Hombre conocedor de lo todo lo relacionado con los animales y como tal capaz de organizar con acierto un evento de esta envergadura con el mínimo esfuerzo económico por parte de la Administración Central ya que suele aprovechar instalaciones utilizadas en la feria lúdica y que acondiciona al efecto.
Un campero en el Ayuntamiento, que también tiene su sitio. ¡Faltaría más! Un hombre que ama a los animales porque los ha cuidado y convivido con ellos de siempre. Y que ha aportado su sapiencia en la organización de esta feria ganadera por más que luego figuren como artífices los políticos venidos de altas esferas provinciales.
Antonio Escribano Rodríguez es el alma de este evento, al cual siguen sus colegas de la Campiña para ocupar con sus ganados selectos los boxes ubicados dentro de la carpa instalada en la nueva ubicación de feria lúdica que ha precedido, y que él ha aprovechado antes de desinstalarla.
Esperemos que esta feria ganadera se consolide como algo anual necesario y que este sitio perdure por siempre frente a las especulaciones urbanísticas, para lo cual sería necesario calificarle como zona ferial en el plan urbanístico tarifeño ahora que los Ayuntamientos tienen fuerza para hacerlo.
                                        

El mal tiempo se empeño en deslucir el evento, no obstante lo cual unas 3000 personas desfilaron por los boxes para ver y sentirse orgullosos de los animales criados en su entorno y poder contemplar, con asombro, al ejemplar bovino más joven (que circulaba alegremente entre los boxes al colarse sin dificultad alguna entre las rejas) en contraste con el ejemplar más grande que no era otro que el semental limousine de cinco años y 1260 kilos, que el criador Romero Haupolo desplazó desde Benalup con su cuidador Rafael Rodríguez que es natural de Vejer pero que lleva, según nos manifestó, veinte años en la explotación.