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viernes, 4 de abril de 2008

LA CORRIDA DE LOS VICTORINOS DE SEVILLA 2.008.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Llegaron los toros de la A coronada de Albaserrada, y con ellos la Maestranza se llenó hasta la bandera en esta tarde donde una temperatura de 30 º con un ligero viento de poniente a velocidad de 13 km/hora llevaron a Sevilla una temperatura ideal para ver toros.
Los toreros:
Tres toreros pundonorosos y no exentos de arte. Uno de ellos que tras años de lucha (lo vimos hace muchos años de novillero con caballos en la plaza de toros, que entonces era mitad permanente y mitad prefabricada de Laguna de Duero (Valladolid)) y de siempre nos ha gustado por su verdad, y cariño con todo aquel que se acercaba a saludarlo. El segundo de la terna, tampoco escatima esfuerzos y exposición en cada tarde que actúa y finalmente el más moderno, el torero preferente de Sevilla que nadie duda es de lo mejorcito que tenemos en la actualidad, especialista con este tipo de toros con los que ha triunfado en cuantas plazas ha matado este encaste.
Naturalmente con estos ingredientes esperábamos que la tarde transcurriera por los caminos del éxito.
Pepín Liria: nace el 10 de mayo de 1.970 en Ceheguín (Murcia).
Alternativa el 11 de septiembre de 1.993 en Murcia con Ortega Cano de padrino y “Finito de Córdoba” de padrino.
Confirma el 27 de marzo de 1.994 con David Castro “Luguillano” y Óscar Higares como testigo.
Antonio Ferrera: Nace en Ibiza el 19 de febrero de 1.977.
Alternativa el 2 de marzo de 1.997 en Olivenza (Badajoz) con Enrique Ponce y Pedrito de Portugal como testigo.
Confirma el 28 de marzo de 1.999 con Miguel Rodríguez y Javier Vázquez como testigo.
Antonio Jesus “El Cid”: nace en Salteras (hoy barrio de Sevilla) el 10 de marzo de 1.974.
Alternativa un 23 de marzo del año 2.000 con David Castro “Luguillano” y “Finito de Córdoba” de testigo.
Confirma en Bogotá el 20 de febrero del 2.005, con Ponce de padrino y Paco Perlaza de testigo.
Los toros:
Las “alimañas” del ganadero de Galapagar.
Toros que siempre dan espectáculo si bien ahora ya no son tan fieros ni tan poderosos en la suerte de varas, pero que siempre, debido a su casta, presentan dificultades a los toreros que no andan firmes con ellos.
La corrida transcurre así:
Y las 18,30 de la tarde preparan el paseillo ataviados de la siguiente manera:
Liria: de grana y oro,
Ferrera: de lila y oro,
“El Cid”: de rosa palo y azabache.
La Presidencia esta ocupada por una dama Anabel Moreno Muela.
Como nota anecdótica la de “Espartaco” quien puesto en pie desde su localidad aplaude para que salga a saludar su amigo Pepín Liria, acción que al momento es secundada por toda la plaza en pie. Pepín sale a saludar desde el tercio.
Y comienza la corrida:
Sale el primer toro de la tarde su nombre “Verdecito” que con el nº 8 tiene 535 kilos de peso. Su capa cárdena.
Pepín Liria lo recibe por verónicas rápidas, motivadas por la codicia del toro por embestir. El torero ha de cambiar la trayectoria al tiempo que se sale con él al tercio.
Por lances por delante lo lleva al caballo que monta Alonso Sánchez, quien se agarra arriba ante la fijeza del toro en el caballo.
Pepin lo prueba para comprobar que el toro humilla y nuevamente por lances por delante lo lleva al segundo encuentro donde el piquero vuelve a agarrarse arriba.
En banderillas con la lidia de "Ecijano II", parean, Carlos Casanova que pone un buen par en su primera entrada, el tercero que es Alfredo Cervantes también coloca su par arriba y cierra Casanova con un buen par puesto que el toro no presenta dificultades en este tercio. Ambos rehileteros son aplaudidos.
Liria comienza doblándose para seguidamente toreando por delante sacarle a los medios.










En este terreno comienza por redondos en una serie de cuatro que son abrochados con el de pecho a un toro que se revuelve demasiado rápido. Repite serie y tras un cambio de muleta por la espalda remata con el de pecho. Aplausos. Suena la música.
Ahora son dos redondos más después de los cuales el toro se para del todo.








La muleta a la izquierda logra dos naturales al final de los cuales el toro “rebaña”, no obstante lo cual trata de robarle otros dos más a base de “andar muy listo” en el remate.
Nueva serie de naturales uno de los cuales resulta larguísimo. Tres más ligados y abrochados con el de pecho.
Vuelve a la mano derecha para ejecutar dos redondos donde el toro se le para en medio del pase. Porque el toro se ha quedado sin fondo y por tanto sin recorrido.
Va por el estoque de matar y cuando monta la espada el toro se le arranca improvisadamente arrancándole la muleta.
En la suerte contraria pincha arriba.
Nueva entrada con igual suerte.
Dos entradas más en que falla y el Ohhh del público.
A la sexta entrada una estocada arriba que lo tumba sin puntilla. Aplausos.

En su segundo que corresponde al cuarto de la tarde Pepín se va a portagayola, porque quiere despedirse de la Maestranza como este templo taurino merece.
Es consciente de las dificultades, que esta puerta de chiqueros tan ancha, entraña, pero Sevilla es Sevilla, es el lugar de su residencia actual, y la debe tanto que….










En el embroque el toro pierde las manos cuando Pepin había iniciado el lance de la larga, ya no se puede rectificar y el toro le arrolla de mala manera.








La Virgen de la Macarena le hace el quite del que resulta con magulladuras, con la cara ensangrentada con la taleguilla destrozada, pero afortunadamente, sin cornada.








Tras levantarse después de pasar por encima de él una apisonadora con cuernos, Pepin, valiente donde los haya se va nuevamente a por su enemigo y en un rasgo de generosidad le deja largo para que luzca en el picador que es Juan Bernal quien se agarra trasero en el primer encuentro.









Lo lleva nuevamente, pero el toro está muy remiso. Ha de trabajar el picador para fallar cuando se le arranca. Sería conveniente que recibiera otra vara más, puesto que demuestra fuerza y malas ideas pero la Presidencia cambia el tercio.
En banderillas lidia Carlos Casanova, mientras parean, “Ecijano II” que las deja arriba, Cervantes las deja arriba tanto que uno de los palos entra en el puyazo quedando inhiesto y cierra “Ecijano II” con un par bueno que resulta delanterillo.
Pepín Liria brinda al público que se pone en pie tributándole una gran ovación. Tira la montera y le cae boca arriba. Con el estoque la vuelve.
Y comienza su faena con una serie de cuatro redondos que los abrocha con el de pecho.
Repite la serie por dos veces recibiendo aplausos.
La siguiente consta de dos redondos. El toro se para. Al tercero se le “cuela” pero logra esquivarlo. El cuarto lo prolonga con un cambio de mano, al que sigue una trinchera, que recibe una ovación.
Pepín se la está jugando con verdad, ¡la verdad de su toreo de siempre!
La muleta en la izquierda para instrumentar una serie de tres naturales ligados a base de perder un paso. Abrocha con el de pecho y recibe aplausos. La música empieza su concierto.
Nueva serie de tres naturales y el de pecho.










Resulta muy complicado el inicio de los muletazos, tanto que en uno de ellos le engancha por la entrepierna y lo levanta a gran altura, en el suelo lo busca para cornearle, pero nuevamente la Macarena le libra con la colaboración física de su peón Casanova que cual forçado portugués se agarra a los enormes cuernos jugándose el tipo por su matador.







Haciendo gala de una preparación física envidiable, Pepín se va por la espada de verdad para lograr una estocada en toda la yema que hace que el toro doble.









Se piden las dos orejas pero la presidenta de la corrida en una falta total y absoluta de sensibilidad niega la que por reglamento la pertenece conceder. Debería haber tomado nota de lo que hizo su compañero de presidencia en la corrida de la temporada anterior donde con menos merecimientos y menos dramatismo le concedió las dos orejas al torero César Rincón que también se despedía de los ruedos.
Agradeciendo con un abrazo a su peón Casanova, el que sujetara al toro y con lágrimas en los ojos se despide de la Maestranza.Y Pepín se va contento con su trofeo, viendo como su enemigo si es recompensado excesivamente con la vuelta al ruedo en la que la señora presidenta de la corrida no ha tenido criterio.
Recorre al anillo en tres vueltas al ruedo ante las aclamaciones de un público entregado a la verdad del toreo de Pepín Liria. Ha dado una lección no solo a Sevilla sino a toda España y al mundo, que podrá ver lo que ha hecho puesto que la corrida era televisada por Canal +
Ha puesto en pie a la Maestranza para despedirle de este oficio arriesgado en que se ha movido durante su actividad, y le obliga a que recorra el anillo él solo una vez más, mientras suenan con fuerza gritos de ¡Fuera!,¡Fuera!¡Fuera! a la presidenta, quién recibe una impresionante bronca de toda la plaza cuando el héroe Pepín Liria entra por la tronera del burladero envuelto en espadrapos para recomponer su destrozado traje de luces grana y oro que dicen es el traje de los valientes.
¡Suerte en tu nueva vida!, amigo Pepín.

El segundo de la tarde es un toro llamado “Milonguero” lleva el nº 23, y pesa 545 años. Toro agalgado y cárdeno de capa.
En el primer contacto con Antonio Ferrera sale suelto. Seguidamente le administra seis verónicas ligadas, pero que a medida que las va recibiendo el toro se va quedando más y más corto, por lo que remata con una media.
En la suerte de varas el toro se arranca de improviso al que guarda puerta que es Dionisio Grilo y este se defiende y le administra un puyazo.
Tras colocarse los picadores en sus sitios, Ferrera lleva a su oponente a los dominios del encargado de picar que en este caso lo es Juan Francisco Presumido, que lo hace bien y arriba.
En banderillas es el propio matador quien realiza el tercio. Las primeras banderillas tienen los papelillos de bandera española y las coloca arriba en un par arriesgado.










El segundo par lleva los colores de la bandera extremeña y el tercero es un par por dentro con una gran exposición. Es muy aplaudido.









Su faena la brinda al público quien aplaude la gentileza.








De inmediato se va con la muleta en la zurda que es el lado bueno del toro y administra cuatro naturales de mano baja en dos de los cuales, a la salida, el toro dobla las manos.
Nueva serie de cuatro largos y bien rematados abrochados con el de pecho. Aplausos.
Repite serie y nuevos aplausos.
Como le ha podido con los naturales de la izquierda, el toro debió sentirse herido en su orgullo y se niega a embestir
Lo intenta con la mano derecha pero en el primer redondo le busca el pecho.
En la suerte natural logra una estocada casi entera en la yema que tiene el defecto de estar cuatro dedos trasera. Cuando dobla el puntillero acierta a la primera. Antonio Ferrera recibe palmas cariñosas.

Su segundo corresponde al quinto de la tarde. Se llama “Melonito” nacido en 01/04 es cárdeno marcado con el nº 121 y pesa 502 kilos.
Antonio Ferrera decidido a triunfar le administra de entrada ocho verónicas rápidas por los pies del toro que remata con una media doblando las rodillas. Gran ovación.
El encargado de picar es Dionisio Grilo que tras fallar estrepitosamente, cuando el toro entra se agarra trasero.
Ferrera lo deja largo para la segunda entrada, pero el picador ha de trabajar para que el toro se arranque. Está muy “pegado al suelo”, tanto que Ferrera ha de cerrarlo hasta la raya de fuera, pero el toro sigue sin afectividad para embestir. Cuando al fin se decide a entrar, aprieta metiendo los riñones y sin cabecear. El picador se agarra arriba. Es aplaudido.
El público aplaude a Ferrera invitándolo a que banderillee.









El primer par lo inicia desde el centro del ruedo, para tener que ir acercándose al toro refugiado en tablas. Muy de cerca clava arriba en medio de los sones de la música.
El segundo par lo toma muy cerca, demasiado diría yo, pero logra clavar arriba tras lo cual el toro lo persigue durante más de media plaza, sin que Ferrera pierda la compostura, haciéndose con él finalmente.
El tercero lo quiere poner por dentro pero no hay espacio material para hacerlo. Al final se aleja para entrar a la carrera y lograrlo no sin que el toro le rompa la taleguilla a la altura de la bragueta de un pitonazo del cuerno derecho.








Su faena se la brinda a Pepín Liria en una emotiva y larga perorata. Y comienza doblándose en tres pases a media altura al tiempo que saca al toro a los medios.









Con la muleta en la izquierda administra cuatro naturales ligados y abrochados con un pase de pecho de pitón a rabo.
Nueva serie de cinco naturales de mano baja rematados con un pase de pecho extraordinario. El público enardecido.
La muleta a la derecha para enjaretar cuatro redondos y el de pecho. Aplausos.
Vuelve a la zocata para lograr dos series de de cuatro cada una, de mano baja, rematadas ambas con el de pecho de “pitón a rabo”.
Remata la faena con ayudados por bajo, rematados con un pase del desprecio que es muy aplaudido.










En la suerte natural pinchazo hondo, traserillo y tendido.
El toro se va al centro de la plaza y allí, Ferrera realiza una pelea de aliño, no exenta de arte para tratar de descabellar. Lamentablemente falla en medio del murmullo de la Maestranza.
Entra nuevamente a matar en la suerte contraria, logrando una estocada en la yema hasta la gamuza en el momento en que nuevamente en una falta de conocimiento taurino por parte de la señora presidenta de la corrida, suena un aviso. El toro cae sin puntilla.
Se le concede la vuelta al ruedo al toro que no la mereció pues no peleó en varas y estuvo demasiado remiso en banderillas y en la muleta lució porque Ferrera lo lució.
Se pide la oreja pero la presidenta no la concede.
El público le obliga a dar la vuelta al ruedo al diestro Antonio Ferrera.

El tercer toro de la tarde se llama “Lazarillo” es del 01/04, lleva el nº 137 y pesa 540 kilos.
“El Cid” lo recibe con lances donde le enseña a embestir.
Pica Manuel Espinosa que rectifica tras picotazo trasero.
Quita Manuel Jesús con dos verónicas rematadas con la media que son aplaudidas.
En la segunda entrada el picador se agarra arriba pero trasero.
En banderillas lidia “Alcalareño", mientras parean, Rafael Perea “El Boni” y David Saugar “Pirri” que cumplen en su cometido.
Brinda a Pepín Liria en medio de la ovación del público.
“El Cid” ejecuta unos naturales de ensueño rematados con un gran pase de pecho. Ovación del público.
Otra serie natural extraordinaria de ejecución temple y profundidad. Ovación.
Otra más que enardece al público sevillano.
Una serie de derechazos perfectos que son rematados con un antológico pase de pecho.









Pero hoy la "tizona" le ha jugado una mala pasada, al tener que entrar en tres ocasiones para al final dejar un pinchazo hondo arriba que no es suficiente por lo que ha de entrar una vez más (la cuarta) en la que deja media tendida.
Acierta con el descabello a la primera tras una preparación artística. Ovación.
Ha perdido posiblemente las dos orejas, pero ha dejado constancia de su gran toreo tanto con el capote como con la muleta.









Su faena fue admirada tanto por su padre como por sus subalternos, quienes posiblemente comentarían la mala suere a espadas que tuvo su matador, pero por algo al doctorarse reciben el nombre de matadores de toros.

El segundo de su lote, último de la corrida, responde por “Paquito” es un toro cárdeno claro precioso, lleva el nº 13 y pesa 550 kilos. De salida remata en el burladero en el que se encuentra “El Boni”.
“El Cid” lo recibe con verónicas lentas y templadas ejecutadas a media altura.
Cuando lo lleva al caballo el toro dobla las manos en dos ocasiones. Pitos de algunos.
Pica Luis Alberto Parrón que realiza la “suerte de la aceituna” y dado que el toro tiene poca fuerza en las manos el público aplaude con palmas de tongo.
En la segunda entrada el toro queda caído debajo del caballo. La presidenta se apresura a sacar el pañuelo blanco para cambiar el tercio.
En banderillas lidia “El Boni” pareando, “Alcalareño” que deja el primer par bien reunido y arriba. “Pirri” que no pasa dificultad alguna y cierra “Alcalareño” dejando un solo palitroque arriba.
“El Cid” comienza su faena muy cerrado en tablas con doblones a media altura sin obligar lo más mínimo al toro que no obstante pierde las manos en dos ocasiones. El público demuestra su impaciencia.
Por redondos, serie de tres buenos y mandando en el remate, pero el toro se revuelve muy rápido.









Por la izquierda le persigue y no le “echa mano” porque esta muy falto de fuerzas a pesar de que busca las zapatillas
Cuatro naturales logrados sin que le toque la franela y los remata con el de pecho. Aplausos.
Repite serie con el mismo resultado, siendo aplaudido.
Sigue por naturales en una nueva serie de cuatro que remata con un afarolado de pecho.
Es una faena para entendidos donde todo lo ha hecho, a un toro difícil, con gran pulcritud.










Se dobla con torería para tratar de que cuadre y poder hacer la suerte suprema.
En la suerte natural pincha arriba sin soltar. Murmullo de la Maestranza.
Repite suerte y resultado, con el Ohhh de decepción del público y el murmullo.
Cuando lo cuadra, el toro se le arranca de improviso y “El Cid” ha de evitarlo.
En la suerte contraria media estocada arriba sin cruzar. Suena un aviso. Trata de descabellar y a pesar de fallar deja el estoque puesto y el toro se atrona solo.