torostarifa.blogspot.com

martes, 1 de febrero de 2011

LA MUERTE DE MANUEL GRANERO.


LA MUERTE DE GRANERO.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Su nombre de pila era Manuel y había nacido en una familia acomodada de Valencia que en un principio pensó en darle una carrera al tiempo que estimular sus estudios musicales promoviendo su afición al violín.
Pero como el destino es el destino, un comerciante amigo le llevó a tierras de Salamanca y allí tomó por primera vez el capote en una placita de tientas demostrando que poseía excepcionales condiciones para el arte de Cúchares. Tantas, que el crítico D. Ventura llegó a decir de él:
Desde que empezó la profesión como becerrista le entró el toreo en la cabeza y daba gran realce a cuanto hacía con el capote y la muleta…”
Siguió forjándose en capeas, becerradas y novilladas hasta alcanzar el triunfo en la Corrida del Corpus en Santander del año 1920. Luego más triunfos en Bilbao, Madrid, Zaragoza, Sevilla …hasta alcanzar la alternativa en ese mismo año en la feria de San Miguel de Sevilla de manos Rafael “El Gallo”.
En la temporada siguiente se vistió de luces en 94 corridas en las que demostró su valentía y clase al extremo de ser comparado con el desaparecido “Joselito” y ser considerado como su sucesor.
En el año 1921 un 27 de abril, armó un verdadero alboroto en la plaza de Madrid hasta lograr que el mismo Cossío dijera de él:
“Ni el mismo Joselito había conseguido en el primer año de alternativa levantar tal revuelo y participar en tantas corridas”
Y llegamos al año 1922 que fue el de la consagración definitiva de Granero. Tenía firmados muchos contratos. Había toreado 12 corridas cuando fue anunciado en Madrid en terna con Juan Luis de la Rosa y Marcial Lalanda el día 7 de mayo. Tomó los trastos de matar y el toro de Veragua llamado “Poca pena” se le arrancó inesperadamente, le empitonó, lo lanzó al aire y le volvió a empitonar cuando caía, para finalmente lanzarlo sobre las tablas y cornearlo ferozmente en la cara sin que nadie pudiera quitarle el toro antes de perder la vida.
El parte facultativo fue así de espeluznante:
“Durante la lidia del quinto toro ha ingresado en la enfermería  el diestro Manuel Granero con una herida en la región orbitalina derecha, con fractura del fondo de esta cavidad; sigue por la fosa cerebral media, atravesándose en toda su extensión, destrozando la masa encefálica; fractura de los huesos frontal, etmoides, esfemoides, parietal, temporal, maxilar superior y malar, con desgarramientos de partes blandas del pericráneo, desde la órbita y procedencia  de gran cantidad de masa encefálica, con fractura igualmente de cráneo, que da comunicación con esta cavidad y de ésta con la faringe…”
Una vez más la tragedia de la corrida de toros se había cobrado una vida. Una vida joven de tan solo 20 años que estaba llamado a ser una figura torera de relieve capaz de llenar el vacío que Joselito había dejado.
Y es que ese año fue fatídico pues en Sevilla el día 21 de abril, el toro “Bombito” de Guadalest propinó una fatal cornada a Manuel Varest “Varelito” en corrida donde actuaba junto a Manuel Jiménez, Chicuelo, Manuel Granero y Marcial Lalanda.
“Varelito” fue operado de urgencia en la Maestranza y enviado para recuperarse a su casa de la calle Gerona dejando en el tintero el bautizo de su hija de siete meses prefijado para después de la corrida con Ruano Llopis de padrino que había venido ex profeso a Sevilla. Murió finalmente de septicemia el 13 de mayo a las 6 de la mañana.
Y estas dos muertes unidas a la de Joselito dieron pie a la composición de las conocidas Bulerías de la Plazuela que rezaban así:
En Madrid murió Granero,
y en Sevilla Varelito,
Y en Talavera de la Reina,
mató un toro a Joselito,
el hijo de la Gabriela.