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martes, 1 de junio de 2010

TAMPOCO CON TIEMPO VERANIEGO PUEDO SER.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Cuando hacía frío en Madrid, la feria de San Isidro no remontaba porque la climatología tenía ateridos a toros y toreros, y ahora en esta corrida extra, denominada de aniversario, lidiada con cerca de los 30ºC, tampoco.
El fracaso de las corridas de la feria de San Isidro en Madrid ¿es consecuencia de la temperatura? Rotundamente, NO. Es cuestión de falta de casta en la cabaña brava que está pagando los desmanes sufridos en su selección, y de demasiado conformismo, ante las escasas afectividades de los astados, por parte de los matadores de toros, tanto los consagrados como los que luchan por abrirse camino en esto.
Ni llevando un microclima a las Ventas, ni sometiendo a los toreros, en los momentos previos a la corrida, a la acción de un psicólogo-motivador, ni incluso sometiendo a una acción de sofronización colectiva de la masa asistente a las corridas de la primera plaza del mundo, se arregla este desaguisado en que está sumida la Fiesta más nacional.
La denominada afición de Madrid, ¡Tiene guasa! Y esto hace que los toreros estén empezando a temerla por sus imposiciones no siempre ecuánimes y justas a los coletudos cuando están ante la cara del toro.
Por eso cuando se buscan sustituciones, toreros como: Ponce, Morante y a poco tardar "El Juli" aboguen por San Isidro como portador de la oportunidad que se ofrece, siguiendo a “Guerrita” en su apreciación. Y con estos procederes, la Fiesta se va a pique sin necesidad de intervención de antitaurinos animalistas o políticos. Los mismos taurinos, que es la cuña de la madera más peligrosa, se encargarán de cargársela.
Y como por otro lado la gerencia y la empresa de Las Ventas, exigen unas condiciones para confirmar alternativa consistente en tener toreadas, en la temporada de confirmación, al menos seis corridas de toros, mientras a otros toreros pipiolos les presentan con una sola comparecencia, pues…ahí estamos ante esa injusta vara de medir que propicia el que no aparezcan nuevas figuras del toreo, lo que lleva a que los coletudos que actualmente están arriba del escalafón, “campen a sus anchas”, sigan “montados tan ricamente en su machito”, y sean imitados, por los que están en la pomada como relleno, en la escasa exposición de un alamar en sus comparecencias.
Conclusión: ABURRIMIENTO EN LOS TENDIDOS y esto…quiéranlo o no es el comienzo de la debacle.
Por eso la corrida de ayer con tres toreros jóvenes y unos toros con trapío, no solo no remontó sino que produjo el tedio y aburrimiento en los tendidos.


Toros con el freno y hasta con el ABS echado, y toreros desmotivados que sí ponían bien las telas, pero luego…se contagiaban de la escasísima afectividad de sus oponentes para aburrirse de insistir en las citas y por ello cuando, el toro se arrancaba de improviso, ser incapaces de acompasar el muletazo. ¡Ah! y de matadores de toros. Nada de nada, pues no saben matar y así..????

Los tres toreros de ayer saben torear pues son de Escuela Taurina, pero estaban como aplatanados por el calor y no dieron su justa medida, pues como decía aquel:
¡Lo que no pu´e ser no pu´e ser y además …es imposible!



Era una terna interesante por su juventud y sus ganas de triunfo, pero…les faltó motivación ante unos toros carentes de afectividad.
La anterior reseña gráfica nos muestra lo protagonizado por Diego Urdiales, Rubén Pinar y Miguel Tendero que no fueron capaces de motivar a un público respetuoso (ya ni el Rosco se expresa) quien únicamente despertó con un par de banderillas de un gitano que, cosa curiosa, echó valor al asunto.