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domingo, 16 de diciembre de 2007

LA VISITA A UN TENTADERO DE MACHOS EN LA GANADERIA DE FUENTE YMBRO



Hemos tenido la oportunidad de acudir a una faena campera de ACOSO, DERRIBO Y PRUEBA DE VARAS en la ganadería de moda en el mundo del bravo. En la ganadería que D. Ricardo Gallardo posee en la Finca Fuente Ymbro de San José del Valle (Cádiz).
Dado que esta faena cada vez es más difícil de contemplar, por no ser habitual, la he subido a mi blog para que ustedes se hagan una idea del maravilloso espectáculo presenciado por unos afortunados entre los que nos encontramos.
Quiero dar las gracias a la familia Gallardo por las atenciones que nos dispensaron en todo momento.
¡Va por ustedes!


LA FAENA DE ACOSO Y DERRIBO EN EL CORREDERO DE FUENTE YMBRO.
Por LUIS ALONSO HERNANDEZ.-Veterinario y escritor taurino.

Era el famoso puente de una Constitución que casi dudamos de su existencia como entidad de cumplimiento, pero que moviliza a media España camino de la otra mitad o camino de Londres (por aquello de que el billete de avión cuesta menos que el del AVE a Sevilla) en busca de salir de la monotonía del trabajo cotidiano, cuando unos amigos nos invitaron a unirnos a su expedición encaminada a visitar las ganaderías que en la próxima temporada taurina tendrían la oportunidad de demostrar la bravura de sus productos en el coso de La Misericordia de Zaragoza
Y estábamos ilusionados con que llegara el día 7 de diciembre del año en curso para cumplir un doble deseo: el pasar un rato con unos buenos y divertidos amigos de la emblemática Cabaña Brava zaragozana que tanto peso específico tiene en él desarrollo del ciclo taurino del coso de Pignatelli, y de visitar un tentadero de machos en el corredero de una de las ganaderías revelación de los últimos años.


Esto nos proporcionaría por un lado, la charla durante unas horas del tema que nos entusiasma y es base de nuestra afición, el taurino, con personajes tan polémicos y rocosos como el ínclito Corro, que ejerciendo de mañico, es duro y cabezota donde los haya. No obstante lo cual es querido y respetado por todos a pesar de “traer de cabeza” a cuanta gente del mundo del toro pasa por Zaragoza. Reímos con ganas de la confrontación dialéctica entre él y Ricardo Gallardo que también tiene “bemoles”.
Y por el otro lado, comprobar “in situ” cómo puntúa el ganadero de Fuente Ymbro, tras el acoso, derribo y suerte de picar en campo abierto a sus erales en faena desechada equivocadamente por la mayoría de sus compañeros de actividad que se han decantado por la comercialización de sus productos

Cuando a las 7,30 A.M de ese día del último mes del año partimos de Tarifa camino de Arcos de la Frontera para reunirnos con el grupo que nos llevaría a la segunda finca donde Fuente Ymbro tiene a sus vacas madres, crías y erales, la climatología nos iba a jugar la mala pasada de una niebla intensa que nos impedía ver “más allá de nuestras narices” tanto a un servidor de ustedes como a mi buen amigo, que hacía de conductor en su todo terreno Toyota,
Juan Antonio, fue el encargado de llevar a feliz término esta excursión a lo largo de toda la denominada “ruta del toro”. Esa peligrosa y estrecha carretera que une Vejer de la Frontera con Arcos a través de Medina-Sidonia y Paterna de la Rivera. Más de un centenar de kilómetros a cuarenta kilómetros/ hora que dejaron un fuerte dolor en nuestras cabezas consecuente de fijar demasiado nuestros ojos en las líneas blancas que señalaban los márgenes de una carretera donde el peligro inminente podía venir de ese fluido tráfico de tractores que las numerosas fincas de la zona propician.
No desistimos en la empresa de continuar al acordamos de esos refranes tan verídicos como:
“Niebla rastrera buen día espera” o “Mañana de niebla, tarde de paseo”esperanzados que la contingencia meteorológica no estuviera presente en el corredero de los erales.
Ya en Arcos de la Frontera la niebla había remitido, pero como las cabezas continuaban con la “modorra” nada mejor que la ingestión de dos pastillas en forma de tostadas grandes de pan macho bien pringadas de manteca colorá con zurrapas de hígado que ayudadas en su paso al estómago por dos cafés con leche fueron la mejor medicina para lo que la clase médica conoce con el nombre de cefalea.
¡Que razón tiene el refranero español!
Al levantar el sol a eso de las 11,00 de la mañana, el día fue verdaderamente primaveral y los 16 grados de temperatura ambiente nos proporcionó al cuerpo el “estado de bienestar” perfecto para poder asimilar los criterios de selección con los cuales el nuevo ganadero Ricardo Gallardo ha recuperado el más que “comercializado” encaste domecq.

Fueron 23 erales de capas negra y colorada, una parada de 5 cabestros berrendos en negro, 7 colleras de jinetes, y un caballo bretón de picar los componentes de un equipo capitaneado por Ricardo Gallardo que desde el predio de querencia se encaminaban azuzados por los caballistas al cerrado de salida para comenzar la tarea de acoso, derribo y suerte de picar en campo abierto que muchos aficionados al “arte de Cúchares” no habrán tenido la oportunidad de ver.
















Así fuimos capaces de secuenciar las arrancadas de muchos de los erales al caballo de picar, colocado como es natural en contraquerencia, bajo la atenta mirada del ganadero que observa como el eral humilla a la llegada al picador en embestida franca y fija .



Un listón alto de exigencia en la selección, donde la más mínima distracción por parte del eral es causa de desecho. Operación que el mismo ganadero montado a caballo y muy cerca del lugar adecuado en el momento preciso, dirige. Porque Ricardo es un ganadero enamorado de su afición y por eso suscita envidia entre sus colegas ganaderos de dinastía al considerarle como un advenedizo a este mundo del ganado bravo que durante años han mantenido en exclusiva.


¡Ahí descansa su triunfo!
¡Ya teníamos el secreto! que por otra parte sospechábamos, porque desde hace muchos años somos conscientes que en la selección de bravo - sin intervención genética -está todo más que inventado.


Y mientras colleras, picador y ganadero seguían con su más que milimétrico trabajo, los invitados degustábamos el vino oloroso y más tarde seco con denominación Álvaro Domecq que ayudó a pasar las magníficas viandas en forma de jamón de pata negra, salchichón y chorizo de cerdos ibéricos junto a queso de oveja perfectamente curado que de manera casi continua nos ofrecían en bandejas los camareros contratados al efecto. Mientras el experto jamonero, pillado infragante por nuestra cámara en plena faena de “lonchear” al pata negra, no daba abasto para llenar los platos.
Era una prueba más del señorío de esta familia ganadera que al completo, incluida su bella hija, nos obsequió de manera exquisita y cariñosa como si fuéramos amigos de toda la vida.
Nunca lo olvidaremos los componentes de la Cabaña Brava que nos sentiremos más que honrados cuando hagan acto de presencia en nuestra maña capital para tratar de estar a la altura de recepción en que ellos han estado en este último mes del año que por el calor de su amistad y la temperatura ambiente de su perfecto corredero en una soleada mañana de invierno nos pareció una verdadera primavera.

Mantenemos en nuestra memoria, cuando de manera improvisada y simpática entró en nuestra conversación una señora rubia que resultó ser la esposa del anfitrión y con la que charlamos “largo y tendido” de muchas de sus preocupaciones como ganadera. Luego, María Paz, estuvo más que pendiente de manera exquisita y sencilla de cuantos invitados tuvimos el privilegio de asistir a esta incomparable y cada vez menos prodigada faena campera.

Tras una parada, con la finalidad de proporcionar media hora de descanso al exhausto caballo de picar, pudimos comentar el único fallo ocurrido en la faena del primer eral de la mañana que se fue en busca del remolque donde estábamos encaramados la mayoría de los asistentes y que gracias a la pericia de los garrochistas evitaron que fuera herido un caballo que alguien inconscientemente había amarrado al acondicionado tendido.




Así fue como se llevaron a uno de los escasos erales que a causa de su falta de bravura se fue camino de los terrenos de nadie, justo donde estaba el remolque salvador.




Este era uno de los tendidos de invitados para que estuvieran a salvo de cualquier estampida de eral poco dotado de bravura. Un sitio seguro donde sobre todo las damas permanecieron todo el tiempo que duró el sin igual espectáculo de acoso, derribo y prueba de caballo de picar a que el propietario del hierro y ganadería de Fuente Ymbro somete a sus erales como una prueba cotidiana más en busca de esa condición de acometividad de sus toros bravos.

A eso de las cuatro de la tarde la faena estaba felizmente concluida sin que hubiera que lamentar ningún eral “peniquebrado” como en tiempos anteriores ocurría, tal vez debido a la falta de pericia de las colleras y del acondicionamiento de los correderos Los erales accidentados eran tan numerosos que hicieron desistir a muchos “ganaduros” de dejar en el “baúl de los recuerdos” a esta faena campera primordial para la selección del ganado bravo.

Por todo ello, Ricardo estaba contento. No solo por la falta de cualquier tipo de accidente, sino porque había podido comprobar cómo salvo dos unidades de la sobrepasada veintena de erales probados, el resto habían superado con holgura de puntuación la prueba a que les había sometido.
Ahí le vemos en el momento de recoger, para contrastar, las notas tomadas por su mayoral.



Unos garbanzos guisados con chorizo, empanadillas, pollo frito en distintas variedades (al ganadero le gusta aderezado con muchas cabezas de ajo) pescado rebozado, chicharrones seleccionados, todo en caliente, dieron paso a unos pastelitos, orejones y almendras tostadas que fueron los prolegómenos de la copita de licor o whisky a gusto del consumidor, que nuestro anfitrión (sibarita donde los haya) no cambia por el champán rosado con el que acompaña a su comida.



La alegría, simpatía y camaradería entre todos, fue la nota dominante de este día inolvidable.

Y cuando a eso de la 17,30 tras la foto, en compañía de los anfitriones, que da fe de nuestra visita, dejamos la finca a la que calificamos como “Santuario de la Bravura” camino de nuestro destino, la niebla volvía a tratar de hacer aparición como lamentándose de no haber podido ver el magnífico espectáculo que durante su ausencia contemplamos los aficionados congregados de como un eral se embroca con el caballo de quien le ha derribado y como acude en contraquerencia al caballo de picar desde más de una veintena de metros en tres ocasiones seguidas.

¡Fuente Ymbro sin duda seguirá triunfando!

El blog de un veterinario taurino.


A pesar de haber tenido mi primer contacto con la informática en los ya lejanos años de 1973 cuando en un viaje realizado a Francia adquirí un Spectrum 48 k, nunca he sido un experto en estos temas, de ahí que pasaran ante mí, sin reparar en ellos, temas como crear una página web o construir un blog.
Hoy me ha hablado del tema uno de mis hijos que tiene un blog. Me lo ha enseñado y lo he visto como muy interesante, tanto que le sugerí me configurara uno, para a través de él poder expresar mis experiencias en el mundo del toro bravo, donde como veterinario le he tenido como paciente en la dehesa, en los corrales de las plazas de toros donde he formado como componente de equipos de reconocimiento y finalmente como asesor de Presidencia en unos casos y como aficionado presencial en otros, en la plaza de toros.
Todas estas experiencias me llevaron a escribir un libro titulado Incursión por el mundo de los toros que Quirón Edicciones de Valladolid me publicó y que gozó de cierto éxito dentro de los aficionados a este interesante y complicado mundo, donde todas son "verdades a medias" y donde el lenguaje empleado por los taurinos es difícil de interpretar por las personas ajenas a estos menesteres.
Con posterioridad escribí mi segundo libro taurino que titulé De pronóstico reservado y que tras muchas dificultades va a ser editado por la Excelentíma Diputación Provincial de Valladolid. En este último, he tratado de hacer un análisis de la problemática del mundo del toro y dar solucciones posibles a ciertos problemas que aquejaron y aquejan a nuestra Fiesta más nacional como alguien definió.
De ahora en adelante iré poniendo en este blog los artículos que hasta ahora he estado enviando a ciertos portales taurinos con los que he colaborado, alguno de los cuales, por qué no decirlo, han sido reacios a publicar mis escritos tal vez porque no les consideraban con calidad suficiente para figurar en sus páginas o tal vez porque en este mundo del toro "decir las verdades del barquero" no suelen traer buenas consecuencias. Ahora seré el responsable de lo que escriba en el blog, y los éxitos o los fracasos los asumiré.
Quiero enriquecerme con sus comentarios sobre los temas que trate.
Gracias por leerme.
¡Va por ustedes!