LA OREJA DE IVAN FANDIÑO EN LA CORRIDA DE LOS CUADRI.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Vistiendo un traje malva y oro Ivan Fandiño salió dispuesto a conseguir un triunfo en Madrid con los toros de Celestino Cuadri. Triunfo que por unas u otras cosas no había acabado de llegar en actuaciones anteriores y eso que se la juega en cada actuación.
Lo realizó por chiculeinas en serie de tres que remató con una media verónica perfecta de ejecución.
Sale el 2º de la tarde. Nº 48. “Zapato”.558 kilos. Negro listón del 12 del 06.Pertenece a la ganadería de Celestino Cuadri.
Es Pedro Lara quien lo fija en el burladero de suertes del tendido 7.
Desde allí el matador con lances por delante sin cruzar que remata con un recorte deja al toro en la jurisdicción del caballo que monta Pepe Aguado. Metido en faena el toro, echa la cara arriba con la finalidad de quitarse ese hierro que le molesta. Se la quita, pero el piquero rectifica de inmediato y la vuelve a colocar en el sitio.
Pedro Lara lo saca para dejarlo en el capote de Fandiño.
Con un solo capotazo lo deja nuevamente en suerte para la segunda entrada reglamentaria. Cuando el burel se arranca Aguado vuelve a agarrarse arriba.
Nuevamente es Lara quien lo saca para dejarlo en el capote de Alberto Aguilar que iba a intentar su quite pero que ante el fuerte y molesto viento desiste.
En banderillas con lidia de Pedro Lara parean Roberto E. “Jarocho” quien deja un solo palo arriba. David Díaz “Llaverito”, con facilidad, prende arriba. Cierra tercio “Jarocho” con un excelente par si bien a la salida se cae uno de los palos.
Fandiño brinda a todos aquellos que “han tenido fe en él”.
Con pases por delante de la cara tira del toro para cambiar de terreno en busca de menos viento.
Nueva serie de otros tres buenos naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
¡El viento es un vendaval!
¡El fuerte viento impide el toreo! Y por ello Fandiño va a por el estoque de matar.
El toro está tardando en doblar debido a la casta que atesora. Suena un aviso.
Aparecen algunos pañuelos en los tendidos no de forma mayoritaria.
Cuando el toro dobla los aplausos sacan al torero al tercio para saludar, pero como los aplausos continúan Fandiño da la vuelta al ruedo.
En el quinto de la tarde Ivan Fandiño se ha estirado muy bien por verónicas. Lo ha llevado al caballo de picar que monta Rafael Agudo con lances templados y sin cruzar donde recibe castigo debido a que el toro no puede salir al haber introducido el pitón por la correa de sujeción del estribo derecho. Un toro que apretó con la cara a la altura de la cintura del piquero.
Fandiño hace su quite en base a tres excelentes verónicas sobre ambos pitones que remata con una media sobre el pitón derecho del toro. Ovación.
Con lances templados rematados con un recorte garboso lo deja nuevamente en la jurisdicción del caballo. Ahora lo ha dejado largo por lo que es aplaudido por el público ávido de ver la suerte de varas.
El toro acude la largo. Agudo le tira muy bien el palo y se agarra perfectamente arriba para levantar seguidamente el palo. Gran ovación para el piquero.
A la salida Alberto Aguilar hace su quite. Dos chicuelinas ajustadas, que remata con una revolera y que son aplaudidas.
Ivan Fandiño brinda al público.
El toro tiene buen son. Se mueve muy bien, pero la incógnita está en la duración que pueda tener.
Deja que el toro tome oxígeno.
Ha bajado de calidad la faena, debido a los enganchones en el remate de los muletazos.
Se distancia del toro. Se lleva la muleta a la mano derecha y cambia al toro de terreno llevándole frente al tendido 7.
Vuelve a distanciarse del toro. Se lleva la muleta a la mano derecha. Tres redondos buenos. El toro se para.
Nuevamente toma distancia para seguidamente administrar tres buenos redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Aplausos.
Se va a por el estoque de matar.
¡Ha logrado la mitad de su objtivo que no era otro que salir por la Puerta Grande de la Manumental de Las Ventas.
Se viene diciendo que la temporada taurina de cualquier torero depende de lo realizado en Madrid y Fandiño era consciente de lo que ponía en juego en esta plaza.
¿Mereció la oreja Ivan Fandiño? ¿Las dos buenas estocadas pueden haber influído en los tendidos para pedir la oreja? ¿Por qué ahora, en faena de menos calidad que la realizada al primero, Ivan Fandiño influye en la decisón del Presidente de la corrida? ¿Fue quizá el que sus compañeros de terna se desinhibieron demasiado al no exponer ante sus oponentes y el Usía sopesó la actuación de Fandiño?
¡Juzguen ustedes!