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martes, 2 de marzo de 2010

LA CORRIDA DE GARCIGRANDE EN LA FERIA DE INVIERNO 2010 DE MADRID.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Una nueva corrida en la que no llega a llenarse la plaza. Y es que, querámoslo o no reconocerlo, la dichosa crisis económica está también ahí.
El cartel es atractivo pues el trío forma parte de esa pléyade de buenos toreros con los que cuenta el escalafón taurino español.
Pero nos tememos que esta será la tónica que prime en las plazas de toros en la temporada que acaba de comenzar.
El paseíllo a carga de:
Julián López “El Juli” (azul pavo y oro), José María Manzanares (azul pavo y oro, aunque en tonalidad más clara) y Miguel Ángel Perera (lila y oro).

“Juli” haciendo ejercicios de desentumecimiento de músculos fuera de barreras.
Sale el primer toro de la tarde. Número 74. “Guijarro”, 540 kilos Negro. Pertenece a Domingo Hernández.
El Juli” se dobla con el toro en el primer capotazo. En el segundo, el toro sale suelto. Una serie de cuatro verónicas. En la tercera parece que el toro se quiere ir, pero “El Juli” lo aguanta y remata la serie con una media verónica de perfecta ejecución.
El encargado de picar es Salvador Núñez quien se agarra ligeramente trasero a un toro que aprieta y hace rotar al caballo sobre las manos al tiempo que lo levanta la grupa. Finalmente levanta la vara aunque sin sacarla de la herida infringida.

“El Juli” se destoca para pedir el cambio de tercio y, tras esperar que el piquero abandone el ruedo, se dispone a hacer su quite con cuatro verónicas muy ajustadas que remata con una larga a una mano.
En banderillas con lidia de “El Niño de Leganés” parean, Álvaro Montes que coloca un par desigual ligeramente trasero. Emilio Fernández hijo deja el par arriba. Cierra Álvaro Montes con un par ligeramente trasero aunque arriba.
“Juli “ brinda a la concurrencia depositando la montera sobre la arena.
Comienza con dos pases por alto. Le da distancia retirándose mucho del toro y, a la vuelta, sigue por alto en cuatro pases a una mano sin mover los pies de la arena rematando la serie con una trinchera.

Con la muleta en la derecha, serie de tres redondos, tras los cuales se retira del toro y tras dar distancia, lo cita adelantando la muleta para lograr tres redondos buenos de mano baja que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con un pase pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Serie de cinco excelentes redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta en la izquierda, dos naturales ayudados con el simulado. Serie de seis naturales buenos bajando la mano, que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
¡Muy firme y muy seguro “El Juli!
En el primer redondo de la nueva serie el toro se le cuela, pero “El Juli” sigue firme. Torea perfectamente al redondo prolongando los pases y cambiando de mano la muleta le da un natural y remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda. Enorme ovación.
La muleta sobre la izquierda, logra una serie de tres naturales en los cuales incluso ha llegado a codillear para prolongarlos en el remate.
Nueva serie al natural que remata con un molinete y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Un trincherazo para quedar colocado y seguir por redondos. Un circular completo. Desafía al toro mostrándole el pecho.
Sigue por redondos en una faena larga. Se para delante del toro para dejarle reposar. Intenta un invertido por la espalda con cambio de mano sobre el mismo pase y, aguantando al toro, lo remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Un estatuario prepara al toro para el toreo al natural. Cinco extraordinarios naturales.
En la suerte natural al volapié, estoconazo caído. El toro dobla y el puntillero acierta a la primera.
Petición de oreja aunque no de forma mayoritaria que el presidente concede.

Su segundo corresponde al cuarto de la tarde. Sale el cuarto de la ganadería de Garcigrande. “Afónico”. Número 59.- 560 kilos. Colorao.
“El Juli” lo recibe por verónicas. De las dos primeras el toro sale suelto. Luego ya se hace con él. Seguidamente le administra cuatro verónicas buenas que remata con una media también buena.
El toro cuando entra al caballo pierde las manos. Luego una vez recuperado ataca al jaco por los pechos y levantándole está a punto del derribo. Unas vueltas del caballo y el toro finalmente le ataca por el lado izquierdo afortunadamente sin consecuencias para el caballo que monta el piquero Diego Ortíz, no obstante los cual ante el peligro que representa José María Manzanares colea al toro con su brazo izquierdo.
“El Juli” se desmontera para pedir el cambio de tercio, que presidencia concede.
En banderillas con lidia de Álvaro Montes, parean Luis García “Niño de Leganés” quien ganándole la cara, clava un buen par arriba. Emilio Fernández prende buen par y cuando Álvaro está lidiando para el tercer par, el toro clava los pitones en el suelo y está a punto de dar la voltereta. Cierra tercio “Niño de Leganés” con un buen par aguantando mucho.
Julián López brinda a la Infanta Elena que ocupa palco de barrera.
Comienza la faena con dos pases por alto suficientes para sacar el toro fuera de las dos rayas. Le da distancia portando la muleta en la mano derecha. Un buen redondo. En el segundo, el toro mide la tierra.
Dos nuevos redondos y “El Juli” vuelve a tomar distancia. Nueva serie de tres redondos, en el último de los cuales, el toro vuelve a perder las manos.
“El Juli” muy tranquilo vuelve a tomar distancia para seguidamente administrar tres redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva serie de tres redondos con la derecha en el remate de los cuales, “El Juli” le levanta la muleta con la finalidad de ayudarle para que no se caiga y, tras cambiar la muleta por la espalda, remata con el pase de pecho con la izquierda.
Con la muleta portada por la mano izquierda, una serie de tres naturales de excelente factura. Al cuarto el toro pierde las manos
.
Continúa “El Juli” sobre la izquierda toreando a un toro que no ofrece peligro alguno, que tiene nobleza pero poca fuerza. Serie de cuatro naturales que finalmente abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta sobre la derecha. Serie de cuatro excelentes redondos bien ejecutados y rematados que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Una faena en la que “El Juli“, ha estado técnicamente perfecto, llegando al codilleo en determinados muletazos sobre ambas manos.
Continúa sobre la mano derecha en una serie de cuatro excelentes redondos el último de los cuales, durante su realización, cambia de mano realizando un natural que finalmente abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta sobre la mano izquierda. Serie de cinco excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Continúa sobre la mano izquierda. Tres buenos naturales. Se distancia del toro. Cuatro nuevos naturales de los cuales el último ha sido perfecto, y remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Enorme ovación.
En la suerte natural logra una estocada en la yema. El toro se va al centro del ruedo para doblar con hemorragia bucal, en medio de los pañuelos blancos que han poblado los tendidos del Coliseo.
Cuando el puntillero acierta al primer envite, hay petición mayoritaria de oreja y como tras la concesión de la primera los pañuelos siguen agitándose, se concede la segunda.

Sale el segundo toro de la tarde. Es un castaño. De Domingo Hernández. Numero 18. “Camarero” con 553 kilos.
Corresponde su lidia a José María Manzanares que viste un terno azul pavo y oro con los cabos blancos.
Lo recibe con unas verónicas que el astado toma sin mucha codicia y quedándose en la mitad de la suerte. José María no se descompone.
Lo fijan en el burladero de suertes mientras los picadores ocupan sus lugares reglamentarios.
El toro en el momento que ve al caballo se va a por él, teniendo que recortarle Manzanares.
De inmediato se arranca nuevamente al caballo y lo derriba. El montado es Pedro Morales “Chocolate”.
Trata de llevarlo nuevamente al caballo, pero el toro comienza a escarbar por lo que Manzanares opta destocarse pidiendo el cambio de tercio.
En banderillas Curro Javier coloca un excelente par. Luis Blázquez a pesar de que el toro le recorta, las deja arriba. Cierra Curro Javier con un tan buen par que ha de desmonterarse a petición del público. Ha lidiado de manera perfecta Juan José Trujillo.
Manzanares comienza su faena doblándose a media altura hasta sacarle fuera de las dos rayas. Pero de inmediato el toro quiere irse nuevamente a las tablas. Manzanares vuelve a sacarlo con pases de tirón.
Una vez en los medios toma la muleta con la derecha y logra una tanda de cuatro redondos buenos ligados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
El toro que vuelve nuevamente a su querencia para que Manzanares lo saque nuevamente. Comienza a sonar la música.
El toro definitivamente se va a las tablas y Manzanares plantea su faena en ese terreno.
Un redondo en el que el toro, tras volver al revés, se va a las tablas, y allí Manzanares le saca unos buenos redondos, Cuando en el remate de una serie, le administra un trincherazo, el toro sale huyendo.
Insistiéndole muchísimo y sin quitarle la muleta de cara, logra tres redondos que remata con una trinchera.
Vuelve a sacarlo fuera de las dos rayas, y allí instrumenta una faena anodina debido a que el toro no quiere pelea.
Manzanares muy tranquilo insiste una y otra vez, andándole muy bien delante de la cara.
En la suerte contraria, entrando muy de largo, le receta un sartenazo del que el toro sale corriendo para dar una media vuelta al anillo. Cuando el toro para, los subalternos le capotean y como no dobla, Manzanares toma el descabello, pero en ese momento el toro cae sin puntilla. Cuando el toro es arrastrado el público insta a que salga de barreras el diestro, Manzanares sale al tercio a saludar y corresponder a la ovación del público.

Su segundo corresponde al quinto de la tarde. Sale el quinto de la tarde. Ganadería de Garcigrande, “Saltalindes”, 520 kilos de peso, marcado con el número 100. Negro chorreado. Un toro bien armado.
De salida recorre el ruedo en una vuelta por su cuenta.
Sale suelto del primer capotazo de saludo de José María Manzanares. Luego lo torea por verónicas sin ajuste, tratando más de enseñarle a embestir que de buscar lucimiento, a un toro distraído que no gusta al torero como lo demuestra en una mueca de contrariado.
El encargado de picar es José Antonio Barroso un piquero joven. El toro no quiere ir a su jurisdicción y huyendo a terrenos de nadie, va de capote en capote.
Cuando por fin entra al caballo, el piquero se agarra perfectamente arriba a un toro que entra andando, para seguidamente empujar haciendo una vara que entusiasma al público y ovaciona al picador cuando el toro es sacado del peto.
Manzanares lo prueba con dos capotazos, y destocándose solicita el cambio de tercio.
Cuando abandona el ruedo el piquero es aplaudido.
En banderillas con lidia de Curro Javier, parean, Juan José Trujillo que deja un excelente par. Luis Blázquez coloca un buen par teniendo que tomar le olivo. Cierra Trujillo con un par tan excelente que es obligado por los aplausos del público, a desmonterarse.
Manzanares brinda al público desde el centro del ruedo. Y deposita con mimo la montera sobre la arena del ruedo.
El toro se arranca de largo al ser citado y Manzanares le vacía con un pase contrario del que el toro se va largo.
Manzanares lo cita desde el centro del ruedo. El toro acude y le administra una serie de cuatro excelentes redondos que abrocha con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Da distancia al toro. Continúa con una serie de cuatro extraordinarios redondos, con cambio de mano en la realización de uno de ellos, y rematando con un pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
Muleta sobre la mano izquierda. Serie de cuatro excelentes naturales que remata con una trinchera que es un verdadero cartel de toros.
¡Elegante, muy elegante, José María Manzanares!
Muleta sobre la mano derecha. Cuatro excelentes redondos que remata con un trincherazo y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
José María da distancia al toro. Elegantemente se va acercando al astado con la muleta portada sobre la mano izquierda. Adelantando la muleta logra un excelente natural. Dos más buenos, que remata con desplante torero.
Cinco extraordinarios redondos que, tras aguantar la parada del toro en el último, remata con un trincherazo sobre el pitón derecho del toro.
Tras tomar el estoque de matar se acerca lenta y elegantemente al toro y le propina unos trincherazos muy elegantes y toreros, que son rematados con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Parsimoniosamente busca la igualada del toro. La encuentra en la suerte natural, soltando un sartenazo hasta la gamuza de la que el toro dobla, pero luego presenta dificultades al puntillero para acabar con él.
Los tendidos se llenan de pañuelos blancos en petición de las dos orejas que el presidente de la corrida concede.

Sale el tercero de la tarde. “Escopetero” Número 74. 502 kilos de peso de Garcigrande. Es también castaño.
Miguel Ángel de entrada le administra nueve verónicas que intenta rematar con la media pero como el toro no entra con claridad tarda en conseguirla.
El encargado de picar es Ignacio Rodríguez, quien se agarra bien arriba al toro que tiene poco cuello.
Un solo picotazo es considerado por Pereda castigo suficiente como para pedir el cambio de tercio.
En banderillas con lidia de Juan Sierra, parean, Joselito Gutiérrez que sale apretadillo del par. Barbero coloca su par arriba y cierra Joselito con un buen par si bien ha de tomar el olivo, para de inmediato regresar al ruedo por el mismo procedimiento. Los aplausos reiterados hacen que se destoque.
Perera no brinda. Comienza su faena vaciando al toro por arriba a medida que lo va sacando fuera de las dos rayas. Remata con un doble pase de pecho comenzando por el de la mano derecha.
El toro toma el redondo pero sale suelto. Miguel Ángel logra dos buenos muletazos ligados a base de dejarle la muleta en la cara.
El toro es pronto pues acude en el momento en que Miguel Ángel le cita y le da el toque, pero seguidamente se queda como distraído y sin querer seguir la muleta en el remate del pase.
Logra una serie de redondos ligados, que continúa con unos circulares casi completos que son muy aplaudidos.
Dos molinetes seguidos inician una serie de redondos muy buenos de mano baja, en los que el toro sigue con el inconveniente de no seguirlos hasta el final por salir distraído. Tras martinete, los remata con el pase de pecho sobre la mano derecha y doblar con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Naturales en los que el toro sigue acusando el mismo defecto.
Tras dar distancia al toro para que se reponga, un pase de las flores es el inicio de una serie de redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
En la suerte natural logra un pinchazo hondo, tras el cual el toro lo persigue y lo pone en aprietos.
El toro tarda en doblar de ahí que los banderilleros traten de sacar el estoque, lo que resulta dificultoso por estar muy agarrado.
En la suerte contraria, entrando ahora más en corto, logra una estocada entera aunque ligeramente, trasera.
Como el toro tarda en doblar, Miguel Ángel trata de sacarle el estoque con el verduguillo mientras suena un aviso y en ese momento el toro dobla. El puntillero acierta el tercer intento. La labor del extremeño es silenciada.


Su segundo corresponde con el último de la tarde. Sale el sexto y último toro de la tarde. Número 118. “Maicero”.
Perera le saluda con cuatro verónicas a pies juntos de las que el toro sale suelto.
Cuando el astado acude nuevamente, le administra tres extraordinarias verónicas de pierna flexionada que remata con una media verónica.
Francisco Doblado se agarra arriba. El toro aprieta pero el piquero se limita a mantenerle la puya en lo alto. Dos monosabios han de colear al toro para que salga del caballo. Cuando sale del caballo, pierde las manos.
Perera hace su quite por gaoneras. Tres gaoneras que remata con remata con una revolera.
En banderillas con lidia de Joselito Gutiérrez, Juan Sierra coloca un buen par. Guillermo Barbero las deja arriba. Cierra Joselilto Gutiérrez gustándose con un buen par.
Miguel Ángel Perera brinda al público depositando la muleta con mimo sobre al albero.
Perera desde el centro del ruedo cita al toro que al acudir lo administra dos pases cambiados por la espalda, intercalando dos pases por alto con una quietud sensacional.
Tres excelentes redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Nueva serie de cuatro buenos redondos que ha rematado con el doble pase de pecho comenzando por el realizado sobre la mano derecha.
Cuatro redondos más, en uno de los cuales se cambia la muleta de mano para dar dos naturales y rematarlos con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Dos naturales sueltos. Tras tomar distancia, otro más, al que siguen otros dos más. Dos nuevos quedándose quieto para rematar con un ajustado pase de pecho que resulta extraordinario.
Un pase pecho es el comienzo para continuar toreando por redondos muy cerca, muy cerca del toro, que remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Toda la faena realizada con quietud en medio de una gran técnica.
Continúa en las cercanías con la muleta sobre la derecha, sacando al toro todos los pases que tiene.
Un pase invertido por la espalda que no sale muy limpio al resultar enganchado en el remate, que finalmente remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Cuadra al toro de manera elegante y torera.
En la suerte contraria pinchazo hondo arriba porque le faltó coordinación al hacer la cruz, que no obstante le permite descabellar y acertar al primer intento.
Se pide la oreja que el presidente concede.
Finalmente, "El Juli" y Manzanares salieron a hombros por la puerta grande.