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lunes, 31 de marzo de 2008

LA CORRIDA DE LOS CELESTINO CUADRI.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Comienza el ciclo del 2.008 en lunes de la misma forma en que finó el 2.007. Con una corrida de las consideradas “toristas”, que ha de ser lidiadas por tres matadores de los que no están en los puestos altos del escalafón taurino.
El año pasado quienes los lidiaron no pasaron de estar dignos.
Veremos que ocurre en el día de hoy.
¡Va por ustedes!
Los toreros:
Sánchez Vara: Nace en Guadalajara el 18 de julio de 1.979.
Alternativa el 30 de agosto del 2.000 en Sacedón con Luis Fco Esplá de padrino y “El Fandi” de testigo.
Confirma el 30 de agosto del 2.003 con Domingo Valderrama y Alberto Manuel de testigo.
Iván García: Nace el 1 de octubre de 1.983 en Madrid.
Alternativa el 27 de marzo del 2.003 en Castellón con “Joselito” de padrino y “El Juli” de testigo.
Confirma el 7 de septiembre del 2.003 con “Jesulín de Ubrique” y “Morante de la Puebla” como testigo.
Fernando Cruz: Nace en Madrid el 16 de diciembre de 1.981.
Alternativa el 28 de mayo del 2.004 en Nimes con “El Juli” de padrino y José María Manzanares de testigo.
Confirma el 13 de mayo del 2.005 con Rivera Ordóñez e Iván García como testigo.
Los toros:
Celestino Cuadri de origen Santacoloma.
Su comportamiento durante la lidia suele ser bastante agresivo y complicado.
Desiguales en su pelea durante el primer tercio. Unos muy bravos y otros muy mansos.
Suelen desarrollar sentido durante la faena de muleta, si bien hay algunos que tienen gran calidad.
Se trata de una ganadería considerada como dura.

Y justo a la hora no muy taurina de las 18,30 los hermanos Zulueta hacen el despejo de Plaza para seguidamente ir en busca de los tres matadores que seguidos de sus cuadrillas cumplimentarán al Presidente de la corrida que en el día de hoy lo es D. Juan Murillo Pedrote.
Tarde de temperatura agradable que anima a la gente a asistir al festejo llenado el aforo de la Maestranza en sus ¾.
Tras el sonido del cerrojazo hacen el paseíllo:
Sánchez Vara de purísima y oro.
Iván García de lila y oro.
Fernando Cruz de verde botella y oro.

Los clarines y timbales anuncian la salida del primer toro de la tarde que responde al nombre de “Alemán” nacido en 2/04, marcado con el nº 10 y con 580 kilos de peso.
Sale despacio y enterándose de donde está. Acude al primer capote que asoma por un lado del burladero de matadores y rematando en el mismo se propina un porrazo con las consecuencias de una hemorragia por el ollar derecho.
Su matador Sánchez Vara lo recibe con una serie de verónicas ganándole terreno y rematando con una media verónica y una revolera que son aplaudidas.
Con lances por delante sin cruzar, lo lleva al caballo que monta Juan Gaultier quien, marra en el primer encuentro.
Vara trata de hace su quite por chicuelinas pero como el toro le corta tras dos lances lo lleva nuevamente al caballo al relance. El piquero se agarra arriba y a la salida persigue a un banderillero.
Quita Iván García en una serie de tres chicuelinas perfectas a un toro remiso en arrancarse.
En banderillas su matador ofrece un par de las mismas a su compañero Iván García.
Va por delante Vara que coloca un par bastante vulgar al igual que el de su compañero y el suyo que cerraba tercio. La culpa la poca falta de colaboración del toro que resultó excesivamente parado en las arrancadas.
Vara brinda a su peón de confianza Manolo Macías, quién tras el abrazo regresa al burladero con lágrimas en los ojos a causa de la emoción.
Muy cerrado en tablas comienza con dos pases por alto con los que saca el toro por fuera de las dos rayas.
Sigue por redondos en una serie de dos largos y bien rematados. El toro se para. Dos nuevos redondos que son abrochados con el de pecho.
Con la muleta en la zurda, dos series de buenos naturales a un toro noble pero muy parado.
Vuelva a la diestra para torear por redondos en dos series bien ejecutadas que son aplaudidas.
Ha realizado una faena aseada a un toro sin casta, que morfológicamente era precioso.
Y a la hora de matar elige la suerte natural para cobrar una estocada casi entera y desprendida.
El toro se acula en tablas y va a descabellar, pero desiste al darse cuenta que el toro va a doblar.
Cuando el puntillero se eterniza para acabar con él, el público de Sevilla se entretiene coreando el número de entradas, media docena concretamente.
Cuando el toro es arrastrado el torero recibe palmas cariñosas.

En su segundo que corresponde al cuarto de la corrida de nombre “Tratante” marcado con el nº 65 y con un peso de 610 kilos.
Al igual que su hermano sale andando para terminar derrotando en el burladero.
Sánchez Vara lo recibe peleándose con él en una serie de verónicas genuflexas en principio y que remata con una media de buena factura. Aplausos.
Pica Rafael López que se agarra arriba en el primer encuentro, luego ha de trabajar para que el toro acuda al caballo, si bien cuando lo hace se agarra nuevamente arriba. Es aplaudido cuando abandona el ruedo.
Vara se encarga de lidiar a su toro con la finalidad de cuidarlo en busca del triunfo. Lo deja en un lugar de la plaza mientras se va por los palos adornados con los papelillos de la bandera nacional.
Brinda el par al público.
El primer par de poder a poder, aprieta el toro por lo que deja un solo palo en el costillar.
El segundo par es perfecto de ejecución y colocación.
El tercero lo inicia zigzagueando a medida que se acerca al toro y cuando llega al embroque, clava en todo lo alto.
Brinda al público, dejando la montera con mimo en el albero.
Comienza con doblones artísticos que hacen vibrar al público.
Dos series de redondos a un toro que repite y acosa al torero. Lo repite porque ve que hay transmisión y emoción en la pelea. Es muy aplaudido.
Realiza una faena larga a base de redondos y naturales sin que llegue el triunfo. La culpa indudablemente es de los astados porque el torero ha demostrado venir con toda la disposición del mundo, consciente de lo importante que sería para su futuro inmediato un triunfo en la Maestranza.









En la suerte natural cobra una estocada entera en toda la yema, haciendo todo el torero, que tumba al oponente sin puntilla. Gran ovación.
Cuando el toro es arrastrado recibe algunas palmas y el torero Ovación que recibe agradecido desde el tercio.

La actuación de Iván García en su primero que responde al nombre de “Lirio” marcado con el nº 43 y con 614 kilos de peso, comienza con unas verónicas de las que sale suelto, no obstante poner de manifiesto que el pitón bueno es el izquierdo.
El toro embiste en tres ocasiones seguidas para inmediatamente pararse.
Pica “Remache" , arriba a un toro que no se emplea.
Iván García dispuesto a realizar su quite pero desiste al ver que no tiene arrancada, por lo que nuevamente lo pone en suerte.
El toro tardea, con lo que hace laboriosa la tarea del picador quién al final falla estrepitosamente cuando lo fácil hubiera sido acertar al tenerlo muy cerca.
Lo saca Fernando Cruz, desistiendo de su quite al ver que el toro tiene pocos pases.
En banderillas hay devolución de cortesía por parte de Iván para con su compañero Sánchez Vara.
Los tres pares no resultan muy brillantes, salvo el primero, porque el toro está demasiado parado y no colabora.
El toro con querencia clara hacia los terrenos de dentro. Está en la zona de chiqueros y allí va por él Iván. Lo saca con dos pases por la cara sin cruzar.
En los medios una serie de tres redondos superiores por su ligazón y u temple que son abrochados con el de pecho.
Es otro toro de tres arrancadas y el parón.
Nueva serie de dos redondos. El toro se para. Dos más y el remate de pecho.
Hay que perderle un paso en cada pase y dejarle la muleta para que no se pare.
Con la zurda logra dos naturales buenos. Se para nuevamente.
El toro está muy quedado, por lo que no propicia la ligazón y la transmisión con el público.
Una nueva serie de redondos muy buena. El toro se para. El torero que insiste y comienza ese rum rum de la Mestranza invitando a que el diestro corte su faena.
Ivan García va por el estoque y en la suerte natural logra media en su sitio aunque ligeramente perpendicular, donde el toro no ayudó lo más mínimo, que hace doblar al astado más por la falta de casta que por la efectividad de la estocada.
El puntillero acierta al sexto intento, nuevamente coreado por el público.

En su segundo que tiene el número 11 y pesa 565 kilos, llamado “Colladero”, antes de su salida, lo espera sentado en el estribo en una estampa de torería antigua.
Lo recibe con seis verónicas perfectas ganándole terreno y rematando con una media superior. Ovación.
Al caballo que monta Hector Vicente, lo lleva por chicuelinas al paso. El piquero se agarra arriba.
Para que el toro entre por segunda vez el picador ha de hacer trabajar al caballo. Al final se arranca y pica muy delantero.
Fernando Cruz aprovecha su quite a base de dos chicuelinas de las cuales la mejor fue la primera y remata con una media sin ajuste.
En banderillas actúa El matador, lidiando Raúl Adrada.
Iván Vicente en el primer encuentro tiene la mala suerte que en el embroque el toro pierde pie y solo consigue clavar una.
El segundo par es bueno. Resulta perseguido y ha de tomar el olivo con el tiempo justo puesto que el toro pone el pitón en la contera de la barrera.
En el tercero de dentro a afuera falla al clavar.
Demasiado mérito para un torero que aún esta convaleciente de una operación de cecostomía, consecuencia de una grave cornada sufrida en la temporada anterior.
Brinda al público y comienza sacando a el toro de las tablas con dos pases por delante sin cruzar.
En el centro del anillo una serie de tres redondos largos y perfecto. El toro se para. Dos más. Cambio de muleta por la espalda y ante un toro remiso trabaja hasta conseguir el ahora no obligado de pecho.
Con la izquierda dos buenas series al natural que son rematadas con el de pecho.
Con un pase contrario se pasa a la serie en redondo que ha de trabajar ante la falta de arrancada del toro.
En la suerte natural estocada arriba que va escupiendo a medida que es movido por los peones.
Dobla y el puntillero acierta a la primera. Aplausos para el torero.

El tercero de la tarde tiene por nombre “Desconfiado” lleva el nº 32 y pesa 585 kilos. Es del 1/04.
Fernando Cruz, lo recibe por verónicas hablándole en cada una para que el toro no se aleje tanto. A la cuarta es desarmado.
Lo lleva a la jurisdicción de su picador especialista en agarrarse arriba con toros que ponen los pitones encima del cuello del caballo. Es un puyazo corto pero fuerte consecuencia de su poderoso brazo.
El toro cae rendido y seguidamente acusa una gran disnea.
En la segunda entrada vuelve a agarrarse arriba si bien ahora se limita a sujetar la vara.
No hay quites.
En banderillas lidia Agustín Serrano y parea con efectividad a pesar de que el toro echa la cara arriba en el embroque, Juan Bautista Martín, en sus dos entradas, mientras que Muriel no deja ningún palo arriba a causa de que el toro no le deja meter los brazos.
Brinda al público y concretamente a un familiar recientemente fallecido.









Comienza con doblones que son jaleados. Al tercero le pone los pitones en el cuello.
Viendo que el pitón menos malo es el izquierdo se echa la muleta a la izquierda para instrumentar unos naturales de gran exposición que resultan muy buenos y que al finalizar con el pecho son aplaudidos por la concurrencia.
Son tres series de cuatro realizados de uno en uno, perfectos de ejecución y remate pero que tienen el inconveniente de al no ser ligados, no calientan al público.
El toro sale distraído de los pases y es tanta la mansedumbre que llega incluso a echarse. Es levantado y sigue con una faena meritoria a base de naturales con las zapatillas atornilladas en al arena.
En la suerte contraria entra a matar logrando una estocada entera que hace doblar al toro. El puntillero acierta a la segunda y Fernando recibe una ovación cálida del público.

El segundo de su lote corresponde al último de la corrida se llama “Azafrán” herrado con el 258 y pesa 560 kilos está con cinco años.
Lo recibe con verónicas. A la segunda se estira y así sigue en medio de los jaleos del público con una serie de cuatro mientras lo saca a los medios para rematar con una media verónica buena de verdad.










El encargado de picar es Pedro Iturralde quien se agarra arriba en las dos entradas que hace el toro.
En banderillas lidia “Juanín” (como le conocemos los amigos de Valladolid) mientras parean con acierto Agustín Serrano y Pedro Muriel.
Fernando Cruz comienza su faena por alto, no obstante lo cual el toro clava los pitones en el suelo.










Sigue en el centro del anillo por redondos en una serie de cuatro abrochados con el de pecho.










Repite la serie si bien al cuarto le engancha la muleta y remata con el de pecho.
Nueva serie de tres redondos superiores abrochados con el de pecho. Ovación.
Insiste una y otra vez, tratando de conseguir un triunfo que necesita y que ve se está difuminando con la desesperación de su apoderado Luciano.
Con la izquierda, dos series de tres naturales muy buenos y bien rematados, si bien no han podido ser ligados porque el toro no repite.
Es una faena larga tratando de conseguir el triunfo que tanta falta le hace.
En una de las series al natural pierde la muleta al ser pisada por el toro y enrabietado trata de cogerla, no lográndolo porque el toro la enreda entre sus patas.
Decepcionado se va por el estoque y tras laboriosa preparación entra en la suerte contraria, consiguiendo un pinchado hondo arriba que el toro escupe, pero que no obstante su apoderado le indica que entre a descabellar acertando a la primera.
Ha estado muy valiente y torero a pesar de ser la primera corrida que torea en esta temporada.
Decepcionados salen los tres matadores de la plaza, porque a pesar de "jugársela" en varios momentos, los de Celestino Cuadri han vuelto a dar la de "arena" en esta feria 2.008.

EL ESPECTACULO DE REJONES 2008 EN LA MAESTRANZA.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Tres rejoneadores que son la elite del rejoneo actual:
Fermín Bohórquez.
Pablo Hermoso de Mendoza.
Diego Ventura.
Y una torada de las de garantía para este tipo de festejos: los murubes de D. Fermín Bohórquez Escribano.
El desarrollo de esta Corrida de Rejones es así:

Tras realizar el despejo de plaza por parte de los alguacilillos realizan el paseíllo, ya sin su presencia, los caballeros rejoneadores con sus monturas más espectaculares de sus bien dotadas cuadras de caballos.
Y después de cumplimentar al presidente, hoy femenino, de la corrida, comienzan sus evoluciones coordinadas alta escuela, en medio de la alegría de este público amante del caballo que ha llenado hasta la bandera la Maestranza de Caballería sevillana.
Y seguidamente dan una vuelta al ruedo a manera de saludo de la concurrencia que ésta agradece levantándose a medida que pasan debajo de sus localidades.
Doña Anabel Moreno Muela lanza las llaves de chiqueros al alguacilillo para que se las lleve al encargado de abrir los chiqueros.

Sale el primer toro de la tarde, su nombre "Ovacionado" lleva el nº 6 y tiene un peso de 539 kilos. El encargado de lidiarlo es el hijo del propietario de la ganadería, Fermín Bohórquez, que vestido de corto con una chaquetilla azul oscura monta a la yegua "Rubia" de capa perla isabela. Una tres sangres del hierro de Álvaro Domecq.
Protagonizan una bonita y vibrante persecución de salida que acaba en una cerrada ovación cuando el caballero gana la partida al astado.
Ahora Fermín torea al toro con el rejón de castigo antes de clavarlo arriba sin que quiebre el palo lo que desluce la acción.
Un nuevo rejón que clava arriba y recibe los aplausos del público.
El toro tiene buen son pero se está apagando a marchas forzadas.
Cambia de montura. Sale un precioso caballo de capa castaña oscura de nombre "Dolido" con el que tras sacar a el toro de la querencia, pone un par perfecto de ejecución de poder a poder y clavado al estribo.
Nuevamente el toro se cierra en tablas y hay que sacarlo a base de torearlo con la cola hasta que puesto en el sitio adecuado, clava arriba.
El tercer par de banderillas es calcado a los dos anteriores, siempre una previa preparación para poder clavar y luego colocación perfecta arriba.
Cambio de montura y ahora sale "Libanés" otro caballo castaño que torea al toro en lidia meritoria apreciada solamente por los buenos aficionados, que son los que aplauden la acción. Coloca un buen par aún a costa de que el caballo sea tocado.
Con un nuevo caballo pone tres pares de las cortas.
A la hora de matar pone un buen rejón de muerte arriba que produce derrame antes de que el toro doble.
Salen unos escasos pañuelos que naturalmente la presidente no tiene en cuenta. El caballero es ovacionado.

En su segundo que es el cuarto de la corrida y que tiene por nombre "Norteño" nacido en 02/04 y que pesa 544 kilos.
Saca para pararlo nuevamente a su yegua "Rubia" con la que se dirige a la puerta de chiqueros para tras una persecución espectacular por parte de un toro con muchos pies, pararlo, no sin antes tener que arrojar el sombrero para hacerse un autoquite porque le iba cortando alarmantemente el terreno.
Clava un rejón de castigo en buen sitio y antes de poner el segundo es desarmado en un derrote del toro.
Saca el caballo "Huapango" un tordo en fase blanca, fuerte y poderoso con el que cita de frente y pone un buen par. Otro más, también en buen sitio.
Ahora saca el caballo "Nevado" para parear a dos manos de manera espectacular.
Coloca un perfecto rejón de muerte que no quiebra el palo, pero que tumba al toro sin puntilla.
Se pide la oreja mayoritariamente que es concedida.


El segundo toro de la tarde se llama "Obediente" ,marcado con el nº 39 y pesa 573 kilos.
Su lidia corresponde a Hermoso de Mendoza quien sale al ruedo montando a "Curro" un precioso caballo castaño. Le pega tres recortes para pararlo con una facilidad pasmosa. Seguidamente de poder a poder y de frente le coloca en todo lo alto un rejón de castigo.
Pablo se da cuenta de las escasas condiciones del toro y pide el cambio con el solo rejón colocado.
El toro aquerenciado en los terrenos de dentro y allí ha de ir Mendoza con su nueva montura, "Chenel" para sacarlo andándole de costado hasta colocarlo en suerte. Seguidamente le coloca un buen par, tras quebrar la embestida.
Sigue cruzándose delante del toro, lo pone en suerte para colocar un par idéntico al anterior.
Ahora el encargado de actuar es un caballo tordo en fase blanca de nombre "Nativo", un gran caballo con el que pone dos pares extraordinarios de banderillas.
Es el caballo bayo llamado "Ícaro" con el que Mendoza pone dos pares de las cortas, de los cuales el tercero ha de trabajarlo, puesto que el toro no quiere salir de su querencia.
Para la suerte de matar sale el caballo "Pirata" de capa tordo rodado de cinco años. Falla a la primera y en el segundo encuentro tumba al toro. Los aplausos premian la labor del rejoneador navarro. Al doblar el toro recibe una Ovación.

Su segundo toro que es el quinto de la corrida, se llama "Bondadoso" lleva el número 111 y pesa 559 kilos. Pablo Hermoso saca un caballo de capa tordo rodado llamado "Rondeño" que lo torea perfectamente metiendo la grupa para no ser alcanzado cuando lo recorta.
El primer rejón lo coloca entrando de frente y quebrando en el momento justo
El segundo lo coloca de la misma manera del anterior con gran limpieza en la entrada y salida del embroque, sin batir.
Ahora sale "Silveti" un caballo anatómicamente perfecto de capa castaña que entra de frente, quiebra y clava arriba.
Completada la actuación de este caballo, sale "Fusilero" un tordo rodado con el que suele hacer la pirueta a la salida de la suerte. Pero el toro no permite la realización de esta suerte.
A la hora de matar primero da un pinchazo y luego ya un rejón perfecto y recibe aplausos.
El rejoneador sale desencantado de su actuación.

El tercer toro de la tarde responde por "Hociavero" lleva el nº 30 y su peso es de 505 kilos. Está más en el tipo Murube por su morfología.
Su lidia corresponde al rejoneador Diego Ventura quien viste una chaquetilla de color burdeos y monta un caballo de nombre "Chocolate" que lleva la cola recogida.
Ventura lo torea muy cerca, se aleja y cuando va a clavar falla. Seguidamente clava un buen rejón arriba.
Le torea con el caballo en dos especies de chicuelinas. Aplausos.
Se aleja para tratar de poner un nuevo rejón de castigo, desistiendo al ver las escasas embestidas del toro.
Saca un nuevo caballo de capa albina y de nombre "Manzanares" que templa perfectamente al toro andándole por la cara y de costado. Con él pone un par de banderillas. Otro perfecto quebrando en la misma cara y realizando dos piruetas a la salida. Ovación.
Ahora torea encima del caballo llamado "Té" con el que pone un gran par. En la tercera pirueta que realiza delante del toro le alcanza manando sangre del pitonazo sufrido.
Saca al caballo "Morante" para poner las banderillas cortas. Realiza tres pares después de las cuales le muerde al toro, lo que levanta en entusiasmo a los espectadores de sus asientos.
Pincha y el toro escupe el rejón de muerte, para acertar a la segunda y hay petición de oreja que al ser mayoritaria la presidente la concede.

En su segundo que corresponde al último de la tarde, Diego Ventura sale portando en la mano el “marsellé” que es una especie de abrigo para el traje corto con lo que trata de parar al toro.
Montado en su cabalgadura entra dentro del callejón de chiqueros. La gente se pone en pie. Salen caballo y toro en carrera desenfrenada dando más de una vuelta al anillo. Le da dos muletazos con el chaquetón pero el toro se va apagando. Aplausos.
El toro ha quedado con una embestida templada pero demasiado sosa. Le coloca un buen rejón de castigo arriba.
Seguidamente le coloca un segundo en perfecto sitio. Se trata de un caballo que hace gala de una espectacular doma. No se trata de un caballo rápido pero domado para que quién tenga que correr sea el toro y no él.











Saca ahora un caballo espectacular de capa castaña oscura su nombre es "Guaraná". Elástico como la goma que torea al toro de forma perfecta.
Se separa de él. Viene dando los pechos y quebrando lo justo clava arriba unas banderillas que pone a los espectadores de pie.
Un nuevo caballo en la arena se trata de “Distinto” un tordo en fase blanca con el que pone dos pares de banderillas que levanta a la gente al tiempo que rinden una gran ovación. Descabalga para que la ovación sea para el caballo cuando se retira al patio.
Y ahora monta a “Morante” para poner las banderillas cortas. Tres son los pares que coloca y al final da los típicos bocados al toro lo que enardece al público.
El último caballo en salir es “Califa” un caballo castaño con el que coloca un par a dos manos perfecto de ejecución.
Se aproxima la hora de matar en la que comienza el murmullo de la Maestranza y en medio de él se va por el toro y clava el rejón completo que hace caer instantáneamente al cornúpeta, sin puntilla.
Los pañuelos aparecen en toda la plaza y naturalmente la presidenta concede las dos orejas que permiten la salida de Diego Ventura por la Puerta del Príncipe.