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lunes, 9 de agosto de 2010

LA CORRIDA DEL 8 DE AGOSTO DEL 2010 EN TORREMOLINOS.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Francisco Rivera Ordóñez “Paquirri” fue sustituido por Javier Conde con lo que la corrida presidida por D. Francisco Carmona, quedó así:
“Jesulín de Ubrique” (azul cielo y oro) oreja y dos orejas, Manuel Díaz “El Cordobés” (azul pavo y oro) cuatro orejas y Javier Conde (azul oscuro y plata) división de opiniones y dos orejas y rabo simbólicos en el toro que indultó.
Voy a reseñar lo más destacable de la tarde, de ahí que pase por alto lo realizado por “Jesulín” en su primero, salvo señalar que brindó la faena a Antonio Gala que ocupaba barrera; así como lo realizado por Javier Conde también en su primero que no logró ajustarse a las características bravas de su oponente.
El segundo de la tarde es el número 52. Presidiario.560 kilos de peso. Pertenece a la ganadería de José Luis Osborne. Negro de capa.
Manuel Díaz lo saluda con unas buenas verónicas a pesar de que el toro entra con las manos por delante. Remata con una media verónica superior.
Con chicuelinas corridas trata de llevarlo al caballo de picar. Solamente consigue ejecutar la primera, pues el toro sale suelto de la misma. Seguidamente, con pases por delante sin cruzar, lo lleva al caballo que monta Manuel Sánchez Montes quien se agarra arriba, señala el puyazo, mete las cuerdas y levanta de inmediato la vara.
El quite lo efectúa “El Cordobés por chicuelinas de buena factura que remata con una media.
En banderillas con lidia de Raúl Caricol que al bajar mucho las manos propicia la voltereta del toro, “El Chano” las deja arriba igual que el tercero, y con dos pares se cambia el tercio.
La faena la comienza Manuel Díaz muy cerrado en tablas vaciando al toro por alto. En el segundo capotazo el toro pierde las manos al haberse quedado mermado de fuerzas tras la voltereta sufrida.
Manuel deja que el toro se recupere y a base de torearlo por alto, ayudándole en el remate de la suerte, lo saca fuera de las dos rayas.
Muleta sobre la diestra. Serie de cuatro buenos redondos realizados a media altura, templados y rematados por arriba con la finalidad de ayudar a su oponente. Remata la serie con el pase de pecho sobre la mano derecha. Comienza a sonar la música.
Excelentes redondos a media altura que remata, con el pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de la izquierda.
Con la muleta sobre la zurda, dos buenos naturales. En el tercero el toro pierde las manos. Dos naturales más y El Cordobés se dorna dándole un cabezazo sobre el testuz.
Tras dejar que el toro se recupere, le administra una serie de buenos redondos acompañándoles con el cuerpo. Un circular completo por la espalda que prolonga con un natural y finalmente, tras martinete, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Sigue con los derechazos marca de la casa en los que se queda muy quieto al tiempo que acompaña con la cintura. Un invertido y termina con un desplante en el que regaña al toro en un diálogo y gestos de incriminación.
Los pases de la rana y el desplante característico donde Manuel deja su rostro muy cerca de la cara del toro. Grandísima ovación de un público enardecido.
Tras tomar el estoque de matar de manos de El Chano, manoletinas que son muy aplaudidas. En la suerte natural a toro parado entra muy derecho y logra una gran estocada. El toro se amorcilla. Manuel le saca el estoque y tras unos instantes el toro dobla.
El público, entre el que se encuentra la esposa del torero, pide las dos orejas que el presidente concede.
El cuarto de la tarde “Jesulin” lo recibe con buenas verónicas al tiempo que lo gana terreno. Remata con una larga a una mano.
Al caballo de Eugenio García Ortíz lo lleva “Jesulín” con lances muy templados por la cara sin cruzar. El piquero se agarra arriba e inmediatamente “Jesulín” se desmontera en petición de cambio de tercio que el presidente concede.
Con lidia de David Muñoz, Juan Contreras coloca un buen par. El toro se aquerencia en tablas y resulta laboriosa la labor de sacarlo de allí para la suerte de banderillas por parte de “Currín” quien finalmente deja un solo palo arriba. Ha de entrar nuevamente Contreras para dejar un buen par y seguidamente se cambia el tercio.
“Jesulín” brinda al público depositando con mimo la montera sobre la arena.
Tras humedecer la muleta en barreras se va a por el toro y comienza su faena muy cerrado en tablas con pases por alto para, al tiempo que le gana terreno al toro, rematar con un pase de pecho sobre la mano izquierda tras haber cambiado de mano la muleta delante de la cara del toro.
Muleta en la mano izquierda. Excelente natural relajado.
Muleta en la derecha extraordinarios redondos, templados y acomodándose perfectamente a la velocidad de embestida del toro. Remata la serie con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Con la muleta plegada sobre el antebrazo izquierdo da tiempo al toro para se oxigene.
Cinco excelentes naturales que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda en medio de los sones de la banda de música que es la Agrupación Musical Guadalhorce.
Con la flámula sobre la mano derecha logra una serie de extraordinarios redondos que abrocha con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Muy cerca del toro y muy relajado delante de la cara del astado “Jesulín” logra un invertido completo que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta sobre la mano derecha circular completo en el que tras enredarse el toro a la cintura, lo vacía con un pase de pecho sobre la mano derecha para acabar con un desplante de rodillas dando al espalda al toro de lante de los pitones.
¡Extraordinario Jesulín! ¡Es el “Jesulín” de sus mejores tiempos!
Unos ayudados como final de su faena.
En la suerte natural, haciéndolo todo el de Ubrique, logra una estocada que tira el toro sin puntilla. Los tendidos de la plaza se llena de almohadillas y pañuelos blancos en petición de trofeos y el presidente concede las dos orejas. El toro es aplaudido en el arrastre.
El quinto de la tarde responde por Agradecido. Luce el número 168 y pesa 465 kilos. Un melocotón ojo de perdiz y bocidorado.
El Cordobés lo saluda con unas excelentes verónicas que remata con cuatro medias realizadas sobre ambos pitones.
Con pases por delante sin cruzar lo lleva al caballo de picar que monta Juan Francisco Peñas quien, tras agarrarse arriba y meter las cuerdas, deja de apretarle.
Tras cambiarse el tercio “El Cordobés” realiza su quite con cinco verónicas que remata con una media sobre el pitón derecho del toro.
En banderillas con lidia de “Chano”, Raúl Caricol prende un excelente par. Ismael González las deja arriba y con cuatro palos se cambia el tercio a petición del matador.
“El Cordobés” brinda el toro a todos los aficionados de Barcelona.
La faena la comienza de rodillas para seguidamente seguir toreando de pie de manera perfecta, rematando la serie con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Comienza a sonar la música.
Muleta en la derecha. Redondos muy buenos, realizados a media altura ayudando al toro en los remates de los pases.
Tres buenos redondos. El toro se para. Toma distancia nuevamente. Cinco buenos redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Muleta en la zurda. Excelentes naturales que abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
En la suerte contraria haciéndolo todo el diestro, estoconazo hasta la bola. El toro dobla de inmediato y las palmas que echan humo al tiempo que el público puesto en pie pide los máximos trofeos que el presidente concede.
Manuel Díaz da dos vueltas al ruedo en una de las cuales toma una pala de uno de los cuidadores del ruedo y con ella da la vuelta al ruedo.
El sexto y último toro de la tarde luce el numero 138. Se llama Camarero. Pesa 460 kilos. Colorao de capa.
Javier Conde lo saluda con verónicas de buena ejecución que remata con un recorte torero.
El encargado de picar es Pepillo de Málaga.
Conde trata de llevar al toro por chicuelinas al paso lográndolo a medias. Remata con una media verónica. El toro aprieta al caballo levantándolo las manos.
Conde quita en base a dos verónicas que remata con una media.
En banderillas el tercero que es Óscar Reyes deja un buen par.
Conde brinda a todos los niños del mundo para que vayan a los toros.
La faena la comienza con pases por alto sobre ambos pitones al tiempo que va ganado terreno. Cambia de mano la muleta sobre el mismo pase para dar un natural de mano baja. Comienza a sonar la música.
Muleta en la zurda. Excelentes naturales que remata con el pase epecho sobre la izquierda en dos tiempos.
Muleta en la diestra. Excelentes redondos que tras cambio de muleta de mano remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Conde hace el toreo de su personalidad. Un toreo de aguante de la embestida, donde no obliga a los toros sino que les deja a su aire mientras aprovecha el viaje del mismo.
Conde está decidido a que el toro sea indultado de ahí que a pesar de que suena un aviso presidencial tras haber pedido al presidente que le indulte, puesto que él no se encuentra con ánimos de matar a tan buen ejemplar, sigue toreando.
Simula varias veces entrar a matar, se perfila pero no se decide a hacerlo. ¡Quiere buscar el indulto! no sabemos si porque trata de reivindicar la Fiesta de los Toros ante los antitaurinos en una corrida que es televisada por el Canal Sur Andalucía o porque no quiere exponerse a fallar con los aceros.
Total que finalmente logra el objetivo, tras haber dialogado con Galloso como representante de la ganadería de Osborne, de que el presidente saque el pañuelo naranja.
El toro entra a punta de capote en chiqueros y Conde recibe las dos orejas y rabo simbólicos con los que da la vuelta al ruedo.
Finalmente los tres matadores salen a hombros por la puerta grande de la plaza de Torremolinos que presentó una excelente entrada.