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sábado, 16 de mayo de 2020

HISTORIA DE LOS TOROS EN TARIFA. Entrega 9


Año 1929.
Un suelto que firmaba JUAN PALOMO hablaba de nuestra novillada de feria. Se decía que para despachar los seis novillos de Pablo Romero estaban contratados “Cantimplas” y “Rebujina” y en medio de una interrogante se preguntaba el articulista  si sería “Pinturas” el otro diestro que completará la terna de nuestro cartel.
Se comentaba de lo bien que había caído en la adición del Campo de Gibraltar los novillos de Pablo Romero, y se daba por descontado el éxito.
Al cabo de años recordamos estas celebraciones de feria como una nostalgia, ya que en fecha tan próxima a nuestras fiestas de septiembre aún no se habla ni de sus preliminares.
El día  4 de septiembre de este 1929 el periódico tarifeño La unión de Tarifa publica un artículo sobre una novillada en Tarifa el día 4 de enero de 1899 y dice:
“dicho día se celebró una novillada en la cual se lidiaron cuatro utreros, dos de muerte y otros dos de capeo, siendo superior el de D. José Ortega y bueno el de D. José y D. Marcos Núñez Reynoso no hubo suerte de varas.
El primer espada Juan Alba Campos (a) Pelota, estuvo superior en la muerte, que lo hizo de una estocada, mereciendo que le dieran la oreja y lo pasearan en triunfo por la plaza. El segundo lo mató Gonzalo Acuña (a) Ginebra de algunos pinchazos, por haber sido arrollado en la primera estocada.
Los banderilleros, José Chicano (a) Panadero, Antonio García (a) El Socio Y Rafael Fernández (a) Barreño, cumplieron sus cometidos superiores a cualquier aficionado como ellos.
Sintiendo el público que no pudiera haber tomado parte el arrojado Pepe Sáenz (a) Pajarito por estar de luto por la muerte de su padre.
Fue tal el entusiasmo que despertó en Tarifa la colosal faena de nuestro paisano, que en un cartel de gran tamaño se anunciaban al siguiente día “pañuelos de seda y medias a lo Pelota”
La tienda donde apareció este anuncio pertenecía a Dolores la “Jacoba”, donde entonces prestaba sus servicios como dependiente Joaquín Ramírez, conocido hoy (1929) como Joaquinito el del Ayuntamiento”
Con fecha 8 de septiembre de este año aparece una nota periodística que dice:
Plaza de Toros de Tarifa, se lidiaron seis Bravos ejemplares de la renombrada ganadería de Don Luis y Don Felipe de Pablo Romero, por los diestros:
Rafael de Saco ·”Cantimplas” de Córdoba.
Antonio Labrador “Pintura” de Zaragoza.
José Jiménez “Rebujina” de Cádiz.
Los toros de los escrupulosos  ganaderos que mandaron a Tarifa, era desigual en peso y en cabeza, pero bien presentada, brava y codiciosa, de los seis novillos, dos cumplieron, uno (el último) fue manso y tres muy bravos, en particular, un toro de bandera, y yo me atrevería a sostener, que fuera el novillo más bravo de la temporada en casi toda España.
El toro “Despertador” lidiado en cuarto lugar por “Cantimplas”, peso después de muerto 291 Kilos y era mulato entrepelado y con el número 13 en los costillares, lo toreó muy bien “Cantimplas” y lo mató indignamente después de varios pinchazos, “Despertador” fue aplaudido en el arrastre.
Solo la lidia de este toro, valía la entrada para los buenos aficionados, hoy que tan pocos toros bravos de verdad se lidian.
Los novillos arrojaron en romana el siguiente peso: 1º,230 kilos; 2º, 242; 3º, 250; 4º, 291; 5º,326 y 6º, 300.

Y otra nota que dice:
El sábado anterior al domingo último de velada, se había celebrado en nuestro circo taurino una charlotada, en la que intervinieron Arlequín, Charlot y su Chico Enano, cuyo espectáculo resultó muy divertido.
Muy contentos salieron del resultado del espectáculo los cuantos amigos que se constituyeron en empresarios, que la noche anterior con un Levante fenomenal veían un mal negocio. El Levante fue benigno esta vez, y se retiró del todo para no estropear a los flamantes empresarios.

Año 1930.
El periódico tarifeño “La Verdad” que trae muchas noticias taurinas  es a la vez muy crítico con el poder municipal y socarronamente se pregunta una y otra vez donde está la llave de la Plaza de Toros o donde se encuentran los Libros de Contabilidad.
Vienen a Tarifa de visita  “El Niño de la Venta” y Marcial Lalanda.

En estos años salen muchos aficionados a los toros que hacen sus pinitos.

Con fecha 17 de mayo del 1930 se publica un cartel de una charlotada que se celebrará el 8 de septiembre en Tarifa que adjunto

También aparece un cartel del domingo 7 de septiembre de 1930 que adjunto
 
La crónica de esta novillada es la siguiente:
Con una entrada buena, al parecer como la del año pasado, y menor que las de los dos anteriores, tuvo lugar en la tarde del domingo en nuestro circo, la novillada de feria.
El ganado que, pertenecía a la vacada de D. Ramón Ortega, el reputado ganadero de Medina Sidonia, dejó mucho que desear en cuanto a presentación y bravura. La blandura de los bichos, que se salieron sueltos de los caballos, su falta de poder y su mansedumbre, pues a excepción del último, todos cumplieron a duras penas, nos trajo como consecuencia, que no nos divirtiéramos como corresponde a fiesta tan cara y de la que esperábamos ver alguna faena voluntariosa y de emoción. Pero ni eso nos fue concedido y tuvimos que conformarnos con que el Levante se “echara” al ruedo como un espontáneo más, ó como un bronquista de los dos o tres que al mismo bajaron, saltando las maromas dando que hacer a los municipales.
No hubo viento, no hubo toros y aunque parece que los diestros tenían ganas de agradar, apenas si lo consiguieron y conste que estuvieron breves y voluntariosos, haciendo mucho más que las figuras que años pasados desfilaron por nuestra placita.
Quedamos en que los toros no respondieron a la fama de la ganadería, en nada. Pesaron poco más de doscientos kilos y la poca importancia de una novillada defectuosa, desigual de cabeza, flaca y mansa, no justifican las diez mil pesetas que la empresa de Tarifa acostumbra a pagar por su novillada de feria que, por esta vez merece de nuestro reproche, como lo ha merecido de la totalidad de la afición.
Un error al enchiquerar los bichos y no sabemos que, cuestión de sorteo – esto de los toros tienen siempre su sorpresa – hizo que viéramos cambiado el orden del cartel, y así Solórzano salió por delante de Rebujina, siendo éste el primer espada del cartel que vino a ocupar el último puesto dejando en medio a Belmonte.
No merece ocuparnos con detalle de la labor de los espadas por separado y baste decir  que los tres hicieron por agradar y que estuvieron bulliciosos toda la tarde.
Solórzano entrenado y torero. En su primero tres lances a la verónica buenas. Banderilleó con valentía si tener suerte en la colocación de los palos e hizo una faena de muleta valiente, matando breve. Su segundo lo brindó al público, dejando la montera en el redondel.
Rebujina no paró un momento y solo dio unos muletazos con salsa al primero, pudiendo sacar mejor partido de su segundo que fue el más bravo y noble de la corrida.
El de Algeciras mató muy bien a su primer toro. Salvado esto en su honor diremos que está verde, mucho más que el traje de Rebujina, demasiado verde. Ni para, ni mueve los brazos, ni conoce los terrenos, ni la querencia de las reses. Estuvo en peligro dos veces, sufriendo serios achuchones, pues por su ignorancia, más que por falta de valentía, duda y se azora, poniéndose el mismo en peligro ante las reses. Así lo hemos visto ya dos tardes; una en su ciudad natal, y otra en la nuestra, y en ambas nos ha merecido el mismo juicio. ¡A aprender mucho y a poner valor, Belmonte!
En resumen, una corrida ligera, breve y bastante aceptable en cuanto a los espadas que pusieron voluntad y deseos en su cometido.
Cuando hay toros no hay toreros; y cuando hay toreros no hay toros. ¡Aquel cuarto novillo de Pablo Romero lidiado en Tarifa la tarde del 8 de septiembre de 1929! ¡Si hubiera venido Solórzano para torearlo, banderillearlo, brindarlo al público desde el centro de la plaza y matarlo luego muy bien…!
Despertador” de Pablo Romero, 1929! ¡Solórzano, 1930!
                                                                                                  JUAN PALOMO.

Hay una noticia que reza Marcial Lalanda en Tarifa.
El lunes anterior pasó unas horas en nuestra ciudad, procedente de Cádiz, en cuyo circo taurino había actuado la tarde anterior, el famoso diestro Marcial Lalanda, que era acompañado por varios amigos, entre ellos, don Salvador  Camacho y nuestro compañero de prensa señor Becerra.
Era esperado en esta por don Carlos Núñez y Manso, que en unión de otros amigos y admiradores de Lalanda, dieron un paseo por los principales sitios de la población, deteniéndose después en el Casino Tarifeño donde, al calor unas copas, se habló de toros y hasta de política, no faltando el buen humor  en la inesperada como simpática reunión.
Y otra más, titulado La Feria de Algeciras que decía:
Como ocurre todos los años numeroso público de Tarifa se trasladó a la vecina plaza algecireña, para presenciar  su feria y fiestas.
El martes, sobre todo, fue cuando Tarifa dio más contingente de personal a la feria de Algeciras, sin duda atraído por el sugestivo cartel de toreros y toros, que para aquél día presentaba la empresa algecireña.
Nadie se arrepintió del hecho, ya que hubo ocasión de ver, con Márquez, Marcial y Gitanillo, que se las entendieron con seis de Pablo Romero, una de las corridas más completa de hace mucho tiempo a esta parte conocida por esta provincia, en la que los tres famosos diestros, muy especialmente Márquez y Lalanda, se lucieron como consumados artistas con los toros, que eran ideales, de la famosa vacada.

También la prensa dio esta curiosa noticia:
PÉRDIDA.
Se gratificará a la persona que presente a sus legales dueños la llave de la Plaza de Toros de esta ciudad y sus libros de contabilidad que fueron extraviados en su intentada y última sesión borrascosa, intervenida por un novel accionista.
Al tiempo que denuncia:
¿Por qué el inspirador de LA SIRENA no publica en sus periódicos, las cuentas de ingresos y gastos de las novilladas celebradas en ésta en los años 1928 y 1929, como se le tiene interesado?
¿Por qué el mismo señor no reúne a los accionistas de la Plaza de Toros, y le da cuenta de su gestión de varios años en los que ha sido Presidente, Tesorero y Secretario respectivamente, y al mismo tiempo pudiera nombrarse  nueva Junta o Reelegirse la actual?
También se hicieron comentarios sobre la casualidad de encontrarse  entre nosotros el protagonista de la película “Viva Madrid, que es mi pueblo”, cuya exhibición se anuncia para pronto en el Salón Medina.
Después el valiente espada, siguió su viaje para Marruecos, donde en Tetuán asistirá a una  montería de reses mayores  haciendo tiempo hasta el domingo que toreará en la plaza de Ceuta.
En prensa aparece un artículo  titulado Un tentadero en el campo de Medina Sidonia que dice:
 

El sábado 13 de septiembre de este 1930 se celebra en la Plaza de Toros de Tarifa un Grandioso Festival Taurino cuyo cartel adjunto:

 
El artículo sobre la becerrada se tituló: La becerrada del sábado que reza así:
No salimos desilusionados  de la becerrada que, unos cuantos jóvenes, organizaron con el más plausible de los fines: Destinar su producto al Hospital de Caridad.
Y decimos que no salimos desilusionados, porque no esperábamos  otra cosa que lo que hicieron. Sin que ninguno pretendiera dársela de torero, pues ni aún aficionados son siquiera, , los muchachos pusieron su voluntad y buen deseo, que no es poco, si bien no consiguieron  del todo su intento, ya que el público no respondió como ellos se esperaban, no llegaron los ingresos  a poderse nivelar con los gastos.
No obstante ellos se dieron el gusto de salir a la plaza, ufanos y contentos en el paseo, para saludar a la presidencia que ocupaban bellas señoritas ataviadas con mantillas, unas, y mantones, otras.
Y naturalmente salió el primer becerro de los tres que se lidiaban, que le correspondía a Eusebio y que se repartieron todos a la vez, no alcanzando el que más otra cosa que revolcón más o menos.
La becerrada en sí estuvo bien…bien divertida, vamos.
Eusebio Fernández, Antonio Peralta y Manuel Selma, fueron los encargados de extender la defunción a los becerros, cosa que cumplieron, si no sujetándose en un todo  a lo que marcan los cánones, por lo menos con la mayor buena fe del mundo, aunque no lo entendieran así los hijos de las vacas.
La cuadrilla era numerosa. Triviño, Chamizo, Gil, Benito, Moreno, Gallardo, Puyol y Sevilla, todos  se discutieron lancear y poner banderillas, aunque en algunas ocasiones lo que más se discutían eran las vallas. Algunos estuvieron temerarios, tan temerarios que se les conocía a legua el temor.
Como es de suponer no faltaron los achuchoncillos  quien queriendo hacer méritos para el circo Krone ensayara ejercicios acrobáticos y hasta quien imitara a Rafael “El Gallo” en sus clásicas “espantás”.
Felizmente no hubo que lamentar desgracia alguna, más que la muerte de los becerros que, tras grandes muestras de protestas se resignaron, por fin, a morir.
Por lo demás  el festival resultó bien, haciendo los muchachos cuanto sabían y pudieron y consintieron los animalitos que allí encontraron la muerte.
Nuestra felicitación a los nuevos “Cúchares” ya que merece felicitación tan solo su entusiasmo y voluntad, aunque sintiendo, como ellos, que el público no  correspondiera esta vez a su plausible como simpática iniciativa.

Encontramos un recorte de prensa con las cuentas de la becerrada que reza así:

 
Encontramos una noticia periodística sobre la Feria de Algeciras que reza así:
Como ocurre todos los años, numeroso público de Tarifa se trasladó a la vecina plaza algecireña para presenciar su feria y fiestas.
El martes sobre todo, fue cuando Tarifa dio más contingente de personal a la feria de Algeciras, sin duda atraído por el sugestivo cartel de toreros y toros que para aquel día presentaba la empresa algecireña.
Nadie se arrepintió del hecho, ya que hubo ocasión de ver, con Márquez, Marcial y Gitanillo. Que se las entendieron con seis de Pablo Romero, una de las corridas más completa de hace mucho tiempo a esta pare conocida por esta provincia, en la que los tras famosos diestros, muy especialmente Márquez y Lalanda, se lucieron como consumados artistas con los toros, que eran ideales, de la famosa vacada.

 

 

Año 1931.
El día 6 de septiembre de 1931, en la Plaza de Toros de Tarifa, Gran Novillada, se lidiaron 6 Novillos-Toros 6 de la ganadería de Pérez de la Concha, para los diestros Cámara, Niño del Matadero y Niño de la Venta.
El Levante deslució el festejo, la entrada en la plaza floja sobre todo en la sombra.
Los toreros se vistieron de luces con ganas de agradar el público, pero el viento no les dejó hacer nada.
El viento descubría a los toreros  y el público tuvo esto en consideración, a los tres matadores se les vio voluntariosos, pero no en todo momento, , pero se les vio, sobre todo al torero Portuense.
¿Matar? Eso sí que no se vio, pero ahí no hay achaque el viento.
Le dieron una oreja al Niño del Matadero y otra a Cámara, pero no hicieron ningún mérito.
Año 1932.
Día 27 de marzo. Plaza de Toros de Algeciras Toros de Herederos de  Micaela Núñez para
“Rondeño” y
Guillén.
Amenizó el espectáculo la banda de música del Regimiento Infantería nº 15..
Año 1933.

Con fecha 18 de marzo en La Plaza de Toros de Algeciras, se celebró un espectáculo en el que tomó parte la “La Banda de las Estrellas” y los novilleros Francisco Gil Chacón y Juan Mansilla, que se encargaron de despachar para mejor vida, dos novillos de la ganadería de Don Sebastián Álvarez de Tarifa.
Destacó grandemente el joven diestro Gil Chacón que puso a prueba su valentía y arrojo, cosa que ha hecho resaltar la prensa gaditana.
El día 7 de mayo hubo una corrida en Algeciras con toros de Sebastián Álvarez de Tarifa para los espadas; Adolfo Gómez, Niño de la Molinilla”, Luis Sánchez, Francisco Ruiz “Ragelitoy Julio Córdoba.
Con fecha 10 de septiembre hay una nota en la que dice: Plaza de Toros de Tarifa, la novillada tuvo poco que ver, gran cantidad de gente, en el sol fue a rebosar de público, no hubo viento detalle con el que siempre sean justificados los toreros, muchos convecinos de los pueblos próximos animaron la fiesta, los claxon de los automóviles, dieron la nota de bullicio y jolgorio, pero la corrida poco tuvo que ver, se hablaba entes de empezar la corrida de la buena lámina de los toros de Marcial Lalanda, de El Rondeño Chaves II y de Eduardo Solórzano, que formaban la terna, se hablaba de todo eso y el público tenía alguna esperanza, debía tener alguna esperanza.
Pero con la esperanza nos quedamos, no se vio nada  que mereciera la pena, como no fuera la valentía y buen deseo del Rondeño, y un incidente después del segundo toro, primero en el ruedo, provocado al intentar detener a uno que se refugió en una valla, y que siendo insuficiente los guardias municipales tuvo que solucionarlo la Guardia Civil, y después en el tendido de sol.
Año 1934.
Sabemos que tarifeños como el diputado D. Carlos Núñez Manso o el periodista Donato Millán Contreras, entre otros, colaboran en Algeciras  para la organización de espectáculos taurinos, contribuyendo respectivamente con 100 y 10 pesetas.
Hay un recorte de prensa que dice:
Se aproxima la feria y ya se ve como se instalan casetas y alumbrado extraordinario en el Paseo de la Alameda.
El programa de festejos hasta ahora es un  secreto, aunque creemos que todo consistirá  en los puestos de turrón, en varios “tíos vivos” y en que las gentes paseen mientras la música toca. El día que existirá más animación, sin duda, será el domingo 9 en que se celebra la novillada. Por fin hemos visto el cartel anunciador  y nos hemos podido enterar que se lidian reses de Moreno Santamaría, para “El Soldado”, “Venturita” y Andrés Suárez. Los dos primeros son una recomendación, pues en poco tiempo han conseguido ponerse  a la cabeza de la novillería contemporánea, y se espera algo de ellos. “Venturita” últimamente ha tenido un gran triunfo en Madrid y, aunque la prensa nos trae la noticia de una cogida, se espera que para esa fecha esté en condiciones de torear.
También se habla de una charlotada para días después, aunque en concreto nada se sabe.
Y es cuanto, de momento, sabemos de la feria.
El día 9 de septiembre hay una nota de prensa que titulada La novillada del domingo dice:
Como estaba anunciado el domingo tuvo lugar en nuestro circo taurino la novillada de feria, con reses de Moreno Santamaría, Para: El Soldado, Venturita y Villalta II.
El Soldado, sobre todo, trajo mucho público de Algeciras, La Línea y otros pueblos comarcanos, que proporcionó una buena entrada, si bien la corrida que el mismo día  se celebraba en Ronda restó un gran contingente de público a nuestra plaza.
No hubo esta vez Levante, en que se pudieran escudarse los toreros  para justificar su actuación, que no fue ninguna gran cosa.
El Soldado en su primero estuvo muy bien  con el capote, siendo ovacionado.
Venturita al hacer un quite, salió arrollado sin consecuencias, felizmente.
Con las banderillas el torero mejicano estuvo bien, realizando después con la muleta una valiente faena. Con el estoque estuvo desgraciado. Dio varios pinchazos, descabellando al primer intento, siendo aplaudido.
En el segundo escuchó palmas  al abrirse de capa. Breve con la muleta y tras algunos pinchazos e intentos el bicho dobla.
Venturita con su primer toro, segundo de la tarde, estuvo regular, si bien tuvo como disculpa  que le tocó en suerte un toro bronco y al parecer tuerto. Despachó como mejor pudo al novillo de Moreno Santamaría, aplaudiéndose al torero y pitándose a la res  en su arrastre.
En su segundo el torero jerezano estuvo valiente con la muleta. Después de dar  un pinchazo y una estocada mató al primer intento, siendo ovacionado y obteniendo la oreja del bicho.
Villalta II en su primero no tuvo lucimiento alguno. Sin preparación alguna  se dispuso a matar después de brindar al ganadero don Ramón Gallardo.
Desgraciado con el estoque, la vida de la res la remató el puntillero.
En el último de la tarde, cuya lidia tuvo lugar oscureciendo, el novillero de la ciudad de las Conferencia  intentó hacer algo con el capote, queriendo demostrar valentía con la muleta. Mató después de media estocada y algunos pinchazos, con el ruedo lleno ya de público.
En resumen, la corrida sin que se pueda considerar desastrosa, no fue tampoco nada para llamar la atención. Fue lo que se llama una novillada regular  Hubo algunos momentos en que quisimos ver al torero, sobre todo en el Soldado con el capote y con la muleta, pero a la hora de matar no encontramos nunca a nadie.
El público llegó a sentir el aburrimiento producido por el cansancio, ya que la dirección de la lidia se vio pocas veces.
No faltaron los “capitalistas” como ocurre siempre, uno de los cuales agredió con una caña a un torero al querer sujetarlo. Aunque escapó, protegido por el público de sol, de la Guardia municipal, fue detenido sin resistencia alguna por la Guardia Civil.
Es cuanto nos sugiere nuestra novillada de feria, que pasó como una novillada más de pueblo, y en la que según tenemos entendido la empresa ganó dinero.
Al domingo siguiente es decir el 16 se celebró en nuestro circo el anunciado festival taurino. Constaba éste de tres partes: la primera con Verdon, Charlot y El Bufón, que se las entendieron con un becerro, haciendo reír al público
La segunda parte fue seria: Dos bichos para Juan Valencia, de Tarifa y para Curro Pérez de Algeciras, que actuaron con sus correspondientes cuadrillas de banderilleros.
Nuestro paisano estuvo breve con la muleta, dejando media estocada que hizo doblar  al bicho. Se le concedió las orejas y el rabo.
El muchacho de Algeciras estuvo muy valiente, sobre todo con la muleta, siendo cogido sin consecuencias. Se le vio estilo a Curro Pérez, aunque al matar estuvo desgraciado. El público aplaudió la labor del torero.
Después hizo la presentación en el ruedo la banda sevillana  Los Bomberos  dando un concierto. Centeno que formaba parte de dicha banda cantó algo de su repertorio, siendo muy aplaudido. También “El Limpio” hizo algo en este orden.
Por último le echaron un becerro que marearon entre todos los de la banda, causando la hilaridad del público y al final mató el que se hallaba más cerca de la res.