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miércoles, 18 de marzo de 2009

COMENTANDO CIERTAS COSAS (II).

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

El domingo 20 de abril del año 2008 colgué en este blog un artículo titulado: COMENTANDO CIERTAS COSAS, en el que analizaba la aseveración, tras un estudio científico realizado por el Departamento de Fisiología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, que “EL TORO NO SIENTE DOLOR EN LA FIESTA” porque ante las agresiones dolorosas de puya, banderillas y estoque, segrega unas hormonas capaces de anular dicho dolor.
Conclusiones a las que se había llegado tras cinco años de estudio (dato más que relativo) durante los cuales se han analizado la respuesta hormonal de 180 toros y 120 novillos en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid.
Se midió en sangre, la actividad hormonal de los animales devueltos antes y después de ser picados e, incluso, de ser banderilleados, lo que entendemos como que esta actividad se medía en:
1.- Toros devueltos sin lesión cruenta producida, sí con lesión que incapacitaba su lidia.
2.- Toros devueltos tras ser picados, en una o dos entradas.
3.- Toros devueltos tras ser banderilleados.
Con estas mediciones se pretendía comparar si la GLÁNDULA ADRENAL del toro de lidia es igual a la de otras especies de ganado vacuno, llegándose a la conclusión de:
LOS NIVELES DE ESTRÉS EN EL TORO DE LIDIA SON TRES VECES MAYORES DURANTE EL TRASLADO, QUE EN EL RUEDO, POR LO QUE EL SUFRIMIENTO DEL TORO SERÍA MAYOR EN EL CAMIÓN QUE ANTE EL MISMÍSIMO TORERO.
Estrés que era valorado en relación a los niveles de cortisol y catecolaminas existentes en sangre, lo cual no es imposible pero sí complicado de hacerse, pues vean lo que se nos ocurre respecto a las extracciones que han de hacerse para llegar a datos concluyentes:
A cada toro y novillo devuelto se le deberían haber realizado previamente las siguientes extracciones de sangre:







Extracción 1ª.- Debería hacerse cuando el toro está en el predio.
Extracción 2ª.- Cuando el toro va por la manga de embarque.





Extracción 3ª.- Cuando el toro entra en el camión de traslado a la plaza donde se lidie.
Extracción 4ª.- Durante el transporte en el camión.
Extracción 5ª.- Al desembarcarle en la plaza para reconocerlo y enchiquerarlo.
Extracción 6ª.- Al colocarle la divisa.
Extracción 7ª.- Al salir al ruedo.
Extracción 8ª.- Al primer contacto con la capa.
Extracción 9ª.- Durante el primer puyazo.
Extracción 10ª.- Durante el segundo puyazo.
Extracción 11ª.- Durante la colocación del par o pares de banderillas.
Extracción 12ª.- En el momento en que se queda solo en el ruedo tras la devolución.
Extracción 13ª.- En el momento en que contacta con los mansos.
Extracción 14ª.- En el momento de entrada a corrales.
Extracción 15ª.- En el momento que queda solo antes de ser apuntillado.
Y ahora con todos estos datos que, naturalmente habrían de ser tomados a los otros bóvidos objetos de la comparación en estas mismas condiciones, sí se podrán establecer comparaciones tras valorar las cantidades de betaendorfinas liberadas.
Seguidamente voy a tratar el por qué de éstas extracciones.

La extracción 1ª es necesaria para poder ver como está de hormonas el toro objeto de estudio, cuando su vida de rey transcurre con toda normalidad. Si bien hemos de tener en cuenta que, en el momento de notar el picotazo de la jeringa extractora, reaccionará con rapidez dando origen al estrés.

La extracción 2ª daría valores diferentes debido a que el estrés ha progresado un grado más como consecuencia de que la manga es una novedad para el toro y este se estresa ante lo desconocido.

La extracción 3ª daría un nivel más alto, puesto que ha comenzado un secuestro de un animal bravo que es miedoso por naturaleza.

La extracción 4ª daría un nivel diferente puesto que ha de ir guardando el equilibrio en el camión al tiempo que sufre el dolor de los tendones sometidos a tensión.

La extracción 5ª daría unos niveles propios de un agotamiento psíquico-físico.

La extracción 7ª sería muy interesante de analizar puesto que nos daría los niveles tras haber decantado la bravura en la tranquilidad de chiqueros. Niveles que habríamos de comparar con los obtenidos en los distintos tiempos de permanencia en chiqueros.

La extracción 8ª nos daría los niveles en sangre de las hormonas tras la frustración de tratar de quitarse de en medio la primera agresión no cruenta, que coincide con el saludo del capote por parte de su lidiador.

La extracción 9ª nos dará los valores de hormonas en medio de una agresión cruenta, que coincide con la implantación del primer puyazo.

La extracción 10ª es interesante compararla con la anterior por aumentar la agresión con un segundo puyazo.

La extracción 11 dará los valores hormonales obtenidos tras una tercera, cuarta o quinta agresión cruenta coincidentes con la colocación de las banderillas.

La extracción 12ª da los valores hormonales en momento de relajación, al quedarse solo en el ruedo y sentirse liberado

La extracción 13ª puede resultar muy interesante al ser tomada en ambiente de sentirse protegido por los mansos como consecuencia de su carácter gregario.

La extracción 14ª puede servir de comparación con la su medida con la tomada de su primer encierro.

La extracción 15ª es una medida en momento de nueva soledad.

¿Qué resultará complicado de realizar? Estamos de acuerdo, porque es difícil que los ganaderos se presten a someter a sus toros a tantas molestias e inconvenientes que indudablemente repercutirán en el comportamiento durante la lidia, pero es que los procesos científicos para llegar a conclusiones categóricas y fiables son así.
Y es que hemos de partir de la base que había que hacer esto con cada corrida a lidiar porque no sabemos que toros van a ser devueltos.
Tampoco los medios de extracción de sangre pueden hacerse cara al público en una corrida de toros convencional donde el público asistente ha pagado su entrada, puesto que la lidia no transcurriría de manera normal.
E incluso los toreros actuantes se negarían a que el toro fuera sometido a estas manipulaciones al desconocer el comportamiento derivado de las mismas.
Este problema se hubiera podido paliar si aquel proyecto del Centro Tecnológico del Toro de Lidia que proyectamos en Valladolid, se hubiera llevado a efecto con los objetivos marcados en principio, pues como no era con fines lucrativos los toros nacidos en él, hubieran podido emplearse en estas y otras investigaciones que hubiéramos realizado en nuestra propia plaza de tientas y ante un público científico, invitado de antemano, para que aportara ideas y proyectos de estudio en esta raza sin igual, cual es el toro de lidia.
Tras lo expuesto, ¿no creen ustedes que los experimentos realizados para llegar a aquella conclusión, han quedado un poco cojos?, si además contamos con se compararon los escasos resultados hormonales obtenidos con los valores conocidos en humanos que por supuesto nunca estarán sometidos a este tipo de agresiones cruentas.