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lunes, 17 de mayo de 2010

LA CORRIDA MIXTA DEL DIA DE SAN ISIDRO EN LOS BARRIOS 2010.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.


Antes de comenzar la corrida desfilan por el ruedo de La Montera, dando tres vueltas al ruedo, tres carruajes; el primero tirado por un caballo de capa castaña. El segundo por dos caballos de capa castaña y el tercero tirado por dos mulas de capa rucia.
Al retirarse los carruajes comienza el despejo de plaza protagonizado por los dos alguacilillos que montan un caballo alazán y otro castaño.
Finalmente paseíllo mixto, encabezado por el rejoneador Diego Ventura que monta un caballo tordo en fase blanca, al que siguen los dos matadores en el día de hoy David Fandila “El Fandi” (nazareno y oro) y Salvador Vega (verde y oro con los cabos blancos). Ligeramente retrasado, el sobresaliente Juan Repullo (azul marino y oro). Cierran cortejo las mulillas blancas de Málaga con sus bombillas en las colleras.

Va por delante Diego Ventura quien recibe una gran ovación al aparecer montando un caballo castaño de gran alzada que no tiene belleza física pero sí belleza de aptitud para el rejoneo. Tras calentar al caballo en el mismo ruedo, ordena al torilero que abra el portón de los sustos.

Sale el primero de la tarde un toro de Fermín Bohórquez. Remata en el burladero de salida. De inmediato de fija en el caballo. Ventura le propina un recorte, y seguidamente comienza una persecución en la que el toro va materialmente prendido a la cola del caballo por lo que el público aplaude. Una carrera de persecución bastante larga en la que al final el toro presenta síntomas de cansancio.
Tras colocar el primer rejón de castigo arriba, el toro persigue al caballo con nobleza puesto que no tira un solo derrote a pesar tocar en varias ocasiones ha la cola del equino.
Con un solo rejón de castigo, Ventura cambia el tercio. Saca ahora al caballo Orobroy que es un tordo en fase blanca especialista en banderillas. Va delante del toro galopando a dos pistas cambiando por dentro la trayectoria por dos veces en medio de la ovación del público que el rejoneador ha calentado tirando el sombrero cordobés a la arena.
Se aleja del toro hasta el extremo opuesto de la plaza en medio de los sones de la música. El toro se arranca. Diego Ventura va por él, le quiebra, no mide bien la distancia, y ha de pasar en falso sin clavar.
Galopando delante del toro a dos pistas da dos vueltas al ruedo metiéndose por dentro en cambio de trayectoria que tanto gusta a los públicos. Saca al toro al centro del ruedo y allí lo deja.
Se va al extremo opuesto de la plaza y desde allí se va acercando despacio al toro. El toro se le arranca, lo quiebra y, como tampoco ha medido bien, ha de pasar en falso sin clavar las banderillas.
Al tercer intento tampoco Diego Ventura logra clavar la farpa en el astado.
¡Muy mal Diego Ventura!
Como acierta al cuarto intento, este público taurinamente lerdo le tributa una gran ovación. Ventura realiza los alardes circenses con su caballo que galopa delante del toro a dos pistas muy despegado, para seguidamente pedir un par de banderillas e irse a por el toro.
El toro situado entre las dos rayas. Se va a por él. Le hace un buen quiebro. Se retira del toro hasta irse al extremo opuesto de la plaza. Se va a por el toro, quiebra y, como tampoco ha medido bien, no ha logrado clavar. Lo intenta nuevamente y falla. Falla nuevamente, en esta ocasión porque el toro pierde las manos en el embroque.
¡Diego Ventura desastroso!
Cuando al fin logra clavar el par, el público se vuelve loco, pero para los buenos aficionados Ventura ha fracasado rotundamente.
Ventura da un quiebro al toro. Le toca la testuz. Trata de hacer el teléfono, sin conseguirlo. No obstante lo cual es aplaudido.
Cambia de caballo. Ahora saca a Wellignton que es un caballo alazán tostado que templa muy bien al toro. Un toro noble en grado sumo. Con el toro en los medios se aleja al extremo opuesto de la plaza. Se va acercando al toro y al llegar lo quiebra y deja un buen par.
En el segundo intento no mide bien, y ha de pasar en falso.
Se retira nuevamente del toro. Vuelve, quiebra y ahora prende las banderillas arriba. Toma un nuevo par de banderillas. Se aleja del toro para ir acercándose lentamente. Quiebra y las deja arriba. Sigue toreando al toro y quebrándole.
Cambia de cabalgadura. Saca ahora a Rivatejo que es un tordo en fase blanca que torea muy bien al toro. El toro sigue embistiendo con mucha nobleza.
Toma tres pares de banderillas de las cortas.
El primer par no lo pone porque no ha medido bien la embestida. Tampoco el segundo porque el caballo no le obedece y se sale de la suerte. El tercero si lo consigue y es un buen par.
Toma un par de banderillas de las largas por su cuenta y riesgo, y las coloca a dos manos. Las mejores de toda la tarde. Seguidamente se abre la chaquetilla delante del toro para calentar al público.
Toma el rejón de muerte. Pinchazo arriba sin soltar. Otro pinchazo arriba. Capoteo de un auxiliador que en un capotazo tira al toro. Toma un nuevo rejón que clava arriba en un pinchazo hondo que trata de ahondar seguidamente y que enoja al público. ¡Es abroncado!
¡Ventura ha estado de desastre!
Lleva al toro entre las dos rayas y ahí entra a matar logrando un rejonazo que tira al toro sin puntilla. Ventura es ovacionado pero no aparece un solo pañuelo en los tendidos por lo que se retira a barreras en los tendidos del sol.
El toro es ovacionado en el arrastre. Seguidamente sus partidarios aplauden a Diego Ventura para que salga a saludar al tercio, y el rejoneador lo hace.

Sale el primero de lidia a pie. Es el número 130. Luce el hierro de Gavira. Un toro atacado de carnes que al ser llamado, remata de salida en el burladero.
El Fandi lo recibe con una larga cambiada de rodillas en el tercio del tendido 3.
Cuatro extraordinarias verónicas. Dos chicuelinas. Una tafallera y ha rematado con un recorte airoso.
El Fandi recoge al toro en el burladero de suertes y desde allí con chicuelinas al paso, lo lleva al caballo de picar rematando con una revolera.
El toro aprieta sin cabecear. El piquero se agarra arriba y se cambia el tercio.
El Fandi toma las banderillas con los colores de Granada.
El toro se arranca en medio de los sones de la música. El Fandi le gana la cara y clava en todo lo alto.
El segundo par. Toro cerrado en el burladero de matadores. El Fandi se va al terreno entre las dos rayas como a unos 15 metros. Cita al toro, éste se arranca, le gana la cara, y clava un excelente par.
El tercer par lo coloca el Fandi al violín arrancado subido en el estribo. Brinda a la concurrencia situada detrás de él, se va en busca del toro, le gana la cara, y prende un extraordinario par. Seguidamente para al toro tras carrera espectacular.
¡Enorme ovación la tributada por el público al Fandi!
En la faena de muleta, el Fandi brinda al público. La muleta cae boca arriba.
Comienza la faena por alto sobre ambos pitones ganándole terreno y sacándole a los medios. Una vez allí, el Fandi se va a por la montera y la coloca boca abajo con mimo sobre la arena, ante la hilaridad del público.
Se va al centro del ruedo portando la muleta en la mano derecha. Cita al toro, este se arranca, y le administra una serie de cinco excelentes redondos que, tras martinete, remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Deja reposar al toro. Muleta en la mano derecha. Comienza a sonar la música. Un molinete. Una serie de redondos encadenados y perfectos. Un redondo completo. Un martinete. Remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Vuelve a dar reposo al toro. Serie de cuatro redondos buenos. Se cambia la muleta de mano por la espalda y remata con el pase de pecho sobre la izquierda al que sigue un pase del desprecio.
¡Todo realizado con templanza y de manera perfecta!
Muleta en la mano izquierda. Una serie de ocho naturales de remate largo, abrochados con un pase de pecho sobre la zurda.
Muleta en la mano derecha. Un molinete para quedar colocado para el toreo al redondo. Un redondo. Da distancia. Se cruza. Serie de muletazos ligados que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con un pase natural, un afarolado y el de pecho sobre la mano izquierda.
Sigue con la muleta sobre la derecha. El pase de las flores. Invertido completo. Nuevo invertido completo. Un redondo completo arrollándose el toro a la cintura, martinete y remate con el pase de pecho sobre la mano derecha.
Sigue sobre la derecha. Molinetes en cadena. Un pase de pecho. Un redondo. Hace el péndulo con la muleta. Nuevos redondos perfectos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha. Se queda muy cerca del toro. Los pitones en el mismo pecho. Nuevos redondos muy templados y muy cerca que, tras martinete, remata con un pase de pecho sobre la mano derecha y dobla con el de pecho sobre la izquierda.
Busca la igualada del toro. La encuentra entre las dos rayas. En la suerte contraria cita al toro y recibiendo logra un estoconazo hasta la bola.
El toro se echa y se piden las dos orejas que el presidente concede.
El Fandi da la vuelta triunfal al ruedo.

Sale el segundo de la tarde. Es el número 27. También con el hierro de Gavira. No remata de salida en el burladero al ser llamado.
Salvador Vega le saluda con dos capotazos de los que el toro sale suelto.
Un toro hasta el momento abanto que sale suelto de los primeros capotazos ofrecidos, yéndose a los terrenos de nadie.
Salvador se va a por el toro. El toro acude al capote con las manos por delante pero humillando. Tres verónicas buenas que ha rematado con una media que no ha sido tan buena.
Muy bien el presidente que no ha ordenado la salida de los picadores hasta que el toro no ha sido fijado.
Salvador Vega lo lleva al caballo de picar con lances por delante sin cruzar templados y lo deja largo, como a unos tres metros de la raya de fuera. Cuando el toro acude, el piquero se agarra arriba, para seguidamente levantar la vara a instancias del matador.
Vega se desmontera pidiendo el cambio de tercio que presidencia concede.
En banderillas el primer banderillero las tira y como es natural se quedan en el suelo. Toma un nuevo par y tirándolas nuevamente las deja con suerte arriba. El tercero de la cuadrilla, en la primera entrada, no deja ninguna arriba. El primer banderillero clava un buen par. Con cuatro banderillas se cambia el tercio.
Tras brindar al público. La montera cae boca arriba. Salvador Vega comienza su faena de muleta doblándose por ambos pitones para seguir con un pase por alto sobre la mano derecha y una trincherilla que sacan al toro fuera de las dos rayas.
Serie de tres buenos redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
¡El toro ha ganado en fijeza!
Salvador Vega en el centro del ruedo con la muleta sobre la derecha, bajo los sones de la música, logra una serie de cuatro redondos que remata con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Tras dar un pase contrario, se va a por la montera para darla la vuelta.
Trincherazo y muleta en la izquierda para el toreo al natural. Cuatro excelentes naturales que remata con pase de pecho sobre la izquierda a pies juntos.
Muleta en la mano derecha. Serie de cinco buenos redondos rematados muy largo, templados y con mando, que remata con una trincherilla seguida de un pase del desprecio.
Muleta en la mano derecha. Un molinete para seguir por redondos en serie de dos buenos donde el toro se queda corto en su embestida.
Toreo bueno al natural, si bien no los remata a la cadera, sino que lo hace por fuera.
Un invertido al que sigue un circular completo que remata con el pase de pecho al que, tras cambiar la muleta de mano por delante, remata con un pase del desprecio.
Faena prolongada excesivamente a mi juicio. Muleta en la mano derecha. Un circular completo. Invertido completo que repite en segunda versión. Pase del desprecio. Cambio de muleta de mano en la cara. Otro pase del desprecio y remate final con el pase de pecho sobre la izquierda.
Tras tomar el estoque de matar vuelve al toro que se ha quedado donde lo dejó Salvador.
Molinetes encadenados. Un pase de pecho sobre la mano derecha. Un pase de las flores y remate con el pase de pecho sobre la mano derecha.
En la suerte contraria y en los medios, estocada hasta los gavilanes de la que el toro dobla y muere sin puntilla.
Se piden las orejas que el presidente concede.
El toro es aplaudido en el arrastre.

El cuarto toro de la tarde corresponde al rejoneador Diego Ventura.
El toro sale de chiqueros por el lado contrario. Es llamado por un auxiliador desde el burladero. El toro acude con todo, y en el porrazo de frente contra el burladero, se mata.

Sale el sobrero que también pertenece al hierro de Fermín Bohorquez. Un toro largo que sale con muchos pies. Un auxiliador se lleva una bronca cuando cita al toro desde el burladero de matadores.
Un toro que carece de fuerzas y de afectividad por embestir.

Ventura coloca un rejón de castigo con el que cambia de tercio.
Cambia de cabalgadura sacando a un caballo tordo vinoso rodado que torea muy bien al toro galopando a dos pistas para meterse por dentro por dos veces lo que es ovacionado por el público.
Ventura calienta al público tirando el sombrero al ruedo en acción más efectiva que torera.
Falla en el primer intento de clavar un buen par de banderillas. Vuelve a torear al toro con el caballo galopando a dos pistas tratando de calentar nuevamente al público. Se va a por el toro, quiebra y tira la banderilla que queda en toro y parte del público lo aplaude.
Torea al toro. Un quiebro con el que lo saca al centro del ruedo. El toro se cierra. Allí entrando muy en corto, lo quiebra y le pone un buen par de banderillas saliendo del toro con una pirueta.
Hay varios cambios de caballo, sin que ninguno de ellos luzca.
Uno de los caballos resbala y se cae delante del toro. El toro hace por él cuando esta en el suelo indefenso, pero la providencia hace que el toro en el momento del embroque se caiga y evite que el equino sea corneado.
Esta circunstancia hace que el público se ponga a favor del rejoneador que sin estar acertado va ganado papeletas en el público para conseguir el triunfo.
Coloca una serie de banderillas con mayor o menor acierto. Unas largas otras cortas e incluso unas rosas que finalmente acaban en el suelo.
Pero como consigue un buen rejón de muerte y el toro cae sin puntilla hace que muchos espectadores saquen los pañuelos en solicitud de las orejas que el presidente concede y propicia el que salga a hombros en compañía de sus compañeros de terna. ¡Hurtó Ventura al público asistente de la puesta en escena de sus mejores caballos, limitándose a poner a punto a una serie de ellos!

Después de un descanso de casi media hora para que el público meriende tranquilamente, se reanuda el festejo.

Sale el segundo toro de El Fandi. PRIMER TORO INDULTADO EN LA TARDE. El granadino se estira con lances vistosos variados y bien ejecutados que son ovacionados por el público barreño.
Lleva al toro al caballo de picar con chicuelinas al paso.Tras un picotazo bueno en el que el toro ha apretado sin cabecear y humillando es sacado con trabajo del caballo.
Se cambia el tercio. El Fandi quita por lopecinas.
El Fandi seguidamente da un recital de capote. Lances de todas marcas y facturas. Lopecinas, chicuelinas, faroles, largas a una mano etc etc . Todas realizadas con pulcritud y torería.

¡Enorme ovación la tributada por el público al Fandi!
En banderillas el Fandi coloca los tres pares reglamentarios y uno supletorio, puesto que el tercer par es doble.
El primero es un gran par en el que el Fandi ganando la cara al toro que se arranca con muchos pies, le clava arriba.
El segundo es el denominado de la moviola en la que el Fandi corriendo muy bien hacia atrás, se va aproximando al toro para lograr el embroque en el sitio preciso. y clavar perfectamente arriba.
En el tercer par, el Fandi toma dos pares de banderillas para colocar el primero al violín e inmediatamente al salir de este par, colocar un perfecto par asomándose al balcón casi sin poder recuperarse porque el toro le ha ganado el terreno. ¡El mejor par de toda la tarde que el público ovaciona!
El Fandi para al toro después de ser apretado con mucha velocidad.
Se pide otro par por el público que el Fandi, con buen criterio, no pone.
La faena de muleta la comienza el Fandi doblándose por ambos pitones para doblegar a un toro que tiene mucho motor.
De rodillas comienza doblándose y sigue toreando por redondos, naturales e invertidos rematados con el pase de pecho también de rodillas.
Seguidamente, ya de pie, da varias series con ambas manos.
Excelentes redondos rematados, tras martinete, con el de pecho sobre la mano derecha.
Magníficos naturales en varias series rematados con el de pecho en este caso obligado porque el toro sigue teniendo motor y afectividad.
El Fandi torea muy bien y muy templado. Manda largo a un toro que no se rinde y que había cumplido en el caballo. Por ello cuando se va a por el estoque de matar y vuelve al toro para seguir toreando por redondos, naturales, invertidos, redondísimos y pases de todas marcas, un servidor de ustedes pide el indulto, y el público circundante secunda la petición para un toro que con la boca cerrada no ha parado de embestir y acosar al granadino. ¡El Fandi ha estado y está cumbre! y ahora torea para indultar al toro como ya hizo hace un año en este mismo coso. Luego...nuestra petición prendió como la pólvora y el presidente, que en esta ocasión si tenía el pañuelo naranja, accedió de inmediato a la petición.
¡Sigue toreando perfectamente el Fandi hasta que el toro es indultado!
Locura colectiva cuando el pañuelo naranja aparece en el palco presidencial.
Entra a matar sin estoque y finalmente lleva al toro hasta la puerta de chiqueros para, tras abocarle, entrar este solo, sin necesidad de mansos.
Los trofeos de las dos orejas y el rabo traídos desde el desolladero procedentes de otro toro anterior con los que el torero da la vuelta triunfal al anillo.

Sale el último toro de la tarde. SEGUNDO TORO INDULTADO. Es un toro precioso y bravo con el que también triunfa clamorosamente Salvador Vega que no quiere dejarse ganar la partida por su compañero de terna. Recibe al toro con una larga cambiada en el tercio que me sorprendió de ahí que no haya constancia gráfica.
Extraordinarias verónicas del torero malagueño que remata con una media extraordinaria.
¡Gran toreo de Salvador Vega todo plasticidad y bien hacer!
El toro cumple en el caballo si bien ha apretado con la cara arriba e incluso cabeceó en demasía. Quitó Salvador por chicuelinas de buena ejecución y remate.
En banderillas hizo trabajar al lidiador porque el toro se iba al centro del ruedo y dificultaba la labor de los que tenían que parear. ¿Manseó?
Comienza doblándose por ambos pitones al tiempo que gana terreno a un toro con motor.
Salvador Vega hace una faena extraordinaria que alarga en demasía, tratando de conseguir las dos orejas y el rabo para empatar con el Fandi. .
¡No quiere dejarse ganar la partida!
Prolonga la faena. Ahora el toro se ha centrado y embiste con afectividad y nobleza.

Buenas series de redondos y naturales que son rematados con brillantez.
¡Tiene mucha clase este torero!
Finaliza su faena con una manoletinas ajustadas.
El público quiere que Salvador Vega corte las dos orejas y el rabo por eso cuando trata de matar el toro le pide que no lo haga pues quiere el indulto.
¡Nunca las imitaciones fueron buenas, pero...
Y el indulto llega porque cuando va a entrar a matar el toro se distrae por dos veces y no se consuma la estocada. Lo demás… petición unánime del publico y el presidente que no está por contradecir al soberano, lo concede sacando por segunda vez el pañuelo naranja.
Dos toros indultados y salida masiva a hombros por la puerta grande del coso de La Montera de los dos matadores, el rejoneador y el mayoral de la ganadería. ¡Y todos tan contentos en una tarde gélida a causa del viento de poniente que nos dejó helados a pesar de que la Montera tiene sombrero pero los laterales son una turbina de aire.
Un triunfo, con aforo de menos de media plaza donde ninguno de los triunfadores se ha acordado del sobresaliente Repullo para ofrecerle un quite y en cuyo coso vimos a los alumnos de las Escuelas Taurinas del Campo de Gibraltar que ocupaban tendido del 5.