Por
LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Como
consecuencia de las exigencias de determinados sectores de la plaza de Las
Ventas en cuanto al trapío de los toros se refiere, los ganaderos no han tenido
más remedio de mantener un año más a sus producciones bravas en las fincas, con
la finalidad de que este producto tuviera más seriedad en las caras (pitones
más rematados) y esos pelos rizados en frontal, tupé y zona del morrillo..
Consecuencia: Éste San Isidro los toros a lidiar en Las Ventas
cumplen con el aserto de: “El toro de
cinco y el torero de veinticinco” si bien la última parte se cumple en
parte ya que la mayoría de los coletudos que componen el escalafón de matadores
actual sobrepasa, a veces hasta en más de una década, la edad marcada como
ideal para practicar este oficio.
Me
permito hacer ciertas comparaciones:
El
toro, PRINCIPAL PROTAGONISTA DE LA FIESTA , suele tener una vida media de 20 años, luego
los 5 años representan la cuarta parte de su vida.
El
hombre, SEGUNDO PROTAGONISTA DE LA FIESTA , suele tener una
vida media de 80 años, luego los veinticinco años vienen a representar el 31,5
%.
El
hombre con 25 años está en LA PLENITUD DE
LA VIDA , es
cuando tiene más poder físico. Sí esto lo interpolamos al toro éste estaría en
plenitud a los 6,3 años y con esta edad el Reglamento de lidia no permite que
sean lidiados, al limitar la edad a los SEIS AÑOS.
Los
medios de comunicación están poniendo el grito en el cielo por aquello de que
los toros en esta edición de San Isidro 2017 sobrepasen los cinco años.
Estos
toros siguen teniendo escasez de fuerzas, lo cual demuestra que no son los años
los que dan consistencia al toro.
¡Ya
lo sabíamos! a raíz de descubrirse el gen de las caídas que, además, es recesivo
Y
los toros seguirán cayéndose en
tanto en cuanto los ganaderos no dejen que los genetistas tomen carta de
identidad en sus ganaderías y cariotipen sus vacadas en busca del dichoso gen
que debe estar en sementales y madres (al ser recesivo) para que no coincidan en los cruces.
Por
otro lado; para que los toros tengan el volumen (que no trapío) exigido en
Madrid durante ese año de más, los toros no pueden estar sometidos a ejercicio
porque con él se pierden aparte de calorías, grasas y remate con lo
que serán protestados por los individuos de siempre y ya la lidia no
transcurrirá por los derroteros esperados con la correspondiente desmotivación
de los toreros y el desastre final.
El aserto tan universalmente difundido: "los toros fuera de tipo, no embisten" tampoco es totalmente cierto, pues en esta plaza de Las Ventas hemos visto toros que sobrepasaban los 600 kilos de peso y eran una máquina de embestir. Eran toros con "motor brioso" que deriva de estar dotados de casta brava, que es en definitiva quien mueve esta Fiesta.
Los
veterinarios de Las Ventas, al igual que equipo presidencial e, incluso empresa,
están mediatizados por esos aficionados del tendido 7 y no acaban de encontrar
el tipo de toro adecuado para ese Madrid taurino ficticio. ¡ Permitan pasar el reconocimiento a los toros que cumplan los pesos de una plaza de 1ª y no se dejen embaucar por esos "aficionados enterados", ya que bien chiquititos son los toros del encaste Santacoloma y son. "los garbanzos negros que traen de cabeza a los diestros más lidiadores" - pues los figurones del escalafón no quieren ni verlos- y que han propiciado cuasi su desaparición del mapa ganadero.
Hay
un refrán muy castellano que dice:
“Entre todos la mataron y ella sola se
murió”
Y
eso es lo que va a pasar con la "gallina de los huevos de oro" de nuestra
singular Fiesta.
También
los mismos medios de comunicación, están eufóricos porque la plaza de toros de Las Ventas casi
se llena todas las tardes.
¡Estaría
bueno que con una población real de 3.166.000 habitantes más los isidros y
turistas que estas Fiestas patronales de la capital de España concentran, no
distrajeran un 0,75 % del personal para ir a los toros!
Luego,
la Fiesta de
los Toros no deja de ser un fiasco también en la capital de la Nación.
Cierto
que aquí al menos se vela por los pitones íntegros que no es poco en los
tiempos actuales donde la corrupción aflora por todos las parcelas de la vida,
El
público que asiste a Las Ventas, mediatizados por ciertos sectores de la plaza
pone el veto a determinados toreros que, de no actuar con máscaras en sus
rostros al más puro estilo carnavalesco, JAMÁS
triunfarán en este coso donde cada año se encumbra a determinados coletudos
para luego, al año siguiente mandarlos al averno, porque les fastidia que hayan
triunfado.
Yo me pregunto ingenuamente. ¿por qué estos individuos protestones no se quedan en casa - como lo hacen otros abonados - cuando determinados toreros no les gustan siguiendo con la premisa que ellos aconsejan a los antitaurinos?
¿Quién
puede cambiar este formato?
-Los
medios de comunicación siendo fieles a la verdad informativa con personal
cualificado para poder criticar con rigor.
-
Los Presidentes que no actúen bajo la presión de ciertos sectores de la plaza.
-
Los ganaderos que aporten sus productos tal como son en cuanto a tipología de
su encaste. Si no gustan en Madrid pues que no los traigan y que Madrid se
quede un San Isidro sin toros por falta de unidades combativas.
-
Los toreros que dejen de ver a Madrid como una tabla de salvación para relanzar
sus oficios. "Que atoree San Isidro" como en su día dijo Guerrita.
Total que: entre los propios taurinos, como se puede
colegir, se están cargando esta incomparable Fiesta por la que los verdaderos
aficionados estamos dispuestos a entregar nuestros dineros en desplazamientos,
hospedajes y compras de boletos para ver un espectáculo tan podrido como el
resto de los estamentos de este maravilloso país que era, y sigue siendo, a pesar de los pesares, ESPAÑA.
Pues:
España es el limpio orgullo