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jueves, 5 de junio de 2008

LA CORRIDA DEL MARTES 3 DE JUNIO DEL 2008 EN MADRID.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Comenzó la Feria del Aniversario en medio de una gran expectación. Toda la jet society está en la Plaza de Las Ventas, donde se escucha el murmullo de los grandes acontecimientos. No sopla una brizna de viento. ¡Todo está a favor del éxito del evento!
Terna actuante de máximo interés, porque Julio Aparicio (corinto y azabache) es esperado con cariño y añoranza por aquello de haber quedado inédito en la primera comparecencia en esta Feria a causa de la cornada y tener el aficionado conciencia que se trata de un torero artista. El Juli (grana y oro) es la gran estrella que aun no ha brillado en Madrid y dada su enorme capacidad torera, lo hará en cualquier momento. Y finalmente, Sebastián Castella, viene, cómo él no se cansa de repetir: “a jugarse la vida para ser el número uno del toreo” y no está carente de tranquilidad e incluso de arte.
Pero también el acontecimiento tenía su contra: “baile de corrales” que había cercenado media corrida de Garcigrande para sustituirla por otra media con el hierro de Peñajara menos comercial y más torista como había demostrado en su anterior comparencia en la arena de Las Ventas y El Juli que, a consecuencia de una gastroenteritis, venía con fiebre.
Total que con estos mimbres había que confeccionar el cesto que transcurrió así:

Sale el primer toro de la tarde, su nombre Arisco marcado con el nº 33 y con 554 kilos. Castaño de capa y con más que escasos pitones. Es del 09/03. Su hierro, el de Garcigrande. No remata en tablas de salida.
Julio Aparicio lo saluda por verónicas muy cerrado en tablas donde en vez de ganarle terreno es el paso atrás el que predomina en la culminación de los lances.
Blandea al llevarlo al caballo que monta Manuel Sayago quien se agarra trasero. Vuelve a blandear a la salida por lo que hay protestas más que ruidosas.
En la segunda entrada acierta en la diana el picador. Continúan las protestas y el presidente D. Julio Martínez, cambia el tercio.
En banderillas con la lidia de Vicente Yesteras y, en medio de algunos pañuelos verdes que aparecen en el sector del 7, pone un excelente par Álvaro Núñez. Raúl Gómez “El Pela” deja una arriba a pesar de una perfecta ejecución de la suerte y cierra Núñez con un par bueno, fácil y eficaz.
Aparicio brinda a D. Máximo García Padrós que ha de salir de la enfermería (lugar desde donde suele seguir la lidia por circuito cerrado de televisión) para recoger la montera.
La faena la comienza en terrenos del tendido 6, con dos pases por alto. El toro se cae. Dos más por alto con los que le saca a los medios.
Se aleja del toro en medio de los murmullos del público que recuerda estos comienzos en otra ocasión de triunfo del espada.
La muleta en la mano izquierda. Cita ayudándose con el estoque simulado. El toro se arranca y le aguanta en dos naturales. Dos más, ahora ya sin la ayuda, y remate con el de pecho que reciben la primera ovación de la tarde.






Nuevo distanciamiento. Cita. Aguante y serie de cuatro naturales extraordinarios de ejecución, naturalidad, plasticidad y remate que es abrochada con un trincherazo. Ovación.





Nuevo aire para el toro y nueva serie de cuatro excelentes naturales que remata con el de pecho seguido de una trinchera. Ovación.






Unos intentos de redondos que resultan enganchados y deslucidos, lo que hacen que la faena no acabe de remontar.
En la suerte natural, perfilándose al filo del pitón pero luego entrando en derechura, pinchazo arriba. Nueva entrada en la misma forma para lograr una estocada entera en el sitio exacto que hace doblar al toro. “El Pela”, amigo nuestro por conocerle desde sus comienzos al ser de Valladolid, acierta al primer cachetazo.
Julio Aparicio saluda desde el tercio.

Su segundo, atiende por Tijerito marcado con el nº 63 y con un peso de 509 kilos. Es del hierro de Peñajara.
El torero motivado lo recibe con tres magníficas verónicas que remata con la media y con una revolera. Ovación porque han sido todo naturalidad y arte.







Con lances por delante sin cruzar, todo temple, lo lleva a la jurisdicción del caballo que monta Benito Quinta, quien tras agarrarse arriba el toro aprieta con clase quedándose dormido debajo del peto.
Quita Julio Aparicio con dos verónicas rematadas con una media, excelentes.






Con temple lo deja, tras un recorte muy torero, en la raya de fuera de la suerte de picar. El toro se arranca y Quinta se agarra casi en los riñones.
El Juli dispuesto a aprovechar su quite pero al ver los escasos muletazos que el toro tiene se limita, en un acto de compañerismo, a dar una media verónica muy buena.
En banderillas con la lidia de Álvaro Núñez, Vicente Yesteras clava un gran par. Raúl Gómez “El Pela” uno extraordinario por los adentros a pesar de que el toro le cierra el camino y le aprieta. Cierra Yesteras con un excelente par.
Julio Aparicio comienza su faena con un pase contrario por alto. Uno natural por alto. Un redondo a media altura y cambiando de mano en el trayecto, abrocha con un natural.





Toma distancia y el murmullo se hace patente en la plaza.
La muleta en la mano diestra. Tres redondos que resultan enganchados, por falta de temple.
Cambia la muleta a la zurda: tres naturales que tampoco salen limpios. El toro muy mirón ha intimidado al diestro y ya se sabe la reacción de los toreros artistas.
Tras probar nuevamente con la mano derecha y ver que no puede ponerse en el lugar requerido decide ir por el estoque de matar ante el silencio respetuoso del público.






En la suerte natural mete la mano con habilidad logrando una estocada entera ligeramente atravesada. El toro se acula en tablas donde acierta al primer golpe de descabello. Su labor es silenciada.

El segundo toro de la corrida se llama Cultivador pertenece a la vacada de Garcigrande, está marcado con el nº 56 y pesa 557 kilos. Es un toro justo de presentación que de salida no remata en tablas.
“El Juli” lo saluda con lances sin ajuste a un toro que echa las manos por delante, acusando su falta de fuerzas.
Llevado al caballo que monta Salvador Núñez, en la primera entrada cabecea, hace sonar el estribo excesivamente y a la salida pierde las manos lo que propicia las protestas del respetable.
El toro muestra dificultades de coordinación locomotora, lo que motiva protestas generalizadas donde, “El Rosco” puesto en pie, lleva la voz cantante.
En banderillas con la lidia de José Antonio Carretero, parean: Alejandro Escobar que las deja arriba en su primera entrada a pesar de que el toro echa la cara arriba en el embroque. Emilio Fernández deja un solo palo y cierra Escobar con otro palitroque al cortarle el toro el viaje.
El Juli” comienza su faena con un pase contrario, otro, natural y otro contrario, ejecutados a media altura al tiempo que se dobla con el astado.
Un pase de pecho con la derecha. El toro pierde las manos. Uno de pecho con la mano izquierda.







Con la muleta en la mano derecha: al primer redondo abusando del pico, el toro casi se cae. En el segundo el toro se trastabilla con sus manos y casi mide el suelo. Hay protestas nuevamente por que se lidie un toro que está descoordinado.
La muleta en la mano zurda: el toro al embestir lleva la cara por un lado, las manos por otra y finalmente los cuartos traseros por otro, es como un coche con la transmisión rota. El toro demuestra estar más enfermo que su oponente.
Su matador se decide a entrar a matar y lo hace sin el acierto que lo caracteriza.
Al final su labor es silenciada.

En su segundo que el quinto de la tarde, pertenece a la ganadería de Peñajara, se llama Redondo, porta el nº 3 y su peso es de 555 kilos. Tiene el pelo castaño es del 01/04.
De salida “El Juli” lo templa por verónicas en serie de cuatro lances que remata con una media buena.
El picador Diego Ortiz se agarra arriba en el primer encuentro en el que el toro romanea. Una vez sacado de la cabalgadura por Alejandro Escobar, “El Juli” se aleja para quitar por chicuelinas. Una es el balance final puesto que el toro no quiere capote.
Lo pone de nuevo al caballo y en esta segunda entrada el piquero se agarra arriba, no le aprieta ni tampoco levanta la vara que está ahí incordiando al toro.
En banderillas con la lidia de Alejandro Escobar, parean José Antonio Carretero que coloca un excelente par. Emilio Fernández que hoy no tiene su día y no deja ninguna arriba y cierra Carretero con el par arriba que propicia el cambio de tercio.
“El Juli” comienza su faena fuera de las dos rayas con un pase por alto a una mano, una trinchera y un redondo por bajo.
Se distancia del toro para acercarse e instrumentar una serie de cuatro naturales muy buenos que remata con el pase de pecho.






Sigue con la mano izquierda en serie de tres naturales ligados. Uno suelto. Dos ligados y el de pecho enganchado por el cabezazo del toro que no quiere nada por arriba, a pesar de que “El Juli” hasta el momento le ha ido tapando los defectos.
Continúa con la zurda en serie de tres naturales ligados, en el último de los cuales el toro se queda corto. Remata con el de pecho.
La muleta en la mano derecha buscando remontar la faena. Una serie de cuatro redondos ligados que remata con el de pecho. Nueva serie de dos derechazos sueltos. El toro se para. Dos nuevos que remata con un trincherazo.
Vuelve a la mano izquierda para lograr tres naturales buenos que remata con el pase de pecho.
No ha podido ser. En la suerte natural estoconazo arriba que hace que el toro vaya al refugio de las tablas. Rueda del peonaje.
Trabajo en la suerte del descabello porque el toro no humilla a pesar de lo cual, “El Juli” aprovecha un descuido del toro y lo caza. Aplausos al finalizar su labor.

El tercer toro de la corrida se llama Liante, está marcado con el nº 20 y tiene un peso de 571. Es del hierro de Garcigrande. Tras varias vueltas al ruedo tratando de buscar una salida, se decide a saltar el callejón, pero como el salto lo toma demasiado corto no lo logra en la primera intentona. Si en su segunda después de haber sido saludado por el capote de Castella que no logró hacerlo doblar para fijarlo.







Seguimos con la secuencia tras el susto de la Marquesa de la Vega de Anzo que ocupa burladero de la Comunidad de Madrid.





El encargado de realizar la suerte de varas, es Manolo Martín quien se agarra arriba en el primer encuentro.
En su segunda intervención, se limita a señalar.
En banderillas con la lidia de Curro Molina, son los encargados de parear, Juan Manuel Molina que deja sus cuatro palos arriba y el tercero que es Pablo Delgado hace lo mismo con su par.
Sebastián Castella empieza su faena por dos estatuarios muy ajustados.
Se aleja del toro. Cita por redondos. Una serie de cuatro muy buenos que tras el cambio de muleta por la espalda remata con el pase de pecho.
Nueva distancia. Otra serie de cuatro redondos ligados, tras un martinete, con el de pecho. Ovación.
La muleta en la zurda: Una serie de tres naturales buenos. El toro se para. Otra serie de tres buenos. Nueva de dos naturales. Un circular por la espalda completo que es ovacionado.






En la cercanía una serie de dos redondos que tras el martinete abrocha con el pase de pecho con la mano derecha.
Gritos de ¡Toro! ¡Toro!
Tras un trincherazo se va a por la espada de matar.
A la vuelta, en la suerte natural con habilidad logra una estocada entera tendida que propicia el que el toro doble.

Su segundo último de la corrida, se llama Gardenia, está marcado con el nº 6 y pesa 523 kilos. Lleva el hierro de Peñajara.
Tras unos lances con la finalidad de enseñarle a embestir le enjareta tres excelentes verónicas.
Sebastián Castella lo lleva al caballo que monta José Doblado quien se agarra arriba. El toro a la salida dobla las manos y el público muy sensibilizado muestra sus protestas.
En el segundo encuentro el piquero se agarra arriba y no aprieta.
En banderillas con la lidia de Juan Manuel Molina, realiza un gran tercio Curro Molina quien clava los dos pares arriba a pesar de que el toro le corta el viaje en ambas ocasiones por lo que al final ha de desmonterarse. Pablo Delgado cumple en su cometido. Gran ovación para Curro Molina al llevar al toro al burladero a una mano.
Castella brinda al público. Comienza su faena en el centro del ruedo ejecutando dos pases cambiados y dos estatuarios.
Se aleja del toro y cita por redondos para lograr una serie de cuatro ligados que tras cambio de mano por la espalda remata con el de pecho. Ovación.







Toma de nuevo distancia. Serie de seis redondos ligados que son abrochados, tras un cambio de mano por la espalda, con un pase de pecho de pitón a rabo.







Se aleja del toro para reposar ambos contendientes, Un redondo. Cambia de mano durante la ejecución para seguir con dos naturales ejecutados en la cercanía. Otros dos más tras el parón del toro. El toro se le arranca inesperadamente y está apunto de “echarle mano”.Nueva parón del toro. Una serie de cuatro ligados al final de los cuales el toro pierde las manos. Dos más que remata con el de pecho.






Castella busca remontar la faena por ello sigue por naturales en una serie de tres ejecutados muy de cerca donde el toro al final se para y le busca las zapatillas. Le esquiva en varias ocasiones. Finalmente logra dos naturales que finaliza con un trincherazo.
La muleta ahora en la mano diestra. Está muy cerca en ese terreno en que se encuentra a gusto el torero francés. Dos redondos. El toro se para. Le roba dos más con la taleguilla en los pitones, rematando con el de pecho.





Un circular invertido que remata con un pase de pecho donde a causa del derrote del toro pasa apuros. Suena un aviso. Finaliza con dos trincherazos y un pase por alto.
Verdaderamente Castella se ha jugado la vida.
En la suerte contraria logra media estocada en el sitio. El toro se va a las tablas donde el diestro acierta al primer golpe de descabello.
La espada le ha privado de un triunfo. Finalmente saluda desde el tercio.
Y lo de siempre: "Corrida de expectación, corrida de decepción" donde no obstante quedará para el recuerdo de los buenos aficionados:
El escaso trapío de los toros cuando actuan las figuras del escalafón taurino.
Lo bien que torea de capote, Julio Aparicio.
La profesionalidad de El Juli que actuando con fiebre, es capaz de tapar los defectos de dos toros que no sirvieron.
Las ganas de Castella por ser el primero del escalafón al jugarse la vida con tranquilidad y sin dar importancia al lance.
Unos aficionados que entre tanta multitud, pidieron el toro toro que ayer concretamente no salió en Las Ventas.