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miércoles, 21 de abril de 2010

ANALISIS DE LO VISTO HASTA AHORA EN LAS CORRIDAS DE SEVILLA 2010.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

A lo largo de esta docena de corridas contempladas en el transcurso de la Feria de Abril de Sevilla, hemos podido horrorizarnos con lo sucedido en el coso del Baratillo que debería ser referente del buen hacer y cumplimiento del Reglamento Taurino de Andalucía, olvidándonos de aquella frase de quien no queremos nombrar, en que decía que. “los Reglamentos se sancionan para no cumplirlos” y al que lamentablemente, casi, casi, visto lo visto, hemos de dar la razón.
Demasiados toros han quedado maltrechos tras derrotar contundente y reiteradamente en los burladeros tras incumplir un reglamento que, en su Artículo 53 menciona, sin matización precisa y con orden alterado, en sus tres apartados.
El 1º referido a la salida de la res, matizamos, como el reglamento debería haberlo tenido en cuenta que:
“Lo primero que hay que hacer es parar al toro y seguidamente fijar su embestida, pues de no ser así, ni el espada de turno podrá lucir sus cualidades toreras con el capote, ni ser llevado al caballo de picar con la efectividad necesaria para realizar la suerte de varas –de importancia primordial en el comportamiento posterior del toro en los tercios restantes- con garantía de buena ejecución”.
“Hay que obligar a los presidentes a que no saquen el pañuelo blanco para que salgan al ruedo los picadores, mientras el matador esté dando capa a su oponente enseñándole a embestir al principio para seguidamente lucirse si le es posible con la estética de sus lances. Pues hemos de tener en cuenta que, el toro ha sido seleccionado en su bravura en base a la suerte de varas y, la presencia de unos caballos de picar en movimiento le han de predisponer a su distracción como mal menor, y arrancarse a por ellos en el peor de los casos”.
“También los públicos han de reeducarse en el sentido de que sea el peón de confianza quien pare al toro, saliendo al tercio al recibirlo, y así evitar esos derrotes en burladeros, al tiempo que facilita a su matador para que saque conclusiones de la manera de embestir y defectos que el toro atesora”
“Luego ya el matador fijará definitivamente la embestida del toro y sus peones lo llevarán al burladero de suertes para fijarlo posicionalmente en espera de que los picadores ocupen sus lugares reglamentarios”
“Haciendo así las cosas, con la calma y despaciosidad que el toreo requiere, podremos disfrutar de una suerte de varas bien hecha dejando al toro a la distancia que su embestida y prontitud requiera” ¡Lógico y sin complicaciones! El picador tendrá más garantías de coger al toro arriba al entrarle de manera adecuada puesto que se parte de una colocación adecuada del astado”.
El 3º habla de las prohibiciones y sanciones por recortar a la res, provocar el derrote en burladeros y barrera.
La suerte de varas también ha sufrido demasiadas transgresiones tanto por parte de los picadores que han rebasado en muchas ocasiones la raya del círculo más próximo a barreras, han picado fuera de la zona del morrillo, han tapado la salida a la res, como por parte de los espadas quienes han dejado al toro entre las dos rayas e incluso en el tercio y en demasiadas ocasiones se han quedado ocupando el lado derecho del picador, contraviniendo los Artículos 54 y 55.
Los criterios presidenciales han sido dispares y esto no debería ser así si se realizan reciclajes periódicos mediante cursillos dirigidos por Presidentes conocedores del Reglamento al detalle, que los hay y muy buenos por cierto. Demasiadas diferencias en criterios de concesión de trofeos y devolución de astados.
También hemos observado que como el trapío se borró en este Reglamento, los toros hasta el momento han escaseado de él y esto es grave en una plaza como la Maestranza.
Tampoco nos gusta en absoluto los montones de arena que hay delante de los burladeros, pues aparte de no verlos función alguna, pueden causar lesiones tanto a lidiadores como a espectadores de las localidades bajas, al ser proyectada la arena en la llegada de las pezuñas de los toros y dificultar la entrada del torero apurado en el burladero.
Esperemos que el nuevo Director General de Asunto Taurinos don Manuel Brenes Rivas se haga eco de estas matizaciones y trate de corregirlas en el Reglamento que ahora padecemos.
No he querido iluminar el artículo con fotografías de denuncia, que las tengo, para no herir suceptibilidades.
POESÍA TAURINA DECIMOSEXTA TITULADA “DEL NATURAL”.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Poesía original de Eustaquio Cabezón.

-¿Qué principio tié El Pinturas
de toreo o u tauromaquia?
-Ninguno.
-¡Pero ninguno absolutamente!
Acaba de salir, como quien dice
del establo o de la cuadra
hablando más propiamente
donde nos consta que estaba
en el concezto de mozo,
y porque ahora ha estao en Francia
de monosabio primero,
piensa ya que se rebaja
si le da los buenos días
al portero de su casa.
-¡Portero, su domicilio!…
-¡Hombre, es una comparanza!...
Ya sé yo que su vivienda
No puede ser más ventilada,
-Cómo que está al aire libre;
lo cual es una ventaja
porque así no tié polilla.
-Pues el gachó bien se rasca.
-¡Es por entretenimiento!
-¿Por qué has dicho?...Yo pensaba
que era picazón nocturna,
¿comprendes?
- Sí, hombre sí, ¡sarna!
Pues se figura ese primo lo menos…
-¡Calla hombre, calla!
-Y te advierto que es más malo
que un dolor, aunque él se jazta…
-¡Pero que vas a decirme
lo que es ese “aragonauta”!
Echa un cigarro
-No juegues con los cigarritos
-¡Anda!
¡Ni que fueran imperiales
de diez pesetas la caja!
-¡Si creerás que son rialistas!
-¡Ca!, de colillas y gracias.
… … … … … … … … … …
-Pues tiene, según me han dicho,
lo menos cinco contratas
para torear.
-¿En donde?
-Dice que en distintas plazas
de la “península”.
-¡Chucho!
-Eso mismo que tu acabas de decir.
-¡Naturalmente!
¡Camará! ¡Cinco contratas!
Pues a ese paso nos suelta
que tiene el Banco de España
de apoderado cualquier día.
¡Porque es muy desahogao!
-¡Vaya!
-Por supuesto que todo eso
se lo pué contar a la indiada

Con que ¿que dices?
-¡Pues nada!
Que estoy en puerta, y es fácil
que mate un par de Veraguas
en Madrid este verano,
según “ospicios”…Pero ¡anda!
¿De que te ríes, boceras?
-De la trola. ¡Los Veraguas!
¡Cómo se han quedado contigo!
-Pues ya lo verás.
-¡De ganas!
-Me ha hecho proposiciones.
-¿Pagándote?
-¡Sí, pagaban
la conducción del cadavre
si se queda uno en las astas!
¿A qué ponerse unos moños
si aún tiés que dar las gracias
encima?
-¡Cómo está el arte!
-Está el arte que da náuseas.
Y tú, ¿tienes entre manos
alguna cosa?
-Ahora, nada;
porque aún me resiento un poco
de la cogida de marras.
-¿Dónde fue?
-En el “hipocastrio”
-Hipo…¿Y dónde está esa plaza?
-¡Atiza!...¡Si es una parte
del bandullo manjagranzas!
¡Cuidiao que eres zoquete!
-¡Pues habla como Dios manda,
y no te vengas con términos
chinorrescos!
-¡Ay, qué gracia!...
¡Tras de que estoy desasnándote
pa que no metas la pata
cuando hables de medecina!...
¡Vamos, hombre!
-¡Bueno, gracias!
-¡Pues bien, cómo iba diciéndote,
Aunque la cosa está mala,
Y hoy no se consiga contrata,
yo, en cuanto el veterinario
me diga que ahuque el ala,
ya estoy toreando.
-¡Tampoco!
-¡Pero que con esa cara,
y que menos de cien duros
los…!
-¡Pues no va a ser Carpanta
las que vas a pasar!...
-¡Bueno!,
no sé porqué he de pasarla.
-Porque hay muchos con más títulos
que tú y que yo y no lo catan.
Y hablo así porque me consta
que solicitan contratas
graztuitas. ¿Y que le dicen las empresas?
¡Qué “necuacan”!
Como les está pasando:
al “Terpsicore”, al “Bengalas”,
al “Chirlerín”, al “Honduras”,
al “Compasito”, al “Tiñama”,
al “Piruli”, al “Chuchumeco”,
al “Escorza”, al “Cuchipanda”,
al “Quiribu”, al “Canelita”,
al “Birlagatos”, al “Napias”,
al “Garulla”, al “Tumbacopas”,
al “Fumigao”, al “Legaña”,
al “Madruga”, al “Chilindorna”,
al “Organillero”, al “Basca”,
al “Tembleque”, al “Cimbanillo”,
al “Chinorre”, yal “Carpanta”.
-¿Has acabao?
-Me parece que con citados basta.
-Pues tos esos infelices
que has nombrao en tu “ratahila”…

-¡Adiós, lagartijo!
-¡Bueno!, tú a mí… ¿sabes?
-¡Sí! Vaya,
que seas tonto, que acaso
para que sueltes bravatas.
-Te digo que no se estrenan
todos esos rondaplazas:
porque son unos cuneros,
como sabes que les llaman
a todos los que no tienen
principios de tauromaquia.
-Puede que conforme estemos;
pero no sueltes palabras
de triple anís, porque escuecen
a lo mejor, ¿sabes?
-¡Anda!
Yo también soy inclusero,
y si a eso vamos, ¿qué?
-Nada;
pero es una de esas cosas
que no debieras citarlas;
porque si a ti no te duelen…
¡a mí me llegan al alma!

Es Eustaquio Cabezón un aventajado poeta cómico conocido por sus muchos trabajos en los principales periódicos madrileños que en esta poesía festiva taurina, muestra un retrato de aquellos comentarios taurinos de tiempos pasados.