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sábado, 5 de enero de 2008

LA CORRIDA DEL 22 DE ABRIL EN SEVILLA 2007

Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor.

No despertó gran expectación la única corrida con toros salmantinos del Puerto y Ventana de San Lorenzo, en un domingo soleado con nubes que cubrió algo más de los tres cuartos del aforo.
Tampoco los tres matadores: un utrerano que abría cartel y dos salmantinos.
Y ocurrió que a las 18,30 horas el Presidente, Juan Murillo Pedrote, posa su pañuelo banco sobre la contera de la baranda del Palco y el cerrojazo abre la puerta por la que tras ser recogidos por los alguaciles hagan el paseíllo:

LUIS VILCHES (de verde gay -el manzana de siempre- y oro)
EDUARDO GALLO (de coral y oro)
PEDRO GUTIÉREZ LORENZO “EL CAPEA” (de verde oliva y oro)

Como anécdota, señalar que los tres comentaristas de la Cadena televisiva Digital + no se ponen de acuerdo en los colores de los vestidos de torear, lo que por otro lado no es raro que ocurra en un trío formado por: un daltónico, uno al que sacarle un comentario cuesta un triunfo y uno que es quien se moja.

LUIS VILCHES.

Sale el primer toro de la tarde que pesa 578 kilos, nacido en agosto del 2002. Muy en el tipo Atanasio. Es un toro grande con mucho hueso.
De salida no remata en los burladeros. Comienza frenándose en el capote que Vilches le ofrece. No obstante le administra tres verónicas, al final de las cuales pierde las manos y besa la arena.
Cuando su matador lo lleva al caballo que monta Francisco Romero, clava los pitones en la arena. Lo deja entre las dos rayas. El picador no tiene dificultad para agarrase arriba. El toro aprieta.
La segunda entrada al caballo resulta laboriosa. Vilches lo deja a dos metros de la raya de fuera del tercio y desde allí se arranca con fuerza. El picador se agarra bien arriba pero el toro derriba. Cuando el caballo es levantado aprieta sin cabecear por lo que es aplaudido.
En banderillas es Rafael Cuesta el encargado de lidiar mientras parean: Manuel Corona y Tomás Loreto quienes cumplen con efectividad su cometido, siendo aplaudidos.
La faena la comienza Luis Vilches doblándose. En el primer muletazo el toro se va muy largo. Cuando vuelve le da tres doblones más, con pierna genuflexa, que no son capaces de recogerlo.
Cuando acude nuevamente una serie de tres redondos sin remate que finalizan con el de pecho.
Un trincherazo da paso a una serie de dos redondos bien ejecutados si bien el toro se quiere ir. Nueva serie de dos redondos y ahora el toro se va.
Se trata de un toro sin complicaciones y sin gracia. Un manso tonto.
Con la muleta en la mano izquierda una serie natural buena pero los muletazos resultan deslucidos en el remate debido al calamocheo del toro.
Nueva serie natural de tres donde no se deja enganchar y remate con el de pecho. Aplausos. Nueva serie de seis que resultan buenos. El péndulo entre los pitones y el remate con el de pecho. Es muy aplaudido por sus paisanos de Utrera que han acudido en gran número a la Maestranza.
Nueva serie con la derecha a base de cuatro entre los pitones y el remate de pase de pecho. Es aplaudido mientras se va por la espada.
De vuelta y como preparación para la suerte suprema intenta unos pases con la derecha que resultan enganchados.

En la suerte natural pinchazo arriba sin soltar. Al segundo intento estocada casi entera a pesar de la dificultad de que el toro echa la cara arriba en el embroque. El toro dobla.
El puntillero falla tres intentos y finalmente lo levanta por la manía de apuntillar por delante de la cara del toro. Falla nuevamente en dos intentos. El toro muere finalmente a causa de la estocada. Aplausos para Vilches quien sale al tercio a saludar.

Mientras sale el segundo de la tarde se entrevista por televisión a Ángel Bernal empresario de Murcia.
Antes de salir el segundo toro de Vilches la tele de pago de Molés entrevista a un novillero que se llama Antonio Nazaret que vive en la finca de los Capeas en Salamanca y que les agradece el trato que le dispensan. El chaval ayuda a Capea hijo llevando el carretón para que éste se entrene.
Chupa cámara Joaquín el futbolista. También Curro Durán que actúa como director artístico de Vilches.
El segundo toro de Vilches corresponde al cuarto de la tarde tiene por nombre Farderito, herrado con el número 95 y con 530 kilos.
De salida remata en el burladero de matadores e incluso cornea.
Vilches le torea de largo por verónicas y el toro sale suelto. Pero tras recogerlo, le administra cuatro buenas verónicas rematadas con la media.
Pica Francisco Vallejo ataviado con una preciosa y torera chaquetilla tabaco y oro, que monta uno de los magníficos caballos de picar con los que cuenta la cuadra de Peña y los "Pimpis". Al matador le toca trabajar para llevar el toro al caballo, pues se ha hecho pegajoso y como es codicioso con el capote no es fácil dejarlo en un sitio adecuado para realizar la suerte de varas.
Cuando el toro entra al caballo el picador aprieta la vara y lo tira y ello conlleva a que suenen palmas de tango. Pierde las manos de nuevo.
No obstante le llevan a la segunda entrada reglamentaria, el picador no le aprieta. El toro totalmente rajado, se acula en tablas. Arrecian los pitos y hay protestas para que el presidente devuelva el toro. Lo que hace Pulido es cambiar el tercio.
En banderillas lidia bien Manolo Corona, mientras parean con efectividad y acierto, con banderillas normales, Rafael Cuesta y Tomás Loreto, quién resulta perseguido por el toro teniéndole que hacer el quite el propio Vilches.
La faena comienza con el brindis del matador el público. Aplausos.
Y empieza con pases por alto, mientras el toro berrea.
Se echa la muleta a la izquierda y con ella logra una serie de cuatro naturales, bien ejecutados y ligados, abrochados con el de pecho que son aplaudidos.
Sigue por naturales. El primero bueno pero el toro pierde las manos. Sigue con una serie de tres más dados de uno en uno porque el toro está muy quedado. Al final el de pecho.
Ahora con la derecha consigue cuatro ligados abrochados con el de pecho. Palmas.
Nueva serie de tres redondos buenos. Al cuarto pierde las manos. Sigue con nueva serie de tres rematados con el doble de pecho. Aplausos.
Cuatro redondos lentos y bien rematados ligados con el de pecho.

Un trincherazo da paso a cuatro buenos redondos rematados con el pase de pecho. Aplausos.
Tras tomar la espada de herir, se va al toro que recula. Y le prepara con un trincherazo y un redondo.
En la suerte natural se dispone a entrar a matar, pero le gritan desde el callejón: ¡No! ¡No!. El toro gazapea, está distraído. Pincha arriba. En la suerte contraria pincha arriba pero encuentra hueso.
En la suerte natural algo menos de media estocada arriba. Suena un aviso a los 11,35 minutos. Descabella al primer intento mientras los tres comentaristas del canal + hablan una vez más del jamón y del lomo que han comido en diferentes sitios de España.

EDUARDO GALLO.


El segundo toro de la tarde nació en octubre del 2002 y pesa 566 kilos.
Sale lento enterándose. Es un toro gordo y bastote. Se para a la salida y ahora se vuelve metiéndose en el callejón de chiqueros.
La tele encuadra a Rui Vento que es el apoderado de Gallo.
El que va a por el toro es el peón de confianza de Gallo.
Seguidamente Gallo le da unos mantazos sin templar peores que los que ejecutó su subalterno.
El encargado de picar es Francisco Tapia que va a su sitio seguido de dos monosabios con sus varas. El toro se arranca al capote de Gallo desde el burladero de suerte. Y también de largo se arranca al caballo apretando de lo lindo. Es aplaudido.
El toro sale del caballo perdiendo las manos.
En el segundo encuentro Gallo lo coloca a la altura de las dos rayas. Se arranca el picador lo agarra arriba y el picador levanta la vara.

Gallo no ha toreado de capote. Quita Capea con un capotazo que resulta enganchado.
En banderillas lidia Álvaro Oliver y parean, Domingo Siro y Javier Gómez que colocan buenos pares y son ovacionados.
Gallo pide permiso, pero no brinda. Moja la muleta.
Comienza su faena cerrado en tablas mientras el toro derrota. Un pase contrario, uno natural, otro contrario. Se estira en cuatro buenos redondos rematados con el de pecho.
Nueva serie de seis rematados con una trinchera por bajo que es jaleada.
Por redondos serie de tres buenos. El toro pierde las manos. Nueva serie de cuatro y el de pecho con preparación previa. Aplausos.
Prueba por naturales. Serie de tres bien ejecutados pero no rematados debidamente porque el toro derrota al finalizar el pase ya que protesta por arriba.
Vuelve a los redondos. Una serie de dos buenos. Tres más buenos pero que son enganchados en el remate al hacerlo por encima de la pala del pitón.
Cuando viene de recoger la espada, serie de tres ayudados con la espada por delante que son aplaudidos.
En la suerte natural estocada entera caidilla con derrame que lo tira sin puntilla..
Como los cuatro primeros muletazos no encandilaron al público la faena no tomó vuelos. Palmas.
Por redondos una serie aseada sin arrimarse. Templados y bien rematados
Nueva serie de dos en la que el toro se desentiende. Afloran los pitos de los disconformes.
Va por la espada y cuando vuelve trata de cuadrar al toro con pases insulsos y enganchados.
En la suerte natural pincha arriba sin soltar
En la suerte contraria echándose fuera pincha arriba sin soltar. Pitos.
El toro se acula en tablas. Lo saca de esa querencia y en la suerte contraria pincha arriba. Los pitos se acentúan..
Durante la suerte suprema Molés da resultados de festejos taurinos.
En la suerte contraria estocada entera. Los peones comienzan a lidiar al toro hasta que dobla. El puntillero acierta al primer intento.

El segundo de su lote corresponde al quinto de la corrida de nombre Playero con un peso de 560 kilos que está marcado con el numero 117. Es un toro negro ensillado nacido en enero del 2003.
De recibo Gallo no se acopla con el toro.
Lleva el toro al caballo que monta Juan Luís Rivas que viste una chaquetilla muy cargada de bordados. Tantos que no deja ver el color de la seda. En el primer y único encuentro se agarra arriba a pesar de que el toro empuja con la cara arriba.
El toro es devuelto a los corrales.
Salen los ocho cabestros que rodean al toro. Pero al final ha de ser el mayoral Manuel Ruiz Campos quien lo introduce con la chaquetilla al estilo Florito.
Sale el sobrero de nombre Madriguero con 610 kilos. Pero mientras han chupado cámara: Ambel Posada a quien gustó el toro devuelto. Dávila Miura que actúa de comentarista en una cadena de radio y el caballo de picar al que están reparando el estribo que fue arrancado por el toro anterior.
Este toro está herrado en el número 45 y nació en noviembre del 2002.
Los lances de recibo los toma muy de largo y muy despegado. Recibe muchos capotazos para llevarlo al caballo de picar. En uno de los lances resbala Gallo haciéndose el mismo el quite con el capote.
Deja el toro en la raya exterior, se arranca al caballo y Juan Luís Rivas se agarra bien y en el sitio.
Lo mismo en el segundo encuentro. Es aplaudido.
Capea aprovecha su quite en dos chicuelinas rematas con la media sin apreturas.
En banderillas lidia Siro pareando Álvaro Oliver y Javier Gómez. Los tres son aplaudidos en sus cometidos.
Gallo brinda al público.
Empieza por alto y el toro pierde las manos. Demasiada brusquedad en el pase.
Por redondos una serie de cuatro que resultan ligados y abrochados con el de pecho. Aplausos.
Sigue por redondos: El primero largo. En el segundo pierde las manos. Los dos siguientes buenos pero son enganchados en el remate..
Por naturales no llega al público porque no deja al toro colocado para ligar el siguiente. Lo hace a base de pies.
Con la derecha logra una serie de tres buenos templados pero el toro en el último pierde pie y desluce la faena.
Da un redondo completo por la espalda que es aplaudido. Repite pero como no lo aguanta suenan pitos.
El toro en varios pases se para pero lo aguanta porque el toro es bueno. No ha dado un derrote en toda la faena.
Se va por la espada y entre las dos rayas en la suerte natural entra a matar. El toro se frena en la entrada y la estocada resulta caída. No obstante el toro dobla y suenan palmas.

PEDRO GUTIÉRREZ LORENZO “EL CAPEA”.

Únicamente puedo comentar su segundo toro, pues aunque parezca mentira en los pueblos, auque ronden los 20.000 habitantes, se va la luz con más frecuencia de lo debido en el siglo XXI.


La televisión nos muestra a un Capea nervioso que muerde la esclavina y se tapa la cara ante la salida de su oponente


Sale Cubatonto un ejemplar de 555 kilos que está marcado con el número 78 y remata en el burladero.
Capea le recibe con dos lances al final de los cuales el toro se va a chiqueros.
El matador con pases por la cara lo lleva al caballo de picar que monta Manuel Vicente que al haber dejado al toro dentro de su terreno hace la suerte de “la aceituna”.si bien luego no aprieta viendo las escasas fuerzas del toro.
La segunda entrada al picador resulta laboriosa. Nuevamente se le deja entre las dos rayas y nuevamente la suerte de “la aceituna”.
En banderillas lidia Ignacio Rodríguez Puchi, mientras parean: José María Zamorano y Ricardo Izquierdo que aciertan en su primera intervención. Luego Zamorano en la segunda no deja ningún palo arriba.. El tercio es cambiado.
Capea asesorado por su padre desde el burladero empieza por naturales. Una serie buena ganándole un paso en cada uno para colocarse. El toro no quiere pelea y suenan algunos pitos.
Por redondos el toro no se emplea en absoluto.
El público le indica que lo mate.
Capea trata de justificarse hasta que a la salida de un pase el toro sale huyendo hacia chiqueros nuevamente.
Va por él para pegarse un arrimón innecesario
Se va por el estoque y cuando vuelve le instrumenta unos doblones para cuadrarlo.
En la suerte contraria logra una gran estocada que es ovacionada.
El toro dobla y muere sin puntilla.

Imaginamos que en el primero de su lote la espada a juzgar por la foto de Javier Barbancho, debió jugarle una mala pasada


Cuando entrevistan al Niño de la Capea éste se muestra decepcionado por el juego de los toros de su tierra.

LA CORRIDA DE LOS CUVILLOS EN LA MAESTRANZA FERIA ABRIL 2007

Por LUIS ALONSO HERNANDEZ. Veterinario y escritor taurino.

Se trataba de una corrida de expectación y como tal, gente guapa en los graderíos. Estaba toda la “jet set” que no suele hacer ascos a estos acontecimientos sociales.
Desde el punto de vista taurino era una corrida interesante pues los toros eran de Joaquín Núñez del Cuvillo que son toros que suelen dar espectáculo y la terna estaba formada por un veterano, “Jesulín de Ubrique” ,que es junto con “El Cid” el torero que mejor templa, y dos figurones del toreo cual son “Morante de la Puebla” portador del “cofre de la esencias” y la revelación de la temporada, "por obra y gracia de quienes mandan en este mundo del toro, que están obligando al chaval a arrimarse más de la cuenta", Alejandro Talavante.
En los tendidos, mejor dicho en las barreras, contrabarreras, primera fila de tendido bajo y palcos, personajes tan populares y adinerados como el Presidente del Real Madrid, el del Sevilla, Ricardo Gallardo (el ganadero de moda), Álvaro Domecq que vuelve por un día al rejoneo con sus sobrinos para homenajear a su señor padre, Conradi, Carlos Herrera, Manolo González hijo, que ahora apodera a Rivera Ordóñez, la esposa del doctor Vila (él está en burladero), Carmen Martínez Bordiú, "El Litri", Paco Ojeda, Angel Peralta, Justo Ojeda y su hija Teresa. Muchas bellas mujeres, y algunas fumando puros más que respetables tratando de imitar a Sara Montiel.
Preside Antonio Pulido Plaza, asesorado por el veterinario Luís Ángel Muñoz seguidor de los colores verdiblancos futboleros y "Finito de Triana", quien a las 18,30 en punto de la tarde saca el pañuelo para que el cerrojazo abra el portón de cuadrillas y salgan los hermanos Zulueta que tras cumplimentar al usía irán a recoger a la terna actuante y abrirla paso hasta la llegada de estos debajo de Presidencia adonde cambiarán la seda de sus capotes de paseo por el percal de los de brega y así poder enseñar a la concurrencia los colores de sus ternos: azul pavo y oro, caña y oro y lila y oro respectivamente por riguroso orden de antigüedad.
Concentración máxima en "Jesulín" que se despedía de la Maestranza. Mucho más que concentración en "Morante" quien se refugió en la capilla hasta el momento justo de salir para el paseíllo y tranquilidad en Talavante de quien no dudamos sería consciente de lo importante que era para él estar, aquí en La Maestranza, a la altura de los triunfos de Valencia y Madrid respectivamente.
"Jesulín "hace la cruz en la arena con la punta de la zapatilla derecha antes iniciar el paseíllo.
Lleno “hasta la bandera” como vulgarmente se dice. Ocupadas las 12.000 localidades de esta Maestranza de Caballería en el primer día de la semana de farolillos.

JESÚS JANEIRO “JESULIN DE UBRIQUE”

Los clarines anuncian la salida del primer toro de la tarde. Su nombre Lanudi lleva el número 59 y pesa 496 kilos. Es un precioso animal de capa negra mulata con las particularidades de listón y gargantillo.
"Jesulín" que quiere dejar un buen sabor de boca en los aficionados de Sevilla se va decidido a por el toro y desde el comienzo se estira en siete verónicas de buena factura que son rematadas con la media y que arrancan los primeros aplausos de la tarde.
Pica Eugenio García (mayoral de los Hermanos San Pedro). "Jesulín" lo lleva muy suave a la jurisdicción de su picador. El toro se arranca de largo y el piquero se agarra arriba cuidándolo, pues ha visto que a pesar de su gran clase tiene las fuerzas justas.
El quite de prueba de "Jesulín" es a base de tres chicuelinas rematas con una revolera que el público aplaude.
Lo deja casi en la raya de fuera de los dos círculos concéntricos y allí al arrancarse pronto, el picador se agarra arriba. El toro aprieta con la cara abajo. Cuando el picador abandona el ruedo es aplaudido.
Realiza su quite "Morante" con tres verónicas rematadas con una media, de las que la segunda fue un dechado de arte al ejecutarla con las barbilla pegada al pecho y la pierna por delante. Son aplaudidas.
En banderillas es Antonio Caba quien lidia mientras parean: Carmelo García bien en el primer encuentro por el pitón izquierdo y mal en el segundo donde deja un solo palo a causa del derrote del toro en el embroque. Sergio Rios coloca un buen par.
Hace mucho calor en la plaza. El termómetro marca 28 º a la sombra. Los abanicos en el sol son mayoría.
"Jesulín" se seca el sudor antes de dirigirse al centro del anillo para brindar al público dejando la montera con cuidado sobre la arena.
La faena la comienza al filo de las tablas con redondo rematado con el de pecho. Repite lo mismo en medio de un silencio absoluto. Trinchera y el de pecho. Aplausos. El comienzo de faena se ha caracterizado por el temple, pues el toro no le ha tropezado la muleta en ningún muletazo.
Nueva serie a base de tres redondos ligados y templados abrochados con el de pecho. Aplausos
La serie siguiente comprende tres redondos templados, cambio de mano por la espalda para instrumentar el pase de pecho. Aplausos.
Con la izquierda una serie compuesta de un natural ayudándose con el estoque simulado, el segundo muy bueno, el tercero vuelve a ayudarse porque el viento ha hecho su aparición. El cuarto ajustadísimo es rematado con el de pecho. Aplausos.
En la plaza hay un murmullo, tal vez porque no llegan los buenos pases del torero de Ubrique que continúa con una serie de tres redondos muy templados y el de pecho. Palmas cariñosas y algún pito proveniente de esos espectadores que no ven posibilidad de que la faena remonte.
El toro se ha venido abajo de manera alarmante y se refugia en tablas. Jesulin ha de trabajar para sacarlo hasta las dos rayas donde se dispone a realizar la suerte suprema en el terreno natural. Un bajonazo que hace que suenen pitos. El matador se lamenta. Dobla el toro y el puntillero acierta al primer intento.
El público ha estado demasiado frío con este torero que ha toreado con un temple y pulcritud exquisita, lo que puede haber sido la causa de que la faena no remontara.

El segundo de "Jesulín" responde por Lanzafuego pesa 500 kilos y está herrado con el número 27.
El torero sale muy decidido a triunfar por ello recibe al toro con diez verónicas largas y mandonas rematadas con una chicuelina y una media superiores que son jaleadas y acaban en una ovación.
El matador lo lleva a la suerte de varas de la que es encargado de ejecutarla Manuel Cid, de los Palacios, quien se agarra bien arriba, pero se ve a las claras que el toro no tiene fuerza alguna. Comienzan a sonar palmas de tango.
"Jesulín" lo lleva nuevamente al caballo y el toro se vuelve a arrancar de largo. El picador lo toma bien pero lo cuida.
Quita "Morante" en medio de pitos con dos verónicas rematadas con una media en la que le parte en dos el capote y una revolera. Pitos.
En banderillas lidia Carmelo realizando un buen tercio Antonio Caba y Sergio Ríos.
El “buchito de agua” sobre el estaquillador da paso a la última faena de el torero de Ubrique en la Maestranza. Comienza con dos pases por alto con los que saca el toro fuera de las rayas de picadores.
El viento hace su aparición cuando el matador comienza por redondos a media altura para no molestar al toro, si bien el astado derrota a la salida de los muletazos.
Una serie de tres y el de pecho son ignorados por el público que no reacciona con lo realizado por "Jesulín "
El toro está muy quedado y comienzan los murmullos en la plaza.
Un pase de pecho es la entrada para una serie de cuatro templados redondos pero el toro se queda corto y cabecea a la salida del pase sin lograr enganchar la muleta al torero. Murmullos.
Por naturales serie de dos, pues al tercero le engancha la muleta y comienzan los murmullos nuevamente.
Dos redondos y una trinchera son el punto final de una faena que no remonta.
Trata de cuadrar al toro en la suerte natural pero como no lo consigue en la contraria entra a matar. Pincha en una banderilla y se desvía la trayectoria del estoque que entra casi por un costado, si bien el matador no suelta el estoque consciente de que ha caído bajísimo. El toro está herido de muerte por eso trata de doblar si bien "Jesulín" no le deja. Finalmente se acula en tablas donde el diestro acierta al primer descabello. Silencio.

MORANTE DE LA PUEBLA.

El segundo toro de la tarde responde por Campanero lleva el número 122 y tiene un peso de 520 kilos. Su capa negro mulato chorreado. Descarado de pitones y con un morrillo astracanado.
Al pararlo el peón de confianza de "Morante" algunos disconformes pitan.
Cuando el matador se encuentra con él, y dado que el toro aprieta hacía los adentros y se revuelve rápido, hay una pelea entre un torero de los considerados artistas y un toro con genio. No hay conjunción.
Es Antonio Jiménez el encargado de ponerlo en suerte
Pica Cristóbal Cruz portador de una preciosa chaquetilla bordada en oro sobre fondo azul. Se agarra bien puesto que el toro había quedado en la raya exterior de las concéntricas. La sirena de un coche suena en este momento como ya se ha escuchado en días anteriores.

Es el matador quien lo coloca en suerte para la segunda entrada. Se arranca con alegría y se agarra bien el picador. El toro sale suelto.
"Morante" pide el cambio de tercio.
En banderillas lidia Antonio Jiménez mientras parean José Chacón que lo hace con lucimiento en las dos entradas, mientras que el tercero de la cuadrilla que es Luís Blázquez en su única entrada deja un palo que luego se cae, por lo que hay que repetir dejando los dos palos arriba. El toro hace hilo con él, teniendo que tirarse de cabeza al callejón con el correspondiente porrazo de caída. Tardaron en hacerle el quite, siendo finalmente "Jesulín", quien lo hace.
La televisión saca en pantalla al ganadero propietario de la ganadería en el tendido y a Rafael de Paula, con barba y un sombrero, en le burladero de apoderados.
"Morante" se pelea con el toro doblándose por bajo. El público desde el primer momento se da cuenta que no hay nada que hacer con este toro que no es apto para las condiciones toreras de su matador. Hace aparición una faena de aliño que es pitada por el público.
En medio de una bronca monumental se va por el estoque, lo cuadra en la suerte natural y metiendo el brazo habilidosamente le propina una estocada. Y mientras suenan palmas de tango el toro dobla. En medio de pitos y una gran bronca el puntillero acierta al segundo intento.


En su segundo toro que corresponde al quinto de la tarde Morante se va a portagayola y como ocurrió el día de Manuel Escribano el toro se paro dentro del túnel que conduce a chiqueros, escarbó y causó angustia en los espectadores. Esta vez más, pues se trataba de "Morante de la Puebla" el torero que custodia el arcón de las esencias toreras del momento actual. También la repercusión en público y prensa fue y será distinta. Se tiró a la piscina no precisamente porque el toro viniera a por él directamente.
Ya en pie, con rabia y ganándole terreno al toro le administra una tanda de cuatro verónicas rematadas con la media que ponen al público en pie.
“El tener que haber ido a portagayola me entristece y me engrandece”, “pues el toreo es la única profesión donde se siente cuando se triunfa” dijo cuando fue entrevistado entre barreras el diestro de la Puebla

No se le veía a "Morante" muy convencido de que su faena hubiera sido sublime, ni mucho menos, a pesar de que había sacado la casta de torero al ver como un “recién llegado a esto” había cortado una oreja en la Maestranza cuando no cuenta con los quilates del arte que él atesoraba.
Lo lleva al caballo de Benito Quinta con la torería propia de este torero. El piquero se agarra arriba en una vara que resulta bastante larga.
Quita "Morante", en medio de un gran silencio, con dos pases de delantal rematados con una media verónica donde el toro se despega del cuerpo del matador consecuente a su defecto de doblar al revés. Aplausos.
En banderillas lidia José Chacón mientras parean Antonio Jiménez Lili y Luís Blázquez con acierto. Quedan arriba cinco banderillas forradas con los papelillos del color de la bandera de andaluza.
La faena la comienza por arriba con cuatro pases donde compone la figura, metiendo los riñones, carga la suerte y remata con el de pecho.
Con la derecha instrumenta una serie de tres redondos largos y ligados que son abrochados con el de pecho que tienen como sonido la sirena de un vehículo policial o ambulatorio como en el toro anterior.
Sigue por redondos en medio de los sones de la banda de música. El viento comienza a molestar pero el torero empieza con una trinchera por bajo y sigue con cuatro redondos, el último de los cuales es prolongado al cambiar de mano en el remate. Ovación atronadora.
Ahora con la izquierda empieza con uno suelto. Y tras tomar la posición adecuada sigue con cinco muy buenos el último de cuales con el añadido, que tanto gusta por recordar a Belmonte, de meter la barbilla en el pecho. Remata con el de pecho en medio de una gran ovación.
La siguiente tanda consta de cuatro redondos abrochados con el de pecho cambiando la salida del toro en el remate del mismo con un giro de muñeca lo que vuelve loco al público de la Maestranza.
Toma el estoque de matar. Y lo cuadra en la suerte natural, pero como el toro se descuadra, le propina dos naturales sueltos citando de frente que abrocha con un natural.
En la suerte contraria le administra una estocada perpendicular y caída. El toro dobla. Lo levanta el puntillero y el toro a la carrera da más de media vuelta al ruedo hasta caer definitivamente al lado de un burladero.
Los pañuelos salen para reivindicar a un torero de Sevilla y el presidente del tirón, sin pensarlo un momento, saca los dos pañuelos blancos.
Las opiniones sobre la "faena maravillosa de Morante" en boca de personas “tan entendidas” como pueden ser Carmen Martínez Bordiú, Maximiliano Cortés (el dueño de los lomos y jamones Jabugu) o Cristina Hoyos quien también lo califica de maravilloso, y otros personajes que se han dado a conocer en el mundo del toro a raíz de ser invitados al palco de Canal +.

ALEJANDRO TALAVANTE.
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El tercero de la tarde atiende por Aguaclara, herrado con el número 21 tiene un peso de 490 kilos. En la tablilla reza nacido 09/02.
La lidia corresponde Talavante.
De salida remata en el burladero dándose un gran golpe. El toro está descoordinado completamente y ante la imposibilidad de ser lidiado el presidente le manda a corrales.
Como curiosidad la siguiente: después de entrar los siete cabestros quedan en la arena maestrante un cabestro y el toro, siendo el toro el que mete para adentro al cabestro.

Sale el tercero bis de la tarde que es el sobrero. Su nombre Jarandero su número el 49, su peso 500 kilos y su fecha de nacimiento 09/02. Es un toro descarado de pitones.
Talavante lo recibe con unos lances donde se observa que el toro mete bien la cabeza pero en el remate de los lances se sale de la suerte. Hay que medirle mucho. Hay que cuidarle.
El encargado de picar es Miguel Angel Muñoz. El toro se arranca con alegría al caballo y el piquero se agarra bien arriba. No le castiga.
Talavante lo lleva por segunda vez al caballo y tras arrancarse, el piquero le cuida en un picotazo arriba.
En banderillas lidia Fernando José Plaza, mientras parean: Luís García “Niño de Leganés” y Manuel Muñoz “Lebrija” quienes protagonizan un buen tercio que es aplaudido.
Lo cierran al burladero donde el toro derrota con fuerza.
Corbacho apoderado de Talavante le dirige en la faena de muleta.
El espada comienza con dos pases: uno contrario y otro natural a media altura.
Sigue por redondos en una serie de tres que resultan buenos y que son abrochados con un doble pase de pecho. Aplausos.
Nueva serie de cinco buenos redondos que rematados con el de pecho arrancan aplausos.
Con la muleta en la izquierda instrumenta una serie de seis buenos naturales muy ligados rematados con el de pecho. Aplausos y la música arranca a tocar.
Nueva serie de cuatro donde el último es enganchado. El de pecho finaliza la serie. Aplausos
Otra serie de cuatro y el de pecho que es aplaudida.
Ahora un redondo se cambia de mano y administra un natural, uno de pecho, un natural. Todos ligados que llevan a una gran ovación.

En medio de ese murmullo que ya se ha hecho famoso en Sevilla va por la espada de herir.
Se acerca al toro le instrumenta unas trincheras por ambos lados y acaba con un ayudado para lograr la igualada entre las dos rayas. Entra derecho y agarra en la suerte natural una estocada atravesadilla. El toro es llevado a tablas por los subalternos donde le dan toques por ambos lados. Al ver que no dobla Talavante toma el descabello acertando al primer envite. Aplausos
Se pide la oreja. Y como el presidente considera la petición mayoritaria la concede.
Como resumen podemos decir que se ha tratado de un toro franco con el defecto de no humillar y un Talavante dispuesto.

Su segundo que corresponde al sexto y último de la tarde se llama Jaranero lleva el número 194 y pesa 562 kilos con lo que se convierte en el toro más pesado de la corrida. Su capa castaña clara.
Talavante lo recibe con dos verónicas de las que sale suelto. Nuevamente lo recoge con dos verónicas largando tela y el toro pierde las manos arrastrando durante un largo trecho su hocico y anatomía por la arena.
Llevan al toro a esa raya que se ha hecho ley este año en la Maestranza en la suerte de picar y desde allí se agarra bien Julio Salguero.
En la segunda entrada repite suerte.
En banderillas con lidia del "Niño de Leganés", parean con acierto Fernando José Plaza y Lebrija.
La cámara saca en pantalla a un barbudo llamado Manuel que es quien escribe a la letra a Loles.
Talavante brinda al público.
La faena la comienza por redondos sin moverse en una serie de cuatro al final de los cuales el toro pierde las manos.
La muleta a la izquierda. Tres naturales muy templados y ligados rematados con el de pecho. Sigue por naturales en una nueva tanda de cuatro que los arranca a base de ganar un paso al toro en cada pase, por estar éste muy parado.
La muleta en la derecha y a por los redondos en una serie de tres buenos. Al cuarto se le para el toro, lo aguanta y tras él, el de pecho de pitón a rabo.
Más redondos, en uno de los cuales el toro se le para pero Talavante aguanta impávido. Sigue con los pitones a centímetros de sus muslos bajando la mano y alargando los pases a base de cambiar de mano durante el remate lo que enardece al público. La música arranca, mientras Talavante continúa su labor.
Una trinchera da paso a un natural larguísimo y lentísimo que es valorado por el público hasta el extremo de levantarse de sus asientos. Sigue aguantando los parones del toro y le manda y le remata en cada pase.
Talavante ha puesto lo que le falta al toro
Ahora sigue con la derecha en dos redondos. Cambia de mano rematando con un natural larguísimo que levanta al público de los asientos nuevamente.
Talavante ha templado extraordinariamente. No se cansa de torear.
Con la izquierda instrumenta unos trincherazos muy toreros.

Lo iguala en la suerte contraria y logra una gran estocada atracándose de toro. El toro cae sin puntilla. La Maestranza se llena de pañuelos y el presidente concede las dos orejas.
Talavante consigue abrir la tan soñada Puerta del Príncipe.
Como resumen unas matizaciones:
Jesulín toreo con un temple extraordinario, pero su labor pasó desapercibida para este público que hoy llenaba la Maestranza.
Morante de la Puebla: ¡Premio a una portagayola! Talavante: nuevo lanzamiento a los cielos.

Las fotografías son de Javier Barbancho.