Una nueva corrida en la que no llega a llenarse la plaza. Y es que, querámoslo o no reconocerlo, la dichosa crisis económica está también ahí.
El cartel es atractivo pues el trío forma parte de esa pléyade de buenos toreros con los que cuenta el escalafón taurino español.
Pero nos tememos que esta será la tónica que prime en las plazas de toros en la temporada que acaba de comenzar.
El paseíllo a carga de:
Julián López “El Juli” (azul pavo y oro), José María Manzanares (azul pavo y oro, aunque en tonalidad más clara) y Miguel Ángel Perera (lila y oro).
“Juli” haciendo ejercicios de desentumecimiento de músculos fuera de barreras.
Sale el primer toro de la tarde. Número 74. “Guijarro”, 540 kilos Negro. Pertenece a Domingo Hernández.
El encargado de picar es Salvador Núñez quien se agarra ligeramente trasero a un toro que aprieta y hace rotar al caballo sobre las manos al tiempo que lo levanta la grupa. Finalmente levanta la vara aunque sin sacarla de la herida infringida.
“El Juli” se destoca para pedir el cambio de tercio y, tras esperar que el piquero abandone el ruedo, se dispone a hacer su quite con cuatro verónicas muy ajustadas que remata con una larga a una mano.
En banderillas con lidia de “El Niño de Leganés” parean, Álvaro Montes que coloca un par desigual ligeramente trasero. Emilio Fernández hijo deja el par arriba. Cierra Álvaro Montes con un par ligeramente trasero aunque arriba.
“Juli “ brinda a la concurrencia depositando la montera sobre la arena.
Comienza con dos pases por alto. Le da distancia retirándose mucho del toro y, a la vuelta, sigue por alto en cuatro pases a una mano sin mover los pies de la arena rematando la serie con una trinchera.
Serie de cinco excelentes redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta en la izquierda, dos naturales ayudados con el simulado. Serie de seis naturales buenos bajando la mano, que remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
¡Muy firme y muy seguro “El Juli!
Nueva serie al natural que remata con un molinete y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Un trincherazo para quedar colocado y seguir por redondos. Un circular completo. Desafía al toro mostrándole el pecho.
Sigue por redondos en una faena larga. Se para delante del toro para dejarle reposar. Intenta un invertido por la espalda con cambio de mano sobre el mismo pase y, aguantando al toro, lo remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Petición de oreja aunque no de forma mayoritaria que el presidente concede.
Su segundo corresponde al cuarto de la tarde. Sale el cuarto de la ganadería de Garcigrande. “Afónico”. Número 59.- 560 kilos. Colorao.
“El Juli” se desmontera para pedir el cambio de tercio, que presidencia concede.
En banderillas con lidia de Álvaro Montes, parean Luis García “Niño de Leganés” quien ganándole la cara, clava un buen par arriba. Emilio Fernández prende buen par y cuando Álvaro está lidiando para el tercer par, el toro clava los pitones en el suelo y está a punto de dar la voltereta. Cierra tercio “Niño de Leganés” con un buen par aguantando mucho.
Julián López brinda a la Infanta Elena que ocupa palco de barrera.
Dos nuevos redondos y “El Juli” vuelve a tomar distancia. Nueva serie de tres redondos, en el último de los cuales, el toro vuelve a perder las manos.
“El Juli” muy tranquilo vuelve a tomar distancia para seguidamente administrar tres redondos que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Con la muleta portada por la mano izquierda, una serie de tres naturales de excelente factura. Al cuarto el toro pierde las manos.
Muleta sobre la derecha. Serie de cuatro excelentes redondos bien ejecutados y rematados que, tras cambio de muleta por la espalda, remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Una faena en la que “El Juli“, ha estado técnicamente perfecto, llegando al codilleo en determinados muletazos sobre ambas manos.
Continúa sobre la mano derecha en una serie de cuatro excelentes redondos el último de los cuales, durante su realización, cambia de mano realizando un natural que finalmente abrocha con el pase de pecho sobre la mano izquierda.
Continúa sobre la mano izquierda. Tres buenos naturales. Se distancia del toro. Cuatro nuevos naturales de los cuales el último ha sido perfecto, y remata con el pase de pecho sobre la mano izquierda. Enorme ovación.
Cuando el puntillero acierta al primer envite, hay petición mayoritaria de oreja y como tras la concesión de la primera los pañuelos siguen agitándose, se concede la segunda.
Sale el segundo toro de la tarde. Es un castaño. De Domingo Hernández. Numero 18. “Camarero” con 553 kilos.
Corresponde su lidia a José María Manzanares que viste un terno azul pavo y oro con los cabos blancos.
Lo fijan en el burladero de suertes mientras los picadores ocupan sus lugares reglamentarios.
El toro en el momento que ve al caballo se va a por él, teniendo que recortarle Manzanares.
Trata de llevarlo nuevamente al caballo, pero el toro comienza a escarbar por lo que Manzanares opta destocarse pidiendo el cambio de tercio.
Una vez en los medios toma la muleta con la derecha y logra una tanda de cuatro redondos buenos ligados que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
El toro que vuelve nuevamente a su querencia para que Manzanares lo saque nuevamente. Comienza a sonar la música.
El toro definitivamente se va a las tablas y Manzanares plantea su faena en ese terreno.
Insistiéndole muchísimo y sin quitarle la muleta de cara, logra tres redondos que remata con una trinchera.
Vuelve a sacarlo fuera de las dos rayas, y allí instrumenta una faena anodina debido a que el toro no quiere pelea.
Manzanares muy tranquilo insiste una y otra vez, andándole muy bien delante de la cara.
Su segundo corresponde al quinto de la tarde. Sale el quinto de la tarde. Ganadería de Garcigrande, “Saltalindes”, 520 kilos de peso, marcado con el número 100. Negro chorreado. Un toro bien armado.
De salida recorre el ruedo en una vuelta por su cuenta.
El encargado de picar es José Antonio Barroso un piquero joven. El toro no quiere ir a su jurisdicción y huyendo a terrenos de nadie, va de capote en capote.
Cuando por fin entra al caballo, el piquero se agarra perfectamente arriba a un toro que entra andando, para seguidamente empujar haciendo una vara que entusiasma al público y ovaciona al picador cuando el toro es sacado del peto.
Manzanares lo prueba con dos capotazos, y destocándose solicita el cambio de tercio.
Cuando abandona el ruedo el piquero es aplaudido.
Manzanares brinda al público desde el centro del ruedo. Y deposita con mimo la montera sobre la arena del ruedo.
El toro se arranca de largo al ser citado y Manzanares le vacía con un pase contrario del que el toro se va largo.
Da distancia al toro. Continúa con una serie de cuatro extraordinarios redondos, con cambio de mano en la realización de uno de ellos, y rematando con un pase de pecho sobre la mano izquierda. Ovación.
¡Elegante, muy elegante, José María Manzanares!
Muleta sobre la mano derecha. Cuatro excelentes redondos que remata con un trincherazo y un pase de pecho sobre la mano izquierda.
José María da distancia al toro. Elegantemente se va acercando al astado con la muleta portada sobre la mano izquierda. Adelantando la muleta logra un excelente natural. Dos más buenos, que remata con desplante torero.
Tras tomar el estoque de matar se acerca lenta y elegantemente al toro y le propina unos trincherazos muy elegantes y toreros, que son rematados con un pase de pecho sobre la mano derecha.
Los tendidos se llenan de pañuelos blancos en petición de las dos orejas que el presidente de la corrida concede.
Sale el tercero de la tarde. “Escopetero” Número 74. 502 kilos de peso de Garcigrande. Es también castaño.
El encargado de picar es Ignacio Rodríguez, quien se agarra bien arriba al toro que tiene poco cuello.
Un solo picotazo es considerado por Pereda castigo suficiente como para pedir el cambio de tercio.
Perera no brinda. Comienza su faena vaciando al toro por arriba a medida que lo va sacando fuera de las dos rayas. Remata con un doble pase de pecho comenzando por el de la mano derecha.
El toro es pronto pues acude en el momento en que Miguel Ángel le cita y le da el toque, pero seguidamente se queda como distraído y sin querer seguir la muleta en el remate del pase.
Logra una serie de redondos ligados, que continúa con unos circulares casi completos que son muy aplaudidos.
Naturales en los que el toro sigue acusando el mismo defecto.
Tras dar distancia al toro para que se reponga, un pase de las flores es el inicio de una serie de redondos que remata con el pase de pecho sobre la mano derecha.
El toro tarda en doblar de ahí que los banderilleros traten de sacar el estoque, lo que resulta dificultoso por estar muy agarrado.
En la suerte contraria, entrando ahora más en corto, logra una estocada entera aunque ligeramente, trasera.
Como el toro tarda en doblar, Miguel Ángel trata de sacarle el estoque con el verduguillo mientras suena un aviso y en ese momento el toro dobla. El puntillero acierta el tercer intento. La labor del extremeño es silenciada.
Su segundo corresponde con el último de la tarde. Sale el sexto y último toro de la tarde. Número 118. “Maicero”.
Perera le saluda con cuatro verónicas a pies juntos de las que el toro sale suelto.
Francisco Doblado se agarra arriba. El toro aprieta pero el piquero se limita a mantenerle la puya en lo alto. Dos monosabios han de colear al toro para que salga del caballo. Cuando sale del caballo, pierde las manos.
En banderillas con lidia de Joselito Gutiérrez, Juan Sierra coloca un buen par. Guillermo Barbero las deja arriba. Cierra Joselilto Gutiérrez gustándose con un buen par.
Miguel Ángel Perera brinda al público depositando la muleta con mimo sobre al albero.
Nueva serie de cuatro buenos redondos que ha rematado con el doble pase de pecho comenzando por el realizado sobre la mano derecha.
Un pase pecho es el comienzo para continuar toreando por redondos muy cerca, muy cerca del toro, que remata con un pase de pecho sobre la mano izquierda.
Toda la faena realizada con quietud en medio de una gran técnica.
Continúa en las cercanías con la muleta sobre la derecha, sacando al toro todos los pases que tiene.
Cuadra al toro de manera elegante y torera.
Se pide la oreja que el presidente concede.
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