LO QUE NO P’UE SÉ, NO P’UE SÉ Y ADEMÁS ES
IMPOSIBLE.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Encabezo la crónica de esta corrida con la frase
lapidaria de un genio del toreo, que a lo largo de los años me ha confirmado
que lleva toda la razón.
Los hombres del tiempo habían pronosticado fuertes
lluvias acompañadas de aparato eléctrico durante la jornada del domingo de
Resurrección y desgraciadamente no se equivocaron.
Claro que a río revuelto…ganancia de…empresa Pagés
+ Simón Casas.
Cincuenta componentes de la Peña Taurina Manuel
Escribano de Tarifa llenamos un autocar que salió de la ciudad de los vientos
en medio de un aguacero descomunal a las 14,00 horas para realizar el recorrido
Tarifa-Algeciras-Los Barrios-Jerez-Sevilla con la finalidad de ver la corrida del mano a mano
entre los dos matadores de Gerena con los míticos (en otros tiempos) toros de
MIURA aquellos toros que en su hierro lucen la A con asas y que ahora cualquier
torero es capaz de torear para mantener en pie las escasas fuerzas y
afectividad de embestida.
Era una verdadera utopía pensar en un triunfo
sonado de estos dos animosos matadores de toros, pues el encaste de Miura lleva
años que van de fracaso en fracaso si bien el año pasado uno de los toros que
formaba parte de la corrida a lidiar por “El Juli”, lo aprovechó Manuel Escribano
para llegar a lo más alto de la fama al “cuajarlo” (fea palabra taurina muy en
boga) en una faena vibrante con corte de dos orejas.
Pero como los taurinos somos un espécimen de otra
galaxia, siempre creemos en el milagro antes de (una vez más y van…) volver a
casa, tras el festejo, con la paliza de los inconvenientes del viaje, menos euros en el bolsillo y la
decepción por bandera en el cuerpo.
Lluvia pertinaz e incluso agresiva durante el
trayecto del viaje a Sevilla y por si esto fuera poco al entrar en la Avenida
del Paseo Colón que nos llevaba directamente a los aledaños de la Maestranza, los agentes de la
policía municipal cortan el tráfico y nos desvían por el puente de los Remedios
para tener que dar una vuelta enorme por el barrio de Triana hasta tomar el otro puente
que ya nos dejaba cerca de la torre del Oro próxima a la plaza. Pero ele ahí
que cuando nuevamente desembocamos, después de mil peripecias, a la avenida
principal, dos nuevos agentes que no nos permiten girar hacia la izquierda cuando
desde el autocar contemplábamos la puerta del príncipe de la Maestranza
sevillana a través de la enorme cortina de agua que caían con toda la mala
leche del mundo tratando de apoyar a la treintena de antitaurinos que
vociferaban delante de la puerta de entrada a la plaza de toros al otro lado de
la calzada y que eran, según la información de los agentes, los causantes de la desviación del
tráfico que desde nuestro punto de vista no interrumpieron en ningún momento. Total:
que el autocar nos dejó nuevamente cerca del campo de El Betis y desde allí en
medio de una lluvia casi torrencial los cincuenta tarifeños bajo los paraguas
que, no podían cumplir la función porque el viento y la tromba los desbordaba, a toda carrera nos dirigimos a las taquillas
de la plaza para retirar las entradas reservadas con una hora de adelanto sobre
el comienzo de la corrida.
La antesala de las taquillas atiborradas de gente
que se refugiaba de la lluvia. No se podía entrar. Momentos de angustia viendo
que no podíamos hacernos con la entrada. Por fin la recogimos sin pega alguna
por parte del taquillero que nos tocó en turno, quien se limitó a pedirnos el
carne de identidad para confirmar nuestra reserva y el número de la misma.
Devolución de trastos (euros-entrada) y en busca de nuestro sitio en el
tendido.
Y vamos con el relato de lo que pudimos ver de la
corrida, puesto que cuando llovía los paraguas de los que teníamos delante de
nosotros nos impedían ver el ruedo. Menos mal que el elemento líquido respetó
la primera mitad del festejo que es lo que les vamos a relatar e incluso con
aportación de información gráfica.
Con un cuarto de hora de retraso sobre el horario
previsto (18,30 horas) bajo la presidencia de D. Gabriel Fernández Rey
asesorado en materia artística `por D. Alfonso Ordónez Araujo y en la
veterinaria por D. Miguel Criado Garrido abren paseíllo los dos alguacilillos
que montan dos caballos castaños que no son precisamente en dechado de belleza
en esta tierra donde abundan los équidos m´s que excelentes. Tras el despejo recogen a
los dos matadores del mano a mano: Manuel Escribano (Azul marino y oro) y Daniel Luque
(Blanco y oro) seguidos por el
sobresaliente Fernández Pineda (azul oscuro y oro). La plaza casi llena pues únicamente vimos unos
escasos claros en tendidos de sol y sombra.
Tras romper el paseíllo Escribano torea al miedo
en esa misión de desplegar el capote, para seguidamente dirigirse hacia el
burladero de matadores. Los aplausos del público sacan a Manuel Escribano a saludar en su vuelta a la Maestranza tras el triunfo del año pasado y su recuperación, y éste invita a su compañero de cartel Daniel Luque a salir al tercio, terreno desde el que ambos matadores agradecen el cariñoso recibimiento. Se funden en un abrazo que rompe muchos dimes y diretes de estos dos gereneros famosos, quienes demostraron su afinidad durante varias fases de la lidia aunque solo fuera por aquello de tener el mismo apoderamiento y tener que convivir en muchos momentos de su vida profesional.
Los nubarrones encima de la Maestranza momento en
que Manuel Escribano se va a portagayola para recibir al primero de la tarde.
Es el nº 73 Zamarrito. Negro bragado. 555 kilos del 01/10 de Miura. Silencio
sepulcral en la plaza de la Maestranza. El toro sale andando de chiqueros y,
sin fijarse en el torero, se encamina hacia el burladero del lado derecho de su
salida pero no remata en el mismo. Manuel aguanta que el toro se fije en él
para finalmente darle la larga cambiada que es aplaudida. Ya en pie se estira a
la verónica en una serie de tres que remata con una media en medio de las
molestias del viento que han deslucido los lances. Lo deja en el capote de sus
banderilleros para que lo fijen en el burladero suertes en espera de que se posicionen los picadores.
Escribano con lances por delante sin cruzar lo
lleva al terreno del picador. Lo deja en la raya de fuera. El toro se arranca y
el piquero, creemos se trataba de su primo José M. Quinta, se agarra muy trasero Rectifica.
Lo tapa la salida a un toro que no se ha empleado en el caballo. Sale suelto y
casi se lleva por delante a uno de los banderilleros que se interpuso en su
huída.
Escribano trata de realizar su quite por chicuelinas. Una
chicuelina sin ajuste. El toro se va a las tablas. Escribano lo saca de ese
terreno con capotazo por delante de la cara sin cruzar, para continuar con su quite en base a tres chicuelinas, ahora con más ajuste,
rematadas con una revolera. Ovación.
El toro se arranca de largo al piquero que ahora
se agarra arriba.
Daniel Luque hace su quite por delantales en serie
de tres que remata con una revolera. Aplausos.
El picador es aplaudido cuando abandona el ruedo.
???. ¡Había mucha gente de Gerena en la Maestranza!
Escribano toma las banderillas vestidas con los papelillos
blancos y la bandera nacional en el centro del palillo. Brinda el primer par al
público y recibe la ovación pertinente.El primer par se desarrolla así: toro cerrado en el burladero de
suertes. Escribano en el centro del ruedo. El toro se le arranca con muchos
pies. Escribano no mide bien la velocidad del toro y por ello el par, a toro
pasado, queda colocado arriba aunque de manera desigual. El segundo par: toro cerrado en el burladero
de suertes y Escribano se sube al estribo De dentro afuera prende un par
ajustadísimo, tanto que ha estado a punto de echárselo el toro a los lomos.
Gran ovación. El tercer par es el par que tanta fama le ha dado. Sentado en el
estribo un par al quiebro y por dentro. Como el toro no se arranca desiste, ¡momento en que respiramos! y finalmente
pone un par al quiebro muy expuesto en que el toro hace hilo con él sin que
ninguno de los banderilleros preste un capote para realizar el quite. ¡Falta de atención en la cuadrilla!
Escribano brinda al público y recibe la ovación
pertinente. Desposita la montera con mimo sobre el albero de la Maestranza. Plaza que tanta responsabilidad le ha deparado en esta edición de la Feria 2014!
Casi en el centro de la plaza con la muleta
portada en la mano derecha cita el toro que está fijado en el burladero de suertes casi debajo de Presidencia. Cambiado por la espalda tan ajustado
que el toro lo desarma. Toma nueva muleta y comienza a torear por redondos. Dos
buenos redondos en los que el toro da un cabezazo al final del muletazo. Se
posiciona nuevamente el de Gerena. Dos buenos redondos que, tras cambio de
muleta de mano por la espalda, remata con un excelente pase de pecho sobre la
izquierda. Ovación fuerte.
Deja reposar al toro para acercarse lentamente con
la muleta portada en la mano derecha. Dos excelentes redondos. En el tercero el
toro ya se ha orientado y sabe lo que se deja atrás. Nuevo posicionamiento de Manuel. Un buen
redondo que vacía por arriba. Remate con el pase de pecho bueno sobre la mano
derecha. Ovación.
Tras dejar reposar al toro se lleva la muleta en la mano izquierda. Un natural en la que el toro en la salida echa la cara arriba. Serie de
naturales a media altura ya que el toro no humilla en absoluto. Dos buenos
naturales Nuevos naturales en los que el toro ya tiene solamente media
arrancada, rematados con un pase de pecho
sobre la mano izquierda. Tibias palmas en los tendidos.
El viento arrecia. Tres buenos redondos jaleados
por el público. El último lo vacía por arriba y remate final con el pase de
pecho sobre al derecha al que sigue un desplante muy cerca del toro. Un
molinete sin ajuste lo deja posicionado para el toreo al redondo. Manuel
Escribano entre los pitones Un excelente redondo bien iniciado y bien rematado.
Un segundo de las mismas características. ¡Muy cerca y muy valiente Manuel!
Nuevo buen redondo. Otro más, enganchado en el remate. Le anda muy bien el toro
por la cara Remate final con el de pecho sobre la derecha al que sigue un
desplante torero.
Intenta el toreo por ayudados pero como el toro no
embiste, ¡se ha venido abajo de manera larmante! se lleva la muleta a la izquierda. Le sorprende el toro con arrancada
imprevista. Un toro que no dice nada, que no transmite y que ahora se orienta.
Nuevamente se arranca de improviso. Manuel lo esquiva. ¡Huy! en el público. Un
medio natural porque el toro no pasa. Derrotes en el remate de los pases. El
público aplaude a Manuel para que abrevie la faena al ver que no remonta. Tras
un pase de pecho sobre la izquierda se va por el estoque de matar en medio de
los aplausos del público.
Finaliza su faena con manoletinas de poco ajuste.
En la suerte contraria media estocada traserilla y
muy tendida. Capoteo de los banderilleros, pero el toro no está matado. Manuel
toma el descabello mientras el toro deambula en busca de chiqueros. Suena un
aviso Manuel que quiere finiquitar pronto
al toro y se precipita en el descabello ya que no es el terreno apropiado.
Posiblemente de haber tenido paciencia el toro hubiera llegado a terrenos buscados de chiqueros y
allí hubiera doblado. Falla por seis veces con el verduguillo Aparecen los primeros pitos. Finalmente
acierta y un sector del público le aplaude ya que todo llo realizado fue meritorio
Sale el segundo. Nº 35 Macareno. Un flor de gamón
de capa, con 559 kilos. Nacido el 02/10. De salida demuestra escasez de fuerzas.
Daniel Luque no ha podido lucirse de capote,
limitándose a enseñarle a embestir y remata con una media por bajo ????. Al toro
en mi entender hay que aliviarlo más que castigarlo pues no tiene fuerza
alguna.
El toro desde el burladero de suertes se va en
busca de Luque quien le torea por delante de la cara sin cruzar dándole
distancia al darse cuenta que no tiene fuerzas. Con un recorte trata de dejarlo
en suerte de varas pero el toro sigue el capote de Luque sin afectividad
alguna y de manera mecánica. Lo deja muy largo tras capoteo insulso. El toro gazapeando y al
relance entra al caballo de picar y el piquero Pedro Geniz se agarra arriba. El toro no
aprieta. Sale suelto y se cae. Ahora Luque trata de levantarle la cabeza cuando
en los primeros capotazos se equivocó al torearle por bajo.
Luque realiza su quite en base a dos verónicas
buenas que remata con una media. Ha de llevarle nuevamente al caballo para cumplir
el reglamento en plazas de 1ª. El piquero se agarra arriba para levantar la
vara de inmediato. Lo saca el banderillero y lo deja en el capote de Escribano
que realiza un quite artístico por afarolados seguidos de crinolinas a un toro
que no tiene motor para este tipo de quites. Luque replica a Escribano en base
a dos buenas verónicas rematadas con una larga a una mano. Ovación.
En banderillas los banderilleros han estado
extraordinarios de ahí que uno de ellos creo que fue Curro Robles, es conminado
a que salude pero no lo hace.
Luque brinda al público en medio de una gran
ovación. La montera arrojada por detrás del hombro cae boca arriba y la vuelve
con la punta del simulado.¿Superstición?
El toro se arranca desde el burladero de
matadores, Luque lo aguanta para administrarle un redondo. Sigue por redondos
jaleados por el público, se cambia la muleta por la espalda y remata con el
pase de pecho despegado sobre la mano izquierda.Ovación.
Muleta en la diestra. Un redondo que vacía por
arriba. Nuevos redondos que sigue vaciando por arriba. Un redondo de mano baja
en el remate del cual el toro pierde las manos.
Le da tiempo al toro. Con la muleta en la derecha
lo cita. El toro duda, para seguidamente arrancarse de manera imprevisible.
Luque sin molestar a un toro carente de fuerzas le está dando mantazos.
Tras dejarle reposar, se lleva la muleta a la
izquierda para administrar una trinchera que le deja posicionado para el toreo
al natural Naturales que remata con un
molinete muy despegado seguido del pase de pecho sobre la mano izquierda. ¡Luque
muy por encima del toro!
El toro hace dos amagos de irse a tablas. Luque
tras, martinete, remata con un pase de
pecho sobre la mano derecha.
En la suerte contraria, con el toro entre las dos
rayas, enorme estocada hasta los gavilanes. El toro dobla sobre el montón de
arena húmeda de delante del burladero. El puntillero que "viene corriendo desde
Huelva" para apuntillar al toro atravesando todo el ruedo pues estaba debajo de
presidencia. ¡Que falta de atención a la lidia! Falla por dos veces.
Escribano se va nuevamente a portagayola. Sale el
tercero de la tarde. Es el nº 3. Lesnero. Cárdeno. 609 kilos. Salta por encima
del torero y lo derriba. Le busca en el suelo, pero gracias a Dios no le
encuentra. Escribano se duele de una mano.¡Momentos de angustia! El toro ha
salido sin fijeza y sin velocidad y a la
distancia que Escribano se ha hincado de rodillas frente a este callejón tan amplio,
lo más probable es que salga por los aires.¡Escribano trata de justificar su
presencia en cuatro corridas en Sevilla y es demasiada responsabilidad! No se
puede atropellar la razón.
Escribano ya en pie, se estira a la verónica en una
serie de cuatro jaleadas por el público que reconoce el enorme valor de este
torero. Remata con una media buena sobre el pitón derecho del miura. Gran
ovación.
Lleva al toro al caballo por chicuelinas al paso o
galleando, muy elegantes y remata con un recorte "made in Fandi" que fue su testigo de alternativa en Aranjuez. Recibe una
grandísima ovación por la precisión con que ha dejado al toro en el caballo. El
piquero Domingo García “Jabato” se agarra en buen sitio para dejar la puya
sobre la herida. Lo saca Antonio Manuel Punta. Nuevamente el toro entra a la
segunda entrada y el piquero se agarra contrario. Nuevamente sale suelto. Lo
vuelve a sacar Punta quien lo deja en el capote de Luque para que este quite
por chicuelinas muy poco ajustadas, tras capotazo vaciado por arriba.
Escribano brinda su primer par de banderillas al
público y recibe una gran ovación. Manuel se va en busca del toro. Le gana la
cara y prende el par reunido aunque ligeramente trasero. Se enciende el
alumbrado de la Maestranza y nos dejan ver con más claridad a un toro que está con las
extremidades abiertas en su afán para aumentar la base de sustentación y paliar
la falta alarmante de fuerzas. En el segundo par de banderillas, Escribano ha
aguantado la embestida del toro, le ha ganado la cara y ha prendido arriba.
Ovación. El tercer par lo prende al violín y al quiebro por dentro.
Seguidamente juguetea con el toro hasta lograr pararlo.
Mientras Escribano está en barreras tomando la
muleta y el simulado. Salta un espontáneo que se va en busca del toro que está fijado en el
burladero de justo enfrente de presidencia. Los banderilleros se van en busca de él para salvarle la vida. El
espontáneo se descara con los toreros que le llevan hasta barrera para que le
detengan las fuerzas del orden con las que también se descara. Finalmente lo
sacan de la plaza ante el abucheo del
público con el que también se descara este ineducado ejemplar de pelos largos y
descuidados que ha quedado descamisado tras su forcejeo con los toreros y agentes de la autoridad.
Manuel tras brindar a su amigo Padilla que ocupa
burladero de callejón, comienza la faena por redondos en serie de cuatro pases en los
que el toro calamochea en exceso debido a la falta de fuerzas. El toro
finalmente se cae. Otro Miura que no vale. Hasta ahora media corrida y media
corrida pocha pero no carente de peligro.
Escribano lo deja reposar y se va acercando
lentamente a él con la muleta portada en
la mano derecha. Dos redondos. En el segundo le bajó la mano y el toro perdió
los cuartos traseros. Manolo sigue intentándolo sobre la diestra a base de
redondos sueltos porque ha de dejar que el toro se recupere tras el pase
administrado. Remata con un pase de pecho muy despegado sobre la mano derecha.
Hace el péndulo ante la cara del toro. Sale toreramente de la cara del toro
Se lleva la muleta a la izquierda más para
justificarse ya que el toro no puede con su alma. Dos medios naturales sueltos porque el toro tiene media arrancada.
Ha de entrar a matar por tres veces hasta lograr
una menos de media estocada en el sitio de la que el toro dobla.
Y hasta aquí lo que pudimos ver pues a partir de
este momento empezó a caer agua de tal manera que los paraguas de los que
estaban delante nuestro nos impidieron ver el ruedo completamente, mientras nos
mojaban completamente al resbalar el agua de sus paraguas sobre nuestro
paraguas y mojarnos completamente.
El aguacero era tal que como estábamos cerca de
las localidades cubiertas, saltamos la baranda con la aquiescencia del público
que se compadeció de los naufragos y nos fuimos a refugiar en los vomitorios que es donde no nos mojábamos
mientras permitíamos que los espectadores de localidades cubiertas siguieran
viendo, a través de la enorme cortina de agua, la corrida.
De vez en cuando asomábamos la cabeza para poder
ver, mejor dicho no ver nada de toreo, pues los toros de Miura siguieron por
los mismos derroteros. Si escuchamos comentarios en contra de la Empresa Pagés
por parte de aficionados que: “echaban la culpa del juego dado por los
miuras a que Canorea había pedido a los
ganaderos de Zahariche un lote de los toros más baratos”. ¿Exageraciones?
Si vimos a Manuel ir nuevamente a portagayola en
su tercer toro y una gran estocada de Luque en su segundo. También como se
destocaba Abraham Neiro que puso sobre todo un segundo par expuesto y
ajustadísimo. Y nuevamente a Escribano en su último donde nos puso los congojos
en el cuello en ese par de banderillas sentando en el estribo por dentro y al
quiebro. Pero los toros pochos de Miura deslucieron el espectáculo más incluso
que esa lluvia pertinaz y torrencial que nos amargó la tarde en la Maestranza y
seguidamente el viaje de vuelta hasta Tarifa Y es que “lo que no p’ue sé, no p’ue sé y
además es imposible”
Reportaje gráfico de lo realizado por Manuel Escribano.
Reportaje gráfico de lo realizado por Daniel Luque.
Otras fotos de la corrida de Miura.
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