MANUEL LARA RÍOS.
Es el cuarto de la familia numerosa que logró reunir el matrimonio compuesto por Manuel Lara Petisme y Antonia Ríos Delgado en una de las 11 casas que componían el poblado de "Los Majales" situado en el término municipal de Tarifa (Cádiz).
Siendo esta zona asiento de ganado dotado de bravura natural, no es de extrañar que Manuel se “pusiera delante”. Y lo hizo por primera vez ante una becerra de su propiedad que tras meterla en una pajera la sacaba para torearla un día sí y otro también. Según sus propias palabras la becerra embestía que era un primor. Un buen día quiso probar lo que ocurriría si se dejaba coger y el resultado fue un varetazo corrido que escocía como si un cigarro hubiera quemado su muslo.
Siguió con sus pinitos toreros enfrentándose, junto a otros chiquillos del pequeño poblado, a cuatro becerras que su padre compró de desecho de tienta a uno de los ganaderos de bravo de la zona. Estas becerras bravas embestían de lejos y eran paradas, cogiéndolas por los cuernos con gran habilidad, por su hermano pequeño José. Continuó su andadura torera enfrentándose esta vez a una utrera que finalmente perdió uno de los cuernos al meterle en un boquete y derrotar en ese momento. Utrera que finalmente fue domada para dedicarla a formar yunta para el arado, porque entre los camperos siempre se coligió que las más bravas eran las más nobles para este menester. si bien presentaba dificultades de uncido por la parte del “zoquetillo” que le quedó como cuerno.Sus andaduras prácticas del toreo
acabaron tras realizar una gran faena con una improvisada muleta a base de saco
y vara a un eral de los que D. Luis Cervera Abreu había dejado para asueto de
los que habían ayudado en el herradero del ganado en su finca denominada "El
Cortijo del Viento".
Solía ser acompañado por otro chaval del poblado que ya sabía de experiencias nocturnas de saltos de alambradas y toreo de erales que apartaban en las fincas bravas del término municipal. Este era su amigo Juan Ribera González que llegó a torear en varios tentaderos y finalmente se fue a México donde toreo de novillero con caballos.
Un Juan Ribera que, en los “Derramaderos”, santuario del bravo tarifeño, tuvo problemas con Antonio Ordóñez a causa de que éste no le dejo dar un solo capotazo en un tentadero al que había sido invitado por D. Carlos Núñez Manso. El muchacho recriminó con palabras insultantes al maestro de Ronda, que estaba acompañado por su hermano Alfonso y Rafael de Paula, y Antonio Ordóñez envió a su hermano y al diestro de Jerez para que “carmenearan” al enojado mozalbete, resultando que la fortaleza del campero pudo con los presuntos matones, teniendo que finalizar el combate el maestro rondeño con una fuerte patada en dicha sea la parte, cuando Juan Ribera iba ganando el combate a los puntos tras haber derribado a los toreros.
La afición, según sus propias palabras, le venía de ojear las revistas de "El Ruedo" a la que su padre estaba suscrito y ésta se fue acrecentando porque cuando era un zagalillo dedicado a cuidar todo tipo de ganado en su poblado, le llevaban a ver alguna corrida de la Feria de la Línea y de Algeciras su vecino Francisco Delgado Pelayo su tío Juan Lara Petisme e incluso en ocasiones su otro tío Ignacio Duarte que era el padre del picador Ignacio Duarte y abuelo del hoy eficiente banderillero Daniel Duarte.
Fue precisamente su tío Juan, quien le
metió por primera vez en brazos a la plaza de Tarifa en una corrida de toros en
el año 1942, donde actuaron como espadas: Cayetano Ordóñez “Niño de la
Palma”, José Blanco “Blanquito” y Diego Gómez Láinez, y a partir de
ese momento, siempre que su trabajo no se lo ha impedido, ha asistido a cuantos
acontecimientos taurinos se han celebrado tanto en Tarifa como en los pueblos
del entorno alcanzando sus excursiones a las ciudades de Sevilla y Málaga.
Manuel nunca fue a la escuela, pues su
maestro fue Vicente Santana Sánchez que se dedicaba a este menester en el
poblado de su residencia de "Los Majales". Allí aprendió a
leer, escribir y algo de cuentas, que luego fue perfeccionando por su cuenta.
Tiene una gran memoria quedándose con todo cuanto lee. Me recita de corrido los
nombres de los cabezas de familia que vivían en su poblado así como a lo que se
dedicaban (maestro, agricultor, carbonero, ganadero o albañil): Vicente Santana
Sánchez que fue el maestro de los niños, Sebastián Rojas Quiñones, Luis Benítez
Valencia, Francisco Delgado Pelayo, Antonio Rojas Torremocha, José Araujo
Escribano, Baltasar Serrano Román, Francisco Escribano Meléndez, Sebastián
Rojas Torremocha, Juan Lara Petisme y su padre Manuel Lara Petisme.
Por descontado que asistió acompañado de su mujer a las becerradas nocturnas que, bajo el mandato político, en Tarifa del TAIF en los años 1996, 97 y 98, se daban todos los viernes de los meses de julio y agosto de forma gratuita en la plaza de toros de nuestra ciudad y de la cual salieron una serie de becerristas alguno de los cuales llegaron a torear con caballos.
Me habla de “El Monaguillo”, de “Gallito”,
de “Faiquera” y de otros muchos que actualmente están en activo como
banderilleros (Francisco Javier Sánchez Araujo., “Corruco de Algeciras”
etc) e incluso de su sobrino Antonio Delgado que actuaba de peón a las órdenes
de “Gallito” y que en Chiclana sorprendió a su mujer cuando,
desconocedora de su afición, vio al sobrino en la arena.
Fue a ver a "Gallito"
que actuaba con Juan José Padilla de novilleros en El Puerto de Santa María en
una nocturna donde su anécdota es que tuvieron dificultades para encontrar la
taquilla en una plaza tan grande.
Aun reconociendo que “Gallito”
era un artista y que “El Monaguillo” era todo valentía, sus preferencias
taurinas se decantan del lado de “Faiquera”, un marinero muy valiente
quien a pesar de ser tremendista, estaba dotado de arte y le convenció en una
actuación en Estepona donde a un toraco de más de cinco años le hizo una faena
increíble.
Manuel fue por muchos años hasta su
jubilación, el guarda de las aguas de suministro a Tarifa y se encargaba
de vigilar los depósitos, abrir y cerrar las llaves de paso
convenientemente para que el agua fuera al depósito preciso para, tras
cloración conveniente, realizar la distribución por la ciudad. Fue un eficaz trabajador del Ayuntamiento. Con
posterioridad pasó a formar parte de la plantilla de Aqualia cuando esta empresa se quedó con la concesión
de la distribución de agua potable a la ciudad
De aguas, de su
distribución, de las obras realizadas bien o mal, se las sabe todas y aún hoy
podría ser un excelente asesor para cualquier acondicionamiento que sobre aguas
tanto de suministro como residuales se tratara.
Manuel Lara Ríos no se ha perdido ninguna de las actuaciones de Manuel Escribano Nogales desde que es titular de la Peña. Le considera un gran torero que de momento no ha tenido suerte, pero que coincide con nosotros en que esta temporada, que va a comenzar, puede ser la del despegue del torero rubio de Gerena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario