LA CUARTA CORRIDA DEL CICLO TAURINO VALLADOLID 1973.
Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.
Con un tiempo primaveral aunque con el cielo entoldado, se celebró la cuarta corrida de feria en la que los diestros Luis Miguel “Dominguín”, Diego Puerta y José Antonio Campuzano, se enfrentaron, debido al baile de corrales, a tres toros de don Antonio Pérez de San Fernando (primero, tercero y quinto) y a otros tres de doña Mercedes Pérez Tabernero de Montalvo.
Preside el Comisario del Cuerpo General de Policía señor Zalama auxiliado en materia taurina por Antonio Aguado “Larita”.
El aforo de la plaza se cubrió en sus tres cuartas partes, y en un palco se encontraban los americanos Mateo Carney, que es el primer yanqui que corre todos los encierros de España, y Carlos Scanlan que por el año 1958 era novillero en Méjico.
El placo número 11 ocupado por la Reina de las fiestas acompañada por sus damas de honor.
Sale al primer toro de la tarde que atiende por “Bragoso”, luce el número 26 en los costillares y pesa 486 kilos. Pertenece a la vacada de don Antonio Pérez y luce unas buenas defensas.
Luis Miguel “Dominguín” luciendo al traje que diseño Pablo Picasso, saluda a su oponente con unos lances jaleados y que remata con una media ajustada.
Tras dos entradas al caballo y los correspondientes puyazos, se cambia el tercio.
Diego Puerta no perdona su quite y se luce en chicuelinas merecedoras de una ovación.
En banderillas recibe dos pares de garapullos.
La faena de muleta la comienza el maestro Luis Miguel con unos pases por alto pegado a las tablas a los que siguen unos eficaces doblones.
Seguidamente el matador, ante un boyante toro, continúa con pases cambiados, un molinete de rodillas y redondos y naturales de buena factura que son rematados con un pase de pecho que levanta una gran ovación.
Tras una templada tanda de derechazos entra a matar pinchando en hueso sin soltar. Continúa toreando en artísticos muletazos que remata con un farol.
Entra nuevamente a matar con rectitud recetando una estocada que le permite descabellar “tocando la médula” lo que permite que el puntillero remate.
Una faena que al respetable ha parecido breve por la calidad del astado y que ha premiado al diestro con ovación y vuelta al anillo.
En su segundo Luis Miguel demostró todo su saber y conocimiento en una labor suave y mandona merecedora del trofeo concedido.
Era un toro que luciendo el número 4, atendía por “Fogata”, que pesaba 505 kilos, pertenecía a la vacada de doña Mercedes P. Tabernero de Montalvo, y que recibió tres varas tras lograr desmontar al piquero Domingo Rodríguez en la primera entrada, por lo que fue aplaudido.
El público solicita al matador que banderillee pero al no aceptar han de hacerlo los banderilleros quienes colocan dos pares.
Luis Miguel comienza la faena con seis pases sentado en el estribo, para ya fuera de las tablas continuar toreando por redondos en una tanda perfectamente ejecutada. Una buena tanda con mando y remate de naturales que abrocha con el de pecho.
Continúa con la derecha para dar dos series en las que alguno de los pases es un auténtico circular.
E público solicita la música pero el diestro manda parar a la banda.
Una serie de muletazos por alto a la que siguen unos naturales primorosos. Desplantes con teléfono incluido, que son merecedores de una gran ovación.
Entrando en rectitud consigue una estocada entera en el sitio de la que el toro se echa, para levantarse de inmediato y morir con la belleza que mueren los toros bravos.
Ovación, oreja y vuelta al ruedo, en el que una mujer le grita: “Viva los viejos”, con saludo desde los medios.
Diego Puerta no tuvo suerte con su lote, pero no obstante demostró en sus dos enemigos su gran valor y pundonor.
Su primer oponente marcado con el número 1, “Quebranto” de nombre y 454 kilos de peso, dio la impresión de ser un “toro avisado” que fue desarrollando sentido a medida que transcurría su lidia.
Diego Puerta lo lanceó de capa con valor, paliando las dificultades del toro y del viento y cercionándose que se le vencía por el pitón izquierdo.
En la faena de muleta puso el valor y el pundonor suficiente para plantar cara en medio de ovaciones del respetable que reconoció las dificultades que el astado planteaba.
Tras sufrir un desarme el toro le persiguió, pero el susto no pasó a mayores.
Una estocada ligeramente atravesada despena al de doña Mercedes que no obstante ha de ser descabellado. Ovación y saludos desde el tercio para Diego mientras que el toro es pitado en el arrastre.
Su segundo, que corresponde al quinto de la tarde, se llama “Amiguito” y está marcado con el número 40. Pesa 520 kilos y también es de doña Mercedes P. Tabernero.
La lidia de este toro transcurre en medio de las protestas del respetable que vio de salida una claudicación en la pata derecha. Claudicación que fue a menos a medida que la lidia transcurría.
Diego Puerta pidió el cambio de tercio con un solo puyazo en el que recibió duro castigo para comenzar su faena, brindando al público, tras un buen tercio de banderillas por parte de sus peones Carmona y “El Pirfo”.
Al iniciar la faena el animal hace un extraño y Diego sufre un peligroso desarme.
Continúa sobre la mano derecha en medio de las ovaciones y el sonido de la banda de música.
Como el animal se ha quedado en demasía Diego opta por la faena de porfía en la que intercala “espaldinas” y desplantes de rodillas. ¡Diego valor!
En la suerte suprema pinchazo que es escupido. Otro sin soltar y definitivamente una menos de media estocada ligeramente tendida.
Su labor es premiada con ovación y vuelta al ruedo.
José Antonio Campuzano, a pesar de su juventud, no desentonó de sus compañeros de terna.
De haber acertado con los aceros hubiera triunfado en Valladolid, pues su toreo se le puede calificar de excelente.
A su primer toro, número 41, “Esterillo” con 474 kilos de don Antonio Pérez, lo recibió con buenas maneras toreras que se hicieron patentes en el quite a base de lances de frente por detrás rematados con una revolera.
Brinda al público la faena de este toro que entra rebrincado y dando derrotes.
Seguidamente el matador, ante un boyante toro, continúa con pases cambiados, un molinete de rodillas y redondos y naturales de buena factura que son rematados con un pase de pecho que levanta una gran ovación.
Tras una templada tanda de derechazos entra a matar pinchando en hueso sin soltar. Continúa toreando en artísticos muletazos que remata con un farol.
Entra nuevamente a matar con rectitud recetando una estocada que le permite descabellar “tocando la médula” lo que permite que el puntillero remate.
Una faena que al respetable ha parecido breve por la calidad del astado y que ha premiado al diestro con ovación y vuelta al anillo.
En su segundo Luis Miguel demostró todo su saber y conocimiento en una labor suave y mandona merecedora del trofeo concedido.
Era un toro que luciendo el número 4, atendía por “Fogata”, que pesaba 505 kilos, pertenecía a la vacada de doña Mercedes P. Tabernero de Montalvo, y que recibió tres varas tras lograr desmontar al piquero Domingo Rodríguez en la primera entrada, por lo que fue aplaudido.
El público solicita al matador que banderillee pero al no aceptar han de hacerlo los banderilleros quienes colocan dos pares.
Luis Miguel comienza la faena con seis pases sentado en el estribo, para ya fuera de las tablas continuar toreando por redondos en una tanda perfectamente ejecutada. Una buena tanda con mando y remate de naturales que abrocha con el de pecho.
Continúa con la derecha para dar dos series en las que alguno de los pases es un auténtico circular.
E público solicita la música pero el diestro manda parar a la banda.
Una serie de muletazos por alto a la que siguen unos naturales primorosos. Desplantes con teléfono incluido, que son merecedores de una gran ovación.
Entrando en rectitud consigue una estocada entera en el sitio de la que el toro se echa, para levantarse de inmediato y morir con la belleza que mueren los toros bravos.
Ovación, oreja y vuelta al ruedo, en el que una mujer le grita: “Viva los viejos”, con saludo desde los medios.
Diego Puerta no tuvo suerte con su lote, pero no obstante demostró en sus dos enemigos su gran valor y pundonor.
Su primer oponente marcado con el número 1, “Quebranto” de nombre y 454 kilos de peso, dio la impresión de ser un “toro avisado” que fue desarrollando sentido a medida que transcurría su lidia.
Diego Puerta lo lanceó de capa con valor, paliando las dificultades del toro y del viento y cercionándose que se le vencía por el pitón izquierdo.
En la faena de muleta puso el valor y el pundonor suficiente para plantar cara en medio de ovaciones del respetable que reconoció las dificultades que el astado planteaba.
Tras sufrir un desarme el toro le persiguió, pero el susto no pasó a mayores.
Una estocada ligeramente atravesada despena al de doña Mercedes que no obstante ha de ser descabellado. Ovación y saludos desde el tercio para Diego mientras que el toro es pitado en el arrastre.
Su segundo, que corresponde al quinto de la tarde, se llama “Amiguito” y está marcado con el número 40. Pesa 520 kilos y también es de doña Mercedes P. Tabernero.
La lidia de este toro transcurre en medio de las protestas del respetable que vio de salida una claudicación en la pata derecha. Claudicación que fue a menos a medida que la lidia transcurría.
Diego Puerta pidió el cambio de tercio con un solo puyazo en el que recibió duro castigo para comenzar su faena, brindando al público, tras un buen tercio de banderillas por parte de sus peones Carmona y “El Pirfo”.
Al iniciar la faena el animal hace un extraño y Diego sufre un peligroso desarme.
Continúa sobre la mano derecha en medio de las ovaciones y el sonido de la banda de música.
Como el animal se ha quedado en demasía Diego opta por la faena de porfía en la que intercala “espaldinas” y desplantes de rodillas. ¡Diego valor!
En la suerte suprema pinchazo que es escupido. Otro sin soltar y definitivamente una menos de media estocada ligeramente tendida.
Su labor es premiada con ovación y vuelta al ruedo.
José Antonio Campuzano, a pesar de su juventud, no desentonó de sus compañeros de terna.
De haber acertado con los aceros hubiera triunfado en Valladolid, pues su toreo se le puede calificar de excelente.
A su primer toro, número 41, “Esterillo” con 474 kilos de don Antonio Pérez, lo recibió con buenas maneras toreras que se hicieron patentes en el quite a base de lances de frente por detrás rematados con una revolera.
Brinda al público la faena de este toro que entra rebrincado y dando derrotes.
Comienza sentado en el estribo para salirse a los medios con doblones. Una vez allí continúa por redondos y naturales que van precedidos de molinetes, espaldinas y algún que otro pase cambiado.
En una serie sobre la derecha corre perfectamente la mano.
Necesita de cuatro pinchazos y estocada para que el toro doble y sea apuntillado por Alejandro Rodríguez.
Campuzano es premiado con una ovación y saludos desde el tercio.
El toro que cerró plaza que es el segundo de Campuzano, atiende por “Lucerito”, marcado con el número 17 y pesa 465 kilos. En él, el torero de Gerena demostró su buen arte y buenas maneras toreras. Quita por chicuelinas ajustadas que remata con un lance afarolado. Le da la réplica Luis Miguel “Dominguín” quien también es aplaudido.
En banderillas están de desastre tanto los dos Franciscos (Moreno y González) cómo José María Gordillo.
Y el chaval de “Serva la Bari” comienza su faena con unos redondos suaves pero mandones en dos tandas, para pasar seguidamente a los naturales que resultan muy toreros siendo ovacionados.
Es un buen muletero pese a quedarse sin toro, pero es un pésimo matador.
Necesita de tres pinchazos, una media perpendicular y descabello al asegundo intento para acabar con su oponente.
Al abandonar la plaza Luis Miguel y Diego Puerta son ovacionados mientras que Campuzano es aplaudido.
Los tres toros de don Antonio Pérez de San Fernando no ofrecieron dificultades. El que abrió plaza fue un toro superior. Complicados los tres de doña Mercedes Përez Tabernero de Montalvo.
En una serie sobre la derecha corre perfectamente la mano.
Necesita de cuatro pinchazos y estocada para que el toro doble y sea apuntillado por Alejandro Rodríguez.
Campuzano es premiado con una ovación y saludos desde el tercio.
El toro que cerró plaza que es el segundo de Campuzano, atiende por “Lucerito”, marcado con el número 17 y pesa 465 kilos. En él, el torero de Gerena demostró su buen arte y buenas maneras toreras. Quita por chicuelinas ajustadas que remata con un lance afarolado. Le da la réplica Luis Miguel “Dominguín” quien también es aplaudido.
En banderillas están de desastre tanto los dos Franciscos (Moreno y González) cómo José María Gordillo.
Y el chaval de “Serva la Bari” comienza su faena con unos redondos suaves pero mandones en dos tandas, para pasar seguidamente a los naturales que resultan muy toreros siendo ovacionados.
Es un buen muletero pese a quedarse sin toro, pero es un pésimo matador.
Necesita de tres pinchazos, una media perpendicular y descabello al asegundo intento para acabar con su oponente.
Al abandonar la plaza Luis Miguel y Diego Puerta son ovacionados mientras que Campuzano es aplaudido.
Los tres toros de don Antonio Pérez de San Fernando no ofrecieron dificultades. El que abrió plaza fue un toro superior. Complicados los tres de doña Mercedes Përez Tabernero de Montalvo.
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