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lunes, 8 de febrero de 2010

CORRIDA DE REJONES EN LA I FERIA DE INVIERNO VISTA ALEGRE 2010.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Los tendidos del Coliseo Vista Alegre casi vacíos en esta primera corrida de rejones que abre el Ciclo Taurino de la “Primera Feria de Invierno en el Palacio de Vista Alegre”.
Preside el Decano de los Presidentes de la Plaza de toros de Las Ventas, don Manuel Muñoz Infante, auxiliado por su asesor artístico y por un veterinario femenino.
Voy a tratar de narrar lo más importante del festejo con al finalidad de no aburrirles con una descripción pormenorizada.
Diego Ventura a hombros tras cortar 3 orejas. Andy Cartagena una oreja y vuelta al ruedo de Antonio Domecq.

Antonio Domecq ha ido por delante y realizado dos faenas aseadas que no ha rematado con los rejones de castigo. Un triunfo más que se le escapa por aquello de no acertar con los aceros.
Ha sacado caballos nuevos que, dadas sus condiciones toreras, harán un buen papel en el panorama del rejoneo en la temporada que se avecina.
En su primero al ser aplaudido tras el arrastre de su colaborador enemigo, da la vuelta al ruedo por su cuenta sin que el público recrimine la acción. Vuelta que celebra montando un precioso caballo castaño muy oscuro.

Andy Cartagena sale al ruedo montando a “Bético” un caballo tordo rodado con 6 años para, tras calentar momentáneamente, ordenar que se abra el portón de los sustos.
Y sale un ejemplar de la ganadería de San Mateo que luce de manera horrorosa los dos crotales amarillos en sus orejas.
Tras unos recortes al toro en el centro del ruedo, realizados con toda tranquilidad, se hace con el toro. Clava un rejón de castigo ligeramente trasero para seguidamente torear con la banderola de manera templada y justa.
Coloca un segundo rejón de castigo en el sitio, para seguir toreando al toro de forma ajustada con la banderola del segundo rejón. Cambia de cabalgadura y sale “Maravilla” que es un tordo vinoso quien torea al toro dejándole llegar a las cercanías. Tras tomar unas banderillas sigue toreando con piruetas delante de la misma cara del toro para en el momento justo clavar un par al violín, y salir con una pirueta en la misma cara del toro.
Tras tomar un segundo par de banderillas se va hacia el toro para sacarlo de la querencia a tablas que éste muestra. Se aleja del toro y yendo hacia él, le coloca un excelente par en todo lo alto.
Un tercer par de banderillas que clava tras hacer unas piruetas delante de la cara, en una de las cuales resulta atropellado.
Saca ahora al ruedo a “Pericalvo”, un caballo castaño muy oscuro, espectacular de lámina y dotado de una gran flexibilidad que baila delante del toro moviendo acompasadamente en vaivén las extremidades anteriores.
Se va hacia el toro y deja un excelente par en todo lo alto.
Quien ahora sale a la arena es “Bisbal” un caballo bayo. Andy, tras tomar tres banderillas de las cortas, hace que el caballo suba sus extremidades anteriores al estribo para brindar la ejecución de la suerte a la concurrencia en medio de los aplausos entusiasmados de los espectadores de esa zona.
Las coloca de manera seguida para al finalizar adornarse tocando el testuz y haciendo el teléfono. Finalmente se aleja del toro y el caballo se arrodilla lo que enerva a los espectadores.
Andy toma el rejón de muerte que deja muy caído para que lo saque el hermano del rejoneador que actúa de auxiliar.
El toro acusa el rejonazo aculándose en tablas y amagando con echarse. Como no lo hace Andy echa pie a tierra, solicita la autorización para descabellar, y acierta al primer golpe de verduguillo.
Petición minoritaria de oreja que el presidente concede.

Diego Ventura en la arena montando a “Maletilla”, un caballo castaño, lusitano de 4 años que luce su hierro en su región femoral derecha.
Ordena que salga “Bailaor” con 530 kilos de la ganadería de la ganadería de San Mateo. El toro es parado en el mismo centro del ruedo con un recorte perfecto merecedor de una ovación. Diego torea al toro divinamente y con un ajuste sensacional en una serie de vueltas que rompe al cornúpeta.
Seguidamente le coloca un extraordinario rejón de castigo.
Saca a la arena un caballo tordo en fase blanca, de 7 años, que cabalga a dos pistas delante de la cara del toro y sale por fuera y por dentro de las tablas en una sincronización perfecta entre jinete y cabalgadura. ¡Maravilloso caballo!
En la colocación del primer par de banderillas, tras hacer la batida perfecta, no encuentra toro, no obstante lo cual recibe una gran ovación.
Se aleja del toro y a la vuelta bate perfecto y deja las banderillas en todo lo alto.
Sale un caballo tordo atruchado aguanta las embestidas del toro de manera temeraria y hace unos quiebros sensacionales en la misma cara del toro.
Quien ahora esta en el ruedo es el caballo “Califa” un castaño de 8 años, lusitano. Diego toma tres pares de banderillas cortas que clava de manera seguida en todo lo alto. Adornos de todo tipo, desde cogida del cuerno derecho del toro hasta el teléfono de manera repetida.
Un extraordinario rejonazo sin partir, en todo lo alto, para echar de inmediato el pie a tierra. Uno de sus auxiliadores le saca el rejón de muerte y Ventura ordena que se separen del toro en la seguridad de que va a doblar. Como se demora la echada, Ventura solicita el descabello y tras pedir permiso se dirige al toro para efectuarlo. No es necesario porque el toro dobla en ese momento. El puntillero acierta a la primera y los pañuelos salen en los tendidos para que el presidente conceda una oreja con la que Diego ventura recorre en vuelta triunfal el anillo.

Montando a la yegua “Vanidosa”, de capa torda rodada, AHa, Antonio Domecq espera al toro “Esmeralda” que con 523 kilos pertenece a la ganadería de San Mateo y sale corretón y distraído.
Coloca un excelente rejón de castigo para seguidamente torearle con la banderola midiendo la embestida con la finalidad de ver si cambia la suerte con un solo rejón o es necesario colocar el segundo.
Saca el caballo “Cacao” un tordo vinoso con el que coloca un excelente par de banderillas en todo lo alto para seguir con unos pases dando el pecho del caballo y seguidamente hurtar la grupa de muchísimo mérito.
Se aleja mucho del toro y nuevamente se acerca para colocar una banderilla en todo lo alto.
Coloca un par de banderillas a dos manos de manera perfecta y precisa que es ovacionado por los entendidos del tendido.
¡Toreo clásico por parte de Antonio Domecq fiel al toreo de la casa!
Excelente labor la realizada por Antonio Domecq que no obstante una vez más no acierta con el rejón de muerte desperdiciando un triunfo que tenía en sus manos.

Y estamos en el último toro de la tarde. Para lidiarlo Diego Ventura ha sacada a la arena una yegua muy campera de raza árabe con la cola recogida que mueve con garbo el mosquero. Se llama “Triana” y su capa es castaña.
Sale “Culebrito II” marcado con el número 23 y con 541 kilos del hierro de San Mateo.
Coloca un rejón de castigo que el toro acusa doliéndose en demasía ligeramente desprendido. Sigue toreándole con la banderola tratando de comprobar su estado de fuerzas. Cambia el tercio.
Sale a la arena “Nazari” un caballo castaño oscuro. Un preciso caballo que templa perfectamente la embestida del toro para evitar las cornadas que éste propina, siendo alcanzado ligeramente en alguna de ellas.
Quebrando en el momento preciso coloca un par de banderillas en todo lo alto. El toro está muy cerrado en tablas y allí Ventura coloca un excelente par de banderillas.
Saca a “Morante” un caballo tordo en fase blanca. ¡El caballo que muerde a los toros! Y con el que Ventura levanta a los espectadores de sus asientos.
Finalmente saca a la arena a “Califa” el caballo castaño con el que coloca de manera continuada y en un “pis pás” tres banderillas cortas en todo lo alto.
Un rejón de muerte en todo lo alto del cual el toro cae sin puntilla. Se piden las dos orejas que el presidente concede.
Resumen:
Antonio Domecq toreando de manera clásica. Difícil competir con los rejoneadores que, como Diego Ventura y Andy Cartagena, dan otra dimensión rejoneando. No digo que sea mejor o peor,simplemente digo que es distinta, porque en ella el lucimiento de los caballos está por encima del arte clavando rejones de los caballeros rejoneadores.
Todos los caballos lucieron a una altura rayana en la perfección.

La recessión económica se dejo sentir en la asistencia de público que no llegó a cubrir ni un tercio del aforo.

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